Es dificil comprender en forma adecuada y plenamente la multifacética cultura hindú que en cierto modo, es el origen de todas las religiones del mundo. Mucha gente ha tratado de explicar la singularidad de la cultura hindú, pero han sido capaces de explicar o expresar solamente aquella pequeña parte que han podido comprender con su conocimiento limitado. No han podido retratar satisfactoriamente el espíritu de la cultura de la India. Esta cultura nació de la sabiduría intuitiva. No está relacionada con cosas fútiles como los objetos del mundo material. La cultura de la India puede ser comparada con el árbol que otorga todo lo que uno quiere. El acercarse con reverencia y con un espíritu de indagación sincera, les permitirá comprenderla.
Sería deplorable que habiendo nacido como hindúes, llamándose a sí mismos hindúes y considerados por los demás como hijos de la India, no sean capaces de entender el significado profundo y el sentido verdadero de la cultura de la India. Así como un elefante no conoce su fuerza, así los hindúes, hoy, se han vuelto ignorantes de su propia fuerza. Los hindúes se han vuelto débiles por la imitación y por correr tras tradiciones equivocadas. No son capaces de seguir y pisar el camino verdadero. Cuando se tiene el oro de nuestras escrituras, ¿para qué ansían otros materiales básicos y valores superficiales? Lo que se encuentra en el Mahabharata puede ser encontrado en todas las otras religiones y escrituras, pero lo que no se encuentra en el Mahabharata, no puede ser encontrado en ninguna otra parte.
Generalmente la gente encuentra la comida barata de los vecinos mucho más sabrosa que los ricos manjares hechos en sus casas. Esta tendencia es más notoria entre los estudiantes modernos. Debemos tratar de revitalizar y resucitar la cultura, la rectitud y la religión de la India. El sistema educacional actual no está dando todas las normas adecuadas y correctas. Esta es la razón principal de la decadencia entre los estudiantes. Los estudiantes no deberían estar satisfechos con sólo leer sus libros de texto. Deberían también leer libros escritos por grandes hombres sabios. Leer ese tipo de escrituras en cualquier momento que tengan tiempo, es también una forma de disciplina espiritual. Esto es una deficiencia entre los estudiantes, básicamente por la falta de conocimiento de nuestras sagradas escrituras como el Ramayana, el Mahabharata y el Bhagavata.
Hubo una vez una reina muy buena llamada Minavati. Tenía un hijo de nombre Gopichand. Cuando Gopichand tenía diez años, las doncellas lo estaban frotando con aceite perfumado, estando él sentado en un banco, mientras le contaban varias cosas mundanas. Minavati vio esto a través de las puertas de sus habitaciones. Ella se sintió mal .al observarlos pasando el tiempo en pláticas fútiles y placeres vanos. Se acercó al lugar en donde estaban bañando a Gopichand y permaneció allí con los ojos llenos de lágrimas. Su hijo le preguntó: "Madre, ¿por qué lloras?" Ella permaneció silenciosa. El niño nuevamente le preguntó la razón. Entonces su madre le dijo: "La única cosa que quedó de tus abuelos, de tus tíos y de tu padre después de disfrutar todos estos placeres fisicos, es un puñado de cenizas; ya no podemos verlos más. Tú al menos debes ser un poco más sabio y tratar de gozar de la Bienaventuranza Eterna del individuo, en lugar de disfrutar estos placeres mundanos relacionados con el cuerpo. ¿No abandonó también este mundo el gran Harischandra, que siempre hablaba con la verdad? ¿Pudo Nala, quien gobernó todo el mundo, llevarse siquiera un puñado de tierra con él? ¿Pudo Mandhata que era una gema entre los reyes, llevarse sus tesoros con él? ¿Pudo Rama, que construyó el puente sobre el océano, permanecer aún en la Tierra? Nadie se ha llevado consigo sus logros terrenales. ¿Esperas acaso tú, poder llevarte este reino y placeres contigo? Nosotros debemos experimentar sólo la Eterna Bienaventuranza del individuo y no de las cosas mundanas. Debemos realizar buenas acciones con el cuerpo y tener buenas intenciones en la mente. Son sólo estas cosas las que complacen a Dios y atraen Su Gracia".
Cualquier cosa que hagan con sus cuerpos los conducirá a la reencarnación en otro cuerpo. Cualquier acción, buena o mala, es comparable a una semilla. Para no sembrar dichas semillas deben ejecutar todas sus acciones sin deseo. Todas las acciones deben ser ejecutadas por y para el regocijo de Dios. Si limpian un lugar, piensen que también están limpiando su corazón, el templo de Dios. Cuando ustedes ayudan o dañan a los demás, piensen que lo están haciendo para ustedes mismos. Entonces nunca se permitirán lastimar a nadie.
Los estudiantes deben olvidar dos cosas. Primero, olvidar lo que han hecho por los demás. Segundo, deben olvidar todo el daño que los demás les han hecho a ustedes. Porque cuando recuerdan el daño que les han hecho, siempre tratarán de tomar venganza. Si no se acuerdan, no harán ningún daño. Si se acuerdan de la ayuda que le dieron a alguien, estarán pensando en una recompensa. Por el contrario, existen dos cosas que siempre deben recordar. Una es que Dios es Uno y la otra que la muerte es Una. De cualquier manera que las miren, estas dos son las verdades eternas. Si no desean asistir a una boda pueden cancelar el compromiso. Similarmente, si no quieren ir al cine, pueden posponerlo para el día siguiente. Pero el último viaje, el viaje hacia la muerte no puede ser ni cancelado ni postergado. Hacen preparativos cuando quieren ir a una boda o al cine. Pero, ¿qué preparativos están haciendo para el viaje final?
Existen tres amigos para cada uno de ustedes en este mundo. Pueden determinar por ustedes mismos quién es el más importante de los tres. Los Kauravas pensaban que tenían el apoyo de grandes guerreros como Karna y grandes maestros como Drona. Ellos nunca dependieron de ellos mismos. Apoyados sobre la fuerza de estas personas, ellos hostigaron a los Pandavas. Del mismo modo, si piensan que tienen estos tres amigos con ustedes, se comportarán de manera descuidada. A causa de este descuido, están haciendo muchas cosas impropias y erróneas. Si hacen algo que se supone no deben hacer, se están haciendo merecedores a un castigo. En ocasiones es necesario llevar a alguien hasta el tribunal para que se lo castigue. Generalmente acuden al primer amigo para ganar el caso en la Corte. Le piden que sea testigo. El les dice: "Me sentaré en casa y daré testimonio pero no iré a la Corte". Pensando que este amigo no es el adecuado, van con el segundo y le piden que sea testigo y los ayude. Este les dice: "Iré a la Corte pero no entraré". Entonces van con el tercer amigo y éste les dice: "Yo iré a cualquier lugar que tú quieras. Aun si vas a la cárcel yo iré contigo". De estos tres, por supuesto, el verdadero amigo es solamente el tercero. Ustedes han mantenido dos amigos en esto vida. El primero es la riqueza y el segundo son los parientes. Los actos meritorios realizados constituyen el tercer amigo. Cuando están por morir y le piden a sus amigos que los acompañen, el primero o sea la riqueza les dirá: "No, yo permaneceré en casa, no voy a ir contigo". Cuando el cuerpo sin. vida es llevado al cementerio, la fortuna acumulada no sigile al cuerpo. El segundo amigo, los parientes, dicen: "Yo iré solo hasta la puerta de la Corte, sólo hasta el cementerio. Desde allí tendrás que proseguir tú sola". Sin embargo, las buenas acciones que hayan hecho, irán con ustedes. Ellas irán al interior de la Corte para ser testigos. Ellas los acompañarán más allá del lugar de cremación. Por lo tanto, sólo las buenas acciones que realicen con un corazón puro, serán la verdadera escolta y no la fortuna ni sus parientes. La razón por la cual los grandes hombres predican que solamente se deben realizar buenas acciones y llevar una vida pura, es porque sólo las buenas acciones serán vuestro último socorro. Son las únicas cosas que los protegen, tanto como los párpados protegen a los ojos.
El rey Harischandra, que daba su vida por la verdad, se convirtió en guardia del cementerio. Vio el cuerpo de un hombre rico, que llegaba en un gran carruaje decorado hasta el lugar de cremación. Lo pusieron en una pira, le prendieron fuego y se alejaron. La única persona que permaneció fue Harischandra. El observó por un tiempo. Mientras el cuerpo estaba ardiendo, cuando el fuego tocó el "Sushumna Nadi[1], el cuerpo empezó a levantarse. Para prevenir esto, usualmente se pone un madero pesado sobre el estómago. Cuando la vida que está en el "Sushumna Nadi" se evapora y abandona el cuerpo, el cuerpo vuelve a caer. Harischandra comenzó a meditar con el levantarse y bajarse del cuerpo. El se preguntaba si el cadáver se levantaba para ver si alguno de sus amados parientes estaba cerca, pero al ver que no había ninguno se acostó nuevamente.
Al imaginar que este mundo, que está lleno de ilusión, es permanente y supremo, desarrollan apego hacia la esposa y los hijos. Pero finalmente ni la esposa ni los hijos los seguirán. Mientras hay vida en el cuerpo, ustedes sienten todas las cosas y todas las personas como suyas. Pero cuando la vida abandona el cuerpo, lo arrojan en el fuego sin ninguna consideración. Deben pensar y reflexionar qué clase de relación tienen con este cuerpo. La riqueza les es tan querida que se preocupan incluso si pierden una parte de ella. Después de poner el cuerpo en el fuego, los parientes sólo piensan acerca de los seguros de vida que tenía, y si les dejó suficiente herencia para ellos o no. Por lo tanto, no hay relación entre sus cuerpos y las demás cosas. Cualquier acción que hagan con el cuerpo se relaciona sólo con el cuerpo y no con el individuo.
Les daré un ejemplo para ilustrar la relación entre el cuerpo y el individuo. Cuando manejan por una buena carretera pavimentada, la sombra pasa por el fango que está en el desagüe lateral. Aun si van por una hermosa carretera, la sombra puede pasar sobre cosas sucias, pero el lodo no se pega a la sombra. Deben tratar de andar por el buen camino, pero no caigan en el fango junto con su sombra. Lo que deben aprender es a hacer buenas acciones con el cuerpo. Deben pensar cosas buenas con su mente. Cultiven buenos pensamientos y hagan buenas obras. Algunas veces la gente pregunta: "Sí, debemos aprender a amar a todos, ¿pero qué debemos hacer si la otra parte nos odia a pesar de que nosotros la amamos mucho?" ¿Por qué deberían preocuparse si los demás corresponden o no a su amor? El deber de ustedes es ver de no desviarse del camino correcto. Si alguien está haciendo daño, y ustedes también lo odian, ¿cómo pueden afirmar que aún son buenos?. También deben esforzarse en ver que los demás actúen del mismo modo. Si desean profundizar y experimentar el verdadero Amor, tienen que abandonar todas las consideraciones del cuerpo y cultivar la visión del Alma. Entonces tendrán la verdadera visión. La misma Alma existe en todos. Ustedes deberían ver a todos con la visión del Alma y no diferenciarlos viéndolos con características como estatura, peso y posición social. Les daré un ejemplo conmigo mismo. Yo los amo a todos, Yo amo incluso a aquellos que no me aman. Yo no les pregunto si me aman o no. Debemos ver si nuestro amor es puro o no. El odio no tiene lugar alguno dentro mío. Las personas que no me quieren también vienen hacia Mí cuando la necesidad surge y se postran delante de Mí.
[1] El Sushumna es un Nadi, nervio, vaso o conducto sutil entre el Ida (Nadi que se extiende en la parte izquierda del cuerpo) y el Pingala (Nadi que se extiende en la parte derecha del cuerpo).
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