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¨Donde quieras que vayas, no importa, donde vayas cumple siempre con tu deber…y sabe que yo siempre estaré allí, dentro de ti guiándote en cada paso del camino.
En los años por venir me experimentarán en muchas manifestaciones diferentes de mi forma.
Tú eres yo mismo, más que amado para mí.
Te protegeré como los parpados protegen a los ojos. Tú ya me tienes, así como yo te tengo a ti. Nunca te abandonaré y tú nunca podrás abandonarme.
De ahora en adelante, no desees ni anheles nada desempeña tu deber con un amor invariable, viendo a todos como a Dios.
Sé paciente a su debido tiempo, todo te será dado.
Sé Feliz, no hay necesidad de preocuparse por nada sea lo que fuere que se experimente, sea lo que fuera que suceda, sabe que este avatar así lo quiso.
No existe poder en el mundo que pueda demorar ni por un instante la misión para la cual este avatar ha venido.
Todos Ustedes son almas sagradas y tienen asignado el papel que habrán de desempeñar en el drama de La Nueva Edad de Oro que vendrá…¨.



"BHAGAVAN SRI SATHYA SAI BABA" .



lunes, 26 de mayo de 2008

"UN MILAGRO"


El Sr. Narasimha Murthy, director del Hostal de los Estudiantes en aquella época, narró lo siguiente en la Divina Presencia de Baba el 1 de noviembre de 2004.

Fue durante el mes de octubre de 1985 en que un buen día, temprano en la mañana, uno de los alumnos de Doctorado en Filosofía que sufría de un asma crónica, comenzó a tener problemas serios y dejó de respirar. Lo llevamos de urgencia al Hospital General de Puttaparthi. El nombre de muchacho era Narayan Sharma y era oriundo de Bombay.

Para cuando llegamos con él al hospital, el cuerpo estaba frío y se veía lívido. La doctora que le recibió y prestó los primeros auxilios, no encontró señales de pulso ni de respiración. El Superintendente del Hospital, el Dr. Chari, llegó apresuradamente desde su casa. Le auscultó también y nos informó , "Se ha ido. El muchacho ha muerto."

Fue el Dr. Chari mismo quien caminó hasta el Mandir y le expuso todo el episodio a Swami. Swami dijo, "Nada le va a suceder. ¡Está muy bien!" Entonces, Swami materializó Vibhuti, se lo dio al Dr. Chari y dijo, "Aplíquenselo sobre el pecho y pónganle bolsas de agua caliente en la espalda." El Dr. Chari regresó y se aplicó el Vibhuti y se le pusieron las bolsas con agua caliente. No obstante, estábamos todos como en un estado de incertidumbre, ya que no había pulso ni respiración. El cuerpo seguía frío y lívido. Desde un punto de vista práctico, estaba muerto. Los médicos me dijeron, "Sr. Narasimha Murthy, es su turno ahora de informar a Swami".

Eran las 06:30 hrs. de la mañana y me dirigí al Mandir para informar a Swami. Swami me dijo, "Nada le ha sucedido". De hecho, me entregó un termo lleno de café caliente, diciendo, "¡Vaya y déselo a beber!" Cuando llegué al hospital, la doctora me vió con el termo y preguntó, "¿Para quién es este café?" No me atreví a decir nada, sino que reticentemente, indiqué al paciente. Su rostro se volvió inexpresivo, aunque toda su actitud parecía decir, "Señor Director, ¿ha perdido la cabeza?"

El cuerpo de Narayan Sharma estaba cubierto con una sábana blanca. Sólo se veía la punta de sus pies. Y entonces, repentínamente, ¡notamos un movimiento! ¡Movía los ortejos! El muchacho no podía abrir los ojos, pero sus pies se movían. Lentamente volvía la respiración. Y, entonces, el doctor susurró estas palabras junto a su oído, "Mira, chico, Swami te ha mandado café. Por favor, bébelo!"

Se virtió una cucharadita de café entre sus labios, ¡y la bebió! Luego, cucharadita tras cucharadita de café se le fue dando a beber. El pulso retornaba. ¡¡Justo entonces llegó Swami!!

Al oir la voz de Swami en muchacho intentó lentamente abrir los ojos. Swami se acercó y dijo, "¡Qué muchacho! Todos decían que estabas muerto. ¡Pero sigues vivo!" Entonces, Swami le preguntó a los tres médicos presentes, el Dr. Chari y las dos doctoras, "¿Estaba muerto?"

Todos respondieron, "Si, Swami. Estaba muerto." Entonces Swami se dirigió a una de las doctoras, "¿Cómo puede decir que estaba muerto?"

"Swami, según nosotros, no había pulso, no respiraba, no latía el corazón; el cuerpo estaba frío y lívido. Según la ciencia médica, eso es muerte." "Entonces, ¿cómo es que ha vuelto en sí?" preguntó Swami. "Swami, Tu eres Dios. Puedes hacer cualquier cosa", respondió la doctora.

Swami me miró entonces y dijo, "Ve a decirle a los demás afuera lo que ha sucedido aquí." ¡Swami confirmó que había traído de vuelta a la vida al muchacho!

A continuación, Swami materializó una especie de chocolate marrón y se lo dió al muchacho, quien se lo llevó de inmediato a la boca. Regresando al Mandir, ¡¡Swami materializó tres botellas con tabletas y las envió al hospital con instrucciones detalladas sobre cómo habían de ser administradas!!

¡Narayan Sharma estuvo muy luego de regreso en el Hostal, siguió ocupado con su trabajo de investigación y completó su Doctorado!

¡¡CONFÍEN EN ÉL!! SEGÚN SEA LA FE QUE TENGAN, SERÁ LA EXPERIENCIA….

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ARCHIVOS DE "RADIO UNIDAD SAI"

DEL PROGRAMA:

¨LA ENCARNACIÓN DIVINA¨