El estudio de los Vedas es el más alto tipo de aprendizaje, ya que conduce a la conquista de la muerte.
Por definición, nuestros Vedas brindan conocimiento sobre cualquier materia. Esta palabra proviene de la raíz "vith" que significa conocimiento. Muchas personas, hasta aquellas que han nacido en este país, hacen preguntas y tienen dudas acerca de quién ha escrito los Vedas, cuál es su significado y lo que ellos contienen y enseñan. Es una lástima que estas dudas también surjan en la mente de muchos hindúes. Para llegar al origen de los Vedas, se debe decir que cuando los "Sabios" sagrados, los profetas de este país, hacían penitencia y se interrogaban acerca de la naturaleza de Dios, percibían todo a través de varios sonidos que llegaban hasta ellos. Estos Vedas son únicamente el resultado de los diversos sonidos Divinos, escuchados por estos profetas. No son ni el resultado del estudio, ni de la lectura o escritura de libros. Ya que éstos se han recibido mediante el acto de escuchar sonidos, también se los llama "Sruti" (lo que fue oído). No hay otra autoridad para aquello que se descubre al escuchar. No se puede citar ninguna otra cosa como autoridad para probar la autenticidad de los Vedas, ya que han sido escuchados a través de sonidos. Son como la respiración, la inspiración y la exhalación del aliento de Dios mismo. No es correcto considerar este don tan sagrado o esta Gracia sagrada de Dios, como cierta clase de texto que nos dicta procedimientos y conducta. Actualmente, si un hombre de letras puede escribir diez líneas, irá por todas partes a mostrar su propio nombre como el autor de esas diez líneas. Utilizará todo tipo de recursos, tales como la ley de derechos de autor y otros, para poder establecer que él ha sido el autor de esas diez líneas. Pero en el caso de los Vedas, que no tienen fin ni límite de tiempo, su creador, Dios, jamás se ha proyectado en ninguna parte de éstos como su autor. Una total personalidad y un individuo completo es quien pudo entregar lo que los Vedas contienen y también darnos la inmensa Bienaventuranza que ellos han sido capaces de proporcionar; ese ser no tiene ni nombre ni forma. ¿Cuál es la fuerza de aquel que no tiene ni nombre ni forma y que sin embargo nos puede dar tal Bienaventuranza como la que está contenida en los Vedas? Dios, por Su Gracia, nos ha cedido estos Vedas para que podamos entender el significado del mundo, el significado de lo humano y también el del Espíritu de lo Divino.
La primera vez que se dieron a conocer, había un sinnúmero de Vedas, pero a través de los siglos y actualmente, sólo encontramos cuatro Vedas diferentes. De los cuatro, el primero es el Rigveda, que consiste en mantras (fórmulas místicas) y ello le dio su nombre. Este Veda, además de darnos estas pequeñas estrofas e importantes declaraciones (tales como "decir la verdad", "actuar de una manera correcta") también contiene varios rituales y procedimientos que intentan mantener intacta a la sociedad. El segundo es el Yajurveda, que nos ha estado ayudando a mantener nuestras obligaciones. Nos dice cómo tenemos que comportarnos, al mismo tiempo que cuidamos la seguridad de la sociedad. El tercero es el Samaveda y es más importante que cualquier otro. En el Samaveda, el tema principal es la música. Además, en algunos lugares del Samaveda, la esencia del Rigveda y del Yajurveda también se menciona. El cuarto y último es el Atharvana Veda. El Atharvana Veda no sólo ha tenido en cuenta a los tres Vedas anteriormente mencionados sino que se ha concentrado en contarnos cómo el hombre, en su vida diaria, debe ocuparse de todas las cosas que tiene que hacer, cómo tiene que cuidar a sus hijos o a su familia y/o a sus mayores, cómo puede procurarles el sustento y hacerlos felices.
Por añadidura, esto también nos ha sido enseñado por algunas disciplinas especiales. Esos textos y Escrituras Sagradas, cuya intención es cambiar la vida del hombre y la visión de éste hacia Dios, han sido olvidados por algunos de nosotros, en este país. Estamos descuidando la realización de los rituales que nos han sido indicados en los Vedas como necesarios. Además, también estamos cuestionando la autenticidad de esos Vedas. Estamos preguntando quién es el autor de estos escritos y los consideramos inútiles y sin propósito específico para nosotros. Aun frente a la desesperante sensación de que estos Vedas no tienen autor, no deberíamos abandonar nuestras obligaciones. Aquí tienen un pequeño ejemplo. Si se fijan en esta corriente eléctrica, podrán preguntarse quién es su autor o quién la descubrió y de quién proviene. No todos podrán dar una buena respuesta a estas preguntas. Justamente, porque no conocemos al autor de esta corriente, ¿negaremos la utilidad de la corriente? Así también, aunque nosotros no conozcamos al autor de los Vedas, sería conveniente que siguiéramos los caminos y obligaciones que allí se han prescripto. Y mediante este proceso seremos merecedores de la felicidad. A la gente que enseña y transmite los ideales e ideologías contenidas en los Vedas se la llama "Maharshis" (grandes sabios). Es solamente cuando somos capaces de entender y aceptar los ideales que han sido establecidos por los Maharshis y cuando los incorporamos en nuestra vidas, cuando podemos ver verdaderamente quiénes son estos Maharshis y qué piensan y cuáles son sus opiniones. Estos experimentados Maharshis son como las personas que controlan y manejan la corriente eléctrica. Si los podemos seguir, si podemos aceptar lo que nos han enseñado y si podemos tomar los caminos que nos han indicado, así como obtenemos luz de la corriente eléctrica, también obtendremos Bienaventuranza y felicidad de nuestra conducta.Durante nuestra vida, estamos siempre diciendo "éste es mi cuerpo", "ésta es mi mente", "ésta es mi inteligencia" y "éstos son mis órganos". Todo el tiempo en que ustedes dicen esto, alguna vez, en algún momento ¿han intentado descubrir quiénes son ustedes, antes de decir "esto es mío o aquello es mío"? ¿No es que luego de descubrir quiénes son obtienen la capacidad o el derecho a decir que este cuerpo les pertenece? Mientras sientan que estas cosas son suyas, están denotando que ustedes son algo separado del cuerpo, mente, etc. Si yo creo que ésta es mi toalla, entonces doy lugar a una posibilidad mediante la cual puedo arrojarla y permanecer separado de la toalla. Por lo tanto, si dicen que éste es su cuerpo, entonces se están adjudicando el poder de arrojarlo y permanecer separados del mismo. Ustedes no son el cuerpo. Cuando dicen que son su mente, no son la mente. Por lo tanto, ¿qué hay en ustedes que no es ni el cuerpo, ni la mente, ni la inteligencia, ni los órganos sensoriales, y que les pertenece? Aquello que expone y explica la verdadera forma de ustedes mismos y provee una respuesta a esta pregunta es la Vedanta.
Por definición, nuestros Vedas brindan conocimiento sobre cualquier materia. Esta palabra proviene de la raíz "vith" que significa conocimiento. Muchas personas, hasta aquellas que han nacido en este país, hacen preguntas y tienen dudas acerca de quién ha escrito los Vedas, cuál es su significado y lo que ellos contienen y enseñan. Es una lástima que estas dudas también surjan en la mente de muchos hindúes. Para llegar al origen de los Vedas, se debe decir que cuando los "Sabios" sagrados, los profetas de este país, hacían penitencia y se interrogaban acerca de la naturaleza de Dios, percibían todo a través de varios sonidos que llegaban hasta ellos. Estos Vedas son únicamente el resultado de los diversos sonidos Divinos, escuchados por estos profetas. No son ni el resultado del estudio, ni de la lectura o escritura de libros. Ya que éstos se han recibido mediante el acto de escuchar sonidos, también se los llama "Sruti" (lo que fue oído). No hay otra autoridad para aquello que se descubre al escuchar. No se puede citar ninguna otra cosa como autoridad para probar la autenticidad de los Vedas, ya que han sido escuchados a través de sonidos. Son como la respiración, la inspiración y la exhalación del aliento de Dios mismo. No es correcto considerar este don tan sagrado o esta Gracia sagrada de Dios, como cierta clase de texto que nos dicta procedimientos y conducta. Actualmente, si un hombre de letras puede escribir diez líneas, irá por todas partes a mostrar su propio nombre como el autor de esas diez líneas. Utilizará todo tipo de recursos, tales como la ley de derechos de autor y otros, para poder establecer que él ha sido el autor de esas diez líneas. Pero en el caso de los Vedas, que no tienen fin ni límite de tiempo, su creador, Dios, jamás se ha proyectado en ninguna parte de éstos como su autor. Una total personalidad y un individuo completo es quien pudo entregar lo que los Vedas contienen y también darnos la inmensa Bienaventuranza que ellos han sido capaces de proporcionar; ese ser no tiene ni nombre ni forma. ¿Cuál es la fuerza de aquel que no tiene ni nombre ni forma y que sin embargo nos puede dar tal Bienaventuranza como la que está contenida en los Vedas? Dios, por Su Gracia, nos ha cedido estos Vedas para que podamos entender el significado del mundo, el significado de lo humano y también el del Espíritu de lo Divino.
La primera vez que se dieron a conocer, había un sinnúmero de Vedas, pero a través de los siglos y actualmente, sólo encontramos cuatro Vedas diferentes. De los cuatro, el primero es el Rigveda, que consiste en mantras (fórmulas místicas) y ello le dio su nombre. Este Veda, además de darnos estas pequeñas estrofas e importantes declaraciones (tales como "decir la verdad", "actuar de una manera correcta") también contiene varios rituales y procedimientos que intentan mantener intacta a la sociedad. El segundo es el Yajurveda, que nos ha estado ayudando a mantener nuestras obligaciones. Nos dice cómo tenemos que comportarnos, al mismo tiempo que cuidamos la seguridad de la sociedad. El tercero es el Samaveda y es más importante que cualquier otro. En el Samaveda, el tema principal es la música. Además, en algunos lugares del Samaveda, la esencia del Rigveda y del Yajurveda también se menciona. El cuarto y último es el Atharvana Veda. El Atharvana Veda no sólo ha tenido en cuenta a los tres Vedas anteriormente mencionados sino que se ha concentrado en contarnos cómo el hombre, en su vida diaria, debe ocuparse de todas las cosas que tiene que hacer, cómo tiene que cuidar a sus hijos o a su familia y/o a sus mayores, cómo puede procurarles el sustento y hacerlos felices.
Por añadidura, esto también nos ha sido enseñado por algunas disciplinas especiales. Esos textos y Escrituras Sagradas, cuya intención es cambiar la vida del hombre y la visión de éste hacia Dios, han sido olvidados por algunos de nosotros, en este país. Estamos descuidando la realización de los rituales que nos han sido indicados en los Vedas como necesarios. Además, también estamos cuestionando la autenticidad de esos Vedas. Estamos preguntando quién es el autor de estos escritos y los consideramos inútiles y sin propósito específico para nosotros. Aun frente a la desesperante sensación de que estos Vedas no tienen autor, no deberíamos abandonar nuestras obligaciones. Aquí tienen un pequeño ejemplo. Si se fijan en esta corriente eléctrica, podrán preguntarse quién es su autor o quién la descubrió y de quién proviene. No todos podrán dar una buena respuesta a estas preguntas. Justamente, porque no conocemos al autor de esta corriente, ¿negaremos la utilidad de la corriente? Así también, aunque nosotros no conozcamos al autor de los Vedas, sería conveniente que siguiéramos los caminos y obligaciones que allí se han prescripto. Y mediante este proceso seremos merecedores de la felicidad. A la gente que enseña y transmite los ideales e ideologías contenidas en los Vedas se la llama "Maharshis" (grandes sabios). Es solamente cuando somos capaces de entender y aceptar los ideales que han sido establecidos por los Maharshis y cuando los incorporamos en nuestra vidas, cuando podemos ver verdaderamente quiénes son estos Maharshis y qué piensan y cuáles son sus opiniones. Estos experimentados Maharshis son como las personas que controlan y manejan la corriente eléctrica. Si los podemos seguir, si podemos aceptar lo que nos han enseñado y si podemos tomar los caminos que nos han indicado, así como obtenemos luz de la corriente eléctrica, también obtendremos Bienaventuranza y felicidad de nuestra conducta.Durante nuestra vida, estamos siempre diciendo "éste es mi cuerpo", "ésta es mi mente", "ésta es mi inteligencia" y "éstos son mis órganos". Todo el tiempo en que ustedes dicen esto, alguna vez, en algún momento ¿han intentado descubrir quiénes son ustedes, antes de decir "esto es mío o aquello es mío"? ¿No es que luego de descubrir quiénes son obtienen la capacidad o el derecho a decir que este cuerpo les pertenece? Mientras sientan que estas cosas son suyas, están denotando que ustedes son algo separado del cuerpo, mente, etc. Si yo creo que ésta es mi toalla, entonces doy lugar a una posibilidad mediante la cual puedo arrojarla y permanecer separado de la toalla. Por lo tanto, si dicen que éste es su cuerpo, entonces se están adjudicando el poder de arrojarlo y permanecer separados del mismo. Ustedes no son el cuerpo. Cuando dicen que son su mente, no son la mente. Por lo tanto, ¿qué hay en ustedes que no es ni el cuerpo, ni la mente, ni la inteligencia, ni los órganos sensoriales, y que les pertenece? Aquello que expone y explica la verdadera forma de ustedes mismos y provee una respuesta a esta pregunta es la Vedanta.
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