En la tradición, cada deidad ha tenido un gayatri particular. Es decir, un mantra realizado en la misma métrica que invoque y comunique al individuo con la deidad de su devoción, protegiéndolo y revelando el conocimiento y naturaleza de la verdadera identidad.
En el propicio atardecer del 24 de diciembre de 1977, en el ashram de Whitefield, ante un grupo de estudiantes y devotos, “Sai Baba” se dispuso a iluminarlos y solicitó al pandit (erudito) Sri Gandhikota Subramanian Shastri que comentara y explicara algunos contenidos de los vedas. Dicho directamente por “Sai Baba”, este pandit era una de las pocas personas encarnadas que no sólo conocía a la perfección los cuatro vedas, sino que los practicaba en todos los actos de su vida.
El pandit se dispuso a hacerlo. En un momento, y por la voluntad divina de “Sathya Sai”, en su presencia, interrumpió la enseñanza a devotos y estudiantes, y solicitó permiso a swami para revelar un mantra. Swami otorgó el permiso y así comenzó su recitación. El pandit recitó el mantra “Sai Gayatri” bajo la métrica y forma puramente védica. Luego explicó la esencia del mantra.
Años más tarde, alrededor de 1980, en Prashanti Nilayam (La morada de la paz suprema) el hijo de este pandit (su padre había desencarnado para fundirse en Sai) dio la traducción correcta de ese mantra.
Om Sai Ishvaraia vidmahe
Sathya devaya dhimahi
Tannasarva Prachodaiath
La primera estrofa significa: Yo sé a través de los gurúes, de las sagradas escrituras o sastras y por mi experiencia directa, que Sai es Dios mismo, El es bhagavan, el señor, Ishvara, la divinidad.
La segunda estrofa significa: Yo medito en esta forma en mi corazón con todas mis facultades mentales, medito en El como la encarnación de la verdad, la divinidad, la consciencia universal y el que interpenetra todos los mundos.
La tercera estrofa significa: Yo ruego al divino Sai que dirija toda mi mente e intelecto para realizar acciones auspiciosas y rectas, y medito en su grandiosa forma.
La esencia del mantra y la actitud con la que uno lo debe repetir, dicho por el pandit, es la siguiente: "Es el que permite que la refulgente energía de “Sathya Sai”, que existe siempre en mi corazón como consciencia pura, envuelta por el cuerpo, dirija o influya mi mente o intelecto para que tome el camino del dharma o virtud, de shanti o paz, de sathya o verdad, de prema o amor". Esta es otra vía para conectarnos con El.
Este sathya sai gayatri, como otros gayatris, está a la par con los mantras védicos. Tiene 24 letras; consta de tres líneas de 8 sílabas cada una. Este tipo de composición tiene propiedades únicas. De acuerdo con el Maharishi Vararuchi, la numerología de todas las letras suma 108. Es por esto que la recitación debe hacerse 108 veces para obtener el pleno efecto de los poderes que son representados por el número 108, el merú o la borla en el rosario o japamala. El cantar 108 veces (llamado ashtottara shata nama) lleva a la realización de Dios que es la meta.
El hombre no piensa en Dios con devoción y sinceridad por eso el miedo y el cansancio están a la orden del día. Solamente cantando el nombre de Dios se puede perder el miedo.
A Dios se lo conoce como hiranyagarbha. Hiranya significa oro. Solamente cuando instalamos este oro en el corazón se puede lograr la joya de sathya, dharma, santhi y prema. Una vez que Dios esté instalado en su corazón, sólo producirá pensamientos divinos. Cuando llenamos nuestros corazones de divinidad, todas las acciones se volverán divinas, el hombre que no tiene fe en la divinidad, tiene una vida vacía que no sirve.
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En el propicio atardecer del 24 de diciembre de 1977, en el ashram de Whitefield, ante un grupo de estudiantes y devotos, “Sai Baba” se dispuso a iluminarlos y solicitó al pandit (erudito) Sri Gandhikota Subramanian Shastri que comentara y explicara algunos contenidos de los vedas. Dicho directamente por “Sai Baba”, este pandit era una de las pocas personas encarnadas que no sólo conocía a la perfección los cuatro vedas, sino que los practicaba en todos los actos de su vida.
El pandit se dispuso a hacerlo. En un momento, y por la voluntad divina de “Sathya Sai”, en su presencia, interrumpió la enseñanza a devotos y estudiantes, y solicitó permiso a swami para revelar un mantra. Swami otorgó el permiso y así comenzó su recitación. El pandit recitó el mantra “Sai Gayatri” bajo la métrica y forma puramente védica. Luego explicó la esencia del mantra.
Años más tarde, alrededor de 1980, en Prashanti Nilayam (La morada de la paz suprema) el hijo de este pandit (su padre había desencarnado para fundirse en Sai) dio la traducción correcta de ese mantra.
Om Sai Ishvaraia vidmahe
Sathya devaya dhimahi
Tannasarva Prachodaiath
La primera estrofa significa: Yo sé a través de los gurúes, de las sagradas escrituras o sastras y por mi experiencia directa, que Sai es Dios mismo, El es bhagavan, el señor, Ishvara, la divinidad.
La segunda estrofa significa: Yo medito en esta forma en mi corazón con todas mis facultades mentales, medito en El como la encarnación de la verdad, la divinidad, la consciencia universal y el que interpenetra todos los mundos.
La tercera estrofa significa: Yo ruego al divino Sai que dirija toda mi mente e intelecto para realizar acciones auspiciosas y rectas, y medito en su grandiosa forma.
La esencia del mantra y la actitud con la que uno lo debe repetir, dicho por el pandit, es la siguiente: "Es el que permite que la refulgente energía de “Sathya Sai”, que existe siempre en mi corazón como consciencia pura, envuelta por el cuerpo, dirija o influya mi mente o intelecto para que tome el camino del dharma o virtud, de shanti o paz, de sathya o verdad, de prema o amor". Esta es otra vía para conectarnos con El.
Este sathya sai gayatri, como otros gayatris, está a la par con los mantras védicos. Tiene 24 letras; consta de tres líneas de 8 sílabas cada una. Este tipo de composición tiene propiedades únicas. De acuerdo con el Maharishi Vararuchi, la numerología de todas las letras suma 108. Es por esto que la recitación debe hacerse 108 veces para obtener el pleno efecto de los poderes que son representados por el número 108, el merú o la borla en el rosario o japamala. El cantar 108 veces (llamado ashtottara shata nama) lleva a la realización de Dios que es la meta.
El hombre no piensa en Dios con devoción y sinceridad por eso el miedo y el cansancio están a la orden del día. Solamente cantando el nombre de Dios se puede perder el miedo.
A Dios se lo conoce como hiranyagarbha. Hiranya significa oro. Solamente cuando instalamos este oro en el corazón se puede lograr la joya de sathya, dharma, santhi y prema. Una vez que Dios esté instalado en su corazón, sólo producirá pensamientos divinos. Cuando llenamos nuestros corazones de divinidad, todas las acciones se volverán divinas, el hombre que no tiene fe en la divinidad, tiene una vida vacía que no sirve.
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