Para llegar a la esencia misma de Dios, primero debemos alcanzar la esencia de nosotros mismos, pues nadie puede conocer a Dios a menos que se conozca a sí mismo.
La meditación o Dhyana representa una forma de vida para la divinización total del hombre. La meditación fomenta la Paz y la Paz intensifica la meditación...Los atributos divinos que se adquieren durante la meditación han de ser cultivados y nutridos en la vida diaria.
La meditación puede ser practicada por todo el mundo, por los ancianos, los jóvenes, los ignorantes, los sabios, los sanos y los débiles. Para aquellos que no poseen las facultades físicas y mentales suficientes como para practicar la meditación, bastará con el cultivo del Amor Universal, lo que será tan eficaz como ella. Las tres sendas llevan hacia la misma meta.–¡Hacen meditación sin saber qué es! ¡Sienten que están meditando en Dios sin saber quién es realmente Dios! Le cantan a Rama, a Krishna, a Jesús, a Alá y a Zoroastro como Dioses y meditan en ellos sin comprender que todos son encarnaciones de Dios.
Equivocan concentración por meditación. La concentración está asociada con los sentidos, mientras que la meditación va más allá de ellos. La meditación no debe estar restringida a un tiempo o lugar en particular. Es un modo de vida. Todo aquello que se hace con espíritu de amor es meditación. Sentarse juntos en meditación durante horas sin expresar amor por los semejantes no es ninguna meditación. La verdadera práctica espiritual reside en darse las manos con el resto de la comunidad y trabajar para el progreso de la sociedad en conjunto.
El primer imperativo en la meditación, será la correcta canalización de los pensamientos en la dirección deseada, a través del control de la mente.
El proceso de la meditación también exige una práctica constante y sincera. El buscador no debería dejarse arrastrar, en su práctica de la meditación, por los caprichosos vagabundeos de la mente. Para la práctica de la meditación es esencial la pureza de corazón.
En un comienzo, la meditación puede resultar fácil e interesante. Los primeros pasos serán alentadores. Mas, cuando empiecen a ascender a los peldaños superiores de la escala de la meditación, empezarán a aparecer obstáculos imprevistos. Sin embargo, uno no deberá dejarse descorazonar por estas dificultades inesperadas. Han de ser vencidos con coraje y convicción. Una persona no deberá emprender la práctica espiritual de la meditación sin una clara voluntad de llevarla adelante.
Cuando nos referimos a la meditación, hay tres cosas implícitas:
en primer lugar, está la persona que medita: el dhyata;
en segundo, el objeto de la meditación: el dhyeya,
y el tercero, está el proceso mismo de la meditación: el dhyana.
En la verdadera meditación, estos tres deberían fusionarse. La persona que medita debería identificarse por completo con el objeto de la meditación y debería perder la conciencia incluso del hecho de estar meditando. Cuando medita, su atención debería fijarse hasta tal punto en el objeto de la meditación, como para que llegue a perder su propia identidad ya olvidar también su compromiso en la acción de la meditación.
Hay que distinguir la meditación de la concentración. La concentración es la primera etapa de este proceso que habrá de ser seguido por la contemplación y la absorción. Esta absorción conduce a la meditación.
Es frecuente que se interprete equivocadamente la “meditación” pensando que es lo mismo que concentración. La concentración es algo esencial para las percepciones sensoriales comunes y es algo que debemos utilizar para llevar a cabo los actos más comunes y rutinarios. La meditación es un proceso que se produce en un plano muy superior al de la percepción sensorial humana,... se sitúa más allá o por encima del mundo de los sentidos.
Para que la meditación resulte más efectiva, habría de ser realizada cada día a una hora y en un lugar fijos, y de acuerdo a un procedimiento bien regulado. Si la meditación se realiza diariamente a la hora correcta, la mente llevará al cuerpo sutil hacia el entorno usual y hará que, internamente, el individuo pase por las regulaciones prescritas, obviando de esta manera cualquier sensación de alineación que pudiera surgir en un sitio nuevo.
Para quien desee practicar la meditación, resulta aconsejable que tome una luz como objeto de su meditación, y no una forma de la Divinidad, como la de Rama, Krishna o Iswara, porque también estas formas están sujetas a cambios y perecen en última instancia. La luz no perece ni cambia. Además, una llama puede encender millones de otras sin extinguirse y es, por ende, inagotable... Si lo desearan, en las etapas iniciales pueden imaginar la forma de Dios que veneren dentro de la llama en la que meditan. Sin embargo, habrán de darse cuenta de que, tarde o temprano, la luz habrá de disolver la forma. No deben de tratar de confinar a la Divinidad a ninguna forma en particular; deben ver a Dios en Su forma todo-penetrante, como el Uno que reside en el corazón de todos los seres divinos.
Antes de empezar a meditar, para serenar los pensamientos dispersos, repitan en voz baja o mentalmente algunas oraciones que alaben la gloria de Dios. Después hagan Japa (repetición del nombre divino de su preferencia), una o dos vueltas del japamala; mientras lo hacen, lleven a su mente la forma del nombre que están repitiendo. De esta forma la mente se domina con facilidad... Este tipo de práctica es mejor para los principiantes. Se le denomina japa sahiti dhyana.
El método más universal y efectivo que existe,...es la meditación en la luz utilizando la llama de una vela. Los más avanzados pueden realizar la meditación en el mantra “Soham”: “Yo soy Él”.–Krishna le dijo a Arjuna que uno debía de estar sólo mientras medita. El cuerpo no debe tocar la tierra ni tampoco otro cuerpo. Esto se debe a que el contacto con la tierra hace que el individuo descargue y pierda la divina corriente que se genera en él durante la meditación.
Para la meditación, Krishna establece dos preceptos importantes: una dieta moderada y una conducta regulada en la vida... De modo que el alimento en medida adecuada y del tipo apropiado es algo necesario si un individuo quiere meditar con eficacia. El comer excesivamente habrá de evitarse, ya que produce somnolencia. El llenar por completo el estómago con alimento sólido fomenta el “tamoguna” que representa definitivamente un impedimento para la meditación.
La calidad y la cantidad de los alimentos que consumamos va a determinar nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. Hay en verdad una conexión íntima entre “alimento, cabeza y Dios”...Los que practiquen la meditación habrán de abstenerse del consumo de carnes. El Dharma supremo lo constituye la No-Violencia. Representa un pecado el matar a animales inocentes sólo para llenar nuestros estómagos. Hemos de recordar que Dios mora en todas las criaturas. Todo está impregnado por Dios, dice el Isa Upanishad. La verdad de este aforismo puede llegar a experimentarse a través de la meditación.
Cada órgano de percepción habrá de ser provisto de su correspondiente sustento espiritual. Por ende, el alimento sátvico no significa únicamente el consumo moderado de leche, requesón, ghee y frutas, sino también el goce de pensamientos nobles, sonidos sagrados, visiones santas y discusiones espirituales.
Nos olvidamos que absorbemos también un tipo de alimento incorpóreo a través de los demás órganos sensoriales. El saludable efecto del alimento sátvico se verá anulado si escuchamos malas habladurías, si nos dejamos llevar por malas palabras, si miramos cosas malsanas, si nos ponemos en contacto físico con cosas malas y si olemos malas cosas.
Las imágenes y películas o personas dejan impresiones indelebles y ejercen una influencia considerable en la mente del hombre.
A Ramana Maharishi se le preguntó una vez sobre la duración del período en que habría de meditarse diariamente. El sonrió y respondió que uno debía meditar hasta que se olvidara de lo que está haciendo.
Un aspirante espiritual tendrá varios tipos de experiencias durante la meditación. Cuando llegue a estar absorto en la Divinidad, escuchará diferentes clases de sonidos. Desarrollará una especie percepción extrasensorial. Oirá el sonido de diversos instrumentos musicales. Estos dulces sones musicales son símbolo del Sakara Brahman y son los primeros resultados de la meditación. Durante las etapas preliminares de la meditación, los órganos sensoriales se vuelven hipersensibles. Esta aguda sensibilidad le permite al aspirante responder a visiones y sonidos extraordinarios. Con el tiempo, esta facultad de hipersensibilidad o de percepción extrasensorial se va desarrollando en la más elevada facultad de poder oír la Voz del Silencio misma. Hay sonido en esta Voz del Silencio: es el Pranava, el sonido primordial de Iswara, de Dios. El aspirante espiritual escuchará la repetición y la reiteración de la Voz Primordial de Aum. Estará experimentando la inefable e inexplicable dicha del estado de supraconciencia.
Durante la meditación profunda, hay algunos aspirantes espirituales que sienten que sus cuerpos se han vuelto pesados y que no pueden moverse libremente. Otros experimentan una sensación de extremada liviandad y levitan hacia arriba. Hay otros que experimentan sensaciones te temblores y escalofríos, sin embargo, no se dejarán amilanar ni desconcertar por estas experiencias supranormales: continuarán con su práctica, sin dejar que sus fantásticas vivencias la obstaculicen.
Cuando la Meditación prosiga cada vez más, dará lugar a una agudeza cada vez mayor. Así, la mente será enjaulada en la cavidad del corazón resultando, finalmente, la experiencia de“Nirvikalpa Samadhi”, la ecuanimidad que es imperturbable. Este samadhi esen realidad el Conocimiento de Dios mismo, el Conocimiento que concede la Liberación o Moksha.
El Brahman Absoluto, sin forma ni atributos confiere el más elevado de los éxtasis espirituales. El aspirante es embelesado y arrobado por la Divina inspiración del Dios sin forma. Experimenta una dicha perfecta. Este estado de meditación supraconsciente habrá trascendido toda dualidad. Es el estado del conocimiento unitivo de Brahman. Es perdurable y trasciende todos los atributos y sentimientos.
La autorrealización representa la aprehensión inmediata, íntima y unitiva de la realidad absoluta, suprema e integral de Brahman. Se trata de una experiencia mística que se ubica más allá de la mente, del espacio y el tiempo. La meditación representa una ayuda para esto.Sathya Sai Baba
La meditación o Dhyana representa una forma de vida para la divinización total del hombre. La meditación fomenta la Paz y la Paz intensifica la meditación...Los atributos divinos que se adquieren durante la meditación han de ser cultivados y nutridos en la vida diaria.
La meditación puede ser practicada por todo el mundo, por los ancianos, los jóvenes, los ignorantes, los sabios, los sanos y los débiles. Para aquellos que no poseen las facultades físicas y mentales suficientes como para practicar la meditación, bastará con el cultivo del Amor Universal, lo que será tan eficaz como ella. Las tres sendas llevan hacia la misma meta.–¡Hacen meditación sin saber qué es! ¡Sienten que están meditando en Dios sin saber quién es realmente Dios! Le cantan a Rama, a Krishna, a Jesús, a Alá y a Zoroastro como Dioses y meditan en ellos sin comprender que todos son encarnaciones de Dios.
Equivocan concentración por meditación. La concentración está asociada con los sentidos, mientras que la meditación va más allá de ellos. La meditación no debe estar restringida a un tiempo o lugar en particular. Es un modo de vida. Todo aquello que se hace con espíritu de amor es meditación. Sentarse juntos en meditación durante horas sin expresar amor por los semejantes no es ninguna meditación. La verdadera práctica espiritual reside en darse las manos con el resto de la comunidad y trabajar para el progreso de la sociedad en conjunto.
El primer imperativo en la meditación, será la correcta canalización de los pensamientos en la dirección deseada, a través del control de la mente.
El proceso de la meditación también exige una práctica constante y sincera. El buscador no debería dejarse arrastrar, en su práctica de la meditación, por los caprichosos vagabundeos de la mente. Para la práctica de la meditación es esencial la pureza de corazón.
En un comienzo, la meditación puede resultar fácil e interesante. Los primeros pasos serán alentadores. Mas, cuando empiecen a ascender a los peldaños superiores de la escala de la meditación, empezarán a aparecer obstáculos imprevistos. Sin embargo, uno no deberá dejarse descorazonar por estas dificultades inesperadas. Han de ser vencidos con coraje y convicción. Una persona no deberá emprender la práctica espiritual de la meditación sin una clara voluntad de llevarla adelante.
Cuando nos referimos a la meditación, hay tres cosas implícitas:
en primer lugar, está la persona que medita: el dhyata;
en segundo, el objeto de la meditación: el dhyeya,
y el tercero, está el proceso mismo de la meditación: el dhyana.
En la verdadera meditación, estos tres deberían fusionarse. La persona que medita debería identificarse por completo con el objeto de la meditación y debería perder la conciencia incluso del hecho de estar meditando. Cuando medita, su atención debería fijarse hasta tal punto en el objeto de la meditación, como para que llegue a perder su propia identidad ya olvidar también su compromiso en la acción de la meditación.
Hay que distinguir la meditación de la concentración. La concentración es la primera etapa de este proceso que habrá de ser seguido por la contemplación y la absorción. Esta absorción conduce a la meditación.
Es frecuente que se interprete equivocadamente la “meditación” pensando que es lo mismo que concentración. La concentración es algo esencial para las percepciones sensoriales comunes y es algo que debemos utilizar para llevar a cabo los actos más comunes y rutinarios. La meditación es un proceso que se produce en un plano muy superior al de la percepción sensorial humana,... se sitúa más allá o por encima del mundo de los sentidos.
Para que la meditación resulte más efectiva, habría de ser realizada cada día a una hora y en un lugar fijos, y de acuerdo a un procedimiento bien regulado. Si la meditación se realiza diariamente a la hora correcta, la mente llevará al cuerpo sutil hacia el entorno usual y hará que, internamente, el individuo pase por las regulaciones prescritas, obviando de esta manera cualquier sensación de alineación que pudiera surgir en un sitio nuevo.
Para quien desee practicar la meditación, resulta aconsejable que tome una luz como objeto de su meditación, y no una forma de la Divinidad, como la de Rama, Krishna o Iswara, porque también estas formas están sujetas a cambios y perecen en última instancia. La luz no perece ni cambia. Además, una llama puede encender millones de otras sin extinguirse y es, por ende, inagotable... Si lo desearan, en las etapas iniciales pueden imaginar la forma de Dios que veneren dentro de la llama en la que meditan. Sin embargo, habrán de darse cuenta de que, tarde o temprano, la luz habrá de disolver la forma. No deben de tratar de confinar a la Divinidad a ninguna forma en particular; deben ver a Dios en Su forma todo-penetrante, como el Uno que reside en el corazón de todos los seres divinos.
Antes de empezar a meditar, para serenar los pensamientos dispersos, repitan en voz baja o mentalmente algunas oraciones que alaben la gloria de Dios. Después hagan Japa (repetición del nombre divino de su preferencia), una o dos vueltas del japamala; mientras lo hacen, lleven a su mente la forma del nombre que están repitiendo. De esta forma la mente se domina con facilidad... Este tipo de práctica es mejor para los principiantes. Se le denomina japa sahiti dhyana.
El método más universal y efectivo que existe,...es la meditación en la luz utilizando la llama de una vela. Los más avanzados pueden realizar la meditación en el mantra “Soham”: “Yo soy Él”.–Krishna le dijo a Arjuna que uno debía de estar sólo mientras medita. El cuerpo no debe tocar la tierra ni tampoco otro cuerpo. Esto se debe a que el contacto con la tierra hace que el individuo descargue y pierda la divina corriente que se genera en él durante la meditación.
Para la meditación, Krishna establece dos preceptos importantes: una dieta moderada y una conducta regulada en la vida... De modo que el alimento en medida adecuada y del tipo apropiado es algo necesario si un individuo quiere meditar con eficacia. El comer excesivamente habrá de evitarse, ya que produce somnolencia. El llenar por completo el estómago con alimento sólido fomenta el “tamoguna” que representa definitivamente un impedimento para la meditación.
La calidad y la cantidad de los alimentos que consumamos va a determinar nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. Hay en verdad una conexión íntima entre “alimento, cabeza y Dios”...Los que practiquen la meditación habrán de abstenerse del consumo de carnes. El Dharma supremo lo constituye la No-Violencia. Representa un pecado el matar a animales inocentes sólo para llenar nuestros estómagos. Hemos de recordar que Dios mora en todas las criaturas. Todo está impregnado por Dios, dice el Isa Upanishad. La verdad de este aforismo puede llegar a experimentarse a través de la meditación.
Cada órgano de percepción habrá de ser provisto de su correspondiente sustento espiritual. Por ende, el alimento sátvico no significa únicamente el consumo moderado de leche, requesón, ghee y frutas, sino también el goce de pensamientos nobles, sonidos sagrados, visiones santas y discusiones espirituales.
Nos olvidamos que absorbemos también un tipo de alimento incorpóreo a través de los demás órganos sensoriales. El saludable efecto del alimento sátvico se verá anulado si escuchamos malas habladurías, si nos dejamos llevar por malas palabras, si miramos cosas malsanas, si nos ponemos en contacto físico con cosas malas y si olemos malas cosas.
Las imágenes y películas o personas dejan impresiones indelebles y ejercen una influencia considerable en la mente del hombre.
A Ramana Maharishi se le preguntó una vez sobre la duración del período en que habría de meditarse diariamente. El sonrió y respondió que uno debía meditar hasta que se olvidara de lo que está haciendo.
Un aspirante espiritual tendrá varios tipos de experiencias durante la meditación. Cuando llegue a estar absorto en la Divinidad, escuchará diferentes clases de sonidos. Desarrollará una especie percepción extrasensorial. Oirá el sonido de diversos instrumentos musicales. Estos dulces sones musicales son símbolo del Sakara Brahman y son los primeros resultados de la meditación. Durante las etapas preliminares de la meditación, los órganos sensoriales se vuelven hipersensibles. Esta aguda sensibilidad le permite al aspirante responder a visiones y sonidos extraordinarios. Con el tiempo, esta facultad de hipersensibilidad o de percepción extrasensorial se va desarrollando en la más elevada facultad de poder oír la Voz del Silencio misma. Hay sonido en esta Voz del Silencio: es el Pranava, el sonido primordial de Iswara, de Dios. El aspirante espiritual escuchará la repetición y la reiteración de la Voz Primordial de Aum. Estará experimentando la inefable e inexplicable dicha del estado de supraconciencia.
Durante la meditación profunda, hay algunos aspirantes espirituales que sienten que sus cuerpos se han vuelto pesados y que no pueden moverse libremente. Otros experimentan una sensación de extremada liviandad y levitan hacia arriba. Hay otros que experimentan sensaciones te temblores y escalofríos, sin embargo, no se dejarán amilanar ni desconcertar por estas experiencias supranormales: continuarán con su práctica, sin dejar que sus fantásticas vivencias la obstaculicen.
Cuando la Meditación prosiga cada vez más, dará lugar a una agudeza cada vez mayor. Así, la mente será enjaulada en la cavidad del corazón resultando, finalmente, la experiencia de“Nirvikalpa Samadhi”, la ecuanimidad que es imperturbable. Este samadhi esen realidad el Conocimiento de Dios mismo, el Conocimiento que concede la Liberación o Moksha.
El Brahman Absoluto, sin forma ni atributos confiere el más elevado de los éxtasis espirituales. El aspirante es embelesado y arrobado por la Divina inspiración del Dios sin forma. Experimenta una dicha perfecta. Este estado de meditación supraconsciente habrá trascendido toda dualidad. Es el estado del conocimiento unitivo de Brahman. Es perdurable y trasciende todos los atributos y sentimientos.
La autorrealización representa la aprehensión inmediata, íntima y unitiva de la realidad absoluta, suprema e integral de Brahman. Se trata de una experiencia mística que se ubica más allá de la mente, del espacio y el tiempo. La meditación representa una ayuda para esto.Sathya Sai Baba
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