Los hombres nacen para servir, no para dominar
El Seva saca a relucir todo lo que es grande en el hombre. Expande el corazón y amplía la visión. Lo llena a uno de alegría. Promueve la unidad. Proclama la verdad del Espíritu. Elimina todas las malas cualidades en un hombre. Se lo debe considerar una gran disciplina espiritual. Ustedes nacen para servir, no para dominar. Todos en el mundo son sirvientes y no amos. Todas las relaciones –esposo y esposa, madre e hijo, empleador y empleado- están basadas en el servicio mutuo. El mundo está progresando debido a tal servicio mutuo. Si el principio del servicio no operara, el mundo se detendría.
¿Ustedes consideran a un “funcionario” como un superior? No es así. Incluso él es un sirviente. Sólo cuando el hombre esté lleno del espíritu de servicio se revelará su naturaleza divina. Él entonces experimentará la paz que va más allá de toda comprensión.
¿Cuál es la razón de la ausencia de paz en el mundo de hoy? Se debe a que no hay armonía entre pensamiento, palabra y acción en las vidas de las personas. La paz debe comenzar en la familia, en el hogar. Cuando haya comprensión y armonía en la familia, la paz se extenderá a la comunidad y desde allí a la nación y al mundo. Por lo tanto, hoy la unidad es la necesidad primordial. La unidad confiere dicha y paz.
La transformación debe comenzar en el individuo. Cuando el individuo cambie, el mundo cambiará. Esta transformación debe tener lugar en las mentes de los hombres. Los pensamientos correctos conducirán a las acciones correctas. Por eso las escrituras han declarado que la mente es la causa de la esclavitud o la liberación del hombre.
Discurso durante la Quinta Conferencia Mundial
de las Organizaciones de Servicio Sathya Sai
el 20-11-1990 en el Estadio Hill View.
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