Por Aravind Balasubramanya (Estudiante Sai que trabaja en Radio Sai)
Miércoles 27 de abril de 2011
Amor amor amor!!!
El 27 de abril de 2011 fue testigo de escenas profundamente conmovedoras, como nunca se vieran sobre la faz de la Tierra. Mientras el Mahasamadhi de un Avatar era presenciado en el mundo entero por un número de personas sin igual en la historia humana, las lágrimas fluían incontenibles. Estar en el mundo en este momento fue una experiencia limpiadora, porque la atmósfera entera fue lavada con lágrimas - puras, desinteresadas, llenas de amor y gratitud. Parecía que eran suficientes para borrar todos los pecados cometidos por la humanidad. Se ha escrito mucho sobre el Mahasamadhi de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, y mucho más será escrito. Pero he aquí un pequeño pensamiento que quisiera compartir.
La magnitud de las plegarias que se elevaron en el mundo entero ha sido tremenda. El nombre de Sai llenó todo espacio concebible, porque ha sido entronizado en millones de corazones. En la Madre Tierra palpitaron bhajans, actividades de servicio y sadhana espiritual, en proporciones inéditas. En el nivel físico, los mejores hombres y las mejores máquinas trabajaron incansablemente día y noche, en el Templo de Sanación que Él mismo construyera. Sus más queridos estudiantes estuvieron constantemente a Su lado, atentos a cada aliento que Él exhalaba. Los esfuerzos combinados de todos los devotos eran suficientes para insuflarle vida a una piedra. Y sin embargo, el Señor entró en Mahasamadhi.
Este pensamiento me había acosado cuando me di cuenta de que la oración no es un acto de pedirle algo a Dios ni de decirle algo a Dios. Es una comunión silenciosa con Él. Cuando a Dios le pedimos o le decimos, asumimos de manera absurda y absolutamente ingenua que sabemos más que Él. Swami nos refiere a menudo el relato de dos campesinos: uno de ellos oraba pidiendo lluvia para sus cultivos, y el otro pidiendo buen tiempo para que el casamiento de su hija no sufriera interrupciones. ¿Cuál de las plegarias debía Dios escuchar?
¿Debía escuchar al que más lloraba? ¿O al que más anhelaba? ¿Debía dar preferencia a la edad, o más bien al estatus e influencia?
Por supuesto que Él escuchará a quien Le ame de verdad. ¿Y quién es ese? Naturalmente, es quien se haya rendido a Su voluntad. Cuando uno se ha rendido a Su voluntad, ¿acaso no resulta redundante la oración? Nuestra definición de la oración sufre un cambio, cuando nos damos cuenta de que aquel que está siempre en sintonía con el Señor tiene sus oraciones contestadas de antemano, ¡porque siempre ora pidiendo aquello que el Señor ya ha deseado! Esto es en verdad una forma diferente de pensar. Si mi plegaria es respondida, es porque yo estaba en sintonía con Dios, estaba en comunión con Él. Si mi plegaria no es respondida, yo no estaba sintonizado con Él; tengo que hacer esfuerzos por estar en comunión con Él.
Todos tenemos la experiencia de haber sentido algún impulso intuitivo, impulsos que se manifiestan por sí mismos. Sepamos que estos impulsos son instancias en las que hemos estado en comunión con Él. Y para mí, cuando estos impulsos intuitivos se han manifestado, he sentido la emoción de experimentarlo a Él. Le veo, Le oigo, Le siento y Él me habla. Siento emoción porque "conozco" Su plan. Y conozco Su plan porque pude estar en sintonía con Él durante esos preciosos momentos.
Por esa razón he sentido un gran alivio en las ocasiones en que Swami ha dado indicaciones de su Mahasamadhi. Me pareció maravilloso "saber" que todo es parte de su Plan Maestro. En las páginas de mi diario descubrí un sueño en el que hace meses Él indicaba que partiría pronto. Así como alguien con canas se las tiñe, o quien pierde los dientes se coloca una prótesis, también yo oculté mi conocimiento del sueño y seguí con mi vida. Y entonces, Swami dio la más conmovedora señal.
Ocurrió en la tarde del 20 de marzo. Swami se había estado descuidando un poco, si puedo usar ese término. Sus darshans habían sido pocos y espaciados. Sin embargo ese día dio dos turnos de darshan. Llamó a todos sus estudiantes, que habían estado sentados, para bendecirlos, y esparció granos sobre sus cabezas (ese día fueron bendecidos unos 40 estudiantes). Distribuyó dulces, y sonrió a todos los presentes. Hasta llamó a los pequeños de la Escuela Primaria, y les bendijo. En palabras de un cantante muy veterano: "Hoy Swami parece muy hiperactivo". Había alegría. Y cuando Él recibió el Arati, todos estaban emocionados mientras Él golpeaba las manos rítmicamente. Y entonces sucedió ...
Mientras el cántico de Samastha Loka llenaba el aire, Swami levantó ambas manos. Pero no se trataba del familiar Abhayahastha. ¡ESTABA SALUDANDO CON SUS MANOS UNIDAS! Parecía estar enviando un hermoso mensaje: "Saluden a todos porque Dios está en todos". Resonó en mi corazón el canto védico "Sahasra sheersha Purusha". (Ese himno dice que Swami tiene mil piernas, cabezas y órganos sensoriales, simbolizando el hecho de que Dios está en todos). En la costumbre bharatiya, este saludo es la manera en que uno se despide después de una visita.
Se me eriza el cabello y se me pone la piel de gallina cuando me doy cuenta de que Swami había dado señales del Mahasamadhi. ¡Pero no las vi! Swami dice: "Pashyan Api Na Pashyati Moodho" (Tonto, ves pero no ves). Esa era mi condición. Pero ese día tomé fotografías.
Y hoy, ver las fotografías me resulta muy consolador y cautivador, porque me dice que Swami conoce Sus planes. Aún cuando Él estaba bien y faltaba una semana para que fuera "internado" en el hospital, Swami había hecho evidente para nosotros Su decisión. Y al mostrarnos esta decisión, también nos mostraba Su expectativa. Él quiere que nuestras vidas sean Su mensaje, y uno de Sus actos finales de bendición nos enseña que debemos verle a Él en todos, tal como Él se ve a Sí Mismo en todos. Debemos reverenciarle a Él en todos, tal como Él se reverencia a Sí Mismo en todos. Debemos amar a todos y servir a todos tal como Él lo hizo.
Y para compartir la experiencia, la comprensión y las bendiciones de Swami en ese día, adjunto las siguientes imágenes. Prometámosle solemnemente que en nuestras vidas estará implícito Su mensaje de Amor puro hacia todos. Y mientras una lágrima rueda por mi mejilla, por mi sangre fluye una firme resolución: ¡amarle a Él y verle a Él en todos!
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Love Love Love!!!
The 27th of April 2011 saw poignant scenes - the like of which have never ever been witnessed on the face of this earth. As the Mahasamadhi of an Avatar was witnessed the world over by a number unmatched in human history, tears flowed unbounded. Being in the world at this point in time was such a cleansing experience for the whole atmosphere was washed with tears - pure, selfless, love-filled and grateful. They were sufficient to wipe out all sins committed by all humanity it seemed! A lot has been written about the Mahasamadhi of Bhagawan Sri Sathya Sai Baba and a lot more will be written for this is ‘His’tory! But here is a little thought I thought I would share.
The amount of prayers that have gone on in the world has been tremendous. The name of Sai filled every conceivable space for it had been enshrined in a billion hearts. Bhajans, service activities and spiritual sadhana of unprecedented proportions pulsated on Mother Earth. At the physical level, the best man and the best machines worked tirelessly day and night at the temple of Healing that He Himself had built. His most dear students constantly were by His side and aware of every breath He was taking. The sheer magnitude of the combined effort of every devotee was enough to bring life into an inert stone! And yet, the Lord took Mahasamadhi
This thought had plagued me when I realized that prayer is not an act of asking God or telling God. It is silent communion with Him. When we either ask of tell God, we make the preposterous and utterly foolish assumption that we know better than Him. Swami often tells us the story of two farmers - one who prayed for rain for his crops, the other who prayed for a dry day so that his daughter’s wedding could go on uninterrupted. Whose prayers should God listen to?
Should He listen to the one who cries more? Or to the one who pines more? Should He give precedence to age or should He give precedence to status and influence?
Of course! He will listen to the one who loves Him truly. And who is that? Naturally, the one who has surrendered to His will. When one has surrendered to His will, is not prayer redundant? Our definition of prayer changes as we realize that the one who is always in sync with the Lord has his prayers answered for he always prays for what the Lord has already willed! This is indeed a very different way of thinking. If my prayer is answered, it is because I was in sync with God; I was in communion with Him. If my prayer has not been answered, I was not in sync with Him; I have to make efforts to be in communion with Him.
It is everyone’s experience that we feel some intuitive urges. And then, these urges just manifest themselves. Let us know that these are instances when we have been in communion with Him. And when these intuitive urges have manifested for me, I have felt the thrill of experiencing Him. I see Him, hear Him and feel Him and He speaks to me! I feel the thrill because I ‘know’ His plan. And I know His plan because I have been able to be in sync with Him for those precious moments.
That is why, when I found some instances in my life where Swami indicated His Mahasamadhi, I felt so relieved. It felt wonderful to ‘know’ that its all part of His Masterplan. In tha pages of my diary I discovered a dream where months before, He indicated that He would be leaving soon. Just like someone with white hair dyes it, or a person who loses teeth puts dentures, I too covered up my knowledge of the dream and went about my life. And then, Swami gave the most poignant indication!
It happened on the evening of 20th of March. Swami had not been ‘keeping well’ if I may use that term. His darshans were few and spaced between. And yet on this day, He took two darshan rounds. He called all the students who were seate dfor blessings and poured grains on their head. ( about 40 students were blessed that day). He distributed a few sweets and smiled at all present. He even called the tiny tots from Primary school and blessed them. In the words of a very senior singer, “Today Swami seems so hyper active!!” There was rejoicing. And when He received Aarthi, everyone were thrilled with His tapping His hands rhythmically. And then it happened...
As the Samastha Loka chant filled the air, Swami raised His hands. But it was not the familiar Abhayahastha. He had FOLDED HIS PALMS IN SALUTATION! He seemed to send a beautiful message, “Salute all for God is in all”. The Vedic chant “Sahasra sheersha Purusha” resounded in my heart. ( That hymn says that God has thousand limbs, heads and sense organs symbolic of the fact that God is in all.) In the Bharatiya custom, this is how one takes leave after a visit!
My hairs stand at their end and I have goosebumps when I realize how Swami had indicated the Mahasamadhi. But I did not see! Swami says, “Pashyan Api Na Pashyati Moodho” (You fool! You see and yet do not see!) That was the condition. But I took pictures that day.
And today, just seeing the pictures is so relieving and enthralling for it told me that Swami knows His plans. Even when He was fine and was a week away from being ‘admitted’ to the hospital, Swami had made shown us His decision. And in showing us this decision, He also showed us His expectations. He wants our lives to be His message and one of His final acts of benediction teaches us that we should see Him in all just as He saw Himself in all. We should bow to Him in all just as He bowed to Him in all. we should love all and serve all just as He did.
And in order to share the experience, ins(a)ight and blessings from Swami that day, I post the following five images. Let us pledge to Him that we will in our lives imbibe His message of pure Love for all. And as a teardrop makes its way down my cheek, a firm resolve flows in my blood - a resolve to Love Him and see Him in all!