El 2 de Septiembre se conmemora en la India y se reunen gente de todas las religiones, Con tambores ensordecedores, fuegos artificiales, bailes tradicionales, máscaras y los elefantes, los protagonistas que nunca pueden faltar en India, se unen en Kerala para celebrar el espectacular festival de Onam.
El estado de Kerala, en el sur de la India, que sus habitantes llaman “el país de los dioses”, disfruta estos días de la alegría que trae consigo la fiesta de Onam, una de las más coloridas del país y de las pocas que congrega a gente de todas las religiones.
Hindúes, cristianos y musulmanes se unen estos días para celebrar el festival más llamativo de la región, que coincide con el inicio de la recogida de las cosechas y, según cuenta la leyenda, festeja el regreso a Kerala del rey Mahabali, un mítico monarca que salvó a su pueblo ofreciendo su cabeza al dios Vishnu y cuyo reinado se recuerda como un período de armonía y prosperidad.
La tradición explica que los dioses enviaron al exilio a Mahabali, al que consideraban demasiado peligroso, pero como el rey amaba a su gente, le permitieron regresar a visitar su tierra una vez al año, en el día del “Thiruvonam”, del mes de Chingam en el calendario malayalam, una excusa perfecta para que los habitantes de Kerala le den la bienvenida con estas pomposas celebraciones.
Las casas son profusamente decoradas estos días para dar la bienvenida al rey Mahabali y en los templos, abarrotados de fieles, se llevan a cabo desde la madrugada ceremonias religiosas especiales para marcar la ocasión.
Los jóvenes no tienen hoy manera de aburrirse, ya que en casi todo el estado se celebran competiciones de artes y deportes tradicionales, organizadas por asociaciones juveniles, y más de 10.000 artistas animan la ocasión con cientos de eventos culturales.
El festival, que se prolonga durante diez días, en una ceremonia aderezada con fuegos artificiales, en la que se representan los diferentes bailes tradicionales de la región.
Son cientos los paquidermos que, vistosamente decorados con pinturas y frontales dorados repujados, participan a lo largo y ancho de Kerala en los múltiples desfiles y eventos que marcan las fiestas del Onam.
De hecho, la Asociación para el Cuidado de los Elefantes de Kerala ha aprovechado la ocasión para organizar chequeos médicos gratuitos para estos animales, en los que han participado decenas de veterinarios, y distribuir tarjetas sanitarias a sus dueños.
Las flores, con las que las mujeres de Kerala suelen adornar sus largas cabelleras negras, no podrían dejar de tener un papel importante estos días.
Se utilizan para elaborar los “pookalam”, complicados adornos y dibujos hechos con pétalos que convierten el suelo de los hogares y calles en una bella alfombra perfumada.
En la iglesia de San Francisco Javier, en la ciudad de Cochin, el año pasado las mujeres elaboraron un pookalam gigante al que añadieron un toque religioso, con ángeles tocando trompetas y símbolos cristianos.
Uno de los factores claves en las fiestas de Onam es la comida, que se consume sobre una hoja verde de platanera, en la que se deben probar al menos 27 platos distintos para garantizarse la prosperidad, la mayoría de ellos aderezados con las exquisitas especias indias.
Otro arte tradicional que se puede disfrutar en estos días son las pinturas sobre planchas de madera llamadas de Ona Villu, con imágenes de dioses coloreadas con rojo, blanco, verde y amarillo y para cuya elaboración los artesanos hacen 41 días de ayuno.
Los hospitales se han tenido que poner serios con los enfermos, muchos de los cuales no dejaban de insistir para que les dejasen irse a casa a disfrutar del Oman.
El estado de Kerala, en el sur de la India, que sus habitantes llaman “el país de los dioses”, disfruta estos días de la alegría que trae consigo la fiesta de Onam, una de las más coloridas del país y de las pocas que congrega a gente de todas las religiones.
Hindúes, cristianos y musulmanes se unen estos días para celebrar el festival más llamativo de la región, que coincide con el inicio de la recogida de las cosechas y, según cuenta la leyenda, festeja el regreso a Kerala del rey Mahabali, un mítico monarca que salvó a su pueblo ofreciendo su cabeza al dios Vishnu y cuyo reinado se recuerda como un período de armonía y prosperidad.
La tradición explica que los dioses enviaron al exilio a Mahabali, al que consideraban demasiado peligroso, pero como el rey amaba a su gente, le permitieron regresar a visitar su tierra una vez al año, en el día del “Thiruvonam”, del mes de Chingam en el calendario malayalam, una excusa perfecta para que los habitantes de Kerala le den la bienvenida con estas pomposas celebraciones.
Las casas son profusamente decoradas estos días para dar la bienvenida al rey Mahabali y en los templos, abarrotados de fieles, se llevan a cabo desde la madrugada ceremonias religiosas especiales para marcar la ocasión.
Los jóvenes no tienen hoy manera de aburrirse, ya que en casi todo el estado se celebran competiciones de artes y deportes tradicionales, organizadas por asociaciones juveniles, y más de 10.000 artistas animan la ocasión con cientos de eventos culturales.
El festival, que se prolonga durante diez días, en una ceremonia aderezada con fuegos artificiales, en la que se representan los diferentes bailes tradicionales de la región.
Son cientos los paquidermos que, vistosamente decorados con pinturas y frontales dorados repujados, participan a lo largo y ancho de Kerala en los múltiples desfiles y eventos que marcan las fiestas del Onam.
De hecho, la Asociación para el Cuidado de los Elefantes de Kerala ha aprovechado la ocasión para organizar chequeos médicos gratuitos para estos animales, en los que han participado decenas de veterinarios, y distribuir tarjetas sanitarias a sus dueños.
Las flores, con las que las mujeres de Kerala suelen adornar sus largas cabelleras negras, no podrían dejar de tener un papel importante estos días.
Se utilizan para elaborar los “pookalam”, complicados adornos y dibujos hechos con pétalos que convierten el suelo de los hogares y calles en una bella alfombra perfumada.
En la iglesia de San Francisco Javier, en la ciudad de Cochin, el año pasado las mujeres elaboraron un pookalam gigante al que añadieron un toque religioso, con ángeles tocando trompetas y símbolos cristianos.
Uno de los factores claves en las fiestas de Onam es la comida, que se consume sobre una hoja verde de platanera, en la que se deben probar al menos 27 platos distintos para garantizarse la prosperidad, la mayoría de ellos aderezados con las exquisitas especias indias.
Otro arte tradicional que se puede disfrutar en estos días son las pinturas sobre planchas de madera llamadas de Ona Villu, con imágenes de dioses coloreadas con rojo, blanco, verde y amarillo y para cuya elaboración los artesanos hacen 41 días de ayuno.
Los hospitales se han tenido que poner serios con los enfermos, muchos de los cuales no dejaban de insistir para que les dejasen irse a casa a disfrutar del Oman.
En Puttaparthi tambien se celebra en el Ashram de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Prashanti Nilayam tambien se viste de fiesta en esta especial ocacion, aquí pueden ver en este video que les dejamos del año pasado (2008) de los festejos de ONAM.
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