HAY PEOR ENFERMEDAD que el deseo, enemigo más feroz que el apego ni fuego más voraz que la ira, y no hay aliado más confiable que la sabiduría. En los antiguos ashrams, el maestro guiaba con el precepto y el ejemplo al alumno, arrancaba la maleza y sembraba la semilla de la virtud y ecuanimidad, que crecía con amor y sabiduría. Ahí, el hombre tomaba conciencia de su divinidad fundamental y obtenía bienaventuranza de esa conciencia. Pero ahora, deleitándose en dudosos planes y tortuosas tentativas, el hombre se transforma rápidamente en demonio. La mente es el conspirador que le acarrea esta desgracia. Si confía en la mente y sus vagabundeos y si ésta se somete a los sentidos y a sus caprichos, el hombre no puede escapar de la calamidad.
La mente incita al hombre a buscar la felicidad y a evitar la miseria, crea la distinción y frustra la actividad; empuja hacia adelante y hacia atrás, llevándolo de un lado a otro, durante toda su vida. La idea de felicidad, que frecuentemente es sólo otra forma de comodidad, sólo surge en la mente y se concretiza como objetos formados por las manos y el cerebro del hombre, como el aeroplano, el radio y la bomba que devasta y deleita la mente llena de odio. Ideas, deseos, anhelos, se concretizan, y así, el mundo es sólo un producto de la mente. De hecho, el universo es en sí mismo la manifestación de la mente divina, que así lo quiso; Ekoham bahusyam (¡Yo soy uno, me convertiré en muchos!). Y el universo surgió en la mente de Dios, brotó y se expandió allí, y desde entonces la mente llegó a ser potente y satura todo. Para cada uno de ustedes, es la mente la que colorea al mundo. Si es pura, el universo es agradable; si es sucia, el universo está lleno de peligro. Los sabios de Bharat nos legaron una serie de ejercicios y disciplinas, con el propósito de purificar la mente para que se alejara de los sentidos y se encaminara al intelecto. Están incluidos en el camino más amplio de la meditación.
De acuerdo con muchos exponentes, meditar es estar en determinada posición por algunos minutos, controlar la respiración y fijar la atención en sólo una imagen o ideal excluyendo todo lo demás. Durante esto, la gente siente una especie de exaltación, experimenta alegría y paz; pero cuando este periodo termina, reinciden en la cotidiana rutina de escándalo, envidia, antagonismo y temor. Así, la meditación se ha puesto de moda, se ha convertido en capricho, rutina, pasatiempo, droga o tónico, en lugar del verdadero sustento del espíritu.
La meditación no debe hacerse sólo a determinadas horas del día; debe ser un proceso continuo, que llene la personalidad de dulzura divina. La mente debe desechar toda amargura y llenarse con el néctar del amor universal. El amor les debe revelar que e individuo es solamente Deva (dios) vestido con ese traje. Ustedes tampoco son la vestimenta que han venido usando, sino lo eterno sin cuerpo, lo Divino. Los límites de tiempo y espacio que lo: hacen afirmar que han nacido en determinado año y que el lugar en donde nacieron es un punto en el mapa, son también artificiales, temporales e incidentales; no son fundamentales.
Los deseos que la mente genera sin cesar son como dígitos sumados al infinito y que cada vez aumentan más la cuenta. Cuando ustedes están en el torbellino del deseo, no se pueden convertir en Rama. El estudio de las escrituras sagradas, el consejo de los santos, la compañía de los sabios, son estériles si ustedes no los transforman en conciencia y bienaventuranza. Vacíen la mente en el molde de Dios, su gloria, su majestuosidad, su belleza. De ser un grillete que encadena, la mente se convierte en un instrumento de liberación.
Cuando vienen a mí llenos de deseos, suplicando por regalos y deseos materiales, se enfrentan al riesgo de perder la fe y sus amarras, ya que esa fe es frágil. Desarrollen el amor que no espera nada a cambio, construyan la fe sobre esas bases. Así se salvarán de la dualidad de entusiasmo y desesperación. El camino del amor no conoce altas y bajas, es suave y plano, firme y seguro, los conduce al trono del Rey de Reyes, instalado en su corazón. Nada puede demorar su viaje u oponer obstáculos.
¿Deseos? ¿Cuál es su naturaleza? Cuando un gato mata a su lorito, se enfurecen; cuando mata un ratón, se complacen. Aunque el comportamiento del gato es el mismo, desaprueban uno y se complacen con otro, como resultado de sus apegos. Los deseos son determinados por prejuicios y caprichos personales. También satisfacen cuando se realizan y, a menudo, son necesidades momentáneas y anhelos de satisfacción inmediata. Después de haber comido, los alimentos se vuelven indeseables si no es que hasta repugnantes; una vez satisfecho, el objeto del deseo se vuelve indeseable. La mente tiene dos actitudes: la de comunidad y la de unidad. Llevados por la idea de comunidad, se unen a unos y se alejan de otros. Esta actitud no puede ganar la gracia del Uno. Aquel que ve la unidad, gana la gracia y una chispa de ésta destruye el incendio que causa la fama y la culpa, la alegría y la tristeza que el mundo acumula en la cabeza. No se preocupen por tribulaciones y bagatelas temporales. No exageren los inconvenientes que les causan; sobrellévenlos con valor y una sonrisa. Anhelen el más alto ideal, cacen al tigre real, no a la sucia zorra. Aunque fallen en atrapar al tigre, hay grandeza en la persecución. En el caso de la zorra, ¿qué mérito hay en traer su cadáver a casa? ¿Por qué ser tan considerados con el cuerpo, demasiado interesados en la salud, tan preocupados por las posesiones materiales? Preocúpense por adquirir como sustento la encarnación de la verdad, ansíen ganar el estado de inmortalidad, luchen por la verdad eterna, aunque la victoria sea distante y difícil.
En todas partes tienen la invitación y la oportunidad para conocer esa verdad. El camino hacia la gloria está abierto en todas partes. Abran sus ojos y sean testigos de su compasión, su grandiosidad, su belleza, dispersas ante ustedes; sentados en meditación por tres horas, no serán capaces de concentrarse en estos atributos ni por tres segundos. Lo que obtienen es dolor de espalda y tienen que cambiar de postura una docena de veces en una hora. Pero ante ustedes, arriba de ustedes, en el cielo, bajo sus pies, la creación del Todopoderoso los invita a adorar su obra.
¿Por qué gastar tanto tiempo tratando de lograr el control de la mente? Practiquen otro sadhana; el sadhana de apreciar lo divino a su alrededor. Crean que el Alma dentro de ustedes es la misma Alma que activa a todo el mundo haciéndolo vivir y amar, gemir y pedir. La meditación no es un asunto de responsabilidad limitada; no hay límites para participar en ella; es un esfuerzo de tiempo completo. Dedíquense por completo a ella, y obtendrán una buena cosecha a cambio. Tomarán conciencia de que son un templo de Dios, que sus extremidades son recipientes sagrados, dedicados al servicio; que sus actos son los frutos, sus pensamientos, las flores, sus palabras, música con que la adoración se consuma en cada momento. Ofrézcanse como el corazón de fe. Entonces, no importa con quién tengan contacto, brillará ante ustedes como Dios mismo.
Las palabras social, cultural, espiritual, moral, indican sólo facetas de esta visión. Servicio o conciencia social no es más que la expresión de la Omnipresencia Divina en todos los miembros de la comunidad humana. ¿Qué es cultura sino el cultivo de la mente para obtener la cosecha? El espíritu, cuando florece, encuentra espíritus similares en todas partes. Y para la moralidad, su más elevada expresión es la verdad, y la verdad es unidad.
Cuando ustedes hablan, ven o piensan, ¿son los órganos lengua, ojos, cerebro los que hablan, miran y juzgan y deciden? Es la Inteligencia única, el Uno que, como una corriente subterránea, trabaja en y a través de todos los hombres y cosas: Dios. Cuando están ustedes inmersos en el canto devocional, noten que es el Uno el que los está impulsando. Su lengua pronuncia las palabras en el tono establecido, sus palmas marcan el ritmo, lento o rápido, su cabeza se balancea al unísono de los sentimientos que el corazón expresa, su mente rebosa bienaventuranza ante la magnificencia de las imágenes que la canción evoca. Así también, un danzante une armonía y melodía en cada gesto y movimiento de músculos y extremidades, pero todos los actos se originan en una fuente común, Dios, quien reside en el corazón como su regente. Cuando él es ignorado, olvidado o negado, no hay alegría para ustedes ni para otros a través de ustedes; son ustedes tamásicos, indolentes, necios; o rajásicos, pasionales, fanáticos, pero no sátvicos, puros, equilibrados, serenos.
Dios es todo; es todas las formas, todos los nombres; no hay un lugar donde no esté ni un momento en que no sea. Hasta el diablo indica en su nombre su afinidad, pues comparte una sílaba con el Nombre Divino. El trueno es el mensaje de Dios; la lluvia es su gracia. No dejen pasar ni un segundo sin estar conscientes de su presencia; no dejen pasar ni un acontecimiento sin recordar que Él es el artífice. Ustedes tienen una estatua o un retrato en el cuarto que reservan en su casa para Dios, encienden una lámpara delante de Él y dicen: "Encendí el fuego". Pero, ¿fueron realmente ustedes? ¿Quién proporciona el aceite, la mecha, la lámpara y la propiedad de que todos juntos produzcan una llama? ¿Quién los mueve a ustedes a reverenciar la imagen de ese modo? ¿Quién puso la lámpara, encendió el fuego y se postró delante de la imagen? Dios; todo lo hizo Dios, Dios. No hay nada más, ninguna otra cosa para el hombre que conoce y siente.
Esta mañana, cuando lo llamé y le di la oportunidad de hablarme, alguien me dijo: "Baba, el mundo está olvidando rápidamente la fuerza del Nombre de Dios. La gente no lo tiene en la lengua, no se sustenta en su dulzura y santidad. Bendíceme y bendice el plan que tengo para hacer que siempre estén conscientes del tesoro que se están perdiendo. Me propongo imprimir carteles, en colores brillantes, con el nombre de Rama y pegarlos en todas las paredes disponibles, columnas y puntos estratégicos para que el ojo pueda advertir y despertar a la mente del hombre". Le dije que sus carteles serían opacados por los anuncios de películas obscenas y que pronto tendrían tachaduras y rayones de odio. "No vale la pena, le dije . Pega el cartel en tu corazón", le aconsejé. Refórmense, vivan en la conciencia de Rama y el mensaje del dharma que él vivió durante su existencia humana. Ésa es suficiente propaganda, suficiente sugerencia. Es lo mejor que pueden hacer para promover la lealtad al Nombre, le dije. Así, la gente sabrá cómo los ha transformado a ustedes en individuos más alegres y pacíficos, y se preguntará qué lo hizo posible. Si se dan cuenta cómo, empezarán a reverenciar el Nombre como lo hacen ustedes. No se aten a símbolos de piedra o metal, elévense a etapas más altas de realización. No se enreden en rituales y ceremonias.
Cuando salgo de Prashanti Nilayam, rompen cocos enfrente del auto y hacen Arathi (ofrenda del fuego), algunos colocan flores a mis pies o se postran ante mí, se golpean las mejillas o se arrodillan tirándose las orejas con ambas manos en actitud de arrepentimiento y penitencia. La mayoría son formalidades hipócritas y gesticulaciones huecas. Sean sinceros, tengan genuino arrepentimiento en el corazón y no repitan los errores. Desde luego, el verme y tocarme tienen sus consecuencias espirituales, pero deben ser otorgados por mí, no hechos cuando yo no les doy la bienvenida. Ahora se apresuran para tener la oportunidad de tocar mis pies, pero es para satisfacción de su ego, porque otros no lo pueden hacer.
El ego juega todo tipo de trucos con el objeto de obtener placer profano. Durante la construcción del puente hacia Lanka para que el ejército pudiera pasar, Hanumán lanzó una piedra al mar, como parte del puente, y ésta flotó; Rama lanzó otra y se hundió; el ego de Hanumán naturalmente quedó halagado, y se rió sarcásticamente en el mismo momento en que la piedra se hundió. Y la piedra que Rama lanzó se levantó del fondo del mar y flotó. El ego de Hanumán fue reducido a la nada. Ése fue el propósito por el que Rama deseó que su piedra se hundiera.
Anhelen llenar su corazón de El, no de ustedes; sus anhelos se calentarán tanto que se llamarán tapas (calor). ¡Conviértanse en intenso calor! Ahora son sólo tibios anhelos, una actividad superficial. Examinen cuánto han llenado su corazón con El. Midan cuán alto han llegado con la vara de la virtud, serenidad, fortaleza y ecuanimidad. Actualmente se convierten en presa fácil de la lujuria, ira, maldad, envidia y el resto de esa horda de mal, ya que la atmósfera de su corazón está contaminada con los humos del ego. El conocimiento derivado a través de la mente utilizando los sentidos, siempre es incompleto, confuso, pero el conocimiento que es adquirido por medio del intelecto iluminado por el Alma, es liberador y revelador de la verdad. El primero se llama manojñana y el segundo, Atmajñana.
Manojñana indica que ustedes son distintos de otros, que Dios está en Kailasa, Tirupati, Kasi o Prashanti Nilayam, que el Dios de Kailasa, Kasi o Prashanti Nilayam es diferente. Pero nombres, formas y templos son sólo la etapa de jardín de niños.
Ustedes dibujan en el pizarrón una cabeza, una red o una ola y abajo escriben las palabras cabeza, red u ola para que los niños aprendan las letras más rápido al pronunciar el nombre del objeto que las palabras representan. Una vez que se aprenden las palabras, se puede prescindir de los dibujos. El kshara (dibujo temporal) se puede eliminar cuando se aprende Akshara (las letras permanentes). El dibujo es sólo un auxiliar. Lo pasajero es sólo una representación de la verdad que refleja.
Kshara puede ser borrado del pizarrón; en cambio, Akshara queda fijo en la mente. La estructura de ladrillo y cemento donde se ha puesto a Dios, puede ser eliminada del pizarrón de la mente una vez que se ha experimentado la presencia de Dios. Cuando ustedes han cambiado su cuarto de oración en su casa, no significa que también Dios ha cambiado de una habitación a otra, que Él ya no está donde estaba. Él no es un mueble que puedan cambiar de aquí para allá. Él está aquí, allá, en todas partes, adentro, afuera, arriba, abajo, alrededor. Alojen todas las formas de Dios en su corazón, no excluyan unas y den la bienvenida a otras; toleren a aquellos que lo adoran en otra forma y con otro nombre y lo aclaman en otro lenguaje.
Una vez hubo un fuerte aguacero en un poblado. Un monje solitario fue tomado por sorpresa y corrió a buscar dónde protegerse de la fuerte lluvia y del viento frío. Encontró un pedazo de piso seco en la terraza de una casa en la que los dueños dormían a puerta cerrada. Siendo un yogui libre de preocupaciones, rápidamente se durmió y se perdió en sí mismo. Muy pronto, otro desamparado que también buscaba refugio, llegó a la terraza y entró a ella. El yogui despertó, y encontrando a otro que necesitaba el espácio, se levantó y le dijo: "Si nos sentamos, hay suficiente espacio para los dos, acércate y sentémonos para pasar la noche". A los pocos minutos, otro desesperado hombre llegó y tuvo que ser acomodado. Los dos que ya estaban allí tuvieron que acordar que había suficiente lugar para los tres, siempre y cuando quedaran de pie, y así, los tres decidieron esperar de pie el amanecer. Ése es el espíritu de tolerancia hacia sus hermanos en desgracia que tiene que ser cultivado por los hijos de Dios. Dios es amor, así es que ustedes deben llegar a ser amor para que se puedan fundir en él. Él es belleza, así que sean belleza; entonces podrán ser uno con él. Él es compasión, sean compasivos. El agua se mezcla fácilmente con el agua, no con el aceite. El aceite sólo se mezcla con el aceite.
Dios es dulzura, sus palabras son dulces, su mirada es dulce, su sonido es dulce, Él es más dulce que la dulzura misma. Pero cuando su lengua se llena de maldad, Él será amargo. Curen la maldad cultivando el amor hacia todos. No hay necesidad de refugiarse en el bosque o en la soledad. No pueden evadir la actividad, tienen que vivir de acuerdo con la línea de vida que llevan, no pueden llevar una vida de renunciación por la euforia del momento, se requieren años de preparación.
Una vez, un monje vio a Arjuna caminando despreocupadamente por el bosque, buscando algo. El monje le preguntó por qué lo hacía, y Arjuna le contestó: "Estoy buscando raíces y tubérculos comestibles, ya que mi hermano tiene la certeza de ser invitado a una partida de dados tan pronto como termine su exilio, y como está seguro de apostarnos una vez más y perder, estamos destinados a otro largo periodo en el bosque; así que mejor me voy acostumbrando a la comida escasa y santamente sátvica". Entonces el monje le dijo: "No, tú eres un guerrero, nacido y criado para combatir el mal, ¿cómo puedes desechar toda esa tendencia en '; aras de la dedicación? ¿Por qué llevar una vida de renunciante para descubrir que tu verdadero corazón es Madhava? Es Dios quien te mueve, quien te previene, quien te dirige. Un minuto de meditación debe convencerte de esta verdad".
Sepan que no son sino instrumentos, ¿están preparados? Todo es su voluntad, su plan. Sathatham yoginah (siempre yoguis). Sean pacientes, serenos, inafectados por la buena o mala fortuna, ya que sólo son una marioneta que se mueve y se contorsiona de acuerdo con los movimientos de las cuerdas que él efectúa. Sean complacientes en las palabras y en los modales, no profieran injurias o insultos contra otros ni se dejen afectar por la adversidad o por la crítica. Alégrense de que todos y todo es ordenado por Dios. Es su juego, su pasatiempo. Muéstrense dispuestos a dar consuelo y valor, ansíen ser útiles. Esperen la oportunidad; atrapen la oportunidad de expandirse a través de la compasión, para ensanchar el horizonte de amor mediante la comprensión y la oración. No permanezcan distantes diciendo: "Mi Dios es diferente al tuyo", o "Mi Dios es opuesto al tuyo°. Esto nunca es así. Paramatma, el nombre de Dios, no significa un Dios extraño sino un Dios supremo. ¿Quién puede garantizar lo correcto de la fotografía que ahora adoran como Rama o Krishna? El poeta escribió y el pintor delineó, pero ambos se basaron en su imaginación y no en la verdadera visión de un hecho. Un pastor escuchó el discurso de un brahmín acerca de Dios que lo describía como un ser azul oscuro con forma humana, montado sobre un águila blanca. El pastor hizo oración por muchos días, sin probar alimento ni bebida, para que Dios descendiera a su tienda y compartiera con él su alimento. Finalmente, al décimo día, cuando amenazó con matarse (ya que estaba muy desesperado), Dios vino en la forma de un anciano y le pidió alimento. El anciano declaró que él era Dios, pero el pastor no aceptaba esa imagen. No veía la forma azul oscura ni el águila blanca. Se negaba a compartir su alimento con él a no ser que el brahmín certificara que el visitante era realmente Dios. Llevaron al brahmín, pero, ¿qué podía decir él? Sólo había explicado los libros escritos por gente igualmente ciega y con imágenes pintadas por artistas igualmente imaginativos. ¿Quién puede establecer los límites de la libertad de Dios para asumir cualquier forma que Él elija o la forma que a sus devotos les guste? Para el pastor, Dios era válido, vital y muy cercano; para el brahmín que explicaba los libros, era un misterio, una posibilidad distante y una imagen fantasiosa.
Convénzanse de que Dios puede aparecer en cualquier forma, y lo hará, ya que todas las formas son de Él. No se nieguen a reconocer a la Divinidad en la forma que no les guste o no acepten. Puede aparecer como un zorro o un perro, o como un mendigo... Cuando llamen a Dios, no importa en qué forma aparezca, trátenla como a Dios. Totapuri enseñó a Ramakrishna que la madre Kali era Visvaswarupini, la forma omnímoda de la energía sin forma que llena el universo, y no la imagen de ocho brazos que es adorada en el templo de Dakshinesvar, la forma que aparecía entre sus cejas cuando él trataba de sumergirse en sí mismo y descubrir la unidad detrás de todos, la manifestación múltiple. Ella era el Uno sin segundo, sin nombre, forma o cuerpo, sexo o edad; más allá del espacio, de lo causal. Ella era todas las formas y, por lo tanto, sin forma, ella era todos los atributos y, por lo tanto, más allá de los que posee. Ella era Saguna así como Nirguna, siendo el Nirguna la base sobre la que Saguna fue concebido. Dividimos el Uno en dos, y jugamos el juego de la dualidad, ubicando una parte como la que da y la otra como la que recibe, una como la que ve y la otra como lo visto, una como sujeto y la otra como objeto. Decimos: todo es Brahman (Sarvam Brahma Mayam), como si hubiera un todo identificable con algo más, llamado Brahman. Sarvamy Brahman son Uno, no dos. Por eso decimos advaita, no dos, en lugar de la apariencia de dos. En el sueño profundo, son uno consigo mismos, aunque en ese tiempo no tienen conciencia (chit) ni experimentan bienaventuranza (ananda). El darse cuenta de que no son dos sino Uno, les otorgará la conciencia y la bienaventuranza.
Para ganar la conciencia de la no dualidad, el único camino es el camino del amor. Prema (amor) significa seva (servicio), que significa sadhana, que es expansión, el alcanzar el mismo horizonte de ser y llegar a ser, hasta que todo es Ser. El amor debe crecer en cada momento de sadhana, debe endulzar cada palabra, acto y pensamiento. Surjan de la meditación como personas llenas de amor, salgan de bhajans (cantos devocionales) con una mayor medida de amor, regresen de nagarasankirtan con la más firme convicción de que todo está lleno de la misma Divinidad que está detrás de todas sus actividades. Encuentro que todos éstos actualmente han llegado a ser simples procedimientos rutinarios, horarios, asistencias y reportes. El júbilo, la exaltación y el entusiasmo están ausentes. Los cantos comienzan como un gemido, no tienen fuerza ni alegría. La canción "Oh Bhagavan" es muy débil y poco vibrante para comenzar los bhajans. No ponen nada de espíritu en ella y así suena hueca al oído. No empiecen con ella a partir del día de hoy; en su lugar, comiencen con una vigorosa canción a Ganesha.
También incluyan el canto del Arathi por la mañana y por la tarde, el Jai Jagadish Haré, y olviden el Pavana Purusha, que es una canción kannada muy mutilada, que ha perdido gran parte de su significado y atractivo como resultado de las múltiples enmiendas hechas por la influencia de otras lenguas. Cuando cantan sin la emoción del éxtasis no obtengo ninguna alegría, tampoco el Yo, que reside en cada uno de ustedes, la obtiene.
Los bhajans deben proporcionar bondad, amor, éxtasis; deben limpiar la atmósfera contaminada e invitar a todos a compartir la alegría y la paz. El nagarasankirtan debe ser inspirador, irradiando devoción y amor. La bienaventuranza que me proporcionan los bhajans no la obtengo de ninguna otra fuente. Ésa es la razón por la que hago énfasis en esos puntos. Sean sinceros, sientan en sus corazones lo que está cantando su voz. La modulación se expresará a través del ritmo y la melodía que desee. No necesitan preocuparse porque éstos sean perfectos. Cuando Rama los incita a cantar, el ritmo y la melodía no pueden ser incorrectos. Rama es la letra, Rama es la inspiración y la palabra, Rama es el pensamiento, Rama es el estilo, Rama es la composición. Entonces, ¿cómo puede haber lugar para el error?
Llenen cada momento con energía, entusiasmo y esfuerzo. Las epopeyas les enseñan cómo triunfar en esto. El Mahabharata describe cómo, cuando cada uno de los cien Kauravas murió, el hermano mayor, Duryodhana, fue retado por Bhima a enfrentarse en duelo, y cuando por fin aquél cayó al piso, Bhima pateó su cabeza para injuriarlo además de haberlo herido. El orgullo de Duryodhana fue herido, un guerrero como él no podía recibir tal ofensa. Él replicaba aun cuando estaba muriendo: "No exaltes el hecho de que has hecho un gran acto heroico pisoteando mi cabeza. En unos segundos, los perros y los buitres estarán haciendo lo mismo. No es necesario que un héroe ponga su pie en un hombre moribundo. ¡Cobarde, no te atreverías a hacer esto si me fuera posible defenderme!" Ese tipo de conciencia de las propias potencialidades y la rápida respuesta a todos los hechos debe estar presente en ustedes también. El heroísmo brotó de sus labios aun en los últimos minutos, cuando estaba muriendo.
Hoy es el primer día del mes de Sravan. Sravan es un mes en el que los estudios védicos se consideran muy fructíferos, ya que los Vedas son sruti (lo escuchado), que llega al hombre a través de sravana (el escuchar al gurú). Sravana es el primer escalón del progreso espiritual. Así, es un buen día para iniciar el estudio y práctica espirituales. Sravana conduce finalmente al Atmanivedana, el ir de lo individual a lo universal. Les otorgo mi bendición para que puedan alcanzar esa meta.
Sai Baba
La mente incita al hombre a buscar la felicidad y a evitar la miseria, crea la distinción y frustra la actividad; empuja hacia adelante y hacia atrás, llevándolo de un lado a otro, durante toda su vida. La idea de felicidad, que frecuentemente es sólo otra forma de comodidad, sólo surge en la mente y se concretiza como objetos formados por las manos y el cerebro del hombre, como el aeroplano, el radio y la bomba que devasta y deleita la mente llena de odio. Ideas, deseos, anhelos, se concretizan, y así, el mundo es sólo un producto de la mente. De hecho, el universo es en sí mismo la manifestación de la mente divina, que así lo quiso; Ekoham bahusyam (¡Yo soy uno, me convertiré en muchos!). Y el universo surgió en la mente de Dios, brotó y se expandió allí, y desde entonces la mente llegó a ser potente y satura todo. Para cada uno de ustedes, es la mente la que colorea al mundo. Si es pura, el universo es agradable; si es sucia, el universo está lleno de peligro. Los sabios de Bharat nos legaron una serie de ejercicios y disciplinas, con el propósito de purificar la mente para que se alejara de los sentidos y se encaminara al intelecto. Están incluidos en el camino más amplio de la meditación.
De acuerdo con muchos exponentes, meditar es estar en determinada posición por algunos minutos, controlar la respiración y fijar la atención en sólo una imagen o ideal excluyendo todo lo demás. Durante esto, la gente siente una especie de exaltación, experimenta alegría y paz; pero cuando este periodo termina, reinciden en la cotidiana rutina de escándalo, envidia, antagonismo y temor. Así, la meditación se ha puesto de moda, se ha convertido en capricho, rutina, pasatiempo, droga o tónico, en lugar del verdadero sustento del espíritu.
La meditación no debe hacerse sólo a determinadas horas del día; debe ser un proceso continuo, que llene la personalidad de dulzura divina. La mente debe desechar toda amargura y llenarse con el néctar del amor universal. El amor les debe revelar que e individuo es solamente Deva (dios) vestido con ese traje. Ustedes tampoco son la vestimenta que han venido usando, sino lo eterno sin cuerpo, lo Divino. Los límites de tiempo y espacio que lo: hacen afirmar que han nacido en determinado año y que el lugar en donde nacieron es un punto en el mapa, son también artificiales, temporales e incidentales; no son fundamentales.
Los deseos que la mente genera sin cesar son como dígitos sumados al infinito y que cada vez aumentan más la cuenta. Cuando ustedes están en el torbellino del deseo, no se pueden convertir en Rama. El estudio de las escrituras sagradas, el consejo de los santos, la compañía de los sabios, son estériles si ustedes no los transforman en conciencia y bienaventuranza. Vacíen la mente en el molde de Dios, su gloria, su majestuosidad, su belleza. De ser un grillete que encadena, la mente se convierte en un instrumento de liberación.
Cuando vienen a mí llenos de deseos, suplicando por regalos y deseos materiales, se enfrentan al riesgo de perder la fe y sus amarras, ya que esa fe es frágil. Desarrollen el amor que no espera nada a cambio, construyan la fe sobre esas bases. Así se salvarán de la dualidad de entusiasmo y desesperación. El camino del amor no conoce altas y bajas, es suave y plano, firme y seguro, los conduce al trono del Rey de Reyes, instalado en su corazón. Nada puede demorar su viaje u oponer obstáculos.
¿Deseos? ¿Cuál es su naturaleza? Cuando un gato mata a su lorito, se enfurecen; cuando mata un ratón, se complacen. Aunque el comportamiento del gato es el mismo, desaprueban uno y se complacen con otro, como resultado de sus apegos. Los deseos son determinados por prejuicios y caprichos personales. También satisfacen cuando se realizan y, a menudo, son necesidades momentáneas y anhelos de satisfacción inmediata. Después de haber comido, los alimentos se vuelven indeseables si no es que hasta repugnantes; una vez satisfecho, el objeto del deseo se vuelve indeseable. La mente tiene dos actitudes: la de comunidad y la de unidad. Llevados por la idea de comunidad, se unen a unos y se alejan de otros. Esta actitud no puede ganar la gracia del Uno. Aquel que ve la unidad, gana la gracia y una chispa de ésta destruye el incendio que causa la fama y la culpa, la alegría y la tristeza que el mundo acumula en la cabeza. No se preocupen por tribulaciones y bagatelas temporales. No exageren los inconvenientes que les causan; sobrellévenlos con valor y una sonrisa. Anhelen el más alto ideal, cacen al tigre real, no a la sucia zorra. Aunque fallen en atrapar al tigre, hay grandeza en la persecución. En el caso de la zorra, ¿qué mérito hay en traer su cadáver a casa? ¿Por qué ser tan considerados con el cuerpo, demasiado interesados en la salud, tan preocupados por las posesiones materiales? Preocúpense por adquirir como sustento la encarnación de la verdad, ansíen ganar el estado de inmortalidad, luchen por la verdad eterna, aunque la victoria sea distante y difícil.
En todas partes tienen la invitación y la oportunidad para conocer esa verdad. El camino hacia la gloria está abierto en todas partes. Abran sus ojos y sean testigos de su compasión, su grandiosidad, su belleza, dispersas ante ustedes; sentados en meditación por tres horas, no serán capaces de concentrarse en estos atributos ni por tres segundos. Lo que obtienen es dolor de espalda y tienen que cambiar de postura una docena de veces en una hora. Pero ante ustedes, arriba de ustedes, en el cielo, bajo sus pies, la creación del Todopoderoso los invita a adorar su obra.
¿Por qué gastar tanto tiempo tratando de lograr el control de la mente? Practiquen otro sadhana; el sadhana de apreciar lo divino a su alrededor. Crean que el Alma dentro de ustedes es la misma Alma que activa a todo el mundo haciéndolo vivir y amar, gemir y pedir. La meditación no es un asunto de responsabilidad limitada; no hay límites para participar en ella; es un esfuerzo de tiempo completo. Dedíquense por completo a ella, y obtendrán una buena cosecha a cambio. Tomarán conciencia de que son un templo de Dios, que sus extremidades son recipientes sagrados, dedicados al servicio; que sus actos son los frutos, sus pensamientos, las flores, sus palabras, música con que la adoración se consuma en cada momento. Ofrézcanse como el corazón de fe. Entonces, no importa con quién tengan contacto, brillará ante ustedes como Dios mismo.
Las palabras social, cultural, espiritual, moral, indican sólo facetas de esta visión. Servicio o conciencia social no es más que la expresión de la Omnipresencia Divina en todos los miembros de la comunidad humana. ¿Qué es cultura sino el cultivo de la mente para obtener la cosecha? El espíritu, cuando florece, encuentra espíritus similares en todas partes. Y para la moralidad, su más elevada expresión es la verdad, y la verdad es unidad.
Cuando ustedes hablan, ven o piensan, ¿son los órganos lengua, ojos, cerebro los que hablan, miran y juzgan y deciden? Es la Inteligencia única, el Uno que, como una corriente subterránea, trabaja en y a través de todos los hombres y cosas: Dios. Cuando están ustedes inmersos en el canto devocional, noten que es el Uno el que los está impulsando. Su lengua pronuncia las palabras en el tono establecido, sus palmas marcan el ritmo, lento o rápido, su cabeza se balancea al unísono de los sentimientos que el corazón expresa, su mente rebosa bienaventuranza ante la magnificencia de las imágenes que la canción evoca. Así también, un danzante une armonía y melodía en cada gesto y movimiento de músculos y extremidades, pero todos los actos se originan en una fuente común, Dios, quien reside en el corazón como su regente. Cuando él es ignorado, olvidado o negado, no hay alegría para ustedes ni para otros a través de ustedes; son ustedes tamásicos, indolentes, necios; o rajásicos, pasionales, fanáticos, pero no sátvicos, puros, equilibrados, serenos.
Dios es todo; es todas las formas, todos los nombres; no hay un lugar donde no esté ni un momento en que no sea. Hasta el diablo indica en su nombre su afinidad, pues comparte una sílaba con el Nombre Divino. El trueno es el mensaje de Dios; la lluvia es su gracia. No dejen pasar ni un segundo sin estar conscientes de su presencia; no dejen pasar ni un acontecimiento sin recordar que Él es el artífice. Ustedes tienen una estatua o un retrato en el cuarto que reservan en su casa para Dios, encienden una lámpara delante de Él y dicen: "Encendí el fuego". Pero, ¿fueron realmente ustedes? ¿Quién proporciona el aceite, la mecha, la lámpara y la propiedad de que todos juntos produzcan una llama? ¿Quién los mueve a ustedes a reverenciar la imagen de ese modo? ¿Quién puso la lámpara, encendió el fuego y se postró delante de la imagen? Dios; todo lo hizo Dios, Dios. No hay nada más, ninguna otra cosa para el hombre que conoce y siente.
Esta mañana, cuando lo llamé y le di la oportunidad de hablarme, alguien me dijo: "Baba, el mundo está olvidando rápidamente la fuerza del Nombre de Dios. La gente no lo tiene en la lengua, no se sustenta en su dulzura y santidad. Bendíceme y bendice el plan que tengo para hacer que siempre estén conscientes del tesoro que se están perdiendo. Me propongo imprimir carteles, en colores brillantes, con el nombre de Rama y pegarlos en todas las paredes disponibles, columnas y puntos estratégicos para que el ojo pueda advertir y despertar a la mente del hombre". Le dije que sus carteles serían opacados por los anuncios de películas obscenas y que pronto tendrían tachaduras y rayones de odio. "No vale la pena, le dije . Pega el cartel en tu corazón", le aconsejé. Refórmense, vivan en la conciencia de Rama y el mensaje del dharma que él vivió durante su existencia humana. Ésa es suficiente propaganda, suficiente sugerencia. Es lo mejor que pueden hacer para promover la lealtad al Nombre, le dije. Así, la gente sabrá cómo los ha transformado a ustedes en individuos más alegres y pacíficos, y se preguntará qué lo hizo posible. Si se dan cuenta cómo, empezarán a reverenciar el Nombre como lo hacen ustedes. No se aten a símbolos de piedra o metal, elévense a etapas más altas de realización. No se enreden en rituales y ceremonias.
Cuando salgo de Prashanti Nilayam, rompen cocos enfrente del auto y hacen Arathi (ofrenda del fuego), algunos colocan flores a mis pies o se postran ante mí, se golpean las mejillas o se arrodillan tirándose las orejas con ambas manos en actitud de arrepentimiento y penitencia. La mayoría son formalidades hipócritas y gesticulaciones huecas. Sean sinceros, tengan genuino arrepentimiento en el corazón y no repitan los errores. Desde luego, el verme y tocarme tienen sus consecuencias espirituales, pero deben ser otorgados por mí, no hechos cuando yo no les doy la bienvenida. Ahora se apresuran para tener la oportunidad de tocar mis pies, pero es para satisfacción de su ego, porque otros no lo pueden hacer.
El ego juega todo tipo de trucos con el objeto de obtener placer profano. Durante la construcción del puente hacia Lanka para que el ejército pudiera pasar, Hanumán lanzó una piedra al mar, como parte del puente, y ésta flotó; Rama lanzó otra y se hundió; el ego de Hanumán naturalmente quedó halagado, y se rió sarcásticamente en el mismo momento en que la piedra se hundió. Y la piedra que Rama lanzó se levantó del fondo del mar y flotó. El ego de Hanumán fue reducido a la nada. Ése fue el propósito por el que Rama deseó que su piedra se hundiera.
Anhelen llenar su corazón de El, no de ustedes; sus anhelos se calentarán tanto que se llamarán tapas (calor). ¡Conviértanse en intenso calor! Ahora son sólo tibios anhelos, una actividad superficial. Examinen cuánto han llenado su corazón con El. Midan cuán alto han llegado con la vara de la virtud, serenidad, fortaleza y ecuanimidad. Actualmente se convierten en presa fácil de la lujuria, ira, maldad, envidia y el resto de esa horda de mal, ya que la atmósfera de su corazón está contaminada con los humos del ego. El conocimiento derivado a través de la mente utilizando los sentidos, siempre es incompleto, confuso, pero el conocimiento que es adquirido por medio del intelecto iluminado por el Alma, es liberador y revelador de la verdad. El primero se llama manojñana y el segundo, Atmajñana.
Manojñana indica que ustedes son distintos de otros, que Dios está en Kailasa, Tirupati, Kasi o Prashanti Nilayam, que el Dios de Kailasa, Kasi o Prashanti Nilayam es diferente. Pero nombres, formas y templos son sólo la etapa de jardín de niños.
Ustedes dibujan en el pizarrón una cabeza, una red o una ola y abajo escriben las palabras cabeza, red u ola para que los niños aprendan las letras más rápido al pronunciar el nombre del objeto que las palabras representan. Una vez que se aprenden las palabras, se puede prescindir de los dibujos. El kshara (dibujo temporal) se puede eliminar cuando se aprende Akshara (las letras permanentes). El dibujo es sólo un auxiliar. Lo pasajero es sólo una representación de la verdad que refleja.
Kshara puede ser borrado del pizarrón; en cambio, Akshara queda fijo en la mente. La estructura de ladrillo y cemento donde se ha puesto a Dios, puede ser eliminada del pizarrón de la mente una vez que se ha experimentado la presencia de Dios. Cuando ustedes han cambiado su cuarto de oración en su casa, no significa que también Dios ha cambiado de una habitación a otra, que Él ya no está donde estaba. Él no es un mueble que puedan cambiar de aquí para allá. Él está aquí, allá, en todas partes, adentro, afuera, arriba, abajo, alrededor. Alojen todas las formas de Dios en su corazón, no excluyan unas y den la bienvenida a otras; toleren a aquellos que lo adoran en otra forma y con otro nombre y lo aclaman en otro lenguaje.
Una vez hubo un fuerte aguacero en un poblado. Un monje solitario fue tomado por sorpresa y corrió a buscar dónde protegerse de la fuerte lluvia y del viento frío. Encontró un pedazo de piso seco en la terraza de una casa en la que los dueños dormían a puerta cerrada. Siendo un yogui libre de preocupaciones, rápidamente se durmió y se perdió en sí mismo. Muy pronto, otro desamparado que también buscaba refugio, llegó a la terraza y entró a ella. El yogui despertó, y encontrando a otro que necesitaba el espácio, se levantó y le dijo: "Si nos sentamos, hay suficiente espacio para los dos, acércate y sentémonos para pasar la noche". A los pocos minutos, otro desesperado hombre llegó y tuvo que ser acomodado. Los dos que ya estaban allí tuvieron que acordar que había suficiente lugar para los tres, siempre y cuando quedaran de pie, y así, los tres decidieron esperar de pie el amanecer. Ése es el espíritu de tolerancia hacia sus hermanos en desgracia que tiene que ser cultivado por los hijos de Dios. Dios es amor, así es que ustedes deben llegar a ser amor para que se puedan fundir en él. Él es belleza, así que sean belleza; entonces podrán ser uno con él. Él es compasión, sean compasivos. El agua se mezcla fácilmente con el agua, no con el aceite. El aceite sólo se mezcla con el aceite.
Dios es dulzura, sus palabras son dulces, su mirada es dulce, su sonido es dulce, Él es más dulce que la dulzura misma. Pero cuando su lengua se llena de maldad, Él será amargo. Curen la maldad cultivando el amor hacia todos. No hay necesidad de refugiarse en el bosque o en la soledad. No pueden evadir la actividad, tienen que vivir de acuerdo con la línea de vida que llevan, no pueden llevar una vida de renunciación por la euforia del momento, se requieren años de preparación.
Una vez, un monje vio a Arjuna caminando despreocupadamente por el bosque, buscando algo. El monje le preguntó por qué lo hacía, y Arjuna le contestó: "Estoy buscando raíces y tubérculos comestibles, ya que mi hermano tiene la certeza de ser invitado a una partida de dados tan pronto como termine su exilio, y como está seguro de apostarnos una vez más y perder, estamos destinados a otro largo periodo en el bosque; así que mejor me voy acostumbrando a la comida escasa y santamente sátvica". Entonces el monje le dijo: "No, tú eres un guerrero, nacido y criado para combatir el mal, ¿cómo puedes desechar toda esa tendencia en '; aras de la dedicación? ¿Por qué llevar una vida de renunciante para descubrir que tu verdadero corazón es Madhava? Es Dios quien te mueve, quien te previene, quien te dirige. Un minuto de meditación debe convencerte de esta verdad".
Sepan que no son sino instrumentos, ¿están preparados? Todo es su voluntad, su plan. Sathatham yoginah (siempre yoguis). Sean pacientes, serenos, inafectados por la buena o mala fortuna, ya que sólo son una marioneta que se mueve y se contorsiona de acuerdo con los movimientos de las cuerdas que él efectúa. Sean complacientes en las palabras y en los modales, no profieran injurias o insultos contra otros ni se dejen afectar por la adversidad o por la crítica. Alégrense de que todos y todo es ordenado por Dios. Es su juego, su pasatiempo. Muéstrense dispuestos a dar consuelo y valor, ansíen ser útiles. Esperen la oportunidad; atrapen la oportunidad de expandirse a través de la compasión, para ensanchar el horizonte de amor mediante la comprensión y la oración. No permanezcan distantes diciendo: "Mi Dios es diferente al tuyo", o "Mi Dios es opuesto al tuyo°. Esto nunca es así. Paramatma, el nombre de Dios, no significa un Dios extraño sino un Dios supremo. ¿Quién puede garantizar lo correcto de la fotografía que ahora adoran como Rama o Krishna? El poeta escribió y el pintor delineó, pero ambos se basaron en su imaginación y no en la verdadera visión de un hecho. Un pastor escuchó el discurso de un brahmín acerca de Dios que lo describía como un ser azul oscuro con forma humana, montado sobre un águila blanca. El pastor hizo oración por muchos días, sin probar alimento ni bebida, para que Dios descendiera a su tienda y compartiera con él su alimento. Finalmente, al décimo día, cuando amenazó con matarse (ya que estaba muy desesperado), Dios vino en la forma de un anciano y le pidió alimento. El anciano declaró que él era Dios, pero el pastor no aceptaba esa imagen. No veía la forma azul oscura ni el águila blanca. Se negaba a compartir su alimento con él a no ser que el brahmín certificara que el visitante era realmente Dios. Llevaron al brahmín, pero, ¿qué podía decir él? Sólo había explicado los libros escritos por gente igualmente ciega y con imágenes pintadas por artistas igualmente imaginativos. ¿Quién puede establecer los límites de la libertad de Dios para asumir cualquier forma que Él elija o la forma que a sus devotos les guste? Para el pastor, Dios era válido, vital y muy cercano; para el brahmín que explicaba los libros, era un misterio, una posibilidad distante y una imagen fantasiosa.
Convénzanse de que Dios puede aparecer en cualquier forma, y lo hará, ya que todas las formas son de Él. No se nieguen a reconocer a la Divinidad en la forma que no les guste o no acepten. Puede aparecer como un zorro o un perro, o como un mendigo... Cuando llamen a Dios, no importa en qué forma aparezca, trátenla como a Dios. Totapuri enseñó a Ramakrishna que la madre Kali era Visvaswarupini, la forma omnímoda de la energía sin forma que llena el universo, y no la imagen de ocho brazos que es adorada en el templo de Dakshinesvar, la forma que aparecía entre sus cejas cuando él trataba de sumergirse en sí mismo y descubrir la unidad detrás de todos, la manifestación múltiple. Ella era el Uno sin segundo, sin nombre, forma o cuerpo, sexo o edad; más allá del espacio, de lo causal. Ella era todas las formas y, por lo tanto, sin forma, ella era todos los atributos y, por lo tanto, más allá de los que posee. Ella era Saguna así como Nirguna, siendo el Nirguna la base sobre la que Saguna fue concebido. Dividimos el Uno en dos, y jugamos el juego de la dualidad, ubicando una parte como la que da y la otra como la que recibe, una como la que ve y la otra como lo visto, una como sujeto y la otra como objeto. Decimos: todo es Brahman (Sarvam Brahma Mayam), como si hubiera un todo identificable con algo más, llamado Brahman. Sarvamy Brahman son Uno, no dos. Por eso decimos advaita, no dos, en lugar de la apariencia de dos. En el sueño profundo, son uno consigo mismos, aunque en ese tiempo no tienen conciencia (chit) ni experimentan bienaventuranza (ananda). El darse cuenta de que no son dos sino Uno, les otorgará la conciencia y la bienaventuranza.
Para ganar la conciencia de la no dualidad, el único camino es el camino del amor. Prema (amor) significa seva (servicio), que significa sadhana, que es expansión, el alcanzar el mismo horizonte de ser y llegar a ser, hasta que todo es Ser. El amor debe crecer en cada momento de sadhana, debe endulzar cada palabra, acto y pensamiento. Surjan de la meditación como personas llenas de amor, salgan de bhajans (cantos devocionales) con una mayor medida de amor, regresen de nagarasankirtan con la más firme convicción de que todo está lleno de la misma Divinidad que está detrás de todas sus actividades. Encuentro que todos éstos actualmente han llegado a ser simples procedimientos rutinarios, horarios, asistencias y reportes. El júbilo, la exaltación y el entusiasmo están ausentes. Los cantos comienzan como un gemido, no tienen fuerza ni alegría. La canción "Oh Bhagavan" es muy débil y poco vibrante para comenzar los bhajans. No ponen nada de espíritu en ella y así suena hueca al oído. No empiecen con ella a partir del día de hoy; en su lugar, comiencen con una vigorosa canción a Ganesha.
También incluyan el canto del Arathi por la mañana y por la tarde, el Jai Jagadish Haré, y olviden el Pavana Purusha, que es una canción kannada muy mutilada, que ha perdido gran parte de su significado y atractivo como resultado de las múltiples enmiendas hechas por la influencia de otras lenguas. Cuando cantan sin la emoción del éxtasis no obtengo ninguna alegría, tampoco el Yo, que reside en cada uno de ustedes, la obtiene.
Los bhajans deben proporcionar bondad, amor, éxtasis; deben limpiar la atmósfera contaminada e invitar a todos a compartir la alegría y la paz. El nagarasankirtan debe ser inspirador, irradiando devoción y amor. La bienaventuranza que me proporcionan los bhajans no la obtengo de ninguna otra fuente. Ésa es la razón por la que hago énfasis en esos puntos. Sean sinceros, sientan en sus corazones lo que está cantando su voz. La modulación se expresará a través del ritmo y la melodía que desee. No necesitan preocuparse porque éstos sean perfectos. Cuando Rama los incita a cantar, el ritmo y la melodía no pueden ser incorrectos. Rama es la letra, Rama es la inspiración y la palabra, Rama es el pensamiento, Rama es el estilo, Rama es la composición. Entonces, ¿cómo puede haber lugar para el error?
Llenen cada momento con energía, entusiasmo y esfuerzo. Las epopeyas les enseñan cómo triunfar en esto. El Mahabharata describe cómo, cuando cada uno de los cien Kauravas murió, el hermano mayor, Duryodhana, fue retado por Bhima a enfrentarse en duelo, y cuando por fin aquél cayó al piso, Bhima pateó su cabeza para injuriarlo además de haberlo herido. El orgullo de Duryodhana fue herido, un guerrero como él no podía recibir tal ofensa. Él replicaba aun cuando estaba muriendo: "No exaltes el hecho de que has hecho un gran acto heroico pisoteando mi cabeza. En unos segundos, los perros y los buitres estarán haciendo lo mismo. No es necesario que un héroe ponga su pie en un hombre moribundo. ¡Cobarde, no te atreverías a hacer esto si me fuera posible defenderme!" Ese tipo de conciencia de las propias potencialidades y la rápida respuesta a todos los hechos debe estar presente en ustedes también. El heroísmo brotó de sus labios aun en los últimos minutos, cuando estaba muriendo.
Hoy es el primer día del mes de Sravan. Sravan es un mes en el que los estudios védicos se consideran muy fructíferos, ya que los Vedas son sruti (lo escuchado), que llega al hombre a través de sravana (el escuchar al gurú). Sravana es el primer escalón del progreso espiritual. Así, es un buen día para iniciar el estudio y práctica espirituales. Sravana conduce finalmente al Atmanivedana, el ir de lo individual a lo universal. Les otorgo mi bendición para que puedan alcanzar esa meta.
Sai Baba
Prashanti Nilayam 23 VII 71
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