La realización de la vida humana consiste en el Servicio que presta el hombre, sin ninguna expectativa de recompensa, con una actitud desinteresada. El Servicio prestado con este espíritu arroja luz en el oscuro interior del hombre, ensancha el corazón, y purifica los impulsos y confiere Bienaventuranza Eterna. Este país ha estado recalcando la unidad fundamental de la humanidad. Esta verdad se afirma en la experiencia del servicio constante. India es un jardín de colores fragantes; tiene una variedad de religiones y credos, todos señalando esta Unidad y este sendero de servicio para lograrla. Todos los credos, aquí, declaran que cada uno es hermano o hermana de todos los demás; éste es el mensaje de cada santo y sabio de esta tierra.
El correr del tiempo, la irrupción de culturas extranjeras y actitudes irreligiosas determinaron que este mensaje haya sido dejado de lado; y ahora estamos en una patética situación de bandos y peleas ¡entre aquellos que una vez fueron hermanos! La pasión y una ciega emoción han llenado el corazón de la Nación, que respondía con coraje al llamado de hermandad y Servicio. La pasión y la emoción son calamidades tan terribles como los terremotos; sus consecuencias se pueden sentir por todas partes. Nosotros debemos apaciguar las pasiones y desarrollar un sentido de equilibrio y balance en la mente humana, cultivando Amor.
Esta tierra fue el escenario de lo siguiente: Tukaram se dirigía de Kasi a Rameswaram, llevando una vasija sobre el hombro, que contenía agua sagrada del Ganges, agua que había prometido verter ceremoniosamente sobre el Lingam, en Rameswaram, durante la ceremonia. Fue entonces cuando vio a un burro muriéndose de sed. Y el sentido de unidad con todos los seres vivos lo oprimió tanto que, sin pensarlo dos veces, vertió en la reseca garganta del "hermano", el agua sagrada que había llevado consigo desde tan lejos, con el sagrado propósito y ¡fue feliz al ver en "su hermano" el Lingam que deseaba adorar! Por lo tanto, el Amor Universal está latente en las tradiciones de este pueblo; lo que se necesita es solamente despertarlo del sueño. Las buenas compañías pueden hacer surgir este Amor latente. Actualmente, ésta es la tarea que hay que realizar con la juventud, ya que ella lleva la carga sobre sus hombros.
Hoy en día; es el mundo (y no Dios, quien se expresa a través y más allá de éste) el centro de atención. La reacción frente al mundo depende de los sentimientos que incitan a hacer tratos con él; los sentimientos dependen de la experiencia ya adquirida; la experiencia está matizada por el deseo que urgió el contacto y provocó la reacción. ¡El deseo está basado en la ignorancia de la verdadera naturaleza del mundo! El mundo es ilusión, una mezcla de realidad y ficción ¡pero se lo valora como Verdad! Es una ficción construida sobre la base de una realidad. La realidad es la Divinidad; la ficción es la diversidad. Este agente ilusorio es Dios; por lo tanto, la realidad está escondida y la ficción está impuesta por la obra de Dios. Y Dios no es más que la aparición en una Forma, de lo Absoluto Intangible Inmanente Superior Sin Forma, el Eter dentro del corazón del hombre y de todos los seres vivos, así también como de todos los otros Principios, ilimitado, sin principio ni fin.
¡El atributo mediante el cual se puede reconocer el Eter es el sonido o la palabra! ¡Al comienzo fue la palabra! La palabra se convirtió en objeto, tomó cuerpo, se tornó concreta. Por eso, nos referimos al "objeto" como "padaartha", "pada" significa palabra, "artha" significa propósito. El "objeto" es el propósito por el cual se pronuncia la palabra, ¡el significado que hace válida a la palabra! Tenemos la palabra árbol y su significado es "el árbol que crece allí". Tenemos la palabra hombre y su significado es "tú". La palabra y sus significados son inseparables, no se diferencian uno del otro. La palabra no surgió sin el objeto, ni el objeto sin la palabra.
La palabra Dios indica también que hay un Objeto, que hay un Dios. Si no hubiera Dios, la palabra Dios no se hubiera originado ni se hubiera convertido en una palabra de uso corriente. Ustedes pueden ver a Dios o no, pero la palabra es una prueba de que hay Dios.
Dios es Omnipresente; El está en el pasado, en el presente y en el futuro. Me pongo esta guirnalda sobre mi dedo, ¿ven? La parte de la guirnalda hacia la izquierda del dedo es el futuro. La parte hacia la derecha es el pasado y, donde hace contacto con el dedo, ese punto, es el presente. Ahora, enrollo la guirnalda sobre el dedo y tiro hacia la derecha. El futuro aparece y se convierte en el presente y se mueve hacia el pasado, pero el presente es siempre presente. ¡Dios es siempre presente, observando al futuro rodar hacia el pasado!
¡Y Dios es y sólo puede ser Uno, no más! "¡Hay un solo Dios y es Omnipresente! ¡Hay una sola religión, la religión del Amor! ¡Hay una sola casta, la casta de la Humanidad! ¡Hay un solo lenguaje, el lenguaje del corazón!" Se debe visualizar a este Dios mediante una disciplina espiritual constante. No se compliquen con dudas y vacilaciones. Si solamente observan las disciplinas y purifican la conciencia podrán ver a Dios instalado en su corazón. Hay azúcar en la taza, pero el agua está insípida ya que no la han revuelto bien. Hay un Dios en el mundo y, si se revuelve bien lo Divino en cada una de sus gotas o átomos, podrán hacer del mundo algo dulce donde vivir. La inteligencia es la cuchara; la disciplina espiritual es el proceso de revolver. Empapen cada momento de su vida con Dios. Así se volverá dulce.
Actualmente, la gente a menudo plantea la pregunta: "¿Dónde está Dios?" Mediante la incesante repetición del Nombre de Dios, Prahlada supo que Dios está en todas partes. No es que "El está sólo aquí" o que "El no está allá". La comprensión de esta Verdad sólo puede surgir luego de una intensa disciplina espiritual.
Una vez que el hombre sea capaz de manejar los sentidos y dirigirlos por canales más beneficiosos, es decir, cuando el ojo vea las huellas de Dios sobre las estrellas y sobre los pétalos de rosa, cuando el oído escuche la Voz de Dios en la garganta de los pájaros y en el estrépito del trueno, cuando la lengua guste la dulzura de Dios en todo lo que lo atrae, cuando la nariz descubra
la fragancia en todo lo que le recuerda a la gloria de Dios, cuando el sentido del tacto sea feliz de tomar la mano del desamparado y del angustiado como los hijos amados de Dios, sólo entonces podrá visualizar a Dios instalado en la cavidad de su corazón.
El hombre sólo puede imaginar a Dios con forma humana. Krishna dice en el Gita: "Yo soy el águila entre los pájaros, el león entre las bestias, el baniano entre los árboles". Es decir, se lo presenta a Dios como el pájaro que puede volar más alto, cuyos ojos son los más penetrantes, cuyas alas son las que más se pueden extender. El Dios con forma humana representa la única manera por la cual el hombre puede entender la Divinidad. Se puede sentir y experimentar a Dios solamente como El, aquí y ahora. No se puede hablar de Dios como aquél que desciende o asciende, ya que El está en todas partes a disposición de ustedes, para que tomen conciencia de El, a través de la belleza, la Verdad, la bondad, la fuerza, el Amor o cualquiera de los atributos Divinos.
En este día santo, resuelvan pasar cada hora contemplando la Gloria de Dios; háganlo, al menos como un deber, ya que el regocijo que esa contemplación les causará, inconscientemente los alentará a continuarla con mayor deleite.
El sol se convierte en el custodio de Dios, como dice el cuento mitológico. El es el cartero que lleva a Dios las cartas que ustedes escriben, si están correctamente dirigidas a Dios y estampilladas (con la estampilla de la sinceridad) y nos trae de vuelta Su Gracia. Pongan sus anhelos en el sobre de la resolución y entréguenselo todos los días al sol. No escriban pidiendo una casa, un hijo u oro. Pidan una inteligencia brillante para comprender la Majestuosidad de Dios. Pidan firme constancia para servirlo y adorarlo.
El hombre puede realizar su misión sobre la tierra sólo cuando se reconozca a sí mismo como Divino y venere a todos los otros como Divinos. Y también debe alabar a Dios en la forma de hombre. Dios aparece ante él como un mendigo ciego, un idiota, un leproso, un niño, un anciano decrépito, un criminal o un loco. Ustedes deben ver, aun detrás de esos velos, la Divina Encarnación de Amor, Poder y Sabiduría, el Sai, y deberán alabarlo mediante el Servicio. No se puede identificar a Dios con un Nombre y una Forma. El es todos los Nombres y todas las Formas. Todos los Nombres son Suyos, todas las Formas son Suyas. . Los Nombres que ustedes tienen también son Suyos. Ustedes son Sus Formas. Ustedes aparecen como cuerpos individuales distintos, porque el ojo que los mira busca sólo cuerpos, las cubiertas externas. Cuando clarifiquen y santifiquen su visión y los miren a través del ojo interior, el ojo que penetra más allá de lo físico (con todos sus atributos y características), verán a los otros como olas sobre el océano de lo Absoluto, como "las mil cabezas, los mil ojos, los mil pies del Supremo Soberano o "Purusha". Esfuércense para ganar la visión y empápense de esa Bienaventuranza.
Dios es Todopoderoso, Dios está en todas partes, Dios lo sabe todo. Para adorar a tan formidable e ¡limitado Principio, ¡el hombre dedica unos pocos minutos de las veinticuatro horas y utiliza un pequeño ídolo, imagen o cuadro! Es realmente ridículo, prácticamente inútil. Adórenlo todo el tiempo que puedan respirar, todo el tiempo que sean conscientes. No tengan otro pensamiento más que Dios, ningún otro objetivo que no sea el de conocer Su Mandamiento, ninguna otra actividad que la de convertir ese mandamiento en acción. Eso es lo que significa "Entrega", entregarse a El.
Cuando planean ir de viaje, entregan las llaves del auto al conductor y se sientan en el asiento trasero disfrutando de la comodidad y la seguridad, olvidándose de los posibles problemas que puedan surgir en el camino. Han entregado sus vidas en las manos de ese hombre, se han entregado a su inteligencia, vigilancia y habilidad. Algunos hombres no se entregan plenamente. ¡Son demasiado egoístas para eso! Lo interrumpen a cada minuto con indicaciones, insinuaciones y sugerencias acerca del manejo; ¡con preguntas y dudas acerca del estado del auto o del camino! Y por lo tanto, lo confunden y turban su seguridad, ¡a tate punto que pueden provocar accidentes! Sean constantes, tengan fe y lleguen a la meta, a salvo. La vida es el auto, el corazón es líe llave, Dios es el conductor. Entréguense a El y desháganse de otras preocupaciones. Viajen a salvo y lleguen felices.
Dios no tiene ni deseos ni hábitos. El no confiere ni retiene. El es el Observador Eterno. Para decirlo de una forma que puedan entender, El es como el cartero, a quien no le importa e' contenido de las cartas que entrega a los destinatarios; una carta puede comunicar la victoria, otra, la derrota; ustedes reciben de acuerdo con lo que hayan trabajado. Hagan el bien y recibirán el bien a cambio; si hacen el mal, acepten el mal que vuelve a ustedes. Esa es la ley y, realmente, no hay ni ayuda ni impedimento.
Dios penetra en todas partes; sin embargo, hay algunos científicos que afirman: "Hemos investigado todo el espacio exterior, lo hemos buscado en la Luna; no lo encontramos en ninguna parte. El no existe". Ellos no saben qué buscar, ni dónde; sin embargo, tienen el atrevimiento de asegurar que no se lo puede encontrar. ¿Es Dios el ocupante de un cuerpo o Forma identificable, tiene una morada y prendas de vestir que sean tradicionalmente Suyas? Dios es todo esto y más; El está en todo esto y más allá. ¡El es el motivador interno del mismo científico que lo "niega"! El hombre mismo es Dios; toda la materia, inclusive en la luna, está cubierta de la presencia Divina. ¡Buscar a Dios con los instrumentos de laboratorio es como tratar de curar el dolor de estómago echando gotas en los ojos! Hay una técnica y un instrumento especial para tal propósito, que los antiguos maestros de esta ciencia han desarrollado y sobre los cuales han hablado. Provéanse de una visión clara, mediante el desapego y el Amor, agudicen su sentido de discriminación, para que no tenga prejuicios ni predilección; entonces, podrán ver a Dios en ustedes, a su alrededor y en todo lo que conozcan y sientan. El médico les pide que se quiten la camisa, antes de usar el estetoscopio y luego trata de diagnosticar la enfermedad. Hay otra camisa que cubre el pecho de ustedes: ¡los deseos que se agitan en el corazón! Quítense esa camisa para que su verdadera naturaleza, es decir, la Divinidad, pueda ser revelada a ustedes y a todos los que buscan conocerla.
Solamente Dios es el dador, el custodio y la meta de la vida. No mediten en la muerte; es solamente un incidente en la vida. Contemplen a Dios, que es el Maestro de toda la vida; Dios, que es el Residente de este cuerpo físico. Sean conscientes de El durante toda la vida y ofrézcanle toda su actividad, el respirar, el hablar, el caminar, las ganancias y lo que gastan, ya que fue por y a través de El que pudieron hacer todas esas cosas. Enfermarse y llamar a un médico, eso no es natural y es degradante. Una vez que se han ofrecido a Dios, todo debe estar bien en ustedes. No puede haber nada enfermo. El Nombre de Dios es el tónico más efectivo; los mantendrá alejados de toda enfermedad. No se entreguen a una incesante repetición del Nombre de Dios como un pasatiempo o una moda o como algo temporario o como la parte desagradable de un horario impuesto o como la cuota amarga que se debe cumplir todos los días. Piénsenlo como una disciplina espiritual que se debe realizar seriamente, con el propósito de reducir los apegos a objetos pasajeros, una práctica que los purificará y reforzará, a la vez que podría liberarlos del ciclo de nacimientos y muertes. Perseveren en esta disciplina, como el medio para poder rescatarse a sí mismos del cautiverio del tiempo y del cambio. Parece una cura muy simple para una enfermedad tan temible pero, sin embargo, es una panacea.
Levántense todos los días con el pensamiento en Dios, pasen los días con el Nombre de Dios, vuelvan a la cama pensando en Su Gloria enaltecida en Su Nombre.
Dediquen su corazón a Dios; Dios será uno con ustedes, será el corazón de sus corazones. Dios no está lejos de ustedes, ni en ningún lugar distante. El está dentro de ustedes, en su altar interior. El hombre sufre porque no puede descubrirlo ahí y obtener paz y alegría de ese descubrimiento. Un lavandero que estaba parado en el río y al cual el agua le llegaba hasta las rodillas, murió de sed mientras lavaba la ropa, porque no se dio cuenta de que la fuente que le podía dar agua estaba a su alcance. Sólo necesitaba agacharse y beber. Así es la historia del hombre. Corre de prisa, de un lado a otro, buscando desesperadamente a Dios fuera de él y muere desilusionado y aturdido, sin haber alcanzado la meta, sólo para nacer nuevamente.
Es cierto que deben estar en el mundo, pero no necesitan pertenecerle. La atención se debe fijar en Dios, en el Dios interior. En Kannada, ¡hay un festival llamado Karaga! La figura central de este rito sagrado sostiene muchas vasijas sobre su cabeza, una sobre la otra, y se mueve en la procesión al compás de la música. Al mismo tiempo, canta armoniosamente con el resto y mantiene el ritmo que marca el tambor. Sin embargo, durante todo ese lapso debe mantener su atención fija en sostener el equilibrio de la precaria torre que lleva sobre su cabeza. Así también, el hombre debe mantener ante él la meta de realizar a Dios, mientras se encuentra en la ruidosa y alegre procesión de la vida.
Mucha gente siente envidia por el alto nivel de vida alcanzado por las naciones ricas, pero la pobreza de India está mucho rriás relacionada con lo esencial de una buena vida que el lujo fútil y aparentemente magnífico de Occidente. El mar tiene una vasta extensión de agua, pero, ¿puede apagar la sed del hombre? De la misma manera, por mucho que pueda poseer un hombre, si no ha cultivado el desapego, será un árido desierto. El desapego de los placeres sensuales y de la búsqueda exclusiva de objetivos materiales ayuda al crecimiento del Amor hacia Dios y lo Divino. La gente se jacta de interesarse solamente en investigar y razonar y de que sólo siguen el sendero de la Sabiduría. ¡Ellos aspiran a ser Sabios! Pero no se puede ganar la Sabiduría si no se tiene una mente pura. El hombre debe descubrir quién es él, antes de atreverse a indagar "¿Quién es Dios?" Una vez que haya descubierto quién es él, no hay necesidad de saber quién es Dios, ya que ambos son lo mismo. Cuando ustedes tomen conocimiento de que Dios está dentro de ustedes, se valorizarán mucho más, ya que cuando un hombre sabe que el pedazo de "vidrio" que ha recogido es un diamante, lo guarda en una caja fuerte de hierro, para su mayor seguridad. Cuando un escultor ha esculpido una piedra convirtiéndola en un hermoso ídolo de Dios, su precio será alto, será ubicado en un magnífico templo y adorado con ceremonias rituales por muchas generaciones. La incorrecta noción de que el mundo es real y de que ustedes son el cuerpo ha sido tan profundamente implantada en ustedes, nacimiento tras nacimiento, que solamente puede ser removida por una droga muy potente administrada de continuo. La droga, Ram Ram Ram, se debe tragar y asimilar hasta el infinito. Su esencia curativa viajará dentro de cada miembro del cuerpo, de cada sentido, de cada nervio y de cada gota de sangre. Cada partícula de ustedes será transmutada en Ram. Deben fundirse en el crisol, ser vertidos en el molde Ram y así convertirse en Ram. Este es el fruto de la Sabiduría. Si se canta y se absorbe en la mente el nombre Rama o cualquier otro Nombre, esto ayudará a controlar los caprichos de los sentidos, que los arrastran hacia lo insubstancial.
"Estén convencidos de que hay un Dios guiándonos y protegiéndonos. Recuérdenlo con gratitud. Récenle para volverse puros. Amen todo; sirvan a todos. Unanse a la buena compañía.
Visiten templos y a hombres santos". En los periódicos leen acerca de campañas, conquistas, victorias, triunfos, etc., pero son todas conquistas materiales y triunfos externos. Hagan campaña contra las tentaciones de los sentidos; conquisten a los enemigos internos; triunfen sobre su ego. Esa es la victoria por la cual merecen felicitaciones y no por las otras. Eso es lo que Yo llamo "dominio de sí mismo".'
Un año es nuevo o un día es santo cuando lo santifican mediante la disciplina espiritual, no de otra manera. La disciplina espiritual crece solamente en un campo fertilizado con Amor. El Amor es el "sine qua non" (condición esencial) de la devoción. El Amor que tienen ahora por los objetos materiales, el nombre, la fama, la esposa e hijos, etc., debería ser santificado sustituyéndolo por el Amor a Dios, que es mucho más poderoso. Agreguen dos cucharadas de agua a dos litros de leche; ¡el agua también será apreciada como leche! Así también, dejen que sus pequeñas gotas de Amor por cosas materiales se unan con la corriente de Amor a Dios y entonces se elevarán. En este momento, su disciplina espiritual es como la mezcla de dos litros de agua con dos cucharadas de leche. Tengan el Amor de Dios llenando y estremeciendo su corazón; así, no podrán odiar a nadie, no podrán entregarse a rivalidades enfermizas, no podrán culpar a nadie. La vida se tornará amena, dulce y tranquila.
Sri Sathya Sai Mandali
Guindy, Madrás, 1/1/1967 .
El correr del tiempo, la irrupción de culturas extranjeras y actitudes irreligiosas determinaron que este mensaje haya sido dejado de lado; y ahora estamos en una patética situación de bandos y peleas ¡entre aquellos que una vez fueron hermanos! La pasión y una ciega emoción han llenado el corazón de la Nación, que respondía con coraje al llamado de hermandad y Servicio. La pasión y la emoción son calamidades tan terribles como los terremotos; sus consecuencias se pueden sentir por todas partes. Nosotros debemos apaciguar las pasiones y desarrollar un sentido de equilibrio y balance en la mente humana, cultivando Amor.
Esta tierra fue el escenario de lo siguiente: Tukaram se dirigía de Kasi a Rameswaram, llevando una vasija sobre el hombro, que contenía agua sagrada del Ganges, agua que había prometido verter ceremoniosamente sobre el Lingam, en Rameswaram, durante la ceremonia. Fue entonces cuando vio a un burro muriéndose de sed. Y el sentido de unidad con todos los seres vivos lo oprimió tanto que, sin pensarlo dos veces, vertió en la reseca garganta del "hermano", el agua sagrada que había llevado consigo desde tan lejos, con el sagrado propósito y ¡fue feliz al ver en "su hermano" el Lingam que deseaba adorar! Por lo tanto, el Amor Universal está latente en las tradiciones de este pueblo; lo que se necesita es solamente despertarlo del sueño. Las buenas compañías pueden hacer surgir este Amor latente. Actualmente, ésta es la tarea que hay que realizar con la juventud, ya que ella lleva la carga sobre sus hombros.
Hoy en día; es el mundo (y no Dios, quien se expresa a través y más allá de éste) el centro de atención. La reacción frente al mundo depende de los sentimientos que incitan a hacer tratos con él; los sentimientos dependen de la experiencia ya adquirida; la experiencia está matizada por el deseo que urgió el contacto y provocó la reacción. ¡El deseo está basado en la ignorancia de la verdadera naturaleza del mundo! El mundo es ilusión, una mezcla de realidad y ficción ¡pero se lo valora como Verdad! Es una ficción construida sobre la base de una realidad. La realidad es la Divinidad; la ficción es la diversidad. Este agente ilusorio es Dios; por lo tanto, la realidad está escondida y la ficción está impuesta por la obra de Dios. Y Dios no es más que la aparición en una Forma, de lo Absoluto Intangible Inmanente Superior Sin Forma, el Eter dentro del corazón del hombre y de todos los seres vivos, así también como de todos los otros Principios, ilimitado, sin principio ni fin.
¡El atributo mediante el cual se puede reconocer el Eter es el sonido o la palabra! ¡Al comienzo fue la palabra! La palabra se convirtió en objeto, tomó cuerpo, se tornó concreta. Por eso, nos referimos al "objeto" como "padaartha", "pada" significa palabra, "artha" significa propósito. El "objeto" es el propósito por el cual se pronuncia la palabra, ¡el significado que hace válida a la palabra! Tenemos la palabra árbol y su significado es "el árbol que crece allí". Tenemos la palabra hombre y su significado es "tú". La palabra y sus significados son inseparables, no se diferencian uno del otro. La palabra no surgió sin el objeto, ni el objeto sin la palabra.
La palabra Dios indica también que hay un Objeto, que hay un Dios. Si no hubiera Dios, la palabra Dios no se hubiera originado ni se hubiera convertido en una palabra de uso corriente. Ustedes pueden ver a Dios o no, pero la palabra es una prueba de que hay Dios.
Dios es Omnipresente; El está en el pasado, en el presente y en el futuro. Me pongo esta guirnalda sobre mi dedo, ¿ven? La parte de la guirnalda hacia la izquierda del dedo es el futuro. La parte hacia la derecha es el pasado y, donde hace contacto con el dedo, ese punto, es el presente. Ahora, enrollo la guirnalda sobre el dedo y tiro hacia la derecha. El futuro aparece y se convierte en el presente y se mueve hacia el pasado, pero el presente es siempre presente. ¡Dios es siempre presente, observando al futuro rodar hacia el pasado!
¡Y Dios es y sólo puede ser Uno, no más! "¡Hay un solo Dios y es Omnipresente! ¡Hay una sola religión, la religión del Amor! ¡Hay una sola casta, la casta de la Humanidad! ¡Hay un solo lenguaje, el lenguaje del corazón!" Se debe visualizar a este Dios mediante una disciplina espiritual constante. No se compliquen con dudas y vacilaciones. Si solamente observan las disciplinas y purifican la conciencia podrán ver a Dios instalado en su corazón. Hay azúcar en la taza, pero el agua está insípida ya que no la han revuelto bien. Hay un Dios en el mundo y, si se revuelve bien lo Divino en cada una de sus gotas o átomos, podrán hacer del mundo algo dulce donde vivir. La inteligencia es la cuchara; la disciplina espiritual es el proceso de revolver. Empapen cada momento de su vida con Dios. Así se volverá dulce.
Actualmente, la gente a menudo plantea la pregunta: "¿Dónde está Dios?" Mediante la incesante repetición del Nombre de Dios, Prahlada supo que Dios está en todas partes. No es que "El está sólo aquí" o que "El no está allá". La comprensión de esta Verdad sólo puede surgir luego de una intensa disciplina espiritual.
Una vez que el hombre sea capaz de manejar los sentidos y dirigirlos por canales más beneficiosos, es decir, cuando el ojo vea las huellas de Dios sobre las estrellas y sobre los pétalos de rosa, cuando el oído escuche la Voz de Dios en la garganta de los pájaros y en el estrépito del trueno, cuando la lengua guste la dulzura de Dios en todo lo que lo atrae, cuando la nariz descubra
la fragancia en todo lo que le recuerda a la gloria de Dios, cuando el sentido del tacto sea feliz de tomar la mano del desamparado y del angustiado como los hijos amados de Dios, sólo entonces podrá visualizar a Dios instalado en la cavidad de su corazón.
El hombre sólo puede imaginar a Dios con forma humana. Krishna dice en el Gita: "Yo soy el águila entre los pájaros, el león entre las bestias, el baniano entre los árboles". Es decir, se lo presenta a Dios como el pájaro que puede volar más alto, cuyos ojos son los más penetrantes, cuyas alas son las que más se pueden extender. El Dios con forma humana representa la única manera por la cual el hombre puede entender la Divinidad. Se puede sentir y experimentar a Dios solamente como El, aquí y ahora. No se puede hablar de Dios como aquél que desciende o asciende, ya que El está en todas partes a disposición de ustedes, para que tomen conciencia de El, a través de la belleza, la Verdad, la bondad, la fuerza, el Amor o cualquiera de los atributos Divinos.
En este día santo, resuelvan pasar cada hora contemplando la Gloria de Dios; háganlo, al menos como un deber, ya que el regocijo que esa contemplación les causará, inconscientemente los alentará a continuarla con mayor deleite.
El sol se convierte en el custodio de Dios, como dice el cuento mitológico. El es el cartero que lleva a Dios las cartas que ustedes escriben, si están correctamente dirigidas a Dios y estampilladas (con la estampilla de la sinceridad) y nos trae de vuelta Su Gracia. Pongan sus anhelos en el sobre de la resolución y entréguenselo todos los días al sol. No escriban pidiendo una casa, un hijo u oro. Pidan una inteligencia brillante para comprender la Majestuosidad de Dios. Pidan firme constancia para servirlo y adorarlo.
El hombre puede realizar su misión sobre la tierra sólo cuando se reconozca a sí mismo como Divino y venere a todos los otros como Divinos. Y también debe alabar a Dios en la forma de hombre. Dios aparece ante él como un mendigo ciego, un idiota, un leproso, un niño, un anciano decrépito, un criminal o un loco. Ustedes deben ver, aun detrás de esos velos, la Divina Encarnación de Amor, Poder y Sabiduría, el Sai, y deberán alabarlo mediante el Servicio. No se puede identificar a Dios con un Nombre y una Forma. El es todos los Nombres y todas las Formas. Todos los Nombres son Suyos, todas las Formas son Suyas. . Los Nombres que ustedes tienen también son Suyos. Ustedes son Sus Formas. Ustedes aparecen como cuerpos individuales distintos, porque el ojo que los mira busca sólo cuerpos, las cubiertas externas. Cuando clarifiquen y santifiquen su visión y los miren a través del ojo interior, el ojo que penetra más allá de lo físico (con todos sus atributos y características), verán a los otros como olas sobre el océano de lo Absoluto, como "las mil cabezas, los mil ojos, los mil pies del Supremo Soberano o "Purusha". Esfuércense para ganar la visión y empápense de esa Bienaventuranza.
Dios es Todopoderoso, Dios está en todas partes, Dios lo sabe todo. Para adorar a tan formidable e ¡limitado Principio, ¡el hombre dedica unos pocos minutos de las veinticuatro horas y utiliza un pequeño ídolo, imagen o cuadro! Es realmente ridículo, prácticamente inútil. Adórenlo todo el tiempo que puedan respirar, todo el tiempo que sean conscientes. No tengan otro pensamiento más que Dios, ningún otro objetivo que no sea el de conocer Su Mandamiento, ninguna otra actividad que la de convertir ese mandamiento en acción. Eso es lo que significa "Entrega", entregarse a El.
Cuando planean ir de viaje, entregan las llaves del auto al conductor y se sientan en el asiento trasero disfrutando de la comodidad y la seguridad, olvidándose de los posibles problemas que puedan surgir en el camino. Han entregado sus vidas en las manos de ese hombre, se han entregado a su inteligencia, vigilancia y habilidad. Algunos hombres no se entregan plenamente. ¡Son demasiado egoístas para eso! Lo interrumpen a cada minuto con indicaciones, insinuaciones y sugerencias acerca del manejo; ¡con preguntas y dudas acerca del estado del auto o del camino! Y por lo tanto, lo confunden y turban su seguridad, ¡a tate punto que pueden provocar accidentes! Sean constantes, tengan fe y lleguen a la meta, a salvo. La vida es el auto, el corazón es líe llave, Dios es el conductor. Entréguense a El y desháganse de otras preocupaciones. Viajen a salvo y lleguen felices.
Dios no tiene ni deseos ni hábitos. El no confiere ni retiene. El es el Observador Eterno. Para decirlo de una forma que puedan entender, El es como el cartero, a quien no le importa e' contenido de las cartas que entrega a los destinatarios; una carta puede comunicar la victoria, otra, la derrota; ustedes reciben de acuerdo con lo que hayan trabajado. Hagan el bien y recibirán el bien a cambio; si hacen el mal, acepten el mal que vuelve a ustedes. Esa es la ley y, realmente, no hay ni ayuda ni impedimento.
Dios penetra en todas partes; sin embargo, hay algunos científicos que afirman: "Hemos investigado todo el espacio exterior, lo hemos buscado en la Luna; no lo encontramos en ninguna parte. El no existe". Ellos no saben qué buscar, ni dónde; sin embargo, tienen el atrevimiento de asegurar que no se lo puede encontrar. ¿Es Dios el ocupante de un cuerpo o Forma identificable, tiene una morada y prendas de vestir que sean tradicionalmente Suyas? Dios es todo esto y más; El está en todo esto y más allá. ¡El es el motivador interno del mismo científico que lo "niega"! El hombre mismo es Dios; toda la materia, inclusive en la luna, está cubierta de la presencia Divina. ¡Buscar a Dios con los instrumentos de laboratorio es como tratar de curar el dolor de estómago echando gotas en los ojos! Hay una técnica y un instrumento especial para tal propósito, que los antiguos maestros de esta ciencia han desarrollado y sobre los cuales han hablado. Provéanse de una visión clara, mediante el desapego y el Amor, agudicen su sentido de discriminación, para que no tenga prejuicios ni predilección; entonces, podrán ver a Dios en ustedes, a su alrededor y en todo lo que conozcan y sientan. El médico les pide que se quiten la camisa, antes de usar el estetoscopio y luego trata de diagnosticar la enfermedad. Hay otra camisa que cubre el pecho de ustedes: ¡los deseos que se agitan en el corazón! Quítense esa camisa para que su verdadera naturaleza, es decir, la Divinidad, pueda ser revelada a ustedes y a todos los que buscan conocerla.
Solamente Dios es el dador, el custodio y la meta de la vida. No mediten en la muerte; es solamente un incidente en la vida. Contemplen a Dios, que es el Maestro de toda la vida; Dios, que es el Residente de este cuerpo físico. Sean conscientes de El durante toda la vida y ofrézcanle toda su actividad, el respirar, el hablar, el caminar, las ganancias y lo que gastan, ya que fue por y a través de El que pudieron hacer todas esas cosas. Enfermarse y llamar a un médico, eso no es natural y es degradante. Una vez que se han ofrecido a Dios, todo debe estar bien en ustedes. No puede haber nada enfermo. El Nombre de Dios es el tónico más efectivo; los mantendrá alejados de toda enfermedad. No se entreguen a una incesante repetición del Nombre de Dios como un pasatiempo o una moda o como algo temporario o como la parte desagradable de un horario impuesto o como la cuota amarga que se debe cumplir todos los días. Piénsenlo como una disciplina espiritual que se debe realizar seriamente, con el propósito de reducir los apegos a objetos pasajeros, una práctica que los purificará y reforzará, a la vez que podría liberarlos del ciclo de nacimientos y muertes. Perseveren en esta disciplina, como el medio para poder rescatarse a sí mismos del cautiverio del tiempo y del cambio. Parece una cura muy simple para una enfermedad tan temible pero, sin embargo, es una panacea.
Levántense todos los días con el pensamiento en Dios, pasen los días con el Nombre de Dios, vuelvan a la cama pensando en Su Gloria enaltecida en Su Nombre.
Dediquen su corazón a Dios; Dios será uno con ustedes, será el corazón de sus corazones. Dios no está lejos de ustedes, ni en ningún lugar distante. El está dentro de ustedes, en su altar interior. El hombre sufre porque no puede descubrirlo ahí y obtener paz y alegría de ese descubrimiento. Un lavandero que estaba parado en el río y al cual el agua le llegaba hasta las rodillas, murió de sed mientras lavaba la ropa, porque no se dio cuenta de que la fuente que le podía dar agua estaba a su alcance. Sólo necesitaba agacharse y beber. Así es la historia del hombre. Corre de prisa, de un lado a otro, buscando desesperadamente a Dios fuera de él y muere desilusionado y aturdido, sin haber alcanzado la meta, sólo para nacer nuevamente.
Es cierto que deben estar en el mundo, pero no necesitan pertenecerle. La atención se debe fijar en Dios, en el Dios interior. En Kannada, ¡hay un festival llamado Karaga! La figura central de este rito sagrado sostiene muchas vasijas sobre su cabeza, una sobre la otra, y se mueve en la procesión al compás de la música. Al mismo tiempo, canta armoniosamente con el resto y mantiene el ritmo que marca el tambor. Sin embargo, durante todo ese lapso debe mantener su atención fija en sostener el equilibrio de la precaria torre que lleva sobre su cabeza. Así también, el hombre debe mantener ante él la meta de realizar a Dios, mientras se encuentra en la ruidosa y alegre procesión de la vida.
Mucha gente siente envidia por el alto nivel de vida alcanzado por las naciones ricas, pero la pobreza de India está mucho rriás relacionada con lo esencial de una buena vida que el lujo fútil y aparentemente magnífico de Occidente. El mar tiene una vasta extensión de agua, pero, ¿puede apagar la sed del hombre? De la misma manera, por mucho que pueda poseer un hombre, si no ha cultivado el desapego, será un árido desierto. El desapego de los placeres sensuales y de la búsqueda exclusiva de objetivos materiales ayuda al crecimiento del Amor hacia Dios y lo Divino. La gente se jacta de interesarse solamente en investigar y razonar y de que sólo siguen el sendero de la Sabiduría. ¡Ellos aspiran a ser Sabios! Pero no se puede ganar la Sabiduría si no se tiene una mente pura. El hombre debe descubrir quién es él, antes de atreverse a indagar "¿Quién es Dios?" Una vez que haya descubierto quién es él, no hay necesidad de saber quién es Dios, ya que ambos son lo mismo. Cuando ustedes tomen conocimiento de que Dios está dentro de ustedes, se valorizarán mucho más, ya que cuando un hombre sabe que el pedazo de "vidrio" que ha recogido es un diamante, lo guarda en una caja fuerte de hierro, para su mayor seguridad. Cuando un escultor ha esculpido una piedra convirtiéndola en un hermoso ídolo de Dios, su precio será alto, será ubicado en un magnífico templo y adorado con ceremonias rituales por muchas generaciones. La incorrecta noción de que el mundo es real y de que ustedes son el cuerpo ha sido tan profundamente implantada en ustedes, nacimiento tras nacimiento, que solamente puede ser removida por una droga muy potente administrada de continuo. La droga, Ram Ram Ram, se debe tragar y asimilar hasta el infinito. Su esencia curativa viajará dentro de cada miembro del cuerpo, de cada sentido, de cada nervio y de cada gota de sangre. Cada partícula de ustedes será transmutada en Ram. Deben fundirse en el crisol, ser vertidos en el molde Ram y así convertirse en Ram. Este es el fruto de la Sabiduría. Si se canta y se absorbe en la mente el nombre Rama o cualquier otro Nombre, esto ayudará a controlar los caprichos de los sentidos, que los arrastran hacia lo insubstancial.
"Estén convencidos de que hay un Dios guiándonos y protegiéndonos. Recuérdenlo con gratitud. Récenle para volverse puros. Amen todo; sirvan a todos. Unanse a la buena compañía.
Visiten templos y a hombres santos". En los periódicos leen acerca de campañas, conquistas, victorias, triunfos, etc., pero son todas conquistas materiales y triunfos externos. Hagan campaña contra las tentaciones de los sentidos; conquisten a los enemigos internos; triunfen sobre su ego. Esa es la victoria por la cual merecen felicitaciones y no por las otras. Eso es lo que Yo llamo "dominio de sí mismo".'
Un año es nuevo o un día es santo cuando lo santifican mediante la disciplina espiritual, no de otra manera. La disciplina espiritual crece solamente en un campo fertilizado con Amor. El Amor es el "sine qua non" (condición esencial) de la devoción. El Amor que tienen ahora por los objetos materiales, el nombre, la fama, la esposa e hijos, etc., debería ser santificado sustituyéndolo por el Amor a Dios, que es mucho más poderoso. Agreguen dos cucharadas de agua a dos litros de leche; ¡el agua también será apreciada como leche! Así también, dejen que sus pequeñas gotas de Amor por cosas materiales se unan con la corriente de Amor a Dios y entonces se elevarán. En este momento, su disciplina espiritual es como la mezcla de dos litros de agua con dos cucharadas de leche. Tengan el Amor de Dios llenando y estremeciendo su corazón; así, no podrán odiar a nadie, no podrán entregarse a rivalidades enfermizas, no podrán culpar a nadie. La vida se tornará amena, dulce y tranquila.
Sri Sathya Sai Mandali
Guindy, Madrás, 1/1/1967 .
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