EL HOMBRE ESTÁ hecho de tal manera que sólo puede obtener bienaventuranza y mantenerla por medio de la asociación con sus semejantes. Renunciar a todo contacto con los demás y emprender un camino solitario es signo de debilidad, de temor, no de valentía. Sólo la asociación activa produce moralidad, justicia, compasión, afinidad, amor, tolerancia, ecuanimidad y muchas otras cualidades que fortalecen y forman el carácter, moldeando la personalidad del hombre. La cultura es el resultado de la combinación de corazones y cabezas. Un grupo de individuos cargados de odio o desprecio de unos a otros no puede producir ningún efecto benéfico en ninguno de sus miembros; una concepción común o, más bien, una visión interior, común a todos es el factor esencial. La igualdad de creencias, opiniones y actitudes, es el factor principal. Esta igualdad debe tener como resultado un flujo de bienaventuranza que envuelva y entusiasme a todo el grupo. Si el individuo sabe que él es divino y que todos los demás lo son por igual, esa conciencia es el mejor vínculo para la sociedad. ¿Cómo puede una persona que sabe que todos son divinos alejarse del Dios que reconoce? Yo soy Él, Él es yo, tanto yo como Él somos parientes y amigos en Él. Esta conciencia es tan estremecedora, tan satisfactoria, tan inspiradora, que tal sociedad es la más noble agrupación de hombres piadosos a la que un hombre puede jamás entrar.
El encerrarse en una habitación y ofrecer incienso y flores a una pintura o estatua de Dios, cantar o recitar su gloria, son muy pobres sustitutos de la disciplina que puede liberarlos de la ignorancia. Todos los seres son imágenes de Dios; todos los hombres son representaciones suyas; entonces, ¿por qué encerrarse? Toda creación marcha en peregrinaje hacia Él, ¿por qué entonces comportarse como si caminaran solos? Ustedes creen que el tiempo dedicado en la iglesia o en el altar doméstico a la adoración y al rito de veneración está dedicado a Dios y el resto a otros propósitos. Sin embargo, no pueden separar y delimitar los reinos de Dios y del hombre de esta forma. Dios siempre está con ustedes en todo lugar. Vasudeva sarvamidam (Todo esto es Dios). La sociedad es la escuela donde esta lección se enseña a aquellos que buscan con sinceridad. Los sabios de esta tierra acuden a las ermitas de los bosques y se reúnen ahí con los buscadores sinceros en discusiones escolásticas y prácticas disciplinarias. Obtienen inspiración e instrucción unos de otros y aprenden esta verdad: "Isavasyam idam jagath" (Dios envuelve este universo), que Dios es el hilo que une los mundos. Cuando el hombre abandona su engreimiento y se convierte en discípulo de la naturaleza, en lugar de su amo tiránico, puede oír la voz que lo aconseja, exhorta e ilumina.
El hombre tiene en sí mismo todos los recursos que necesita. Puede hacer uso de ellos identificándolos y manifestándolos, así como compartiéndolos con otros. Él es Sat, Chit y Ananda (Ser, Conciencia, Bienaventuranza); es Shiva Shakd Swarupa, materia energía. Cuando el hombre se ensalza a sí mismo está alabando a Dios. No cultiven la convicción de que son simples hombres; pueden estar seguros de que están destinados a la divinidad. Cuando la Divinidad asume la forma humana como se describe en el Ramayana, el Mahabharata y el Bhagavata, uno tiene que interpretar las acciones como medios de proporcionar lecciones y ejemplos, y no como relatos humanos cuyo fin único es el entretenimiento. Los cinco hermanos Pandavas son cinco cualidades del temperamento humano, todas siguiendo las normas establecidas por los más viejos, lo cual es lo más noble y correcto. Rama es el ejemplo del partidario inflexible del principio de rectitud, sea cual sea la tentación que pudiera desviarnos de él. Rama estaba lleno de un amor que trascendía toda consideración de superioridad, casta o credo, y que se extendía a animales y pájaros, seres humanos y subhumanos. El amor es la clave para abrir las puertas cerradas por el egoísmo y la codicia.
Si permiten que su comportamiento con los demás se contamine con el desprecio, el desdén, el cinismo o el odio, estarán dañando el bello nombre de su patria, su cultura y su tradición no lo tolerará. Ella ha proclamado que Dios es uno y que Él es y puede ser conocido por diversos nombres y formas. Ella ha declarado que Dios se encuentra en el corazón de todos los seres. ¡Observen el emblema de la Organización Sathya Sai! Lo que expresa es que el hindú, el musulmán, el parsi, el budista y el cristiano adoran todos al mismo Dios por la misma consumación. La mente del hombre tiene que ser un jardín de flores de muy diversos colores, un jardín sagrado. Krishna, sin duda, se deleitará bailando ahí y tocando su encantadora flauta en las enramadas de ese jardín.
Un corazón colmado por el amor de Dios no puede nunca albergar pensamientos de violencia. Es pura hipocresía arrodillarse ante Dios y, más tarde, forzar a los hombres a inclinarse ante uno. Dios es amor, Dios es paz, Dios es fortaleza. ¿Cómo puede una persona estar en contacto con Dios y no obstante ser orgullosa y mordaz, polemista e iracunda, débil y vacilante? Su afirmación de estar en contacto con Dios es sólo una fantasía risible; no puede ser verdad. Un árbol es juzgado por sus frutos. Aquellos que son guías de personas tienen que desarrollar este sentimiento universal de amor, sin limitación alguna de fronteras políticas que cambien de una década a otra, o designaciones religiosas que se atribuyen y se borran para conformarse a necesidades temporales. La oración que durante siglos ha surgido de los millones de este país, en todos sus templos, santuarios y altares, es Sarve janah sukhino bhavanthu (Que todos los pueblos del mundo sean felices y prósperos); Samastha lokah sukhino bhavanthu (Que todos los mundos tengan paz y prosperidad). Por tanto, recen por toda la humanidad, por el bienestar y la felicidad, la paz y el progreso de Rusia, China, África, Paquistán y todos los países del mundo, y de todos los seres de cualquier lugar.
El encerrarse en una habitación y ofrecer incienso y flores a una pintura o estatua de Dios, cantar o recitar su gloria, son muy pobres sustitutos de la disciplina que puede liberarlos de la ignorancia. Todos los seres son imágenes de Dios; todos los hombres son representaciones suyas; entonces, ¿por qué encerrarse? Toda creación marcha en peregrinaje hacia Él, ¿por qué entonces comportarse como si caminaran solos? Ustedes creen que el tiempo dedicado en la iglesia o en el altar doméstico a la adoración y al rito de veneración está dedicado a Dios y el resto a otros propósitos. Sin embargo, no pueden separar y delimitar los reinos de Dios y del hombre de esta forma. Dios siempre está con ustedes en todo lugar. Vasudeva sarvamidam (Todo esto es Dios). La sociedad es la escuela donde esta lección se enseña a aquellos que buscan con sinceridad. Los sabios de esta tierra acuden a las ermitas de los bosques y se reúnen ahí con los buscadores sinceros en discusiones escolásticas y prácticas disciplinarias. Obtienen inspiración e instrucción unos de otros y aprenden esta verdad: "Isavasyam idam jagath" (Dios envuelve este universo), que Dios es el hilo que une los mundos. Cuando el hombre abandona su engreimiento y se convierte en discípulo de la naturaleza, en lugar de su amo tiránico, puede oír la voz que lo aconseja, exhorta e ilumina.
El hombre tiene en sí mismo todos los recursos que necesita. Puede hacer uso de ellos identificándolos y manifestándolos, así como compartiéndolos con otros. Él es Sat, Chit y Ananda (Ser, Conciencia, Bienaventuranza); es Shiva Shakd Swarupa, materia energía. Cuando el hombre se ensalza a sí mismo está alabando a Dios. No cultiven la convicción de que son simples hombres; pueden estar seguros de que están destinados a la divinidad. Cuando la Divinidad asume la forma humana como se describe en el Ramayana, el Mahabharata y el Bhagavata, uno tiene que interpretar las acciones como medios de proporcionar lecciones y ejemplos, y no como relatos humanos cuyo fin único es el entretenimiento. Los cinco hermanos Pandavas son cinco cualidades del temperamento humano, todas siguiendo las normas establecidas por los más viejos, lo cual es lo más noble y correcto. Rama es el ejemplo del partidario inflexible del principio de rectitud, sea cual sea la tentación que pudiera desviarnos de él. Rama estaba lleno de un amor que trascendía toda consideración de superioridad, casta o credo, y que se extendía a animales y pájaros, seres humanos y subhumanos. El amor es la clave para abrir las puertas cerradas por el egoísmo y la codicia.
Si permiten que su comportamiento con los demás se contamine con el desprecio, el desdén, el cinismo o el odio, estarán dañando el bello nombre de su patria, su cultura y su tradición no lo tolerará. Ella ha proclamado que Dios es uno y que Él es y puede ser conocido por diversos nombres y formas. Ella ha declarado que Dios se encuentra en el corazón de todos los seres. ¡Observen el emblema de la Organización Sathya Sai! Lo que expresa es que el hindú, el musulmán, el parsi, el budista y el cristiano adoran todos al mismo Dios por la misma consumación. La mente del hombre tiene que ser un jardín de flores de muy diversos colores, un jardín sagrado. Krishna, sin duda, se deleitará bailando ahí y tocando su encantadora flauta en las enramadas de ese jardín.
Un corazón colmado por el amor de Dios no puede nunca albergar pensamientos de violencia. Es pura hipocresía arrodillarse ante Dios y, más tarde, forzar a los hombres a inclinarse ante uno. Dios es amor, Dios es paz, Dios es fortaleza. ¿Cómo puede una persona estar en contacto con Dios y no obstante ser orgullosa y mordaz, polemista e iracunda, débil y vacilante? Su afirmación de estar en contacto con Dios es sólo una fantasía risible; no puede ser verdad. Un árbol es juzgado por sus frutos. Aquellos que son guías de personas tienen que desarrollar este sentimiento universal de amor, sin limitación alguna de fronteras políticas que cambien de una década a otra, o designaciones religiosas que se atribuyen y se borran para conformarse a necesidades temporales. La oración que durante siglos ha surgido de los millones de este país, en todos sus templos, santuarios y altares, es Sarve janah sukhino bhavanthu (Que todos los pueblos del mundo sean felices y prósperos); Samastha lokah sukhino bhavanthu (Que todos los mundos tengan paz y prosperidad). Por tanto, recen por toda la humanidad, por el bienestar y la felicidad, la paz y el progreso de Rusia, China, África, Paquistán y todos los países del mundo, y de todos los seres de cualquier lugar.
Sai Baba
Hyderabad Abril de 1973
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