Tanto como uno que quiere vivir en este mundo debe primero volverse un ser humano, alguien que quiere aprender el Conocimiento Absoluto (Brahma Vidya) debe primero volverse espiritual. El cuerpo humano está compuesto por los cinco elementos y el Alma que habita dentro de él no tiene ataduras de ninguna clase. Si hacen una introspección sobre este asunto, encontrarán que el Alma que está dentro del cuerpo es la verdadera esencia de él. En simples palabras, cuando viven en una casa alquilada tienen que pagar el alquiler. Podrían preguntarse si tienen que pagar la renta a la casa o al dueño de ella. La respuesta es obvia. Sin embargo, en relación con los asuntos espirituales, parece no importarles mucho esta cuestión. El cuerpo humano es como una casa alquilada. Un individuo vive en esa casa. El individuo debe pagar la renta al dueño de esa casa, es decir, a Dios. No debe pagarle la renta al cuerpo. En verdad Dios es el dueño de esa casa en la que viven, ya que es su creación.
Esta casa del hombre debe ser considerada como algo a través de lo cual se debe adquirir conocimiento y sabiduría. El conocimiento espiritual dice que lo Divino habita en el cuerpo, a pesar de que miran este cuerpo como perecedero. Estas nociones surgen en relación al hecho de que algo permanente habita dentro del cuerpo humano perecedero. Esta mañana se trataron dos ideas, lo perecedero y lo imperecedero. Deben conocer la conexión que existe entre estos dos conceptos. Todo lo que ven en este mundo es perecedero. De hecho, todos los seres vivientes que ven a su alrededor son perecederos. Lo único indestructible es el Alma que está dentro de cada uno de los seres vivientes que ustedes ven. Si quieren entender esto con facilidad, tienen que aceptar y creer que toda cosa que sufre un cambio, que se transforma de tiempo en tiempo es perecedera. El cuerpo humano está asociado a seis etapas de transformación, que son nacimiento, crecimiento, cambio, evolución, muerte y destrucción. Debido a que el cuerpo pasa por todas estas fases y no es permanente, se le atribuye la cualidad de perecedero o destruible.
La diferencia entre lo perecedero y lo imperecedero es algo muy sutil, muy pequeño. Si no hubiera destrucción, no sería posible comprender qué es permanente o indestructible. Por otro lado, si no hubiera permanencia o indestructibilidad, no se podría comprender qué es lo que se destruye. Algunas veces esto los puede llevar a comprender que los dos aspectos están relacionados entre sí, tan íntimamente, que no pueden ser separados. Esto se menciona en el capítulo XIII del Bhagavad Gita, donde se habla del "kshetra" y "kshetrajna" que quieren decir "lugar" y "el que vive en él". En un lenguaje muy sencillo ha sido explicada la relación entre la morada y el que la habita. Tienen que hacerse un cuestionamiento y preguntarse si la realización del Ser o el Alma es el logro final. Pero esto no es el final del cuestionamiento. Claro que, a través de un cuestionamiento así pueden entender cuál es la parte perecedera del hombre y cuál parte es indestructible en él. Empero, hay algo que no es ni el cuerpo ni el Alma. Este algo puede ser llamado "El Absoluto", y trasciende a ambas cosas. Podrán decir que llegaron a su meta cuando sean capaces de realizar este Morador Interno (Purushotama). Hay un pequeño ejemplo: Un sirviente entra a un cuarto oscuro dentro de una casa para encontrar a su patrón. Adentro de la habitación, trata de tocar y sentir todo lo que hay. Conforme se desplaza en la oscuridad, mientras palpa diversos objetos, puede ser que toque una silla y entonces diga: "no, esto no es mi amo". Luego puede tocar una mesa y decir: "no, esto no es mi amo". Después él podría tocar una caja y decir lo mismo. Esta clase de búsqueda lo llevará a diversas situaciones en las cuales repetirá: "no, no es mi amo", hasta agotar todas las posibilidades de lo que puede tocar en el cuarto. De esta manera, mientras busca, tocará un catre. Después del catre, tocará unos pies y entonces exclamará: "¡Ahora sí encontré a mi amo!" No es correcto que él se sienta feliz, satisfecho y contento tan pronto como toque aquellos pies ni tan pronto como él piense que encontró a su amo. Su objetivo será logrado totalmente sólo después de que, aproximándose más a su amo, sea capaz de reconocerlo.
En este cuerpo, que puede ser comparado con una casa, todos los deseos que provienen de los distintos órganos que forman parte del cuerpo pueden ser comparados con la oscuridad en la casa. En ese cuarto oscuro, el aspecto que podemos llamar individuo está deambulando como el sirviente en un cuarto oscuro, buscando al Alma o al Señor. Lo primero que hace este individuo es tocar y sentir los órganos del cuerpo. Después siente la presencia de la mente, luego, siente la presencia de la inteligencia. A través de esta inteligencia que puede ser comparada con el catre que el sirviente tocó como el primer indicio para encontrar a su amo la persona puede encontrar los pies de su Señor. En esta analogía y en este camino espiritual, lo que tienen que encontrar es la existencia de estos cuatro aspectos: el alma, la inteligencia, la mente y los órganos de los sentidos. Estos se mencionaron esta mañana, pero fue establecido que el amo de los órganos sensoriales es la mente, el amo de la mente es la inteligencia, y el amo de la inteligencia es el Alma. De esta manera, si queremos alcanzar el Alma mediante el proceso de escalar desde los sentidos a la inteligencia y luego de la mente hasta el Alma, será una empresa muy dificil. Si hacen un examen más profundo y reflexionan el tema con cuidado, encontrarán que todo lo que está relacionado con estos cuatro diferentes aspectos es solamente una cosa; es decir, el Atma o Alma. Puedo citarles otro ejemplo que es de un tipo ligeramente distinto. Tomemos el ejemplo de la leche. Al principio vemos la leche, después, a fin de satisfacer nuestro paladar la transformamos en cuajada; más tarde, batiremos esta cuajada y sacaremos un poco de mantequilla. Cuando extraemos la mantequilla de la cuajada, lo que queda es lo que llamamos "suero". Así, lo que queda después de todos estos cambios y que vemos como algo muy trivial es el suero, el cual puede ser comparado con los órganos de los sentidos; la mente puede ser comparada con la cuajada, y la mantequilla con la inteligencia. Pero como la cuajada, la mantequilla y el suero provienen de su fuente primaria, la leche, ésta puede ser comparada con el Alma. Ahora deben cuestionarse cuán importantes son estos órganos de los sentidos o suero, y cuán lejos pueden ir a través de estos sentidos en la comprensión o logro de la fuente original, que es la leche o el Alma. La mente y la inteligencia están asociadas con varios órganos, así que tienen que reflexionar cuidadosamente acerca de la imagen distorsionada que están obteniendo de la fuente, o sea, del Alma, como resultado de tal asociación.
Hay otro ejemplo. Llenamos un vaso con un buen jugo de fruta. El vaso sirve sólo la función de contenedor del jugo pero no conoce el sabor de éste. Después ponemos una pajita y sorbemos el jugo. El jugo de fruta fluye libremente a través de la pajita, sin embargo la pajita no puede experimentar el sabor del jugo. Pero cuando el jugo llega a la lengua, ésta es capaz de captar su dulzura; sin embargo, la lengua tampoco experimenta el sabor del jugo de fruta y así lo deja pasar al sistema digestivo. De la misma manera, ponen el jugo de fruta del sentimiento divino en el cuerpo, el cual puede ser comparado con el vaso; y los sentidos pueden ser comparados con las pajitas. Ni el cuerpo que es el vaso, ni las pajitas o sentidos paladean el sabor de la Divinidad. Sin embargo la inteligencia, la cual puede equipararse a la lengua, es capaz de hacer alguna clase de discriminación y decidir si éste es o no de cierta clase. Pero al igual que la lengua que no experimenta el sabor del jugo, la inteligencia sólo sirve para discernir y reconocer el sabor, pero no lo disfruta. De manera similar, tal como la lengua deja pasar el jugo al sistema digestivo, así también la inteligencia le transmite este sentimiento al Alma. Es en este contexto que nos referimos a la inteligencia como algo que no puede resolver nuestro problema de mejor manera de lo que los sentidos pueden hacerlo. Eso que no puede ser comprendido, ni entendido, ya sea por la inteligencia o por los sentidos, es la naturaleza del Alma.
Es sólo cuando sean capaces de poner sus sentidos, su mente y su inteligencia dentro del camino correcto, que serán capaces de estar más o menos cerca de la experiencia de lo que significa esta Alma y de lo que es permanente dentro del cuerpo. Sin embargo, y a fin de realizar esto en forma completa, tienen que emplear algo que es similar al Alma. El Alma es algo que está más allá y por encima de los sentidos de percepción. De esto se deduce que los sentidos no pueden percibir ni experimentar nunca el Alma, porque están por debajo del nivel del Alma. En este contexto, hablamos de dos disciplinas diferentes: una es física y la otra filosófica. Esta es también la razón por la cual donde la física termina y no es capaz de ir más allá, la filosofía empieza. A fin de que puedan comprender y darse cuenta de este aspecto del Alma, ustedes tienen que hacer algunos ejercicios y realizar algunas prácticas. Si desean avanzar a través de sus sentidos, de sus mentes e inteligencias, o según la analogía, si desean convertir la leche en cuajada y ésta en mantequilla y suero, por supuesto que tienen que adoptar algunos procedimientos conocidos y aplicarlos de manera correcta. Si no conocen los procesos de conversión o si no los aplican en forma correcta, ustedes no podrán convertir la leche en cuajada, cuajada en mantequilla y mantequilla en suero. En cada uno de sus actos no deben olvidar su meta o cuál es su finalidad. En esta analogía la fuente original es la leche, y todo lo demás cuajada, mantequilla o suero son solamente cosas que han salido de esa fuente, es decir la leche, por algún tipo de cambio que ha sido introducido. Hay un refrán que dice que la mente es el espejo de nuestro ser interno. Por lo tanto, lo que viene de nuestro interior, lo que emana del ser interno, es la mente misma, cuando ésta es reflejada en forma adecuada. Esto es igual para la inteligencia, la cual también representa las acciones que se realizan. No puede haber nada que se manifieste a través de la mente, de la inteligencia o de las acciones que provenga del exterior. Todas éstas surgen del interior de nuestro cuerpo.
Para aquellos de ustedes que son nuevos y han venido aquí por primera vez, es necesario que sepan de manera completa, cuál es el significado de todo esto. Por tal razón, les voy a dar otro ejemplo más o menos familiar, y que algunos de ustedes ya habrán oído antes. Esto que tengo en mi mano es un trozo de tela. Todos ustedes están de acuerdo en que es un pedazo de tela. Pero desde mi punto de vista, esto no es una tela, sino un montón de hilos. Si lo ven desde otro punto de vista, esto no es ni siquiera un montón de hilos, sino simplemente algodón. El algodón, los hilos y la tela son básicamente lo mismo. En forma similar, los órganos de los sentidos, la mente y la inteligencia van todos a unirse en uno solo y llegará el momento en que nos refiramos a ellos como a una unidad. A1 igual que la cuajada, la mantequilla y el suero provienen de un mismo y único origen, lo que ustedes tienen en su mente, como la esencia, como el fundamento o como la fuente, es simplemente el original del cual se han originado todas las transformaciones. Si ahora decidiéramos hacer algo para hacer desaparecer esta tela, a algunos de ustedes les gustaría prenderle fuego para hacerla desaparecer. Pero ese procedimiento no es el correcto. Por otro lado, si pudiéramos quitar todos los hilos uno por uno, una hebra tras otra, la tela desaparecería. Por lo tanto, si hacen un cuestionamiento detallado y apropiado, y se preguntan qué cosa es como la tela y qué como los hilos, tendrían por respuesta que la mente es como la tela y los deseos son como los hilos. Por medio de los deseos, como hilos, se teje lo que constituye la mente, a la cual podrían llamar tela. Si desean hacer que la mente o tela desaparezca, entonces tienen que tirar y sacar todos los deseos como si lo hicieran con los hilos de la tela, uno tras otro. Así, porque están llenando su mente, de hecho, están formando la mente al poner juntos un gran número de deseos, una gran variedad de deseos, que esta mente, hecha de tantos deseos, les está dando una gran cantidad de problemas. Por otro lado, si no abrigan deseos, no construirán la mente y ésta no los molestará para nada.
Muchos de ustedes han viajado en ferrocarril y han visto en los compartimientos una frase que dice: "Menos equipaje hace el viaje más cómodo". En un sentido, la vida es un largo viaje. A causa de acumular mucho equipaje en forma de muchos deseos, este largo viaje se vuelve algo dificultoso. En la medida en que puedan disminuir el equipaje de deseos, el viaje de la vida será menos problemático. Este proceso de aligerar el equipaje o de eliminar deseos conforme avanza la vida, se le describe en el lenguaje del Vedanta como desapego, lo cual no significa abandonar la casa y el vecindario, dejar a la esposa y a los hijos e irse a vivir a la selva. Esto no es desapego. Cuando continúan viviendo en su hogar, en medio de sus deberes y los ejecutan de manera correcta, teniendo sus mentes libres de deseos y sin apego a esos deberes, considerando todo lo que hacen como acciones placenteras a Dios, entonces esto puede ser llamado correcto desapego. Eso es lo que se refiere a realizar todos los deberes que deben hacer, como siendo cumplidos para el regocijo de Dios.
Estos no se hacen para el placer propio. La comprensión de que cualquier cosa que hagan es en nombre de Dios y para su placer, eliminará todas las pérdidas, dificultades y problemas durante sus vidas.
De hecho, nues'ros Vedas les dan a ustedes el conocimiento acerca de todo. Esta palabra se deriva de la raíz aith que significa conocimiento. Muchas personas, incluso de este país, hacen preguntas y tienen dudas acerca de quién ha escrito estos Vedas, cuál es el significado de ellos, qué contienen y qué enseñan. Es una pena que estas dudas también surjan en las mentes de muchos hindúes. Para llegar al origen de los Vedas, se tiene que mencionar que cuando los sabios sagrados los videntes de este país ejecutaban sus rituales y disciplinas y reflexionaban acerca de la naturaleza de Dios, recibieron este conocimiento a través de varios sonidos que llegaron a ellos. Los Vedas son el producto puro de la audición de Sonidos Divinos por los sabios videntes. No son el resultado del estudio o la lectura de libros. Debido a que han sido recibidos a través del acto de escuchar sonidos, también se los denomina "Sruti" (Sonidos Divinos), porque para una cosa que se conoce por audición no existe otra autoridad.
Ustedes no pueden citar nada más como autoridad para probar la autenticidad de los Vedas, en cuanto ellos han sido conocidos a través de sonidos. Esto es como el aliento, la inspiración y la exhalación, la respiración de Dios Mismo. No es correcto considerar un regalo tan sagrado resguardado por la Gracia Divina como cualquier texto que indique procederes y conductas. En la actualidad, si un erudito puede escribir diez líneas, entonces iría por todas partes para mostrar su propio nombre como el autor de tales líneas; utilizaría toda clase de medios, como los derechos de autor, y otros, para poder establecer que él ha sido el creador de esas diez líneas. Sin embargo, en el caso de los Vedas que son infinitos y que no tienen limitaciones de tiempo, su autor, Dios, nunca se ha exhibido en ninguna parte de los Vedas como el autor de ellos. La personalidad total y el individuo completo que pudo entregar lo que contienen los Vedas y también dar la cantidad enorme de Bienaventuranza, que ellos han sido capaces de dar, no tiene un nombre ni una forma. ¿Cuál es la fuerza de ese alguien que no tiene ni forma ni nombre y que aun así pudo dar una felicidad de tal magnitud como es la contenida en los Vedas? Dios ha dado estos Vedas por su Gracia, para que puedan entender el significado del mundo, para comprender el significado de la vida humana y también para entender el Espíritu de lo Divino.
En los primeros tiempos en que se originaron, había un número interminable de Vedas, pero después de siglos y al momento presente solamente se conservan cuatro Vedas diferentes. El primero es el Rig Veda y como está constituido por pequeños himnos y mantras, de ahí obtuvo su nombre. Este Veda además de los himnos que ofrece y de afirmaciones importantes como "di la verdad" y "actúa de manera correcta", también contiene varios rituales y prácticas que tienen como finalidad mantener a la sociedad intacta. El segundo es el Yajur Veda, el cual ha estado ayudando a cumplir con las obligaciones. Dice cómo deben comportarse, cuidando siempre la seguridad de la sociedad. El tercero es el Sama Veda, es más importante que ningún otro. El tema principal es la música, y adicionalmente en algunas partes se menciona lo esencial del Rig Veda y del Yajur Veda. El cuarto y último es el Atharva Veda, el cual no sólo toma en consideración a los otros tres sino que se concentra en decirnos, cómo debe cuidar el hombre durante su vida diaria las actividades que tiene que realizar, cómo debe cuidar a sus hijos, a su familia, a sus mayores y cómo ha de mantenerlos y ser felices.
Estos textos y escrituras sagrados que tienen la intención de dirigir al hombre hacia Dios, están siendo descuidados por algunas personas en este país. Están abandonando rituales que los Vedas afirman que es necesario realizar. Es más, hasta ponen en duda la autenticidad dé estos Vedas. Se ponen a preguntar quién es el autor de ellos y los consideran inútiles y sin ningún propósito específico. Pero aunque sientan que no saben quién es el autor de los Vedas, ustedes no deben renunciar a sus deberes.
Les doy un pequeño ejemplo: Podrían preguntarse refiriéndose a la corriente eléctrica, quién es su autor o quién la descubrió y de dónde viene. La respuesta a esta pregunta no es algo que cualquiera pueda contestar. Pero, ¿dejaremos de usar la corriente eléctrica sólo porque no sabemos quién es su creador? Asimismo, aunque nadie sepa quién es el autor de los Vedas, es muy recomendable que sigan los caminos y deberes que prescriben. Es mediante este proceso que podrán hacerse merecedores de la felicidad.
Las personas que enseñan y que transmiten los ideales o ideologías que hay en los Vedas son llamados Maharshis. Solamente cuando sean capaces de comprender y aceptar los ideales que han sido propagados por estos Maharshis y los incorporen a sus vidas, será posible que puedan ver realmente quiénes son ellos y en qué consiste su pensamiento y puntos de vista. Estos experimentados Maharshis son como la gente que posee y controla la corriente eléctrica. Si pueden seguirlos, aceptar lo que ellos les han enseñado y tomar los senderos que ellos han indicado, en verdad, con la misma facilidad con que consiguen la luz de la corriente eléctrica, así también obtendrán la felicidad y la bendición de su conducta. Es por esto que la gente joven, los estudiantes, los muchachos y las muchachas, deben entender lo que es la cultura de la India, lo que contienen los libros sagrados como el Ramayana, el Mahabharata y todos los Puranas. No solamente deben entenderlos, sino también esforzarse mucho en poner estas cosas en práctica, y actuar de acuerdo a ellas. Sólo cuando hagan esto, podrán comprender lo sagrado de la vida humana y lograr entonces el placer y felicidad que necesitan. También espero que ustedes se preparen en el futuro para comprender el contenido de estos Vedas, lo que enseñan y cuáles son los principios detallados involucrados en cada uno de ellos. Esto les será impartido en las próximas clases por eruditos muy experimentados. Cuando ellos les enseñen estos textos, espero que ustedes los escuchen con el cuidado y devoción debidos. Los jóvenes estudiantes que pasan sus vidas de manera descuidada y que tratan de satisfacer sus múltiples deseos, encontrarán algo difícil el comprender y seguir el Vedanta. Esta tarde hubo algunas clases sobre Vedanta, y en el informe que presentó una de las muchachas decía que lo que se enseñó era algo que estaba por encima de vuestro entendimiento. Sin embargo, a pesar de que sientan que es algo que está por encima de vuestro entendimiento y no han sido capaces de comprenderlo, no deben perder el ánimo ni descorazonarse. Ustedes deben hacer un nuevo intento. Deben acercarse a sus maestros de Vedanta con humildad y tratar de entender con cuidado y devoción lo que ha sido dicho. Cuando se iniciaron en la escuela, empezaron aprendiendo el alfabeto. Naturalmente que a esa edad experimentaron cierta dificultad y sentían que no eran capaces de comprender más cosas. ¿Pero acaso por eso dejaron su educación? Así pues, mediante el esfuerzo cotidiano, cuidados y trabajo intenso, podrán tener un mejor entendimiento de las enseñanzas. Aquella parte de la educación que los capacita para entenderse a sí mismos y autorrealizarse es buena educación. Aquélla que es mero aprendizaje para pasar la vida o para ganar un sueldo para subsistir no es buena educación. Si tuviera que decirles brevemente lo que es el Vedanta, les diría que es aquello que les enseña acerca de lo que ustedes mismos son. Por eso, hagan un intento de comprenderse a ustedes mismos y ver quiénes son. No intenten saber quiénes son los demás o qué son. Tampoco hagan intentos por entender qué es el mundo antes de conocerse a sí mismos. Es inútil tratar de comprender a los demás o lo que es el mundo, sin primero conocerse a sí mismos.
En la vida diaria siempre dicen: "Este es mi cuerpo, ésta es mi mente, ésta es mi inteligencia y éstos son mis órganos". Todo el tiempo hablan así, pero, ¿han hecho alguna vez el intento de saber quiénes son ustedes, antes de decir esto es mío? ¿No es cierto que sólo después de que hayan encontrado quiénes son ustedes, tendrán la capacidad o el derecho de decir que ese cuerpo les pertenece? Eri tanto sientan que todas esas cosas son suyas, están queriendo decir que son algo que está separado del cuerpo, de la mente y demás. Si Yo digo ésta es mi toalla, entonces puedo tener la opción de arrojarla lejos de mí y permanecer separado de ella. De igual forma, si ustedes dicen que ése es su cuerpo, entonces ustedes tienen el poder de arrojar el cuerpo y permanecer separados de él. Ustedes no son el cuerpo. Cuando dicen que eso es su mente, ustedes no son la mente. Por lo tanto, ¿qué hay en ustedes que no es ni el cuerpo, ni la mente, ni la inteligencia, ni los órganos de los sentidos que les pertenecen? Bueno, el Vedanta es aquello que expone y explica la verdadera esencia de ustedes y les da una respuesta a este interrogante.
Como quería encontrar la verdadera naturaleza del Ser, el joven Nachiketo llegó hasta Yama (Dios de la Muerte) y le hizo varias preguntas. No se inmutó ante todas las tentaciones que Yama puso ante él, al concederle varios deseos. El se mantuvo firme e hizo preguntas con el fin de encontrar qué era el verdadero Ser. En aquellos tiempos, este joven Nachiketo, con el fin de encontrar la naturaleza de su verdadero ser, se sometió a varias dificultades y no estuvo contento hasta que obtuvo lo que él quería. Por el contrario, en la actualidad han olvidado cuál es la naturaleza de ese Ser verdadero y se ocupan en realizar sus múltiples deseos. Se involucran en situaciones indeseables y traen deshonra y pleitos a nuestro país que tiene una tradición tan gloriosa. No, esto no debe ser así. Ustedes, jóvenes estudiantes, que han venido aquí a participar en este curso de verano, deben transformar sus mentes para establecer la Senda Eterna, la Antigua Sabiduría, para seguir los senderos que han sido mostrados por nuestros textos sagrados y los Vedas, para ser disciplinados y demostrarle con sus acciones, al resto del mundo, la grandeza de vuestro país y vuestra propia determinación. Deben demostrarle al mundo que ustedes son los soldados y los portadores de la Bienaventuranza y la Paz de la cual estamos orgullosos. Deberán comportarse de esta manera para poder convertirse en los líderes de las áreas a las que vayan. No permitan nunca que estas ideas salgan de sus mentes o de sus corazones. Yo espero y los bendigo para que puedan ser capaces de lograr todo esto.
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