Photobucket

¨Donde quieras que vayas, no importa, donde vayas cumple siempre con tu deber…y sabe que yo siempre estaré allí, dentro de ti guiándote en cada paso del camino.
En los años por venir me experimentarán en muchas manifestaciones diferentes de mi forma.
Tú eres yo mismo, más que amado para mí.
Te protegeré como los parpados protegen a los ojos. Tú ya me tienes, así como yo te tengo a ti. Nunca te abandonaré y tú nunca podrás abandonarme.
De ahora en adelante, no desees ni anheles nada desempeña tu deber con un amor invariable, viendo a todos como a Dios.
Sé paciente a su debido tiempo, todo te será dado.
Sé Feliz, no hay necesidad de preocuparse por nada sea lo que fuere que se experimente, sea lo que fuera que suceda, sabe que este avatar así lo quiso.
No existe poder en el mundo que pueda demorar ni por un instante la misión para la cual este avatar ha venido.
Todos Ustedes son almas sagradas y tienen asignado el papel que habrán de desempeñar en el drama de La Nueva Edad de Oro que vendrá…¨.



"BHAGAVAN SRI SATHYA SAI BABA" .



domingo, 1 de junio de 2008

"LA VIDA ESPIRITUAL ES DHARMA"

Cuando el individuo cambie, el mundo cambiará. Esta transformación debe ocurrir primero en la mente del hombre. La mente es tanto la causa de la atadura como de la liberación.

Pensamientos correctos se transforman en acciones correctas. Adherir y practicar el dharma como servicio (seva) y como amor (prema) vuelve al hombre Dios.


Naturalmente, siempre hablo del dharma, pues he venido para restablecerlo. No tengo ningún otro trabajo aquí. Doy lo que es dulce bebida para el ignorante y néctar para el iluminado. Del hecho de que todos los Avatares que ustedes conocen hayan nacido en la India no pueden inferir que el dharma esté declinando sólo aquí. El avatar debe tomar forma en el lugar donde se originó el dharma y donde todavía éste se estudia y valora. El resto del mundo no son sino ramas de este árbol. Para Mí no hay país nativo ni país extraño. Toda la humanidad debe ser reconducida por el camino del dharma. Los Vedas no son atribuibles a la destreza humana, ningún ser humano los compuso. El Veda personificado no es atribuible a país alguno en particular. Los Vedas emanan de cualquier lugar donde se anhele por ellos. Todas las religiones y todos los dharmas sólo son proliferaciones de verdades védicas.

La naturaleza humana tiene que ser disciplinada, controlada y guiada por ciertos cauces; de otro modo, al igual que el río Ganges en crecida, traerá desastres a millones de seres que permanecen tranquilos por considerar esa crecida inofensiva. El ansia por obtener ganancia inmediata debe ser curada; la ganancia a largo plazo puede ser más duradera y más sana.

Los beneficios para el individuo han de ser abandonados en favor del provecho para el grupo, el pueblo, el país o toda la humanidad. Las ideas, principios, leyes, costumbres, códigos, hábitos, acciones; todo ha de ser juzgado de acuerdo a los puntos gemelos de la intención y la consecuencia.

¿Es pura la intención? ¿Nace del amor? ¿Está basada en la verdad? ¿Da paz como resultado? Si las respuestas son afirmativas, el dharma estará envuelto en esa acción o ley, costumbre o conducta. La intención y las consecuencias son los dos bordes que lo hacen guiar a uno correctamente. En realidad, son las reglas y restricciones las que dan encanto al juego de la vida. Si en el fútbol cualquier jugador pudiera hacer lo que quisiera con la pelota y no hubiera regla de golpe sucio, fuera, posición adelantada, ni gol, ni tiro, ni sanción, sería sólo un juego sin significado, insuficiente para producir algún placer.

Bien, ¿cómo determinar en cualquier caso particular qué es dhármico, qué no lo es? Les daré algunos principios de los que se pueden valer en tales ocasiones. Lo que no inflinge dolor ni a ustedes ni a los demás es bueno, es dhármico. Por eso actúen de manera que ustedes obtengan alegría y que otros también la logren. O bien, sigan otra norma para sus acciones: hagan que la mente, la palabra y el cuerpo estén en armonía. Esto es, actúen de acuerdo con lo que dicen, hablen conforme a lo que sienten, no traicionen su conciencia, no cubran sus pensamientos con un velo de falsedad, no repriman su conciencia avasallándola y emprendiendo acciones que ella reprueba. Ese es el modo dhármico de vivir. El hacer más y más frecuentemente lo correcto lo vuelve más y más fácil y el hábito se convierte en conciencia. Una vez establecidos en la conducta recta, seguirán de modo automático por la vía recta. Lo que hacen depende de lo que son, lo que son depende de lo que hacen. Una cosa y otra son interdependientes en gran medida.

"La vida debe vivirse a lo largo del canal trazado por los diques que aminoran la fuerza de las violentas corrientes y la dirigen hacia campos útiles. No hay progreso sin reglas ni restricciones. Benditos aquellos que obedecen los preceptos, pues ellos serán recompensados".
Sai Baba

El siguiente es otro principio. El deber los adiestra en ser tranquilos, sensatos, seguros, ecuánimes. En tal caso, conocen la naturaleza transitoria del éxito y del fracaso, de la riqueza y de la pobreza, de la alegría y del dolor, de la satisfacción y de la decepción. No se entusiasman ni se desaniman. Están serenos, impasibles. Todo lo que les ayuda a mantener esta estabilidad inconmovible es dharma.

En pocas palabras, la vida sensual es adharma; la vida espiritual es dharma. Este es lo que sostiene, salva y santifica. El hombre nace y recibe un cierto lapso de vida para que pueda adquirir el conocimiento de su identidad con lo ilimitado. Hay diferencias entre los miembros del cuerpo, pero todos pertenecen a él; es tonto imaginar que no están vinculados con el cuerpo. El sol envía un millón de rayos, pero todos le pertenecen, o más bien, el sol se refleja en un millón de vasijas de agua, mas aunque todas son pequeñísimas imágenes del sol, éste es la verdad y los reflejos todos son relativamente irreales.

Una definición común del dharma dice que es la fidelidad a la regla de: "Haz a los demás lo que quieras que te hagan, y no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan". Traten a todos como a ustedes mismos. Esto quiere decir que deben tener fe en ustedes y sólo entonces podrán tenerla en los demás. Han de respetarse a ustedes mismos y respetar a sus prójimos. El egoísmo es la medida del altruismo. La humanidad es una sola comunidad; se hacen daño ustedes y perjudican a todos. Si ayudan a un hombre a pararse derecho, este acto los hace pararse derechos también. El tratamiento que deseen que los otros les den, es la medida de su actitud para con ellos.

Los Vedas y las Upanishads, que forman las secciones del conocimiento y de la adoración del Sanathana Dharma o del deber eterno, son las mejores guías en el sendero del dharma; para la humanidad, para todas las clases, para la familia, para la sociedad, para el grupo profesional y para el individuo.

Los hombres deben considerar de qué sirve la incesante búsqueda de los objetos materiales, olvidándose de Dios. Todo el día al hombre lo persiguen interminables deseos y preocupaciones. Sólo una cultura adecuada puede convertir esos deseos y preocupaciones en acciones llenas de propósito.

Por esta razón los antiguos sabios pusieron ante los bharatiyas las cuatro metas de la existencia humana: dharma o la acción recta, el deber, la virtud; artha o la adquisición de objetos materiales; kama o la satisfacción de los deseos legítimos y moksha o la liberación de la ignorancia fundamental sobre la verdadera identidad.

Hoy la gente ha renunciado a la primera y a la última de esas cuatro grandes metas —dharma y moksha— y está inmersa sólo en la persecución de artha y kama. La adquisición de riquezas y el disfrute de los placeres sensoriales se deben basar en el dharma. La vida entera debe cimentarse en la rectitud; sólo entonces la riqueza adquiere valor real.

"No es fácil comprender los caminos o las maneras que tiene el Señor. Cuando uno no puede comprender las razones de la Divinidad, es mejor mantenerse en silencio y por lo menos refrenarse de caer en malas interpretaciones. Por ello, busquen entender los motivos de Dios y, por medio de la devoción y la adoración, esfuércense por experimentar la Divinidad".
Sai Baba

La vida humana se refiere tanto a la riqueza material como a la espiritual. La combinación de la riqueza material para la vida diaria y la riqueza espiritual para alcanzar la bienaventuranza suprema constituye el sentido y la meta de la vida humana.

Los valores humanos son esenciales para el hombre, son el símbolo de la condición humana. Estos valores se deben manifestar en la vida diaria, sus palabras deben demostrar su santidad, sus acciones deben santificar estos valores.

¡Encarnaciones del Amor!: presten atención a Mis palabras: eliminen la dureza en el habla, la conversación excesiva es dañina, el caminar sin rumbo es un mal hábito. Dejen que su luz brille y vuélvanse lámparas para los demás".

Bhagavan Sri Sathya Sai Baba

(Recopilado de diferentes discursos de "Mensajes de Sathya Sai Vol. 2")

No hay comentarios:


ARCHIVOS DE "RADIO UNIDAD SAI"

DEL PROGRAMA:

¨LA ENCARNACIÓN DIVINA¨