DISCURSO DIVINO
De BHAGAVAN SRI SATHYA SAI BABA
en el Salón Sai Kulwant el 25 de diciembre 2006
¿Qué oportunidad de realizar al verdadero Ser tiene la persona pomposa cuya mente no es clara?
Sólo un intelecto puro es capaz de comprender el verdadero principio del Ser.
Nada más hay para decir al respecto.
(Poema telugu)
Todo está contenido en la pureza de la conciencia. He aquí un ramo de flores. Externamente parece ser una sola flor. Sin embargo, hay una cantidad de flores en este ramo. Del mismo modo, el mundo parece ser una sola entidad, pero consiste de diversos individuos con diversos nombres y formas.
Todos estos individuos se reunirán como las flores en un ramo. Los Panchabhutas (cinco elementos) son la característica más importante del mundo. El mundo es una conglomeración de individuos. Todos son uno. No hay tal cosa como ‘Yo soy Deva (Dios)’ y ‘Ustedes son Jiva’ (individuos). Ustedes y Yo somos uno. Al no darse cuenta de esto, ustedes perciben a la unidad como diversidad.
¡Encarnaciones del Amor!
El Amor es uno. El mismo sentimiento de amor satura a cada ser humano. No obstante, adopta diferentes formas dependiendo de la estructura mental, el estado y el destino de diferentes seres humanos. Una niña es llamada un ‘bebé’. Cuando ella crece, es llamada una ‘niña’. Más tarde, cuando se casa y se va a la casa de sus parientes políticos, se hace referencia a ella como ‘nuera’. La misma mujer después de dar a luz a los niños es llamada ‘madre’. También se convierte en abuela a su debido tiempo.
¿No es un hecho que la dama a la que se hace referencia por tantos nombres es una y la misma? Del mismo modo, todos los seres humanos que viven en este mundo pertenecen a una sola categoría. Jesucristo declaró: “Todos son uno; sean iguales para con todos”. Deben amar a todos. Deben aceptar a todos en su redil. De hecho, ese es Mi modo de obrar. Sin embargo, algunas personas pueden no estar de acuerdo. Eso se debe a su falta de madurez; es el reflejo de sus sentimientos internos. Dios adopta diferentes formas de acuerdo a los sentimientos internos de los devotos. Por ejemplo, cuando alguien Me llama ‘Thatha’ (abuelo), Yo aparezco así ante ellos. Algunas personas Me llaman ‘padre’ y Yo aparezco como ‘padre’ ante ellos. Sin embargo, algunos otros Me llaman ‘Swami’ y Yo seré Swami para ellos. Dios aparecerá ante los seres humanos bajo cualquier nombre y forma en que ellos lo contemplen.
En esta era de Kali, hasta lo bueno parece malo. El mismo individuo ama a una persona y odia a otra. Desarrolla enemistad hacia una y amistad hacia otra. Esta clase de amistad o enemistad no es algo
que él ha adquirido desde afuera. Tales sentimientos provienen de su propio corazón. Cuando ustedes consideran a alguien como su ‘enemigo’, él se vuelve eso. Por otro lado, cuando ustedes consideran a alguien como su ‘amigo’, él se vuelve un amigo. Suponiendo que se cruzan con una muchacha, la llaman una ‘estudiante universitaria’. Después de un tiempo, cuando se casan con ella, la llaman ‘mi esposa’. Su ‘esposa’ de hoy y la ‘estudiante universitaria’ de hace algún tiempo son una y la misma. ¿No es verdad?
Así, el hombre desarrolla una cantidad de relaciones basadas en los nombres y las formas. De hecho, la mente es la responsable de tantos cambios en el mundo. El hombre, por sí mismo, no tiene defectos. El amor es lo que satura a todos los seres humanos. Es cierto que los seres humanos en ocasiones exhiben cualidades como la ira, el odio, los celos, la pompa, etcétera. Sin embargo, Dios no se ve afectado por ellas. Dios está más allá de los gunas (atributos), mientras que los seres humanos poseen gunas. Esos gunas pueden ser positivos o negativos. Lo bueno y lo malo se encuentran sólo en el ser humano, no en Dios. A menudo nos cruzamos con personas que son por naturaleza iracundas, exhibiendo en ocasiones sentimientos de intenso amor. En la era de Kali encontramos muchas personas así, con este comportamiento paradójico. Cuando ustedes ven estos cambios, piensan que Dios los está causando. No, Dios es sólo un testigo. Él no es responsable de estos cambios. Dios es como la leche que, al ser agregada a la decocción, se vuelve café. La misma leche puede transformarse también en un budín dulce. Todos los cambios que están teniendo lugar en los seres humanos son sólo a causa de sus gunas.
Un hombre llamado Pablo se mostró hostil hacia Jesucristo al comienzo. La misma persona se convirtió en un ardiente devoto más tarde. Las cualidades en un ser humano generan muchos cambios. Por ejemplo, este devoto africano ha sentido devoción hacia Mí desde su niñez. Él Me ha amado intensamente desde el comienzo. Yo le aconsejé que, siendo aún joven, debía regresar a su país para desarrollar su vocación. Cediendo a los deseos de Swami, él regresó a su tierra natal. Sin embargo, no ha habido ningún cambio en su devoción. Él ha estado orándome constantemente, exclamando ‘¡Baba! ¡Baba!’
Hace algunos años, cuando viajé al África oriental, muchos africanos se acercaron a recibir Mi darshan. Cada uno de ellos Me suplicó: “¡Swami! Por favor pasa algún tiempo con nosotros”. Había algunos cientos de niños entre ellos. Todos tenían su vista pegada a Mi forma. Ustedes conocen al entonces presidente de Uganda, el Sr. Idi Amin. Él era un militar. En aquel entonces era joven y muy enérgico. Era alto y corpulento. Tenía una cantidad de esposas. Él sentía mucho afecto por Swami. Solía recibir el darshan de Swami tanto en la mañana como en la tarde. Yo Me veía muy bajo junto a tal gigante. Era como ver a un ciervo junto a un camello. Las personas se sorprendían de su amor y devoción por Swami. Él era una persona instruida y era el presidente de su país, Uganda. Se lo conocía por su naturaleza severa. Tal persona derramó lágrimas cuando Yo inicié Mi viaje de regreso. Me dijo: “¡Swami! Jamás he derramado lágrimas desde que nací. Hoy, me siento muy triste y tengo este sentimiento de separación porque Swami nos está dejando”. Él se cubrió el rostro con un pañuelo para que los demás no notaran sus sentimientos. Sus manos eran muy fuertes. Sostuvo Mis manos con firmeza, expresando su agradecimiento por Mi visita. Él también se postró ante Mí. Apretó Mis pies con tanta fuerza que más tarde Me resultó difícil subir las escaleras del avión. En el momento de Mi partida, él Me suplicó: “¡Swami con seguridad iré a recibir Tu darshan en poco tiempo. De otro modo, por favor visita Tú nuestro país nuevamente. No puedo soportar la separación de Ti”. La situación en Uganda entonces era tal que él no pudo dejar el país.
Durante Mi estadía en Uganda, él organizó una cena para Mí en su casa. Por lo tanto, se dirigió a la casa del Dr. Patel para preguntar personalmente por los arreglos que se debían hacer al respecto. Él reunió toda la información sobre cómo organizar la cena, cuál debía ser el menú, quiénes tenían que ser invitados, etcétera. Dispuso que se consiguieran utensilios nuevos para cocinar los diversos platos. También hizo traer vasos nuevos para los invitados. Finalmente, cuando Yo visité su palacio para la cena, todas sus esposas se pararon en fila a cada lado de él y Me saludaron con veneración. Él Me las presentó, una por una. Me quedé en Kampala, la capital de Uganda. El último día era Gurú Purnima, una ocasión importante para los devotos Sai. Anteriormente Yo había prometido regresar a Bombay para esa fecha. Sin embargo, los africanos no Me permitieron hacerlo. Cayeron a Mis pies y Me rogaron con lágrimas en los ojos: “¡Bhagavan! Por favor pasa este sagrado día con nosotros”. En respuesta a sus plegarias, atrasé Mi viaje para pasar Gurú Purnima con ellos. Ese día, ellos quisieron tomarse fotografías conmigo. Les dije que podían orar silenciosamente en sus corazones para que se cumpliera su deseo. Para su alegría, cada uno de ellos encontró una foto con Swami parado junto a ellos. La devoción de los africanos es indescriptible. Incluso ahora, Me siento muy feliz cuando pienso en su devoción. Mi siguiente visita fue el país de Tanzania. Allí también, todos los que llegaron a recibir Mi darshan se sintieron muy felices. Un gran número de damas y caballeros llegaron para darme la bienvenida, vistiendo sus trajes tradicionales. Ellos bailaron extasiados al verme. El día de la partida, justo antes de que el avión despegara, todos ellos se pararon frente a la aeronave y Me suplicaron: “¡Swami! No debes irte de aquí. Debes quedarte”. ¿Cómo podía acceder a su pedido? Tenía que partir. Los pilotos y otros funcionarios del aeropuerto les aconsejaron: “No deben obstruir la salida del avión de Swami de este modo. Eso no está bien”. Entonces ellos se alejaron. Yo observaba todo esto desde la ventana del avión. Finalmente, cuando el avión inició el despegue, muchos de ellos casi se desmayaron de pena. Esa escena estuvo fresca en Mi memoria hasta que llegué a Bombay.
Durante ese viaje, visité tres países: Kenya, Uganda y Tanzania. Son todos países vecinos. Me sentí muy feliz y profundamente conmovido por la devoción del pueblo africano. Durante Mi viaje de regreso, el avión rebosaba de artículos regalados por los devotos africanos. ¿Qué regalos eran? Trajeron todo tipo de artículos como juegos de platos y juegos de té de color dorado. Todavía los tengo conmigo. Los usamos cuando recibimos la visita de altos dignatarios, como primeros ministros y gobernadores. Hay muchos devotos en países extranjeros que aman a Swami. Su amor por Swami es incomparable. Los devotos de África oriental disfrutaron mucho Mi vista a sus países. En ese momento decidí que no haría más visitas al exterior. Desde entonces, jamás visité ningún país extranjero. Incluso para Mi visita a África oriental hubo una razón. El Dr. Patel Me oró desde lo más profundo de su corazón para que Yo visitara África. Él me suplicaba así: “¡Swami! Tu visita no es exclusivamente para nosotros. Hay muchos animales salvajes en esta región. Ten la bondad de conferir a estos animales la buena fortuna de Tu darshan y bendícelos también”. Cuando fui a ese lugar, él hizo arreglos para que recorriéramos el hábitat de la fauna silvestre en unas pequeñas avionetas. Se aseguró de que sólo dos personas se sentaran en cada avioneta, de modo que hubiera bastante lugar para moverse adentro.
Sentados en esas pequeñas avionetas, vimos una cantidad de paisajes de gran belleza pictórica. El inmenso Lago Victoria se extiende sobre una vasta área. Nos llevó una hora y media cruzar ese lago con aquellos aeroplanos. Hay muchos cocodrilos en ese lago de extraordinario tamaño. Incapaces de hallar espacio suficiente para moverse por el lago, ellos caían unos sobre otros. Más tarde hicimos un paseo en bote por el lago. Los cocodrilos nos miraban con las mandíbulas bien abiertas mientras recorríamos el lago. Arrojamos manzanas hacia ellos. Sorprendentemente, ellos no comieron esas manzanas hasta que completamos nuestro paseo en bote. Mantenían las manzanas en la boca y nos miraban fijamente. Había muchos hipopótamos en ese lago. Algunos de ellos estaban amamantando a sus bebés. Era una escena fascinante de animales salvajes en su hábitat natural.
El hermoso paisaje era un deleite para nuestros ojos. Los animales también tienen deseos como los seres humanos. Sin embargo, su amor hacia nosotros era inigualable. Cuando llegamos a la orilla de ese lago, pudimos ver grandes manadas de elefantes. Los elefantes africanos tienen enormes orejas en forma de abanico. El viento causado por un pequeño movimiento de sus orejas era suficiente para hacer caer a la gente. Yo Me moví en medio de ellos en un auto. Al verme sentado en el auto, ellos levantaron sus trompas con veneración y Me rindieron homenaje. Las nobles cualidades de esos animales salvajes no pueden encontrarse ni siquiera en los seres humanos. ¡No hay ningún sentimiento de odio en esos animales! Todos ellos viven juntos alegremente. Normalmente, un elefante le teme a un león. Sin embargo, los leones y elefantes viven juntos felizmente en esas selvas.
Nos dirigimos a una colina donde había un grupo de diez leones. Los elefantes se movían en su presencia sin ningún temor. Nos acercamos a ellos y tomamos fotografías. Puede haber temor y ansiedad en los seres humanos de vez en cuando, pero ni uno de esos animales salvajes mostró algún temor al vernos. Había algunos leones descansando allí. Nuestro jeep pasó sobre sus colas, pero ellos no se molestaron. Por el contrario, acercaron sus colas a sus bocas y las besaron. Me sentí realmente conmovido por su amor y afecto. No podía irme de ese lugar. Hoy no puede encontrarse tal intenso sentimiento de amor ni siquiera entre los seres humanos. Los humanos se odian entre sí. Hasta la madre y el hijo se odian. El esposo y la esposa se odian. Sin embargo, no pudimos hallar ni un vestigio de odio en aquellos animales salvajes. Fui testigo de un intenso e inigualado sentimiento de amor e igualdad en aquellos animales salvajes. Llegó el momento en que debíamos dejar ese maravilloso lugar y a esas maravillosas personas. La agonía por la separación que sufrió la gente, especialmente los devotos que vivían en aquellos países durante nuestro viaje de regreso es indescriptible. De hecho, Yo también sentí tristeza al dejar a aquellos devotos llenos de amor. Nuestro avión llegó a Bombay muy tarde. Sri K.M. Munshi estaba esperando nuestra llegada. ¿Saben quién era Munshi? Era el presidente del Bharatiya Vidya Bhavan. Él había sufrido un ataque de parálisis en su lado derecho y en su boca. En el instante en que tuvo Mi darshan al descender Yo del avión, él pudo levantar su mano. Con infinita dicha, gritó: “¡Bhagavan Sri Sathya Sai Babaji Ki Jai!” Las personas que lo rodeaban se sorprendieron al ver que Munshi podía levantar su mano y hablar. Munshi Me llevó al Bharatiya Vidya Bhavan directamente desde el aeropuerto. La conferencia mundial de las Organizaciones Sathya Sai iba a tener lugar allí. Una gran cantidad devotos y de público se había reunido en ese lugar. Munshi dirigió unas palabras a esa asamblea sin ninguna dificultad. Él declaró: “El Señor invisible está parado justo frente a nosotros y nos está hablando hoy”. Me pidió que permaneciera en su casa por tres días. Accediendo a su pedido, permanecí en su casa por tres días.
Aquellos tres días pasaron como tres segundos para él. Se sentía muy feliz.
Luego de Mi regreso del viaje por África oriental, traté de explicar a la gente de acá el intenso amor y la devoción del pueblo africano y de los animales salvajes que viven allí. Si los animales podían desarrollar tan intenso amor, ¿por qué no los seres humanos? Los animales no tienen prajnana (sabiduría divina), vinjana (intelecto que discierne) y sujnana (conocimiento más elevado). Sin embargo, los seres humanos, que están dotados de todas estas nobles cualidades y leen una cantidad de textos, carecen incluso de un ápice de amor. Por eso, ¡oh seres humanos! Deseo que todos ustedes lleven una vida de amor mutuo. “¡Amen a todos! ¡Sirvan a todos!”: ésta es Mi exhortación para ustedes. Si sólo hay amor, podrán lograr cualquier cosa. El amor lo es todo. “El Amor es vida, la vida es Amor”.
La vida está asociada con el amor, no con el odio. Hoy, dondequiera que miren, ¡hay odio, odio, odio! Ésta no es una buena señal. Habiendo nacido como seres humanos, no está bien que posean cualidades animales, arrojando al viento las cualidades humanas. A veces, los animales parecen mejores que los seres humanos en este aspecto. Ellos parecen tener cualidades humanas. Hoy los animales se están transformando en humanos y los humanos están degenerando en animales. Esto no es correcto.
Los seres humanos deben llevar la vida de seres humanos. Deben fortalecer sus cualidades humanas. La persona que habló hace unos instantes es africana. Él se dedica a propagar los valores humanos. El mundo está lleno de tales personas. Sin embargo, las personas imbuidas de valores humanos son muy raras. De hecho, algunas personas no saben cómo hablar cortésmente. Incluso si les preguntan con amor “¡Señor! ¿De dónde ha venido?”, darán una respuesta lacónica “Vine de algún lugar”.
Lo que digan será descortés y áspero. Esto no es correcto. Un ser humano debería hablar dulce y suavemente. Las palabras deben estar llenas de amor. Sólo entonces experimentarán paz. Si su conducta y sus palabras son malas, ¿cómo esperan que la paz reine en sus corazones? La paz no se halla en el mundo exterior. Está en su propio corazón. Afuera sólo hay pedazos, no paz.
Ustedes dicen “Yo quiero paz”. Que su conducta sea buena y cortés. Entonces la paz fluirá desde ustedes. ¿De dónde obtienen verdad? ¿Pueden obtener verdad de los textos que leen? ¡No! La verdad está en ustedes. La verdad, la rectitud, la paz, el amor y la no violencia son cualidades innatas de un ser humano. ¡El amor es la misma forma de Dios! Podrán experimentar el amor de Dios sólo con amor en ustedes. El amor y la paz son las cualidades más esenciales para un ser humano. Un millonario puede construir varias residencias, comprar una cantidad de autos y tener muchas comodidades. Sin embargo, con quienquiera que se crucen, ellos dicen que no tienen paz. ¿De qué sirve toda esa riqueza y comodidades si no hay paz interior?
En la actualidad, hay un auge del negocio de bienes raíces en todo el país. ¿Cuánta tierra necesita un ser humano? ¡Sólo dos metros! Nada más. Había un rico propietario que fue en busca de más tierras. Quería comprar un terreno adicional. Al enterarse de esto, una persona se le acercó y le aconsejó:
“¡Señor! Vaya a la región de los Himalayas donde hay una gran cantidad de tierras disponibles sin costo”.
Este hombre fue a los Himalayas y se contactó con el rey de esa región. El rey le dijo: “Prometo que te daré toda la tierra que puedas recorrer caminando desde la salida hasta la puesta del sol”. El propietario se sintió muy feliz. La mañana siguiente, comenzó su expedición con entusiasmo. De hecho, comenzó a correr codiciosamente para poder adquirir más tierras. Así, corrió continuamente desde la mañana hasta el atardecer. El sol se estaba poniendo. Él se sentía muy cansado y débil. Sin embargo, no renunció a su codicia. Justo cuando estaba a una distancia de dos metros de su objetivo final, se desmayó y cayó. El rey llegó a ese lugar, vio su condición y comentó: “¡Qué pena! ¡Lo que este hombre necesita ahora son dos metros de tierra!” De hecho, ¡lo que cada ser humano necesita son dos metros de tierra!
El rey Alejandro conquistó varios países y finalmente puso el pie en Bharat. Mientras cruzaba un río, sufrió un ataque cardíaco. Los médicos que los examinaron confirmaron que su fin estaba cerca y que ninguna medicina le sería de utilidad. Entonces el rey Alejandro se lamentó: “Soy el rey de un vasto imperio. Obtuve oro en abundancia. Tengo un gran ejército a mi lado. ¿No hay nadie que pueda salvarme de las garras de la muerte?” Inmediatamente llamó a sus ministros y les dijo: “¡Oh, ministros! Después de mi muerte, lleven mi cuerpo a mi país natal. Envuélvanlo en una tela blanca, manteniendo mis manos en una posición levantada, y llévenlo en procesión por cada calle”.
Acatando el deseo del rey, su cuerpo fue llevado en procesión por las calles. La gente se mostró muy sorprendida por esta extraña acción y preguntó: “¿Por qué están llevando el cuerpo del rey muerto en procesión, con las manos levantadas?” Los ministros respondieron: “Alejandro Magno, dueño de enormes riquezas dejó este mundo con las manos vacías. Sólo para que este hecho sea conocido por la gente, según el último deseo del rey, su cuerpo está siendo llevado en procesión de este modo”. No sólo Alejandro, sino también cada ser humano finalmente tiene que partir de este mundo con las manos vacías. Uno puede adquirir un vasto imperio; uno puede tener un gran ejército tras de sí; uno puede tener una cantidad de amigos y parientes; pero ninguno lo acompañará durante su viaje final.
Muchos reyes y almas grandes difundieron esta verdad en aquellos días y exhortaron a la gente a renunciar al apego al cuerpo. Desafortunadamente, ustedes no están leyendo las historias de tales grandes personas. Lo que están aprendiendo ahora no es ‘historia’ sino ‘histeria’. Nadie lee historia. ¿Qué es la historia en el verdadero sentido? ¡Su historia es Historia! Hoy el hombre va tras una educación elevada. Está aprendiendo ciencia y tecnología. Sin embargo, la ‘tecnología’ de hoy es mera ‘trucología’. Lo que ustedes leen puede no permanecer en su cerebro. Sólo perdura lo que de hecho han puesto en práctica. Es suficiente si ponen en práctica al menos un aspecto de lo que han leído. Eso los ayudará en gran medida.
¡Encarnaciones del Amor! ¡Queridos estudiantes!
Pueden proseguir cualquier tipo de educación; pero no olviden los valores humanos. La verdad, la rectitud, la paz, el amor y la no violencia son los cinco valores humanos que un ser humano debe cultivar. Aprendan estos cinco valores humanos y pónganlos en práctica. Entonces sus vidas se desarrollarán suavemente. Esto es lo que deseo comunicarles hoy como mensaje importante. La verdad es eterna. Sólo cuando sigan esta eterna verdad sus nombres permanecerán en los anales de la historia para siempre. La verdad eterna los hará ganar la paz eterna. Si sucumben a malas cualidades como la ira, los celos, la envidia, la arrogancia, etcétera, su vida entera será miserable, llena de inquietud y agitación.
Traducción: Mercedes Wesley
Revisión Final: Verónica y Carlos Fazzari
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