SE DICE: "Vyaso Narayano Hará', o sea: "Vyasa quien compiló la historia de las diferentes manifestaciones de Dios, el Mahabharata y el Bhagavata, y así hizo posible que la humanidad conociera la gloria y majestad de Narayana es, él mismo, una manifestación de Narayana"; en, otras palabras, debe de haber sido impulsado e inspirado por Narayana, siendo un instrumento de su voluntad. Lo Divino, que es tan omnipresente como las ondas de radio que llevan los programas de diferentes estaciones, fue recibido y reproducido por Vyasa, para que la humanidad pueda escuchar y conocer, conocer y adorar, adorar y alcanzar a Dios. En este día, los servicios de Vyasa son recordados con gratitud por todos los que buscan a Dios y lo ven en todo lo que produce asombro y temor reverencial.
En los niños, la mente está en su pureza nativa, pues ellos no tienen ningún sentido de "lo mío". Una vez, Jesús levantó a un niño y, acariciándolo, lo llevó sobre su hombro. Los niños.son inocentes ángeles. Pero cuando crecen, empiezan a desarrollar deseos. Los deseos llevan a la codicia, al orgullo, al odio, a la maldad, a la envidia; así, se pierde la paz y en su lugar se instalan el temor y la ansiedad. Para recobrar la paz y la alegría de la infancia, el hombre lucha con medios tortuosos que lo hunden siempre más profundo. ¿Puede la búsqueda a ciegas llevarlos a la meta? ¿Puede curarse la enfermedad con sólo sostener el frasco de medicina en la mano? ¿Puede matarse a la serpiente dando golpes en su guarida? La paz y la alegría pueden ser obtenidas sólo al comprender que ellas son la propia naturaleza de uno. Cuando vienen al mundo, no tienen ningún deseo por el placer sensorial; cuando salen del mundo, tampoco tienen esa sed. ¿Por qué sufrir de ella entre el nacimiento y la muerte? No permitan que el deseo los esclavice y les oculte la meta. Vyasa enseñó que el hombre tiene una tarea mucho más grande que cumplir entre el nacimiento y la muerte: la de aprender y practicar el sendero divino. Los sentidos son cobras que el hombre está enfureciendo ahora con sus deseos; cuando se excitan con los pesados golpes del deseo, levantan sus capuchas y muerden. Si son seducidas con la música de los bhajans, llenos de la melodía de la devoción, se mecen pero no muerden. Ése es el secreto para volverlas inofensivas.
El devoto debe ser un experto, con el conocimiento y la destreza, junto con la técnica apropiada para controlar los sentidos y sublimar la mente. En los Puranas se menciona a un Daksha, un gran soberano, que tenía una hija llamada Sati. Si ustedes son de esa clase de expertos en la ciencia del progreso espiritual, pueden llamar suya a Sati (la sabiduría relativa al Alma). Sati se casó con Shiva (Dios), de acuerdo con la historia en los Puranas. Así es: el conocimiento del Alma se casa con Dios y así uno puede fundirse en Dios si conoce la disciplina y la práctica. Una persona que no ha adquirido esta destreza es meramente un bípedo humano; no merece ningún nombre más elevado. Es tan poco impresionante, tan oscuro, tan insignificante, tan inútil como un carro sin eje, como la leche sin crema, como una noche sin luna, como un lago sin lotos.
Vyasa dijo algo que da esperanza a aquellos que sienten que esta destreza es inalcanzable. Él declaró: "Yo les diré en medio verso la esencia de todo lo que he tratado de enseñar por medio de los dieciocho voluminosos Puranas; ¡escuchen!: es un acto meritorio servir a los demás; es un pecado hacer daño a los demás". Si, creyendo en esto, ofrecen sinceramente, sin vacilaciones, constante, gustosa y amorosamente todas sus destrezas y fuerzas al servicio de los demás, Dios se emocionará y conmoverá y se manifestará en ustedes, ante ustedes, con espontánea gracia.
No es un gran problema ni un logro loable alimentar el pequeño estómago y encontrar dos metros de espacio para dormir. Uno puede arreglárselas para vivir hasta que la llamada de la muerte lo libera a uno de la atadura con el cuerpo; el problema más grande es cómo vivir como un héroe, como un amo de los enemigos internos la lujuria, la ira, la codicia, el apego, el orgullo y el odio , cómo adiestrar la mente, cómo escuchar los dictados de la inteligencia más que a los sentidos, y aceptar al dharma (código de disciplinas) y a Brahman (el Supremo) como los dos guías de la vida.
Shiva tiene el tridente, una lanza de tres picos, como su arma; él es adorado con la hoja de bilva que es trifoliada. El significado es que Shiva ama las tres formas de adoración, a saber: la devoción, el discernimiento y el desapego. No deben orarle a Dios por ventajas mundanas; deben orarle sólo por su gracia. Esa devoción centrada en un solo punto debe obtenerse sólo por medio de una larga práctica, especialmente la de la recordación del Nombre. Denle gracias al Señor por haberles dado esta vida con tanta inteligencia y tanto desapego; hagan esa recordación del Nombre con este agradecimiento en el fondo de su mente.
Ustedes trabajan día y noche para este mundo; ¿y cuántos minutos dedican al Señor de este mundo? Ese Señor es el testigo de todos los mundos; debe ser recordado con gratitud, reverencia y admiración. Vyasa difundió la gloria del Señor del Mundo e hizo a los hombres conscientes de la deuda que tienen con Dios. Su día está fijado como un día santo, e1 día de la luna llena, pues Él llena el oscuro corazón con uñwÍuz refrescante y reconfortante, la luz que es emitida por Dios; no emana directamente de Él, es como la luz de la luna, y por eso el día de Vyasa se celebra en un día de luna llena.
Sai Baba
Prashanti Nilayam
23 V 67
23 V 67
No hay comentarios:
Publicar un comentario