Hay mucha información y conocimiento contenido en los libros. Sin embargo, nuestras cabezas están llenas de polvo. La educación está siendo usada sólo para llegar a ganarse la vida.
¡Oh hijos de Bharat, préstenle oídos a esta verdad!
Estudiantes: Tenemos muchas historias significativas e importantes, llenas de sentido en nuestras tradiciones. Es una desgracia que los estudiantes de este país no sean capaces de ver esta importancia. 13hagavad Gita significa que es el "canto de Dios". También se les ha llamado bhagavatas a los devotos de Dios. Vyasa dividió la historia del Bhagavata en doce partes, cada una de las cuales se denomina Skanda.
Es ésta una sagrada historia que les fue dada a los hombres para liberarles de la esclavitud. La historia del Bhagavata le fue enseñada por Vyasa a Suka y éste a su vez se la entregó al pueblo. Maharshi Suka era el hijo de Maharshi Vyasa. Suka aprendió los Vedas íntegramente gracias a su padre. Los Vedas y los Vedangas han sido divididos en cuatro partes llamadas "Samhitas". Vyasa procedió a escribir la historia del Bhagavata al mismo tiempo que describía las sagradas historias de los contemporáneos de Suka. Los Kauravas y los Pandavas vivían en la misma época y la batalla entre ellos, al igual que la moraleja que ella conllevaba, fueron consignados por él en cuanto Mahabharata. El Mahabharata ha sido descripto también como el quinto Veda. Vyasa se dio cuenta de que le resultaba difícil a la gente común e iletrada entender a Dios. Para facilitarles la comprensión de Dios a estas personas más simples, Vyasa escribió también otro texto llamado el Brahma Sutra. Fue también él quien estableció la verdad de que la dicha puede provenir sólo de pensar en Dios y no a través de cualquier otro proceso. Estableció que la dicha y la felicidad no son sino simplemente encarnaciones de Dios y que no pueden encontrarse en ninguna otra parte. Pueden ser otorgadas únicamente por Dios y aquel que las consiga es llamado un devoto. Esta estrecha relación que existe entre el devoto y Dios ha sido descripta en el Bhagavata. No es asunto fácil entenderlo. Ante la dificultad de la comprensión de los Brahmasutras, Vyasa compuso los dieciocho Puranas que explican la naturaleza de la Divinidad. Lamentaba que, pese a los esfuerzos que desplegara para promover la Divinidad, no había una fórmula fácil para eliminar el sufrimiento de las personas. Ocupó mucho tiempo tratando de encontrar formas y medios para hacer felices a las personas comunes e iletradas. Mientras Vyasa estaba dedicado a contemplar estas cuestiones, se le presentó Narayana (Dios) y le indicó que el único método por el cual el hombre puede alcanzar la felicidad, es el de describir y cantar la Gloria de Dios. A partir de ese día, Vyasa comenzó a describir los "lilas" (juegos divinos) del Señor. Año tras año tenemos la experiencia de calores, fríos y lluvias. Debido a estos cambios estacionales se producen también ciertos cambios en nuestras ideas e incluso en nuestra salud. Sabemos también que al ir cambiando las estaciones, hay momentos en que oímos cantar al cuclillo, vemos madurar los mangos, etc. Cada año se repiten las estaciones más o menos en la misma época y nos entregan el mismo tipo de experiencias. Tomando en consideración estos ciclos, los Maharishis (grandes sabios) trataron de explicarnos lo que concierne a los Yugas (las distintas Eras). La estación que ha pasado, retorna después de doce meses, el día que ha terminado retornará a nosotros ocho días después y así con todos los ciclos. Si hoy es viernes, en una semana más tendremos otro viernes. Si éste es el mes de mayo, tendremos otro mes de mayo en doce meses más.
Considerando todo esto, los Maharishis dividieron el tiempo en éuatro Yugas llamados el Kritha Yuga, el Dwapara Yuga, el Treta Yuga y el Kali Yuga. Ellos seguirán volviendo una y otra vez. Entre estas denominaciones, la palabra "Kritha" indica cuatro veces, la palabra "Treta" indica tres veces, la palabra "Dwapara" indica dos veces y "Kali" nos entrega una autorizada unidad de medida. De acuerdo con ellos, la unidad básica es de 432.000 años y representa el número de años en un Kali Yuga. Dos veces esta cifra, o sea 864.000 años, representa al Dwapara Yuga. Tres veces esta cifra básica ó 1.296.000 años representa la medida del Treta Yuga. Cuatro veces esta medida ó 1.728.000 años se refieren al Kritha Yuga. Sumando estas cifras, llegamos a 4.320.000 años y ello se refiere a un Maha Yuga. Después de un Maha Yuga comenzará nuevamente el Kritha Yuga. Así fue que interpretaron el tiempo asignándole estas medidas.
En estos Yugas, Dios apareció de tiempo en tiempo como Avatar, con el propósito de mostrar la Divinidad contenida en los seres humanos y para brindar el modelo de una vida ejemplar. Se ha dicho que Dios asume una forma humana para ser accesible a los seres humanos y darles felicidad. Las aves y los animales experimentan las limitaciones establecidas para ellos. Un nacimiento humano es el más sagrado entre los ochenta y cuatro cientos de miles de seres vivientes diferentes en esta Creación. Es en verdad una gran fortuna lograr tan sagrado nacimiento. El hombre cuenta con una distinción especial. Hemos de ver y de entender la diferencia entre aves y animales por un lado y el hombre, por otro. Los animales nacen con la crueldad en cuanto naturaleza y así pasan su vida en la crueldad. Podemos someter a un animal a un intenso entrenamiento, pero es imposible lograr un cambio duradero en sus hábitos. Puede conducirse de acuerdo al entrenamiento durante el período que dure éste, pero no desechará su naturaleza. El hombre no es así. Aunque puede ser que nazca con la crueldad en su naturaleza, podrá liberarse de ella ya sea intentándolo o por medio de la disciplina espiritual (sadhana). Se puede ver claramente que lo que no llega a mejorarse es el animal y lo que puede mejorarse es el hombre. Para facilitar este refinamiento y esta transformación en los seres humanos es que Dios asume el nacimiento en forma humana de tiempo en tiempo. Este refinamiento puede producirse a través de diferentes métodos y en diferentes momentos del tiempo. En el Kritha Yuga, el método lo constituyó la meditación (dhyana). En el Treta Yuga el método eran las ofrendas (yagna). En el Dwapara Yuga, el método era la adoración ritual (el archana), y en el Kali Yuga se le da primacía a la repetición del Nombre del Señor (namasmarana). Estos representan los magnos caminos de que disponen los seres humanos para poder transformarse a sí mismos. Los Maharishis solían alcanzar el "moksha" o la Visión del Señor a través de prácticas ascéticas (tapas) durante el Kritha Yuga. Aquellos que llegaban a gozar de esta divina experiencia solían mezclarse con las personas para podérsela comunicar a sus coetáneos.
Durante el Treta Yuga, Dios apareció como ser humano en la forma de Rama, quien, usando a su propia familia como ejemplo, trató de establecer una conducta dhármica respondiendo al ideal característico de aquella época. En esa época se estableció también que Rama era la encarnación del Dharma y Lakshmana la encarnación de la compasión, demostrándose que la confluencia de la Rectitud y la compasión es lo que hace a un buen ser humano. Este es el verdadero Dharma (la Acción Correcta). Creemos que los rituales constituyen el Dharma. Pero no lo constituyen nuestras prácticas y rituales diarios. La base del verdadero Dharma la representa la compasión que se genera en un corazón puro. Y ésta es también la más importante de las cualidades básicas de un ser humano. Uno deberá hacer el intento por seguir los dictados de la propia conciencia. A través de esta conducta y este ejemplo logró Ramachandra corregir a toda la humanidad.
En la época del Dwapara Yuga, Dios vino en la forma humana de Krishna y estableció un ejemplo ideal de Amor para los seres humanos. Este aspecto de Krishna atraía a todo el mundo. Y era de tal magnitud que todos se arrobaban en la felicidad y la dicha generadas por el Avatar de Krishna. En esos tiempos, Krishna se preocupaba con tiernísimo afecto por las necesidades de la gente. La gran Verdad que encierra el Avatar de Krishna es la que nos ha comunicado el Bhagavata. Este Avatar de Krishna nos mostró que nunca hemos de olvidarnos de Dios, ya sea que estemos sufriendo o disfrutando, que tengamos dolor o felicidad, que estemos hundidos en la pobreza o gozando de la riqueza. Draupadi, la que había perdido a todos sus hijos y que enfrentaba enormes dificultades, mostró una gran resignación y afecto al hablar con Aswathama. El Bhagavata nos enseña que no es justo para un devoto pensar en Dios sólo en momentos de dificultad y olvidarse por completo de El en momentos de felicidad. De hecho, todos los Avatares enseñan una muy importante lección y ustedes habrán de empeñarse por entender el significado interno que tales lecciones nos entregan.
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