Hay una historia en nuestra mitología que narra cómo se batió el océano de leche con una colina y cómo muchas cosas como diamantes, el árbol que concede todos los deseos, la vaca que da cualquier cosa que quieran, el néctar de la inmortalidad y muchas otras piedras preciosas surgieron de este batido. De la misma manera, en los tiempos modernos, están batiendo el océano de sus vidas. Es agitando sus vidas y las entrañas de la tierra en que viven, que consiguen muchas cosas que necesitan como comida, gemas y otras cosas. Si observan el significado de esta parábola, se podrán dar cuenta de que hay una colina que poniéndola en el océano, éste se bate con las malas cualidades por un lado y las buenas cualidades por el otro. Del océano surgieron algunas cosas buenas y otras malas. Este es el significado de la historia. Ustedes podrán preguntar si esta historia tiene también un significado más profundo. Ustedes deberían saber que no hay una sola historia en la totalidad de nuestra cultura que no tenga un significado profundo además del significado exterior. Ha sido explicado que la Sabiduría es la fuente de la cual vienen estas cosas. El cuerpo es la vasija. La inteligencia ha sido puesta en sus cuerpos como la colina con la cual baten. La esencia del Vedanta es como la leche de esta historia. En este proceso de batido, el lado derecho y el izquierdo han sido comparados con dos nervios y éstos han sido tomados como las cuerdas del batidor. Tomando el nombre del Señor el batido o práctica espiritual tiene que iniciarse. Como resultado de este batido surge lo que puede ser llamada la mantequilla divina. Por lo tanto, si ahora ponen sus malas cualidades de un lado y las buenas del otro y si comprenden que sus ideas se constituyen en estos dos nervios que mueven el batidor, si consideran a su propio cuerpo como la vasija en que está contenida la leche y si finalmente aplican las prácticas espirituales, entonces con seguridad alcanzarán lo Divino.
Si tuviera que darles un ejemplo, dentro del contexto moderno, de lo que ha sido dicho, podría referirme a un partido de fútbol, donde algunos niños están de un lado y otros en el lado opuesto. Podemos decir que hay seis niños jugando de cada lado y han puesto una pelota en el centro. La pelota tiene que ser pateada por los jugadores de un lado así como por los del bando contrario. En el juego, no sólo tendrán dos límites fijos de cada lado sino que también habrá reglas que indicarán mantener y patear la pelota dentro de los límites acordados por las dos partes. En el mundo de nuestros días, todos los hombres y las mujeres están continuamente "jugando fútbol". El corazón es el campo de juego. No el corazón físico, sino el espiritual. En este campo del corazón espiritual, en un lado están las seis cualidades malas que son: la lujuria, la ira, la codicia, el apego, la arrogancia y los celos. En el otro lado los otros seis jugadores son: la Verdad, la Rectitud, la Paz y el Amor, junto a la No Violencia y la Plenitud o Contento. Estos dos equipos tienen la pelota entre ellos que es la vida. La gente buena y la gente mala patean esta pelota. Pero la situación es que ahora no son capaces de decidir quién conseguirá la victoria. La gente mala tiene la fuerza física y la gente buena, la fuerza Divina. Ustedes también tienen que preguntarse mientras continúa este partido de fútbol en el campo de sus corazones, ¿cuáles son los límites entre los que debe mantenerse la pelota? Estos son la educación relacionada a la conducta en este mundo y a la conducta en el otro mundo. Estos son los dos límites entre los cuales se debe mantener la pelota. Si durante el juego se lanza la pelota fuera de estos límites establecidos, sólo anotaremos una falta.
La esencia de todos los Vedas, lo que se enseña en los Vedas, proviene del interior del hombre. No viene de ningún lugar del exterior. En el contexto de nuestra creencia de que Dios es Omnipresente, de que Dios está frente a ustedes, dentro de ustedes y fuera de ustedes, no habrá necesidad de darle ninguna importancia especial a lo que viene del exterior. Ustedes tendrán que creer que todo está contenido dentro de ustedes. A causa de la ignorancia, de la ilusión, y también debido a algunas acciones en sus vidas pasadas, están pensando que hay algo que viene de afuera hacia ustedes, que tiene alguna santidad. Esto no es cierto. Es solamente cuando sean capaces de vencer esta ignorancia, cuando sean capaces de eliminar esta ilusión de que hay algo sagrado que viene del exterior, que podrán darse cuenta de su verdadera naturaleza.
Hay un pequeño ejemplo para esto. Un perro se encontró un hueso seco y se lo llevó a su boca con la intención de comérselo. Sin embargo, a pesar de lo mucho que el perro trató de comer el hueso seco, no fue capaz de obtener ninguna esencia o jugo del mismo. En su ansiedad por sacar algo de ese hueso seco, lo mordió fuertemente con sus dientes. Las partes filosas del hueso cortaron las partes suaves de la boca del perro e inmediatamente la sangre empezó a fluir de ellas. Entonces el perro pensó que finalmente estaba saliendo del hueso algo de jugo, algo de sangre, y empezó a chupar su propia sangre con gran placer. El perro no era consciente de que la sangre venía de su interior. Cuando analicen esta historia se darán cuenta de que están más o menos en esta misma situación. Mientras permanezcan en esta ignorancia, significa que son como perros. Si logran eliminar esta ilusión, serán conscientes de su Divinidad. Por lo tanto, aquél que se da cuenta de su verdadero Ser es Dios. Aquel que no se da cuenta de su verdadero Ser y que vive en la ilusión de creer que es algo diferente al verdadero Ser, que tiene que obtener algo sagrado del mundo externo, estará enredado en muchas y grandes dificultades. Tendremos que concluir que la ilusión no es algo de nuestra propiedad sino es algo que le pertenece a Dios. Ustedes tendrán que evadir la ilusión sólo por la Gracia de Dios. La ilusión es algo que a consecuencia de lo que han hecho en sus vidas pasadas, puede hacerles ver alguna cosa como totalmente diferente a lo que realmente es. De hecho, como resultado de una ilusión por parte de ustedes, ésta puede crearles miedo o terror. Hay un pequeño ejemplo: Después de este discurso, ustedes se irán a sus habitaciones. Si encontraran en su camino algo como una cuerda torcida, tan pronto como la vieran, sentirían miedo pensando que se trata de una serpiente. En el momento que brote en sus mentes la idea de una serpiente, sus cuerpos se alejarán de esta cuerda. Pero no sólo el cuerpo se alejará tanto como sea posible de esa cuerda, sino que todos sus órganos de los sentidos empezarán a temblar. Esto también producirá un cierto deseo en ustedes de saber de qué se trata, lo que se esclarecerá, por ejemplo, cuando busquen una lámpara. Tan pronto como la traigan e iluminen el lugar, se darán cuenta de que es una cuerda y no una serpiente. En el instante en que descubran que no es una serpiente, tendrán el valor de acercarse a la cuerda. Sin embargo, la serpiente que se imaginaban que estaba ahí no se fue a ninguna parte. La cuerda que realmente estaba ahí tampoco vino de ninguna parte. El hecho es que hay una cuerda y que fue confundida con una serpiente. Más tarde, cuando la alumbraron, se percataron de que no era una víbora sino una cuerda. Todos estos cambios son el simple resultado del miedo y de la ilusión causada por sus mentes. Es la actitud de la mente la que causa una ilusión así. A esto se le conoce como maya. Ustedes podrían preguntar cuánto tiempo durará esta dificultad, esta ilusión que se llama maya. Durará en tanto no sean capaces de comprender lo que es la Naturaleza Divina. Así, si desde el primer momento tratan de entender el significado de lo Divino, entonces no estarán sujetos a esas dudas ni a esos problemas.
Ustedes podrían tener algunas dudas acerca de cómo obtener respuestas a estas cuestiones a través del estudio de las Upanishads o del Gita o del Vedanta. Mediante el estudio de estos textos, ustedes sólo conocerán la temática del contenido. Pero por la simple lectura, ni la ilusión (maya) ni la ignorancia los van a dejar ni se van a acercar a la Divinidad. Estos libros son como mapas o señales de una carretera, los cuales sólo les indican dónde están situados tales o cuáles pueblos y en qué dirección se encuentran. Pero la caminata tiene que ser realizada por ustedes, si es que quieren llegar a un lugar determinado. Así también, si ustedes solamente van a leer los libros y van a sentir que leyéndolos no serán capaces de alcanzar la meta, entonces eso también es equivocado. Ustedes deben hacer el intento de poner en práctica lo que han aprendido de los libros; no hay duda de que luego, de alguna manera, alcanzarán la meta que se señala en esos libros. ¿Desaparecerá la oscuridad con sólo difundir la noticia de que existe la luz en el mundo? ¿Desaparecerá la pobreza extrema de un hombre con que sólo piense en el dinero? ¿Se aliviará el hambre de un hombre con la sola mención de que se han preparado algunos dulces? ¿Se curará un hombre enfermo con sólo oír acerca de alguna medicina para curarse? Así también, es sólo cuando se ponen en práctica las cosas que se han aprendido en los textos, que existe la posibilidad de gozar y comprender el significado de lo Divino.
Se les dijo que tienen que reconocer la existencia de tres estados: el de vigilia, el de sueño profundo y el de ensoñación. Al estar despiertos son capaces de utilizar los cinco sentidos. También son capaces de lograr ciertos resultados y ponerlos en práctica y disfrutar de esto. También han aprendido que en el estado de ensoñación sólo funciona la mente, y no así los cinco sentidos. En el estado de vigilia no solamente funcionan los cinco sentidos, sino que como resultado de las circunstancias exteriores, del tiempo y de los individuos que los rodean, son capaces de comprender algo más de lo que estos sentidos de percepción les dicen. Hay un pequeño ejemplo para esto: Se nos ocurre la idea de ir de aquí a Madrás. ¿Vamos a Madrás inmediatamente después de tener la idea? No; tenemos que fijar el momento apropiado. Cuando ese momento llega, tenemos que ir a la estación de Whitefield, comprar un boleto y llegar a la estación de la ciudad de Bangalore. Allí compramos el boleto a Madrás, subimos al tren y viajamos toda la noche para llegar a Madrás a la mañana siguiente. En este proceso, los cuatro elementos, la idea, el tiempo, la razón y el acto de transportarse, se han juntado y esto puede ser considerado como una unidad. En cambio, en el estado de ensoñación no solamente están ausentes los cinco sentidos, sino que también están ausentes el tiempo, el razonamiento y la persona que hace la acción. Veamos otro ejemplo: Ustedes están durmiendo durante la noche en Brindavan. Están soñando que van al cine en Delhi. Si ustedes experimentan en ese sueño que han ido a Delhi y que estuvieron en un cine y que vieron a mucha gente, entonces deben preguntarse ¿cuándo viajaron a Delhi?, ¿cómo fueron?, ¿lo hicieron en avión o en tren?, ¿qué hora era? ¿dónde está la persona que estuvo haciendo esto y dónde está la acción en sí? Nada de esto existe en el estado de ensoñación. Más aún, si al día siguiente se dirigieran a las personas que encontraron en su sueño y les dijeran que las vieron en Delhi, ellos negarían haberse encontrado con ustedes. Ellos dirían que nunca estuvieron en Delhi. Esto no es así en el estado de vigilia. Si ustedes hacen algo despiertos, entonces todas las demás cosas como la gente, el tiempo y la acción, estarán presentes. Sin embargo éstas no existen en el sueño. En este contexto ustedes piensan que lo que ven y lo que hacen en el estado de vigilia es cierto. Por otra parte, en el lenguaje común, ustedes piensan que lo que ven y lo que hacen en el sueño no es real y que es sólo una ilusión. Sin embargo, en el lenguaje védico nada de lo que ven en el estado de vigilia ni de lo que ven en sueños es real. Este es un tema en el cual deberían poner un poco de atención y reflexionar con cuidado. Entonces, podrán vislumbrar la naturaleza de la verdad. En tanto tengan el sentimiento en sus mentes de que están en estado de vigilia y en tanto sepan que los cinco sentidos están funcionando, creerán que lo que ven es verdad.
En este momento están todos sentados aquí, me están escuchando y me están mirando. Esto significa que sus ojos están funcionando y me están viendo, que sus oídos están escuchando lo que Yo digo. Pero no solamente eso, también la mente es capaz de tomar todo eso que llega a través de sus ojos y sus oídos y sus corazones se deleitan con lo que están viendo y escuchando. Ustedes pueden argumentar que esto no es falso y que lo han visto con sus propios ojos y lo han escuchado con sus propios oídos. Podrían decir también que lo experimentaron con su corazón y por lo tanto pueden afirmar que es verdad. Pero, después que hayan cenado y hayan ido a sus habitaciones y duerman, podrían tener un sueño. En ese sueño ustedes regresan a sus pueblos y lo que habían visto durante el día no tiene relación con lo que ven durante su sueño. En él, ustedes sienten que realmente están experimentando su pueblo, sus amigos, su casa y así sucesivamente. Cuando despiertan a la mañana siguiente, no recuerdan ni su pueblo ni su casa. Piensan que todo fue un sueño y no le dan ninguna importancia.
Mientras soñaban, lo que veían era verdad. Cuando estaban despiertos, lo que vieron cuando estaban despiertos, era verdad. ¿Cuál de los dos es realmente verdadero? ¿Es verdadero lo que han visto durante el estado de vigilia? La verdad de lo que han visto despiertos no existe en sus sueños. La verdad de lo que han visto en sus sueños no existe cuando están despiertos. Lo que han visto en el día no está contenido en el sueño nocturno. Lo que han visto en la noche no está contenido en el sueño diurno. Ambos son falsos.
Sin embargo ustedes están presentes en ambos. Solamente ustedes son verdaderos. Lo que ustedes ven durante el día es el sueño diurno y no es verdadero. Lo que experimentan durante la noche es el sueño nocturno y tampoco es verdadero. El ser de ustedes que ha sido el testigo en ambos casos, es lo verdadero. Lo que está cambiando, es decir lo que han visto en el sueño o lo que han visto despiertos, no puede ser verdadero.
Existe otro argumento apoyando esto. Ustedes podrían preguntar cómo es que lo que ven durante el estado de vigilia también se le describe como una clase de sueño. ¿Cómo es posible? Estaría bien si fuera uno o dos días, pero vivimos a lo largo de varios años, cincuenta, sesenta años, y todo lo que vemos durante ese lapso en nuestro estado de vigilia no puede ser un sueño. Les diré lo que algunas veces ustedes experimentan en sus sueños como una respuesta a esta pregunta. Alguien ha tenido un sueño. En ese sueño veía que era un recién nacido. En ese mismo sueño experimentó que después de nacer se convirtió en niño, después en adulto, luego asistió a clases en Whitefeld, pasó por todos los cursos de verano, regresó a casa, se casó, tuvo un niño, el niño creció y también se casó, y este hijo después de su casamiento tuvo un hijo que se convirtió en su nieto, y todo esto fue visto por él en el sueño. En el estado de vigilia, desde el nacimiento hasta alcanzar la edad de tener un nieto, pasan por lo menos 40 ó 50 años. En el sueño, los eventos de nacer, crecer, tener un hijo, un nieto y jugar con él, que deberían haberle tomado cuando menos una experiencia de 50 años en el estado de vigilia, fueron experimentados en un solo sueño. La experiencia se relaciona con 50 años, pero si observan el tiempo real del sueño, éste fue de sólo dos minutos. Si reflexionamos a este respecto y nos preguntamos dónde está la experiencia de 50 años y dónde está el tiempo de dos minutos, concluiremos que el tiempo de dos minutos se relaciona con la escala aplicable al estado de vigilia, mientras que la experiencia de 50 años se relaciona con el tiempo aplicable a la escala del estado de sueño. Así, lo que fue equivalente a dos minutos en el estado de vigilia, fueron 50 años de experiencia en el estado de sueño. ¿Qué es lo que nos impide aceptar 50 años de experiencia en el estado de vigilia como equivalente a dos minutos de experiencia en el estado de sueño? No deberían pensar que porque están experimentando todo esto como un período de 50 años en el estado de vigilia, esto no es un sueño. De esta manera, en la escala de tiempo que pertenece a Dios o en las circunstancias y medio de la Divinidad, las escalas y patrones de tiempo que usamos en la vida diaria no son aplicables. No tiene sentido tomar los preceptos en cuestión de tiempo y de espacio a los cuales están acostumbrados en su vida diaria y aplicarlos al mundo de lo Divino. Todo eso se vuelve irrelevante.
Ustedes podrían tener otra duda. Podrían preguntar que si todo lo que ven es sólo un sueño y que si todas nuestras acciones al estar despiertos tienen que ser tratadas como un sueño, entonces, ¿para qué deben hacer todas estas cosas? ¿Para qué hacer alguna disciplina espiritual o cantar Bhajans (cantos devocionales a Dios) a fin de lograr la Liberación, si todo esto es un sueño? Hasta en los sueños, algunos de ellos tienen el poder de despertarlos inmediatamente y empujarlos hacia el estado de vigilia. Por ejemplo, si en un sueño ven a un león que los persigue, a causa de esta horrible experiencia, ustedes se ven repentinamente forzados a levantarse y estar en el estado de vigilia. De esta manera, lo que sucedió en el sueño les permitió entrar al estado de vigilia. En igual forma, si consideran el estado de vigilia como un sueño, entonces puede surgir alguna situación con la cual, por la Gracia de Dios, ustedes puedan pasar rápidamente al estado de sabiduría. Igual que para el estado de sueño, éste es un estado de vigilia; si ustedes confían en que el estado de vigilia también es un cierto tipo de sueño, entonces el estado de sabiduría es un estado de vigilia para este estado de sueño. Esta es la razón por la cual todos los videntes y sabios nos dicen que despertemos, nos elevemos y lleguemos al estado de realización. Las Upanishads también predican el deber de despertar, elevarse y aproximarse al estado de realización. Ahora deben preguntarse qué es este sueño del cual deben despertar. Este sueño no es el tipo ordinario de sueño. Este es el sueño de la Ignorancia.
Por lo tanto, las cosas que están contenidas en nuestras Upanishads y los caminos que ellas les han estado indicando, deben ser bien comprendidos y puestos en práctica por ustedes. El contenido de la Upanishad Mandokya les dice que el OM es sólo una palabra. Por su apariencia es sólo una palabra pequeña, sin embargo contiene ideas profundas e importantes. En el texto de la Upanishad Mandokya existen sólo doce mantras, los cuales contienen la esencia de todos los Vedas. Y aunque no nos dicen la forma en la cual tienen que hacer su Karma Kanda, ellos les describen en una forma excelente los aspectos de Brahman. Esta Upanishad, más que ninguna otra, contiene todos los temas importantes, que les serán enseñados en futuras clases. Si no son capaces de leer los Vedas, esta Upanishad sólo les puede mostrar el camino de la Liberación. Así, es la única Upanishad que les puede dar el conocimiento de la unidad o Advaita.
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