Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
(Preguntas y respuestas en los encuentros con Rotarios, Leones,
Abogados y Médicos, el 6 de julio de 1968 – Este de África)
P: Swamiji, se dice que Shiva es el más grande de los Dioses hindúes; ¿cómo es que entonces encarnó como Sai Baba de Shirdi, que era musulmán?
R: Estos argumentos son todos incorrectos. Shiva es sólo un Nombre de Dios, como cualquier otro. No hay grande ni más grande, ni el mejor de todos entre estos nombres. Ningún Nombre abarca la totalidad. Cada uno significa algún aspecto de la Divinidad, alguna faceta del esplendor, que no tienen límites. Además, Sai Baba no era musulmán, Él era Brahmín por nacimiento, de la Apastamba Sutra y de la Bharadwaja Gotra. El nombre, Sai Baba, probablemente los confundió. Sai significa Sahi, Shahi, Señor, Maestro Prabhu; Baba significa padre, eso es todo. ¿Cómo se pueden poner límites a Dios y a Su Voluntad de encarnar? La experiencia propia es mejor prueba en temas espirituales; los chismes no tienen valor. Aun la experiencia es válida hasta donde ella misma llega. Cada uno concibe a Dios de la forma en que lo ha experimentado, como teniendo una Forma. Siete ciegos se aproximan a un elefante y cada uno lo entiende de acuerdo con su experiencia individual. Uno toca una pata y supone que es un pilar, un segundo se topa con la cola y está seguro de que es algo así como una soga gruesa, un tercero que tuvo en sus manos la oreja creía que se trataba de una canasta para zarandear, el cuarto –que se apoyó en el estómago– argumentó que era una pared. Ninguno tuvo una experiencia total, ninguno conoció el animal entero. ¡El animal entero no es ni siquiera la suma total de todas las experiencias individuales! Cuando se conozca la suma total, emergerá una Religión Universal. Hinduismo, Islamismo, Cristianismo, Budismo, Zoroastrismo son todas una expresión parcial de la Verdad total. Se puede decir que el Hinduismo es el estómago del elefante, ya que, a través de sus principios, puede mandar sustento a todos los órganos, a todos los sentidos y al cerebro.
P: ¿Es posible una Religión Universal, Swamiji?
R: Es posible. Cuando el hombre descubre que el Único Principio Divino activa a todos los seres, como la misma corriente eléctrica activa todas las luces, ventiladores y máquinas que andan con esa energía, entonces la Religión Universal nacerá. El reconocimiento de este activador universal invisible siempre presente –el inminente Principio Dios–, germinará en cada corazón, la chispa del amor. De hecho, está allí ya, pero manchado por la fuerza de “lo mío” y “lo tuyo”, por la codicia y el egoísmo. Todas son olas del mismo Océano, esa es la inspiración de la Religión Universal. Ésta es la Verdad, de la cual todas las religiones son facetas.
P: Swami, sabemos que la codicia y el egoísmo son malos, que sólo el amor confiere Ananda (Bienaventuranza), pero encontramos difícil actuar a la altura de nuestras convicciones. Nuestro caso es como el de la persona que dijo: “Jnani Dharmam, ma cha pravritti, janamyadharmam na cha me nivritti”.
R: Eso muestra que las convicciones de ustedes no son fuertes, no están firmes. De otra manera, por qué deberían sentirse como esa persona que dice: “Sé lo que está bien, pero no soy capaz de hacer el bien, sé lo que está mal, pero no tengo fuerzas para dejar de hacerlo”. No están del todo convencidos de que cierto acto es correcto, tampoco lo están de que otro acto está mal. Están hablando sin fe firme. Si saben con certeza que lo que está delante de ustedes es una víbora, no darán un solo paso, aunque diez personas los empujen hacia ella, ¿no es cierto? ¿Por qué hacen lo incorrecto cuando dicen que saben que es incorrecto? Es porque no están del todo convencidos de que sea incorrecto y fraudulento, con peligrosas consecuencias para ustedes, si no ahora, por lo menos más tarde. Desarrollen fe, háganla fuerte y firme, permanezcan en compañía de los buenos, de los piadosos, de los virtuosos.
P: Swami, las Escrituras, especialmente el Bhagavadghita, destacan a Bhakti (Devoción), como el sendero hacia la realización de Dios. No le dan mucha importancia al Karma (Destino que se genera por las acciones de la persona). ¿Cuál es el valor del Karma o Trabajo en el campo espiritual?
R: El Gita destaca al Karma también. Trabajo, Devoción, Sabiduría: ése es el orden, Karma, Bhakti, Jñana. Jñana es la última etapa, la etapa de la fructificación, de la consumación: “Jnanadevathu Kaivalyam”, (“La liberación se obtiene mediante el Jñana únicamente”). Karma es la flor. Cuando se la preserva de caer, cuando es cuidada y protegida de las pestes, aparece el fruto, eso es Bhakti, la actitud de Devoción, de Dedicación, de Entrega. Protejan esta tierna línea de crecimiento, cuídenla, atiéndanla, aliméntenla y resguárdenla. Obtendrán la fruta madura con el sostenedor jugo de Ananda, el fruto de Jñana. Los tres no están separados ni seriados. Es un continuo proceso de disciplina espiritual, siendo el producto final, la realización de la Realidad.
P: Swamiji, está usted realizando milagros. ¿Con qué propósito? ¿Es bueno para la gente saber que las leyes de la naturaleza se pueden romper?
R: No, no, Yo no realizo milagros. Por supuesto algunos que hacen hazañas; han adquirido algunos poderes a través del yoga y van por ahí mostrándolos, con el propósito de conseguir dinero o influencia o seguidores o fama. Ellos cometen pradarsana o exhibición. Lo que ustedes llaman milagros son sólo evidencias espontáneas de Mi Divinidad. Yo no he adquirido el poder para realizarlos, no los exhibo como postración de Mi Divinidad. En realidad, hasta donde nos concierne a ustedes y a Mí, los “milagros carecen de importancia”. Presten más atención a otras cosas sobre Mí. Cuando un hijo viene a casa para las vacaciones o cuando parte de vuelta para el colegio, la madre prepara una gran fiesta con todos los platos deliciosos que a él más le gustan. Hace eso por puro amor, no para retener a su hijo más cerca de ella, o para presionarlo con su talento culinario. Su amor es reflejado por el hijo, como amor. Yo también expreso Mi Amor, y esa expresión es una nidarsana o evidencia del Poder Divino que los induce a ustedes a tomar el sendero hacia Dios. No me propongo realizar o demostrar lo que ustedes llaman milagros, es Mi naturaleza, es Mi manera de hacer las cosas, Mi manera de expresar Mi amor y Mi Gracia.
P: Perdona, Swamiji, esta pregunta; si uno debe sufrir las consecuencias del Karma, sea lo que uno ha hablado, pensado o hecho, ¿de que sirven los Bhajans, las Oraciones, etc.?
R: Como tú dices, uno debe cosechar las consecuencias de todo acto, pensamiento y palabra; cada uno tiene su inevitable impacto. Pero de una vida anterior, sólo vienen a ésta los mayores y potentes Actos y Karmas. Los efectos de pequeños Karmas no se sufren de nacimiento a nacimiento. Además, debes recordar otro punto, que es alentador. Es posible, por medio del arrepentimiento, contrición y un constante vivir en el bien, contrarrestar las malas consecuencias. Más que nada, la Gracia de Dios es todopoderosa. Él puede hacer inefectiva la ley del Karma, en tu caso, ¡Su Gracia puede hacer que la consecuencia no tenga consecuencia! Los que entre ustedes son médicos saben que ciertas drogas están fechadas, cuando se pasa esa fecha, la droga no tiene efecto, aunque en apariencia sea la misma, sin haber cambiado en cantidad, color u otra característica. Así también, las consecuencias del Karma pueden estar en el frasco, pero sin causar daño, sin tener efecto. O, como cuando una persona está bajo los efectos de la morfina, el dolor sigue allí, pero no está consciente de él. Así, cuando se gana la Gracia de Dios, el Karma puede disolverse, dejando a la persona inafectada, de modo que es una buena cancelación. El Karma no puede destruirse cuando estás bajo la influencia benigna de la Gracia Divina. La enfermedad se puede curar y la salud puede ser recuperada, ¿no es así? Similarmente, el sufrimiento por las acciones del pasado o los pensamientos o las palabras puede ser curado y reestablecida la ecuanimidad.
P: ¿Cuáles son los principios fundamentales de la fe Hindú, Swamiji?
R: Uno de los principios fundamentales es éste: que cada uno es responsable por su propia elevación o caída, que debe cosechar lo que siembra, que debe por sí mismo ganar la Gracia de Dios, para salvarse del sufrimiento causado por la ignorancia. Luego, el Hindú cree en la posibilidad y la autenticidad de las Encarnaciones Divinas o Avatares, que son Dios asumiendo forma humana, con el objetivo de sostener la Verdad y suprimir la falsedad. El Hindú también cree que Dios puede ser realizado, visualizado, acá y ahora, a través de la purificación mental. Cuando la mente es purificada hasta el punto de no existir, Uno es todo Iluminación, el Esplendor de Dios, ésa es la Realidad Interna.
P: ¿Cómo se puede hacer eso, Swamiji?
R: La mente es como este pañuelo; tiene hilos y trama, el hilado es el deseo. Si se remueven los deseos, si se conquista la tendencia a satisfacerlos, se anula la mente. Los deseos llevan al apego, el apego nutre la mente, con odio, envidia, codicia, lujuria, malicia, etc. Toda religión se esfuerza en enseñar métodos para minimizar los deseos y evitar la polución de la mente. Chiththa-shuddhi (purificación de la mente) es el objetivo, a través de la aniquilación o la sublimación de los deseos.
P: ¿Cómo se puede remover de la mente, el odio y la sospecha Swamiji? Están arraigados en el hombre.
R: Odio y sospecha son señales de debilidad. Háganse fuertes. Entonces, ¡no habrá ninguna necesidad de odiar ni de desconfiar! Sólo los tímidos son proclives al odio. El odio es señal de egoísmo, de codicia, de deseo de algo que no merecemos. Desarrollen vairagyam, desapego, eso los hará valientes, libres, llenos de coraje. Sumará en ustedes fuerzas interiores.
P: ¿Puede la no violencia triunfar sobre toda oposición, swamiji?
R: Por supuesto que puede. Sólo deben tener fe inquebrantable. No deben empezar a negociar o a buscar excusas para quebrantarla.
P: Pero, Swamiji, la gente parece haberse olvidado muy pronto del apóstol de la no violencia, ¡hasta en su propio país!
R: ¿Cómo es que saben? ¿Por qué se preocupan con lo que ocurre con la memoria de otros? Si piensan que cierta línea de comportamiento es buena, recuérdenla ustedes, eso es lo mejor que pueden hacer, para promover la causa a la que aman. ¿Por qué deben ustedes asumir la responsabilidad de enderezar al mundo? Enderécense ustedes. Si cada uno es bueno y hace el bien, el mundo se hace bueno.
P: Pero, Swamiji, por causa de la no violencia, la India fue dividida en dos partes y las dos partes se están odiando.
R: El principio en sí no tiene la culpa; la gente no tuvo fe en él. Fue sólo una decoración exterior. Más aún, la cercanía geográfica no tiene nada que ver con la cercanía del corazón. Debemos ser “fuente de amor”, unos para otros, por más lejos que estemos geográficamente. Estén cerca y despierten amor, estén lejos y despierten amor: ése es el deber del hombre. Todos deben ser amados y adorados como templos en los que Dios está instalado.
P: ¿Cuándo desaparecerá este individualismo, Vyakthithwan, Swamiji?
R: Va a desaparecer cuando todos estén conscientes de que tienen el mismo Vyakthi (energía individual), cómo cuando un foco de luz “sabe” que brilla a través de la misma corriente que ilumina a todos los demás focos cualquiera que sea su color o tamaño.
P: Swamiji, ¿por qué el Hinduismo no establece misiones proselitistas?
R: La razón es: el Hinduismo no tienen fronteras o límites. Sólo cuando uno tiene límites, trata de sobrepasarlos y atraer el rebaño a aquellos que están más allá. No tiene forasteros. Todos son peregrinos caminando el mismo camino, hacia la misma meta. Sus tiempos pueden ser distintos, pero su objetivo final es el mismo.
P: Swamiji, ¿cómo podemos lograr Ananda, Dicha Espiritual?
R: Ananda no es algo que se pueda adquirir o procurar de alguna parte, fuera de ustedes, o de alguno que no sea ustedes. Está en ustedes, todo el tiempo, es su naturaleza original. Ustedes son Ananda. Por ello me dirijo a ustedes como Anandaswarupa. Cuando experimentan Ananda, experimentan Prapta-prapti (obteniendo lo que ya se tiene) y no aprapta-prapti (obteniendo lo que no se tiene). Este caballero aquí, con un libro en sus manos, digamos que necesita urgentemente 5 chelines, entonces le pide al Doctor sentado a su lado que se los preste. El Doctor accede, pero en el momento de decirlo, ojea casualmente el libro y ¡cae un billete de 5 chelines! Lo devuelve al dueño diciendo, “no necesitas un préstamo ahora, esto era tuyo, lo tenías todo el tiempo, sólo que no sabías que lo tenías”. Esto es “obteniendo lo que ya se tiene”. Ananda se logra de esta manera. El Gurú o Maestro espiritual o Preceptor le revela el tesoro de Ananda que ya tenían pero que habían olvidado o desatendido o descartado o ignorado.
P: Hacemos lo mejor que podemos, Swami, para conocer la fuente de Ananda, pero este Aadhi, Vyaadhi y Upaadhi no terminan y no tenemos paz.
R: No coloquen las tres cosas juntas. Ya que Aadhi y Vyaadhi afectan sólo el Upaadhi (cuerpo físico) no los pueden afectar a “ustedes”, que son los residentes en el Upaadhi. Aadhi significa “dolor mental” y Vyaadhi significa “dolor físico”, estos dos sólo afectan la “envoltura”.
¿Cómo puede el automóvil ser “ustedes”? Mediten en esta verdad y por medio de la práctica, hagan evidente esta verdad en la conciencia, en todo momento. Luego, Aadhi y Vyaadhi no los afectarán. Pasarán de largo sin dañarlos.
P: Swamiji, nuestros hijos nos preguntan sobre Dios. Ellos argumentan que no hay Dios. Nos piden que les probemos el valor de la religión. ¿Qué debemos hacer?
R: Sí, los chicos están creciendo en una atmósfera de irreverencia, competición y orgullo. Ellos no observan a sus padres orando a Dios o adorando o agradeciendo los favores recibidos. Deben ustedes demostrarles que la religión los ha hecho a ustedes más pacíficos y felices, más valientes e independientes, les ha dado mayor apertura mental y mayor tolerancia, entonces ellos mismos verán el valor de la religión. Los chicos empiezan a preguntar estas cosas a la edad de 14 ó 15 años ¿no es así? ¿Qué han hecho ustedes estos 14 ó 15 años para instalar la fe, humildad, reverencia y temor al pecado en ellos? Es en el hogar, mediante la madre y el padre, los mayores, que los chicos aprenden estas lecciones. Ellos deben ser moldeados con perfección, como un escultor da forma a una piedra, para convertirla en una imagen de un santo o de un sabio o aun de Dios. Padres y maestros en las escuelas deben compartir esta responsabilidad.
P: Pero, Swamiji, ¡a los maestros se les paga tan magros salarios!
R: Ésa no es razón por la que ellos no tengan que cumplir con su responsabilidad. Una vez que han dado su acuerdo a servir como maestros, no deben quebrantar la confianza que se les tuvo al aceptarlos y que a su vez ellos aceptaron. Eso sería traición a los niños. Ellos no deben hacer cosas que no corresponde hacer. Los padres deben reforzar y suplementar las enseñanzas impartidas en la escuela, con su comportamiento y conversación en el hogar. Debe haber un esfuerzo coordinado de padres, maestros y líderes de la sociedad para embeber a los niños con los ideales de amor y servicio.
P: Swamiji, ahora tenemos en Ti el médico Supremo. Danos a todos una medicina que cure nuestros males.
R: ¿Cómo puede un doctor dar un remedio para todos? Cada uno tiene que ser diagnosticado separadamente y medicado de acuerdo con sus necesidades. ¿No es así? Cuatro pacientes pueden quejarse de dolor de estómago, pero el dolor puede ser causado por indigestión o por causas diversas: problemas gástricos, un problema localizado o bien apendicitis. Me encontraré con ustedes individualmente y les iré dando la medicina y los consejos que necesitan.
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