Divino Discurso de Navidad
Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
Sai Kulwant Hall – 25 de diciembre 2009
YO SOY YO, YO SOY EL ATMA
El sol parece sereno y apacible,
los días se han vuelto más cortos y
está soplando el viento fresco.
(Poema en Telegu)
Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
Sai Kulwant Hall – 25 de diciembre 2009
YO SOY YO, YO SOY EL ATMA
El sol parece sereno y apacible,
los días se han vuelto más cortos y
está soplando el viento fresco.
(Poema en Telegu)
Esta festiva estación le trae a las gentes la prosperidad llenando los graneros de los agricultores con los recién cosechados granos. No sólo los agricultores, todas las gentes en general se sienten felices y disfrutan de la estación. La gente le atribuye su felicidad y prosperidad a Dios. ¿Dónde está Dios? Dios está en todas partes. Es omnipresente – en ustedes, por encima de ustedes, por debajo de ustedes y en torno a ustedes. No tiene ningún nombre ni forma en particular. Ni tiene tampoco nacimiento ni muerte. ¡Únicamente cuando hay un nacer habrá también un morir! Por ende, ¡Dios no tiene nacimiento ni muerte! Está presente en cada ser viviente como Atma Swarupa (Encarnación del Atma Divino). Hoy, el hombre es incapaz de realizar este Atma Tattwa (Principio del Atma).
Bharat en una tierra sagrada. Le ha dado vida a muchas almas nobles y castas mujeres.
Esta tierra de Bharat ha visto nacer a muchas nobles mujeres
como Savitri, quien trajera de vuelta a la vida a su marido muerto;
Chandramati, quien extinguiera un destructor incendio con el poder de la verdad;
Sita, quien comprobara su castidad saliendo incólume de las llamas;
Damayanti, quien redujera a cenizas a un malvado cazador con el poder de su castidad.
Esta tierra de piedad y nobleza logró abundancia y prosperidad
y se convirtió en maestra de todas las naciones del mundo
debido a estas castas mujeres.
(Poema en Telegu)
Sri Rama liberó a Sita del cautiverio con el demonio Ravana, quien la había confinado en Lanka por diez meses. Rama la llevó consigo luego de someterla a la prueba del fuego. El dios del fuego la llevó ante Rama, diciendo, "¡Oh Rama! Sita es una grande y casta mujer. Es tan devota de su marido que ni siquiera miró el rostro de un hombre en estos diez meses." Sita emergió del fuego ilesa, y el dios del fuego mismo atestiguó sobre su castidad. ¡Uno puede imaginar cuán grande y noble era! ¿Podrá encontrarse un paralelo para tales mujeres en cualquier país del mundo?
La tierra de Bharat está situada en medio de los siete mares. Cada hombre y mujer de este país habrán de comportarse, respectivamente, como Purushotthama (hombre noble) y Pativratha (mujer casta). No es de extrañar que varios Avataras (encarnaciones) nacieran en esta sacra tierra. Grandes hombres y mujeres y nobles almas pueden nacer en cualquier país. Mas los Avataras eligieron nacer únicamente en la tierra de Bharat.
Hoy en día las gentes aspiran a todo en el mundo excepto a Dios. Abandonan incluso sus patrias en pos de la riqueza y el dinero. Esto no es un desarrollo positivo, en especial para los Bharatiyas (indios), porque se espera de ellos que se eleven por encima del deseo por dinero. Dios es uno que siempre da; Él nunca recibe. Dios desea únicamente amor de nosotros, nada más. La tierra de Bharat es tan noble y sagrada, mas las gentes de este país están partiendo, buscando pastizales más verdes en otros lugares. No obstante, aquellos dotados de un corazón puro e inmaculado se aferran a su país natal.
Lo que Dios espera de Su devoto es únicamente un corazón puro y sacro.
Las gentes Le atribuyen diferentes nombres y formas a Dios. De hecho, Dios no es más que Uno. Está allende todos los nombres y formas. Asume un nombre y forma de acuerdo a los anhelos y aspiraciones de un devoto en particular. Cuando contemplan la forma de Jesús y anhelan verle en esa forma, Él se manifestará ante ustedes como Jesús.
Sarvatah Panipadam Tat Sarvathokshi Siromukham, Sarvatah Sruthimalloke Sarvamavruthya Tishthati (con manos, pies, ojos, cabeza, boca y oídos invadiéndolo todo, Él permea al universo entero)
Dios está presente en cada ser humano, más aún, en cada ser viviente. Daivam Manucha Rupena (Dios está en la forma de un ser humano). Es por ello que se considera como tan sagrados e importantes a los valores humanos. No es suficiente el simplemente tener un cuerpo humano. En conformidad con la forma humana, uno debiera también cultivar los valores humanos de sathya (verdad), dharma (rectitud), santhi (paz), prema (amor) y ahimsa (no violencia).
No deberán decir una mentira bajo ninguna circunstancia. Si adhieren a la verdad, la rectitud seguirá. En donde la verdad y la rectitud vayan de la mano, se instalará la paz y también habrá amor. No quedará espacio para la violencia en donde esté el amor. Lamentablemente, hoy hay violencia en todas partes debido a la ausencia de amor entre las gentes. Con quienquiera que se crucen hoy en día, no encuentran más que disturbios. La gente lleva a cabo japa (entonar el Nombre de Dios) y tapa (penitencia) para obtener paz, mas no halla paz en ninguna parte. ¡A dondequiera que vayan no hay sino disenciones!
Uno ha de desarrollar amor con el fin de lograr paz. Primero y ante todo, uno habrá de desarrollar amor. "El Amor es Dios, Dios es Amor". "La Verdad es Dios, Dios es Verdad." La Verdad y el Amor son, ciertamente, encarnaciones de la Divinidad. Aunque Dios sea uno, la gente Le adscribe diferentes nombres como Rama, Krishna, Govinda y Narayana. Estos diferentes nombres y formas que se Le atribuyen a Dios son resultado de la imaginación de poetas y pintores. Ravi Varma, por ejemplo, representó a Dios en diferentes formas basándose en su imaginación. Mas Dios no puede ser limitado a algún nombre o forma en particular. Todos los nombres y formas son Suyos, ¡y así también las trasciende! Dios es inmanente a todas las especies vivientes, incluyendo a los seres humanos. Toda la creación es la manifestación de la Divinidad.
Dios carece de deseos o aspiraciones. Es altruista. Todo en el mundo exterior es la reacción, el reflejo y la resonancia de vuestro ser interno. Esto es una tela (mostrando un pañuelo). En rigor, esto no es una tela; es un atado de hebras. Estas hebras o hilos entretejidos asumieron la forma de una tela. De manera similar, los pensamientos y deseos de un ser humano configuran la mente. Ellos, a su vez, se expresan bajo la forma del lenguaje. Las palabras llevan a acciones a través de los órganos sensoriales. En el proceso, el hombre abriga algunos malos pensamientos y sentimientos.
¿Por qué Dios le dió ojos a un ser humano? Únicamente para ver el bien. De manera similar, los oídos están destinados a oir cosas buenas y la lengua a pronunciar buenas palabras. Las palabras que pronuncien habrán de ser siempre suaves y dulces y nunca ásperas ni crueles. De modo que han de considerar como sagrado a cada miembro y cada órgano del cuerpo que Dios les ha dado, y hacer un correcto uso de él. Un cuerpo así de sacro ha de serle dedicado a Dios y a nadie más. Dios les provee de todo lo que es necesario para el viaje de su vida. Por lo tanto habrán de instalar a Dios en el altar de su puro y sacro corazón.
Dios es omnipresente. El cielo es Dios y la tierra es Dios. Todos los seres humanos son encarnaciones de la Divinidad. Dios le es inmanente a cada ser humano bajo la forma de la respiración (Soham). El hombre ha de realizar esta verdad. Sólo cuando realizan la verdadera naturaleza de Dios puede considerarse que han adquirido jnana (sabiduría).
Jnana no es meramente conocimiento libresco. Mucha gente educada ha logrado vastos conocimientos desde libros de texto, mas, ¿quién es un jnani (alma realizada) en el sentido real? Únicamente la persona que se haya dado cuenta de "Yo no soy el cuerpo, no soy la mente; en verdad, yo soy Dios", será un jnani real.
Cuando dicen, "este es mi cuerpo", ¿quiénes son? ¿A quién se están refiriendo? La expresión "mi cuerpo" denota que están separados de él. Cuando dicen, "Esta es mi mente", la mente está separada de ustedes. De manera similar, cuando dicen, "Este es mi buddhi (intelecto)", ello significa que el buddhi está separado de ustedes. En todas estas expresiones, ¿qué es 'mi'? Ese 'mi' es el 'yo'. A este 'yo' era al que se refería Jesus el Cristo como al 'ego', y ha se ser cortado, tachado. Ese es el real significado de la 'cruz'. Cortan el ego.
Están atados por dos cosas : 'yo' y 'mío'. Esa es la servidumbre humana. Si se pueden liberar de estas dos ataduras, lo que queda son únicamente 'ustedes'. Ahora están con el cuerpo. Supongan que han de abandonar el cuerpo mañana. En ese momento, ¿quiénes son y dónde están? ¡No lo saben! El cuerpo es como un traje; una túnica. Una vez libres del apego a él, aparecerá su verdadera naturaleza.
La misma verdad ha sido explicada en la frase, "aquel que piensas que eres, aquel que otros piensan que eres y aquel que realmente eres." Esa es la verdadera naturaleza de un ser humano. Cuando alguien inquiere sobre quienes son, responderán "soy fulano de tal". Darán su nombre. De hecho, ese nombre les fue dado por sus padres en el momento de nacer, y no por Dios.
Supongamos que Le preguntan a Dios, "¿Quién eres Tú?" Responderá, Aham Brahmasmi (Yo soy Brahman). Todo individuo debiera recordarse a sí mismo, "Yo soy Brahman, no tengo otro nombre." Si alguien preguntara, "¿Cuál es su nombre?", debieran responder, "Mi nombre es Brahman". Si estuvieran constantemente así de conscientes que su verdadera naturaleza es Atma Tattwa, no tendrían que contemplar en nada más.
Cada vez que se cruzan con un amigo o conocido, le saludan con un namaskar. Esto implica que, de hecho, le están ofreciendo sus respetos a la Divinidad inmanente al individuo. Por ende, no abriguen este sentimiento del 'yo', 'yo', 'yo'. Todos estos cuerpos físicos son como los roles que se desempeñan en una obra teatral. Cambian. El mundo mismo es un drama cósmico. Deben recordarse permanentemente a sí mismos que están desempeñando su rol en el drama cósmico y su naturaleza real es que son una Encarnación del Sí Mismo Divino (Atma Swarupa) ¿Tienen alguna duda al respecto? (Pregunta Swami dirigiéndose a la audiencia . . .). Si albergaran cualquier duda, se sentirán confundidos.
Lamentablemente, uno nada sabe acerca de su propia naturaleza real. Entonces, ¿cómo puede uno saber acerca de Dios? Por ende, ante todo y en primer lugar, ¡conócete a tí mismo! Inquieran dentro de sí, "¿Quién soy? ¿Quién soy?" Realizarán, "Yo soy yo, yo soy Atma", "Yo soy yo, yo soy Atma". Si se olvidaran de este Sí Mismo Divino, no queda nada importante. Por ende debieran hacerse Divinos.
Rama. Krishna, Govinda etc. son únicamente referencias a la Divinidad en términos comunes. A un individuo se hace referencia por varios nombres basados en las relaciones a nivel físico. Una persona se refiere a él diciendo, "Es mi yerno". Otra dice, "Es mi hijo". Una tercera dice, "Es mi hermano". De este modo uno se va entrabando a medida que aumentan las relaciones. ¿De dónde surgieron estas trabas? Son toda de su propia hechura. Se casan con una niña y dicen, "Ella es mi mujer". Mas, ¿quién era ella antes del matrimonio? No lo saben. Después de algunos años, cuado ella finalmente parte, no saben nada sobre ella. Es así que no sabían quien era antes del matrimonio ni hacia donde se fue al partir. La relación de mujer – marido fue sólo un intermedio.
Por lo tanto, no se preocupen por el pasado. El pasado es pasado y el futuro es incierto. Nada saben, no tienen conocimiento ni del pasado ni del futuro; tienen conciencia sólo del presente. Por ende, vivan en el presente. Esa es la única realidad.
[Bhagavan concluyó Su Discurso con el Bhajan, "Hari bhajan bina sukha santhi nahin . . .]
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Fuente : www.sssbpt.org/Pages/Prasanthi_Nilayam/christmas.html
Traducción de Herta Pfeifer
Santiago, enero 2010
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