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¨Donde quieras que vayas, no importa, donde vayas cumple siempre con tu deber…y sabe que yo siempre estaré allí, dentro de ti guiándote en cada paso del camino.
En los años por venir me experimentarán en muchas manifestaciones diferentes de mi forma.
Tú eres yo mismo, más que amado para mí.
Te protegeré como los parpados protegen a los ojos. Tú ya me tienes, así como yo te tengo a ti. Nunca te abandonaré y tú nunca podrás abandonarme.
De ahora en adelante, no desees ni anheles nada desempeña tu deber con un amor invariable, viendo a todos como a Dios.
Sé paciente a su debido tiempo, todo te será dado.
Sé Feliz, no hay necesidad de preocuparse por nada sea lo que fuere que se experimente, sea lo que fuera que suceda, sabe que este avatar así lo quiso.
No existe poder en el mundo que pueda demorar ni por un instante la misión para la cual este avatar ha venido.
Todos Ustedes son almas sagradas y tienen asignado el papel que habrán de desempeñar en el drama de La Nueva Edad de Oro que vendrá…¨.



"BHAGAVAN SRI SATHYA SAI BABA" .



sábado, 10 de mayo de 2008

EDUCACIÓN PARA LA TRANSFORMACIÓN




Sai Baba, a través de una selección de citas recopiladas en mas de 20 años de enseñanza, nos entrega una mirada diáfana y trascendente sobre la educación, su verdadero significado y propósito en la vida.

Educación actual

La educación actual desarrolla el intelecto y las habilidades, pero poco hace para desarrollar las buenas cualidades. ¿De qué vale todo el conocimiento del mundo si uno no ha adquirido un buen carácter? Es como el agua que se escurre.

Hoy en día, el conocimiento ganado con la educación está mal empleado. Se usa meramente para obtener y disfrutar de las comodidades materiales y los placeres sensoriales.

Esta educación ha servido para desarrollar una serie de capacidades intelectuales y de habilidades técnicas, pero fracasó totalmente en elaborar buenas cualidades. La sociedad actual abunda en materialismo a causa de la preocupación por los placeres mundanos.

La educación debe liberar al hombre de las trabas de la cobardía, la mezquindad, la codicia, el odio, la mente estrecha, y de los límites del yo y de lo mío. La educación se ha ampliado y propagado en esta era. Escuelas y colegios, universidades e institutos se han multiplicado en todas partes. A pesar de esto, no hay Paz, ni sentido de hermandad, ni flujo de Amor visible entre la gente, ni siquiera entre los productos de estos proveedores de educación.

El sistema educativo actual no reconoce ni alienta los valores espirituales o morales. En consecuencia, la comunidad estudiantil se ha degenerado en un elemento socialmente peligroso. Los estudiantes no prestan la más mínima atención al bienestar de la sociedad, y niegan su deber para con los demás. No comprenden sus obligaciones sociales. A menos que el deseo de servir sea serio y se cultive la habilidad para servir, serán una carga para la comunidad, comportándose como parásitos y explotadores.

Las personas que se educan en estas instituciones, con el tiempo ocupan puestos de autoridad e influencia. ¿Cómo puede, entonces, mejorar la situación del mundo?

Educación y retribución económica


Los estudiantes pagan para que se les enseñe; a los maestros se les paga por lo que enseñan. El dinero decide lo que se enseña y cómo se aprende. "Paga y recibe, que te paguen y da". Ese es el lazo entre el maestro y lo enseñado. Amor, reverencia, afecto: éstos no existen en la transacción. Entonces ¿cómo puede ser fructífera la educación? Cuando los maestros amen a los niños, serán recompensados por el amor de estos niños que los rodean. Pero se les ama por el dinero que traen y, de esta manera, la relación es artificial y sin raíces en el corazón.

Ciencia

¿Cuál es exactamente la causa subyacente de todos los conflictos y confusiones que hoy afligen al mundo? Las instituciones que imparten la enseñanza triunfaron equipando al hombre con habilidades fantásticas. Basta considerar el campo de la ingeniería atómica o de la exploración y conquista espacial. El hombre ha logrado proezas asombrosas. Pero, en la vida cotidiana actual, estas proezas no han tenido como resultado la paz, la felicidad y la armonía.

Esta es la situación del hombre en la actualidad. La ciencia le ha permitido adquirir gran control sobre el mundo externo; pero no tiene control sobre sí mismo. Winston Churchill dijo una vez: "El hombre conquistó todo, pero no a sí mismo".

De nada sirve que evolucione el conocimiento si se multiplican los deseos. Hace de uno un héroe en las palabras y un cero en la acción.

Los logros del hombre en los campos de la ciencia y la tecnología han contribuido a mejorar las condiciones materiales de vida. Pero lo que necesitamos hoy en día es una transformación del espíritu. La educación no debe servir únicamente para desarrollar la propia inteligencia y ciertas habilidades, sino que también debe contribuir a ampliar la perspectiva del hombre y a hacerlo útil para la sociedad y el mundo en general. Esto es posible sólo cuando se promueve el cultivo del espíritu junto con la educación en las ciencias físicas. La educación moral y espiritual instruirán al hombre para Ilevar una vida disciplinada.

Propósito de la educación

Ustedes pueden dominar muchísimos campos de estudio, pero si no han cultivado la actitud de desapego, ese dominio no les sirve de nada. Compartir con los demás, servir a los demás, ése es el principal patrón de una genuina expresión de educación. La educación resulta noble cuando se inculca el espíritu de sacrificio. El servicio prestado debe estar libre del menor rastro de egoísmo. Eso no basta. El pensamiento de servicio no debe estropearse por el deseo de algo a cambio. Así como los árboles no comen sus frutos, sino que los brindan para que otros los coman con una actitud de desapego; así como los ríos, sin tomar las aguas que llevan, apagan la sed y alivian el calor que sufren los demás; así como las vacas ofrecen su leche, producida principalmente para sus terneros, y la entregan con un espíritu de generosidad nacido del renunciamiento, para ser compartida por otros; así también aquellos que adquirieron la sabiduría deben ofrecerla a los demás, movidos por el motivo del servicio y sin tener en cuenta los intereses egoístas.

La educación sin autocontrol no es educación. La verdadera educación debe hacer a la persona compasiva y humana, no egocéntrica y de mente estrecha. La simpatía espontánea y la consideración por todos los seres debe brotar del corazón de aquel que está educado adecuadamente. Debe interesarse por servir a la sociedad antes que preocuparse por sus propias aspiraciones codiciosas. Éste debe ser el verdadero propósito de la educación en el real sentido de la palabra.

En la actualidad, la educación es un proceso en el cual se Ilena la mente con los contenidos de los libros, derramándolos en la sala de clases y volviendo con la cabeza vacía. La verdadera educación consiste en el cultivo del corazón. Lo aprendido debe hacerse parte de todo el ser. Sólo entonces se tendrá un sentimiento de logro, y se establecerá una armonía total en pensamiento, palabra y acto. Hoy en día, el país necesita personas que Ileven dichas vidas íntegras.

La educación debe hacer capaz a una persona de distinguir entre la luz y la oscuridad. Debe alentar y promover la valiosa riqueza de la fortaleza moral y la victoria espiritual, y purificar los impulsos internos del hombre. El mero dominio de los libros no habilita a una persona a ser conocida como "instruida". Sin el dominio de los instrumentos internos de la emoción, no se puede considerar a alguien educado. Hay que purificar lo oculto para que lo visible pueda florecer. Para confirmar y consolidar lo que se aprende de los libros, es esencial la experiencia. En el presente sistema educativo, no vemos ninguna señal de esto. No hay intento de despertar lo Divino en el hombre, no hay conciencia de la posibilidad de elevación al plano espiritual.

Padres

Los padres se preocupan por la educación de sus hijos, pero no les interesa qué tipo de educación se les da. La educación debe ayudar a que los estudiantes personifiquen los Valores Humanos, tales como la Verdad, el Amor, la Rectitud, la Paz y la No violencia. El solo conocimiento académico no sirve de mucho. Puede ayudar a uno a ganarse la subsistencia, pero la educación debe ir más allá de la preparación para ganarse la vida. Debe prepararnos moral y espiritualmente para los desafíos de la vida. Y puesto que en las personas "instruidas" no hay Valores Humanos, las encontramos Ilenas de ansiedad y preocupación.

Amor y Educación

Sin duda, el conocimiento terrenal es necesario, pero no lo es todo. Se debe conocer también la Verdad básica de la vida y del destino humano. Junto con la adquisición de conocimiento, es necesario cultivar asimismo las disciplinas del comportamiento correcto, tales como el respeto por los mayores, el amor hacia los padres y el afecto por los amigos. El afecto demostrado debe ser constante, continuo e inalterable, como la respiración.

Verdadera educación

Una vida vivida sin el dominio de los propios sentidos no merece llamarse vida. El hombre fue dotado de muchas capacidades, y si con ellas no controla sus sentidos y los maneja adecuadamente, los años vividos fueron en vano. La educación válida es la que ayuda al hombre a lograr el éxito en este proceso del autodominio. La educación promueve la humildad. A través de la humildad, uno adquiere el derecho de ejercer profesiones. Esa autoridad confiere prosperidad. Una persona próspera tiene capacidad para la caridad y la vida recta. La vida recta puede conferir felicidad ahora y en el futuro.

Elevar el nivel de vida debe implicar también elevar los niveles ético, moral y espiritual. Sólo, entonces, la Educación puede llevar al progreso en los Valores Humanos y a la armonía en la vida social.

Intelecto y erudición

Aun cuando uno pase toda la vida estudiando en Ios libros y, por ende, haciéndose intelectualmente muy talentoso, no puede avanzar en lo más mínimo en el cultivo del espíritu. Sería injustificado sostener que una persona que llegó a la cima de la inteligencia haya, por medio de ésta, progresado y tenido éxito al llegar a la cúspide de la sabiduría espiritual. El saber y la cultura no se relacionan como causa y efecto. Por más versado que uno esté en conocimientos mundanos, a menos que la mente esté cultivada, el aprendizaje es mero disparate. El mejor sistema de educación y el más fructífero es el que transmite cultura y contribuye a que ésta se infiltre y purifique todo lo que se aprende.

La educación actual desarrolla el intelecto y concede habilidades, pero de ninguna manera fomenta las buenas cualidades. ¿De qué sirve adquirir todo el conocimiento del mundo si no hay carácter? El conocimiento se ha multiplicado y con él han crecido los deseos. Como consecuencia, uno es un héroe en las palabras, pero un cero en la acción.

Los estudiantes ahora creen que todo lo que se necesita es el estudio de los libros. Pero ¿qué se gana? La prueba para la erudición es: ¿Se dicen palabras dulces y suaves? ¿Se planean y ejecutan buenos actos? ¿Se comprometen los eruditos en hacer el bien a la sociedad? ¿Evitan actos que dañen a otros? ¿Son agradecidos para con los que promueven su felicidad? Estas son las pruebas, no cuántos libros leyeron y cuantos títulos obtuvieron. ¡Miren a los eruditos instruidos de hoy! Son esclavos de la codicia, la desconfianza, la envidia y el sectarismo. No tienen firmeza de convicción. Así pues, no pueden dormir, no saborean la comida, y sospechan unos de otros. La razón de esta triste condición es que no tienen perspectiva ni experiencia espiritual.

Educación y Empleo

¿Cómo puede considerarse exitoso a un estudiante si, al finalizar el curso, llama a la puerta de toda oficina exhibiendo el diploma que obtuvo, clamando como un mendigo que pide empleo? La educación le ha conferido este lamentable papel. ¿Puede argüir que cumplió con su deber? No. La persona instruida debe servir al pueblo, a través del sudor y la faena. La educación tiene que inspirar a los jóvenes a ofrecer servicio, a sacrificarse y a ayudar. No debe inspirarlos a acumular dinero como meta y a viajar cada vez más lejos para ganar más y más; porque el dinero acumulado alimenta la arrogancia, y la arrogancia trae aparejados otros vicios.

La educación no debe servir meramente para ganarse la vida. Debe permitirnos llevar una vida ejemplar. Hoy no necesitamos una nueva fe o credo, ni un nuevo sistema de educación. Tampoco necesitamos crear una nueva sociedad. Todo lo que necesitamos son hombres y mujeres con un corazón puro y amoroso. Sus corazones deben estar llenos de sentimientos sagrados. Debe ponerse a la mente bajo el control de la inteligencia, y no permitirle ir tras sus caprichos y preferencias.

El hombre puede lograr progresos auténticos cuando se abandona la idea de que la educación es para ganarse la vida. Debe quebrarse totalmente el vínculo entre educación y empleo. La educación debe ser para la vida, no para la subsistencia. Sólo el que comprende esta Verdad es una persona verdaderamente educada. Conocimiento no significa únicamente saber de los libros; no es la transferencia de los libros al cerebro.

Riqueza y Cooperación

Las riquezas más allá del límite razonable sólo resultan en desastre. Así pues, también, la mera erudición más allá del límite, sólo traerá aparejado orgullo y esfuerzo competitivo.


El cultivo de la conciencia social también es muy importante. Uno no debe vivir como una gota de aceite en un charco de agua que se esparce por toda la superficie y no tolera nada más. Uno debe unirse a los demás en las tareas comunes y contribuir con la fortaleza y habilidad propias al fondo común. Una simple hebra delgada no puede siquiera doblar a una hormiga, pero cientos de ellas retorcidas en una soga pueden desequilibrar a un elefante. Este es el efecto del esfuerzo mancomunado. Es una característica deseable trabajar para una causa común en "cooperación" con otros; pero hoy en día la gente cree sólo en la competencia.

Educar a través del Ejemplo

Estos Valores Humanos auténticos no pueden aprenderse de los libros o de las lecciones que dan los maestros o brindan los mayores. Solamente pueden adquirirse por la experiencia y el ejemplo. Cuando todas las acciones son correctas, reina la Paz, y la mente se ve libre de todo rastro de violencia. El Amor es el sustento de estos valores.

Los maestros tienen que ser un ejemplo que pueda inspirar a los alumnos. Deben practicar lo que profesan. Así como son los maestros, son los alumnos. No hay que olvidar que el ejemplo personal es el mejor método de enseñar.

Profesores

El maestro tiene la mayor participación al momento de moldear el futuro del país. De todas las profesiones, la suya es la más noble, la más difícil, la más importante. Él tiene que cultivar en sí mismo humildad, compasión y un espíritu de servicio amoroso, mucho más que en las otras profesiones, porque es un ideal y un ejemplo para sus alumnos. Si un alumno tiene un defecto, sólo sufre él; pero si un maestro tiene un defecto, se contaminarán miles. El maestro es un faro que tiene que conducir y guiar. Si deja de iluminar, muchos zozobrarán en las rocas.

Cuando el corazón del maestro esté lleno de bondad, generosidad y amor, los alumnos expresarán estas virtudes en cada uno de sus actos.

Más que nada, deben colmar su mente de Dios y transmitirles a Dios a los niños. No deben esperar gratificación o recompensa, salvo la alegría en los rostros de los niños. Hoy en día, los maestros están más unidos a sus sueldos que a su deber. Se centran más en sus propias vidas que en su tarea sagrada. Es necesario que abandonen la loca arremetida en búsqueda de títulos. Deben, en primer lugar, perseguir la oportunidad de servir a los demás y de promover la prosperidad de la nación y del mundo.

Por lo tanto, la primera tarea del maestro es el cultivo de la virtud en los corazones de los alumnos. Esto es mucho más importante que fomentar el aprendizaje.

Escuela

Una escuela no debe ser considerada como un lugar común y corriente destinado a la enseñanza y el aprendizaje. Es el lugar donde se eleva e ilumina la conciencia, donde se la purifica y fortalece; el lugar donde las semillas de la disciplina, del deber y de la devoción son plantadas y alentadas a crecer. Se dice que las escuelas han llevado la ciencia y la tecnología a grandes alturas. Sin embargo, aunque el hombre ha explorado millones de kilómetros del espacio, no ha dominado la habilidad de explorar siquiera medio centímetro de su propio espacio interior. Está al tanto de las irregularidades en la superficie de la luna, pero ni siquiera intenta saber algo de las alegrías y tristezas del que tiene al lado.

La escuela primaria, donde los maestros aceptan niños desde los cinco años, es la verdadera base, no sólo de todos los grados más altos de la educación, sino incluso del avance y del progreso de la humanidad. Por lo tanto, los maestros que se ocupan de esta tarea realizan la práctica espiritual más elevada, que los beneficia a ellos, a los niños y a la sociedad.

Educar no significa impartir conocimiento oral. El conocimiento reunido en escuelas y colegios debe ser capaz de ser utilizado para servir a la sociedad y ayudar a mejorar las condiciones de nuestros semejantes. El lugar donde se reúnen los verdaderos maestros y estudiantes debe estar Ileno de serena paz y de sentido del orden. Por el contrario, en la actualidad, encontramos que la Paz y el orden no se ven por ningún lado. Esto no contribuye al crédito de la educación. Los estudiantes, cuyos corazones deben ser tiernos y compasivos, se han vuelto despiadados y violentos. Humildad, respeto, compasión, clemencia, sacrificio y control de los sentidos son las cualidades que revelan los resultados de la genuina educación.

Títulos

¡Estudiantes! No basta con adquirir títulos. Junto con ellos, deben adquirir conocimiento general y sentido común. Entre su aprendizaje y nuestra cultura, hay una brecha muy grande. La erudición sin cultura no vale de nada. Ambas tienen que ir juntas. Todo título, erudición y saber no tienen valor si no tienen buenas cualidades. Cultiven las virtudes.

Muchos van con la cabeza en alto por los títulos que obtuvieron a través del estudio de los libros. ¿Pero de qué les sirve este caudal si no unen las palmas para adorar a Dios? La humildad es la marca del saber. Si esta marca falta, el erudito es un ignorante. La humildad es producto de la ciencia del autocontrol que conduce a la realidad del Alma. Es obvio que el estudio del mundo material es importante; no debe descuidarse. Pero el estudio del Alma es esencial. Otros estudios se relacionan con las energías, la composición del mundo objetivo, la manipulación de las fuerzas de la Naturaleza para vivir más cómodamente, etc.: ¿Cómo rota la tierra y por qué? ¿A qué distancia está el Sol de la tierra y de las estrellas? ¿Hasta dónde se extienden los rayos solares? Sin embargo, hay puntos más importantes para estudiar y observar: ¿Cuán grande es tu corazón? ¿Cuánto se ha beneficiado la sociedad por ti? ¿Qué prácticas espirituales pueden hacerte mejor y más útil? ¿Cuán consciente eres del principio interior? ¿Cuál es exactamente el propósito y la meta de la existencia?

Maestro Ideal

Los mismos padres no son competentes para guiar a los hijos; los aman en exceso y no saben cómo corregirlos; tienen hábitos y modos de vida censurables. Fuman, juegan a las cartas, apuestan, beben y riñen en la casa; dicen mentiras, escandalizan y se jactan, y difaman en presencia de los hijos. ¿Cómo pueden, entonces, Ilevarlos por el buen camino? Es necesario persuadir a dichos padres para que corrijan sus actitudes y sean ejemplos de inspiración, antes que enemigos y obstáculos.

Educación para un Mundo Mejor
Amor como pensamiento es Verdad
Amor como acción es Rectitud
Amor como sentimiento es Paz
Amor como comprensión es No violencia.

Sólo cuando estos cuatro valores fundamentales sean practicados y difundidos por ustedes, en escuela tras escuela y pueblo tras pueblo, el hombre podrá, ser elevado a su Naturaleza Divina.

OM SRI SAI RAM

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¨LA ENCARNACIÓN DIVINA¨