La elefanta adorada de Bhagavan, Sai Gita, quien Lo sirvió por más de medio siglo y quien por décadas fue parte de todas las celebraciones de Prashanti Nilayams, tomó su último respiro el pasado 22 de Mayo de 2007. Fue un final sin dolor y pacífico a una vida totalmente dedicada a Bhagavan, de quien recibió Su amor maternal y gracia divina en abundancia toda su vida. Con su muerte llegó a su fin una saga de incomparable, único y sublime amor entre Bhagavan y Sai Gita, llenando los corazones de miles de devotos con un sentimiento de irreparable pérdida.
Bhagavan llegó a su cobertizo a las 7:30 a.m. del 23 de Mayo de 2007, materializó Vibhuti y lo espolvoreó sobre su cuerpo. Luego, Bhagavan volvió nuevamente a las 10:30 a.m. cuando una grúa fue requisada para poner su cuerpo en una fosa especialmente construida. El cuerpo fue descendido dentro de la fosa entre recitación de Vedas y canto de Bhajans entonados por los estudiantes de la Universidad Sri Sathya Sai. Mientras, Bhagavan permanecía allí por casi dos horas, supervisando los arreglos del entierro, en cual se realizara con todos los honores.
Sai Gita, que fue comunmente vista durante todas las celebraciones en Prasanthi Nilayam durante décadas, llevó una vida totalmente dedicada a Bhagavan.
Sai Gita era una pequeña cría cuando fue traída a Prashanti Nilayam. A pesar de haber perdido a su madre al poco tiempo de nacer, lo que recibió de la Madre Sai fue el amor de miles de madres. Al comienzo, fue alojada en un cobertizo especialmente levantado adjunto al Prasanthi Mandir del lado occidental a la pared, donde Bhagavan podía verla en todo momento desde Su habitación. Pero, a medida que la cantidad de devotos creció, se le hizo otro cobertizo en el lado norte del Prashanti Mandir, donde están ahora situadas las estatuas de Rama, Sita, Lakshmana y Hanuman. Sin embargo, su residencia fue movida nuevamente al borde noroeste del Mandir y luego al Sri Sathya Sai Gokulam. A medida que el número de vacas en Gokulam y la necesidad de proveer más espacio y mejor atención crecieron, un espacioso cobertizo de alto techo se erigió especialmente frente al Hostel Senior Boys para ubicarla. Fue cambiada a su actual ubicación en Noviembre de 2006 cuando se construyó el Estadio Cubierto Sri Sathya Sai.
A pesar de haber sido enviada al bosque por casi tres meses, ella nunca se mezcló con otros elefantes. A su regreso en Prashanti Nilayam, algunos expertos esperaban que diese a luz a una cría. Pero nada de ellos sucedió. Ella, tal cual dijera Bhagavan, era una perfecta célibe. A pesar de haber nacido animal, no tenía instintos animales, y su foco de atención durante su estadía en Prashanti Nilayam por más de 50 años era Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Llevó su vida como si viviera únicamente para Bhagavan y Le dedicó su vida con concentrada devoción, un ejemplo perfectamente imitable por todos los seres humanos. Sai Gita fue, sin duda, una devota por excelencia, quien alcanzó el pináculo de la devoción, entrega y autosacrificio aún habiendo nacido animal.
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