Les presentamos ahora una entrevista con el
señor Ted Henry, un periodista de los Estados Unidos. Conversando con él está
el Profesor G.
Venkataraman.
Prof G.V.
Sairam, y bienvenido a los estudios de Radio
Sai. Esta mañana te vi entrar para una entrevista con Swami ¡así que en estos
momentos debes estar bastante eufórico! ¿Cómo te sientes?
T.H.
¡Muy, muy feliz! Las palabras no pueden
describir cómo nos sentimos mi esposa Jodi y yo, habiendo sido tan bendecidos,
habiendo cruzado medio mundo para sentarnos a los Pies Divinos de Sathya Sai
Baba. Jugó con nosotros cómo con dos cachorritos – así me sentía yo, cómo si
fuera un cocker spaniel al que le estaban tirando de las orejas hacia delante y
hacia detrás para jugando, ponerlo en su sitio – ¡y me sentía muy feliz por
ello!
Prof. G.V.
(Bromeando) Odio decirlo en la radio – ¡pero
me siento celoso! (se rie).
Eres una persona cuya profesión es entrevistar
a otros, ¿cómo te sientes hoy, siendo tú el entrevistado?
T.H.
(Bromeando) ¡No me gusta en absoluto, pues
ahora no tengo control alguno! ¡Tú pones todas las preguntas y me cortas cuando
quieres!
Prof. G.V.
(risas) Bien, te lo pondré muy fácil. ¿Porqué
no comienzas contándonos un poco acerca de ti mismo? Y en particular ¿cómo
llegaste a Swami, cuándo llegaste a Swami, si fue de manera gradual, o si hubo
algún suceso espectacular o maravilloso que te trajo?
T.H.
Yo crecí como católico, crecí parte de una
familia muy grande, en Ohio, en los Estados Unidos. Y durante toda mi vida me
he sentido una persona espiritual - pero yo no pensaba que esto era algo
inusual. Pensaba que todo el mundo sentía de igual manera. Y fue una gran
sorpresa para mi…
Prof. G.V.
¡Alguna gente no lo sabe, eso es todo!
T.H.
¡Si,
cierto! Así que descubrí que mucha gente no sabía lo
espirituales que eran …
Prof. G.V.
Dices que te sentías espiritual, ¿qué es lo
que quieres decir con eso, exactamente?
T.H.
Me sentía cercano a Dios. Me sentía cómo si
tuviese un papel que jugar en la visión de Dios de la humanidad. Hoy día hay 6
billones de personas en el mundo, cuando yo era joven, probablemente eran 3
billones. Y yo pensaba que todos estos 3 billones tenían un rol que
representar, y yo estaba impaciente por descubrir cual era el mío.
Prof. G.V.
¿Esto era cuando eras un estudiante?
T.H.
Cuando era un niño. Yo era un buen niño
católico, y aun hoy día me defino como católico. Amo la idea del rol que la
Iglesia Católica juega al acercar a la gente a la imagen de Cristo, a la imagen
de Dios.
Prof. G.V.
Por cierto, permíteme que te interrumpa para
decirte que tuve el placer de entrevistar a un sacerdote católico de Nigeria,
que estaba sentado exactamente donde tú estás sentado ahora. Vino hace un par
de años, y recibía una entrevista con Swami cada segundo día. Yo no sabía que
era un sacerdote católico porque él no llevaba su sotana, llevaba simplemente
el kurta pajama que se lleva aquí.
T.H.
¿Es todavía sacerdote católico? ¿Y le gusta
Baba?
Prof. G.V.
Si. La segunda vez que vino no recibió ninguna
entrevista, y yo le pregunté, “¿Cómo te sientes?” Y me respondió, “No me siento
mal en absoluto, porque Swami ahora está dentro de mi. Me guía desde dentro”. Y
habló de manera maravillosa acerca del amor. Perdona, sólo te quería decir –
¡no eres el primer católico que ha estado aquí sentado! (bromeando)
T.H.
Sai Baba llegó a mi vida muchos años después
de que dejé de ser un niño pequeño.
Estaba en la guerra del Vietnam. Tenía unos 20 años, y servía en
Paraguay, en Latino América, en lo que se llamaba el cuerpo de paz. Y yo amé
mis dos años en el cuerpo de paz. Y durante ese tiempo, no recuerdo los
detalles, me llegó a las manos un artículo de Sai Baba. Era en algún circular
que pasó por la oficina del cuerpo de paz, y era sólo un artículo muy breve. No
me impresionó mucho, no sabía qué pensar, yo por aquellos entonces estaba muy
inmerso en el Catolicismo.
Pasemos ahora hacia delante, del año ´68-69
vayamos al ´94: En ese momento estoy
viajando alrededor del mundo, y una de mis misiones durante este viaje
alrededor del mundo es parar en Calcuta y entrevistar a la Madre Teresa. Esta
parte de mi viaje me la facilitó un medico de Cleveland, Ohio, cuyo primo vivía
y trabajaba allí en Calcuta. Para contarte la historia en pocas palabras, pasé
tres días con la Madre Teresa, atendiendo a los moribundos de su hospicio. Esta
familia con la cual yo vivía, que tenía familiares en mi ciudad natal,
trabajaba para la Madre Teresa desde hacía muchos, muchos años. Y al final de
los tres días, cuando íbamos de camino al avión con el cual iba a continuar mi
viaje, me dijeron, “Estamos muy contentos de que hayas sido capaz de ver a la
Madre Teresa, de que hayas podido entrevistarla, hablar con ella, trabajar con
ella...”
Prof. G.V.
¿Fuiste capaz de entrevistarla?
T.H.
Si. No en la radio, sólo una entrevista
informal.
Prof. G.V.
¿La
grabaste?
T.H.
No, fue sólo una entrevista informal. Bien,
así que me dijeron, “ Ahora que has tenido la oportunidad de cruzar el mundo
para encontrarte con uno de los íconos de tu tradición espiritual, queremos que
regreses para que te podamos presentar a nuestro maestro espiritual, Su nombre
es Sai Baba”. Y yo dije, “¿Sai qué?” Y
me dieron tres libros y algunos folletos, esto fue en 1994.
Y cinco años atrás conocí a mi esposa Jodi,
que estaba totalmente enamorada de Sai Baba. Ella pensaba que nunca iba a
encontrar un hombre que estuviese abierto a Sai Baba. Y yo le dije, “¡Yo sí sé
quien es Sai Baba!” Y el resto es historia. Por cierto, la Madre Teresa me dio
un mensaje que sería una negligencia no compartir...
Prof. G.V.
Por supuesto...
T.H.
Le pregunté, en mi arrogancia cómo americano,
“Madre Teresa, ¿qué es lo que podemos hacer, para serte de asistencia en servir
a los pobres de Calcuta?” “Mi querido Señor
Henry, gracias por la oferta. Pero la privación material de Oriente
palidece en comparación con la depravación espiritual de América. ¡No tienen
que hacer nada!”
Prof. G.V.
Creo que esa es una declaración muy profunda,
regresemos a ella más tarde. Pero me gustaría contarte un par de historias de
la Madre Teresa. Una vez la Madre Teresa fue a un lugar llamado Jamshedpur. Es
una ciudad de acero en la India, fue fundada por J. N. Tata hace más de un
siglo, y se encargó de ella un hombre llamado JRD Tata, que ya no está entre
nosotros. Era medio francés, y era una persona muy respetada en la India. Era
también uno de los primeros pioneros de la aviación. Así que bien, llevaron a
la Madre Teresa a Jamshedpur en su propio avión. Y por la tarde, cuando estaban
volando de regreso a Calcuta, y siendo la hora de su oración, la Madre comenzó
a rezar. Y JRD le dijo, “Madre, ya que está rezando, ¿porqué no le dice a Dios
que se ocupe de toda esta miseria a la que la gente en la tierra se tiene que
enfrentar?” Ella lo miró y le dijo, “Sr. Tata, no hace falta que usted le diga
a Dios qué es lo que tiene que hacer y cómo. El sabe lo que hacer. Usted mejor
haga lo suyo y ayude a la gente dándoles un empleo” Tata era un hombre muy
deportivo, y dijo “¡Esta fue una de las muy raras ocasiones en que me han
acallado!” (se rie)
Y hay otra historia, de un americano que fue a
Calcuta, y alguien le dijo, “Debieras ir y ver la Madre Teresa”. Fue y se
encontró con que ella no estaba en casa, le dijeron que había salido a salvar a
algún moribundo en la calle. Y fue y se quedó horrorizado, porque la Madre
Teresa estaba sacando a un leproso de la canaleta, en sus últimos momentos. Y
dijo, “¡Caramba! ¡Yo no haría esto ni por un millón de dólares!” Y la Madre
Teresa lo miró y sonrió, “Sabe usted, yo tampoco haría esto ni por un millón de
dólares. De hecho no lo haría ni por dos millones de dólares.” Y él le dijo,
“¿Qué quiere decir? ¡Lo está haciendo ahora mismo!” Y ella dijo, “¡Ah, pero
esto es por Dios!” Así que éste era el punto que ella quería enfatizar...
Regresemos a tu migración hacia Swami. Oíste
hablar de Swami en Calcuta, ¿cuando viniste aquí por primera vez?
T.H.
Hay un hombre que ha escrito un libro que ha
vendido más copias que ningún otro libro en el mundo, exceptuando la Biblia. Su
nombre es Dr. Huston Smith. Escribió un libro acerca de Religiones Comparativas
de la Humanidad. Durante muchos años estudió, vivió y practicó el Islam,
practicó el Judaísmo, el Hinduismo. Es cristiano, está en sus ochenta. Fue mi
tarea presentarle una noche, en Cleveland, a un simposium de líderes
espirituales de todo el mundo, allí estaban representados 17 diferentes credos.
En la audiencia, esa noche, hace cinco años y medio, estaban sentados un grupo
de seguidores de Sathya Sai Baba.
Prof. G.V.
¿Era un encuentro público?
T.H.
Si, un encuentro público. En la parte de atrás
del auditorio vi a alguien que intuitivamente sentí que era alguien con quien
yo me debía de encontrar. Resultó ser la mujer que se convertiría en mi esposa.
Mi primera cita con ella fue cuatro días antes de que ella saliera hacia
Puttaparthi, India. Ella pensaba que yo la tomaría por rara, por lo que estaba
a punto de hacer. Para sorpresa suya, yo tenía curiosidad por saber más. En su
segundo viaje, después, Baba le dijo que se iba a casar con un hombre a quien
ya conocía. Y todo sucedió tal y cómo a ella le había guiado su Baba interno
para entender lo que su vida había de ser conmigo. Y para su grata sorpresa, no
me aparté de ella, me acerqué aún más a ella, debido a su amor por Baba. Y una
cosa que estoy descubriendo a la que conozco a más y más mujeres en este mundo,
de Occidente, que aman a Baba, es que la mayoría de ellas parece que o de una
vez aman a Baba, o desde el principio no tienen ningún interés en Baba. Los
hombres, por el otro lado, muchas veces, cómo en mi caso mismo, somos más
lentos – he estado conversando con bastantes hombres…
Prof. G.V.
Eso no es algo exclusivo a los Estados Unidos.
Swami siempre dice que son las mujeres las que llegan a Dios primero. Y dice
que en la creación de Dios, hay una razón para ello. Las mujeres son más
emocionales, la devoción les resulta más fácil que a los hombres. Los hombres
se supone que son más intelectuales, así que discuten, analizan y dicen, “No,
no – esto no es para mí”. Pero hay mujeres que traen a sus maridos tirándoles
de las orejas, y la mayoría de los maridos acaban viniendo, por supuesto, y
después de un tiempo adelantan a las mujeres, ¡sólo que esto las mujeres no lo
reconocen (bromeando)!
Pero es verdad - yo he visto muchos, muchos
casos así, y en mi caso sucedió lo mismo. Yo no tenía interés alguno, pero
había en mi una tendencia muy fuerte a la espiritualidad y a la devoción, me
parecía irracional, pero después de algún tiempo, me di cuenta de que era una
fuerza que no podía denegar...
T.H.
Eres un científico, mantuviste la mente
abierta. Yo soy un periodista, estoy entrenado a mantener una mente abierta, a
no sacar conclusiones. Así que decidí, “Ok, voy a mantener la mente abierta, no
voy a sacar conclusiones, no voy a formar juicios. Simplemente voy a estar
abierto a esto”. Y fue la mejor decisión que jamás he tomado.
Prof. G.V.
Cuando viniste aquí, ¿encontraste alguna
resonancia con las ambiciones de tu juventud, tus aspiraciones, y tu deseo de
una búsqueda espiritual?
T.H.
Cuando vine, ¡todo me chocó! Vine sólo, la
primera vez, estuve aquí una semana. Pensé que no iba a poder pasar aquí ni
siquiera cinco horas sin volverme totalmente loco, y me sorprendió mucho darme
cuenta de que en el silencio que hay aquí, es algo así como estar en el Times
Square de Nueva York en la víspera del Año Nuevo. Si quieres ruido, habrá
ruido, si quieres distracciones, habrá distracciones, si quieres soledad, habrá
soledad. Yo no conocía ni a un solo alma aquí, y pensé que en pocas horas me
volvería loco. ¡La semana pasó más rápido de lo que jamás pudiera haberme
imaginado! Y no puede decirte lo que es, si tuviera que especificar varios
ingredientes, te diría: yo no soy una persona que sienta energía, pero me sentí
lleno de energía, no soy una persona que sienta una transformación espiritual a
nivel físico teniendo lugar dentro de mí, pero lo sentí cada uno de los días
que estuve aquí. Y cada vez que me daba la vuelta veía a alguien de Rusia, de
Venezuela, o de cualquier otro país de Latinoamérica. O Europa – y todos tenían
una historia que contar que era aun más impresionante que la última. Y poco a
poco me di cuenta de que estaba sintiendo una exaltación que nunca antes había
sentido en mi vida, y era una elevación espiritual, y que no requiere ninguna otra
cosa de mi que un corazón y una mente abiertos.
Prof. G.V.
Es muy interesante lo que dices, porque
diferentes personas con diferentes vocaciones experimentan eso que tú llamas
exaltación. El Dr. Ronald White de la Universidad de Harvard también describió
lo que él sintió, y su trasfondo era diferente, era un medico, un psiquiatra y
un ministro ordenado, las tres cosas al mismo tiempo. Y luego tuvimos aquí a
este otro medico, un hombre del Reino Unido, un oftalmólogo muy famoso, muy
conocido en Inglaterra, gana mucho dinero. Y de alguna manera vino aquí, por
supuesto es Swami quien nos trae. Y entonces Swami le dijo, “Bien, ve y opera
en el Hospital”, y este medico fue a operar al Hospital. Y todos sus pacientes
eran gente muy pobre, gente tan pobre que ni siquiera tenían el dinero para
llegar hasta aquí desde sus aldeas, y este medico dijo, “Nunca me he sentido
tan lleno de bienaventuranza en toda mi vida. He operado a príncipes, a reyes
del Medio Oriente, y a miembros de la Nobleza del Reino Unido, a presidentes de
varios países en el mundo entero, pero nunca me he sentido así.”
Así que yo pienso que se te dio la Gracia y la
Bendición de experimentar bienaventuranza de acuerdo con tu propio trasfondo.
Una vez vi aquí a dos personas de la Ortodoxia rusa, un arzobispo y su
asistente. Parece ser que se fueron de Rusia cuando eliminaron al Zar, y
abrieron un pequeño monasterio en el sur de Francia. Todavía están ahí. Vino
aquí por cuatro semanas, ¡y simplemente no se quería ir! El tuvo una
experiencia diferente, no hablaba inglés, solo francés – por supuesto, estaba
acompañado por aquel joven asistente que le traducía. Y yo le solía ver cada
día en el Darshan, mañana y tarde, y le veía durante los bhajans, y era obvio
que se sentía elevado. Así que todos experimentamos nuestra propia
exaltación...
T.H.
Hace exactamente una hora y media, después de
los bhajans de esta tarde, me he encontrado con un hombre al que he visto ahora
por cuarta vez. Su nombre es David, es un hombre de negocios retirado, del
estado de Florida, en América. Ha estado aquí desde el primero de Noviembre, y
se marcha mañana. Y yo le dije, “Bien, David, no puedo imaginarme estar aquí
por un período de tiempo tan largo. Estoy seguro que pasaste por momentos de
depresión. Estoy seguro que pasaste por momentos de conflicto con tu esposa.
Estoy seguro de que has disfrutado de los Darshans de Baba. Estoy seguro de que
te has encontrado con gente maravillosa, y estoy seguro que te preguntas porqué
estuviste aquí tanto tiempo. En una escala del uno al diez, ¿qué lugar le
darías al ultimo par de meses? Y me dijo, “¡Para cada día, el once!”
Prof. G.V.
(Se rie) Pero te lo digo – requiere evolución.
Obviamente gente que siente de esta manera son gente que han sido preparados
por el Destino durante un largo tiempo.
T.H.
Eso es algo muy obvio para mí, porque hablando
de manera relativa son muy pocas las personas en el mundo entero que han venido
aquí. Vemos a tanta gente aquí, en algunos días hay aquí unas 50.000 personas,
en otros días son unas 70.000, y en otros momentos hay muchas, muchas más. Eso
son mucha gente, pero una vez más lo menciono – somos 6 billones de seres
humanos. Y como periodista puedo decirte con cierta autoridad, que en los
Estados Unidos hoy día sólo una pequeña fracción de una décima de un uno por
ciento de americanos han oído alguna vez el nombre de Sri Sathya Sai Baba. Y
con todo esto que hemos estado hablando, no sé por qué no hay más gente que
conoce a Baba...
Prof. G.V.
Yo creo que hay un plan Divino, sabes. Mira la
historia de la vida de Baba, por decirlo de alguna manera. El ha dirigido Sus
manifestaciones en el mundo a un ritmo Suyo. El se toma Su tiempo – no es que
deje de ser Divino, no es que Sus poderes sean menos, El tiene Su propios
cambios de marcha. Y de hecho, en este contexto quiero comentarte lo que me
dijo el encargado del Campus de Brindavan, el señor Narasimha Murthy. Un
día me dijo, “Escucha, si Swami quiere,
puede hacer que el mundo entero venga aquí. Pero El sabe que nosotros
tendríamos grandes problemas - ¿dónde alojarlos? ¿Dónde darles de comer?”
El muestra Su Presencia a Su manera. De hecho,
he oído algo muy asombroso de un hombre de África. Me dijo, “Si vas a África
occidental, allí hay muchos países de habla francesa porque en un momento dado
estuvieron bajo el Gobierno Francés. Allí hay una cantidad muy grande de
devotos Sai. Muy pocos han venido, son demasiado pobres para hacer el viaje, y
hablan francés, a veces no entienden ni una sola palabra de inglés. Pero Swami
ha tocado sus corazones”. Y Leonardo Gutter me habló de cómo el nombre de Swami
se ha difundido por toda Cuba. Ni un sólo devoto fue a Cuba, sucedió a través
de una carta. Así que El tiene sus propias maneras de hacer sentir Su
Presencia.
¿Sabes lo que sucedió en Kazajstán? El Dr.
Jumsai fue allí a dar una charla, y alguien que oyó la charla le informó a la
Primera Dama de ello, y la Primera Dama arregló un encuentro con el Dr. Jumsai.
El hombre que llevó a Jumsai a ese encuentro resulta ser uno de nuestros
estudiantes, que trabajaba allí para una compañía de allá. De hecho estuvo aquí
hace poco. Y después de que la Primera Dama se encontrara con el Dr. Jumsai,
comenzó a establecer programas de Educación en Valores Humanos (EHV) por todo
Kazajstán. Y yo he visto venir a tantos devotos de allá, recientemente vino una
delegación para estudiar nuestro sistema educativo. Así que es El quien hace
que las cosas sucedan, y yo pienso que es nada más una cuestión de tiempo, uno
de estos días América va a despertar...
T.H.
No necesariamente tengas que conocer el nombre
de Sai Baba para conocer el sentimiento de Sai Baba en tu corazón.
Incidentalmente, yo le pregunté hoy a Swami, “Swami, soy un periodista, ¿puedo
llevar Tu nombre a los Estados Unidos? ¡Hay tan poca gente allá que te
conozca!” Y El dijo, “No, no lleves allí Mi nombre, lleva allí
Mi Amor!”
Prof. G.V.
Si. El nombre será conocido automáticamente
cuando llegue el momento. Yo le he oído decir, “Habla de Mi labor”. El nombre
será conocido en el momento correcto. Y yo creo que esto es muy apropiado para
los Estados Unidos, mientras que en muchos otros países es diferente. Leonardo Gutter me contó
una experiencia bastante fantástica que tuvo cuando fue de visita a Brasil y
dio una charla acerca de Swami. Esto fue ya hace años. Y en esa charla había un
hombre de una cierta sociedad, una sociedad muy espiritual. Y este hombre no se
creyó absolutamente nada de lo que se dijo de Swami, así que decidió venir aquí
y probar que todo esto es falso. Y regresó de Puttaparthi totalmente
maravillado. Era una persona con capacidades psíquicas. Dijo, “No os lo
creeréis, había un aura emanando de El que absorbía la negatividad de la gente
ahí sentada con el corazón abierto, y había ángeles en el aire”. Quiero decir -
esto era un hombre católico de Brasil, y viene y dice algo así – pensarías que
se ha vuelto loco. Pero no. Así que Swami hace que estas cosas sucedan, a su
manera.
Por cierto, estabas hablando acerca de
católicos. Hace muchos años, un día yo estaba conversando con el Dr. Hislop, me
dijo, “Sabes, el movimiento Sai se está difundiendo rapidísimo por Latino
América”. Yo le pregunté, “¿Porqué ahí, y porqué no en los Estados Unidos?” Y
me dijo, “Sabes, Latino América es católica casi al 100 %, y los católicos
aceptan el misticismo y la existencia de santos con mayor facilidad que los
protestantes. Probablemente esta sea la razón de ello.” ¿Estás de acuerdo en
ello? Tú fuiste educado como católico.
T.H.
Si, lo estoy. De hecho, el otro día estaba
hablando con una mujer, incluso he grabado una entrevista con ella en mi cámara
de video. Es de Inglaterra, creció como católica, y había querido hacerse monja. Y yo le
pregunté, “Y bien, ¿cómo se reconcilia tu trasfondo con hoy día tu devoción a
Sathya Sai Baba?” Y ella me dijo, “De todas los credos cristianos organizados,
los católicos son los que le dan el mayor énfasis al elemento místico de la
vida. Hay una continua búsqueda de cómo acercarse más a Dios.”
Mientras que, tanto en su visión como en la
mía, muchas otros credos cristianos te
limitan, no te animan a continuar aspirando a romper barreras, a trascender limitaciones
para encontrar a Dios. Y tal y como yo entiendo a Baba, El enfatiza que hemos
de hacer nuestro trabajo interno incesantemente para acercarnos más a El.
Prof. G.V.
Católicos o no católicos, han de aceptar que
Cristo representó el amor, predicó el amor y practicó el amor. De eso se trata
con Cristo, del Amor - ¿estás de acuerdo conmigo?
T.H.
Completamente de acuerdo.
Prof. G.V.
Donde hay amor, ahí está Dios. Así de simple.
Así que si de verdad crees en el amor, si seriamente crees en el amor - y el
amor es una experiencia del corazón y no de la mente (e, incidentalmente, yo
creo que el misticismo pertenece al corazón y no a la mente) – entonces, automáticamente has de aceptar a
Baba, porque El es la encarnación del amor. Y una cosa maravillosa es que El
nos recuerda que también nosotros somos encarnaciones del amor. No nos llama
“pecadores condenados” ni nada parecido. Y también dice, “No sólo sois una
encarnación del amor. Habéis de daros cuenta de que sois una encarnación del
amor, y ¡deberéis empezar a actuar de acuerdo a ello!”
T.H.
¿Me permites un comentario acerca de todo
esto? Es que de alguna manera pienso que es un poco controversial. Yo pensé que
había entendido algo que me parecía coherente. Pero otros no están de acuerdo
conmigo. Cuando Baba habla del amor, de que somos todos encarnaciones del amor
– mi opinión personal es que nuestra primera y mayor misión es aprender a
amarnos a nosotros mismos. Puede ser que tampoco tú estés de acuerdo conmigo,
pero yo no creo que pueda amar a Baba hasta que no aprenda a amarme a mí mismo.
Y eso en mi caso significa deshacer más de medio siglo de condicionamientos que
en su mayoría fueron negativos, y todavía estoy trabajando en ello. Así que a
medida que aprendo a amarme más a mí mismo – no de una manera egoísta, sino de
una manera sana – y a medida que soy capaz de verme a mi mismo sin culparme
tanto, sin encontrar tantos fallos en mi, sólo entonces seré capaz de amar más
a Baba.
Prof. G.V.
Sabes, esa es la manera introspectiva de
buscar a Baba y amar a Baba. Lo que hay que entender con mucha claridad acerca
de uno mismo, es que hay dos partes dentro de nosotros, el yo más bajo y el Yo
más elevado. Este Yo más elevado es el aspecto Divino dentro del ser humano, el
yo más bajo es lo que llamamos el ego en el ser humano. El ego es muy astuto,
sabes, a menudo se hará pasar por tu Yo más elevado, pero has de aprender a
reconocer sus juegos. Yo siempre les digo a la gente de Occidente, “Mira,
Shakespeare dijo, “Por encima de todo, sé verdadero a tu propio Ser” (“Above
all, to thine own Self be true!”) ¿Qué era este Ser? El lo sabía – el Yo
superior, el Ser superior dentro de nosotros. Este Ser superior es el mismo en
todos los seres. En el momento en que reconozco este Ser superior en mí, he de
reconocer que también existe en ti, Dios no tiene parcialidades. El existe en
ti. Dios dice, “Yo existo en cada ser animado o inanimado de este mundo, ya sea
en un átomo o en una galaxia”. En el momento en que empiezas a sentir de esta
manera, te empiezas a sentir en total armonía con tu Ser interno y con todo lo
que ves a tu alrededor, ya sea una hormiga, una galaxia, o sea lo que sea. Y
entonces llegas a un maravilloso estado de exaltación. Y cuando ves a alguien
que sufre, no ves a esta persona como a un ser diferente, no hay
condescendencia. Sientes, “¡Tengo que ayudar!”, de la misma manera en la que
tratas de aliviar el dolor en tu pie si te hieres el pie, allí no pides la
ayuda de otra persona, ni tampoco dices, “Es sólo mi pie, no tengo nada que ver
con ello!”
Pienso que estás aludiendo a cuando Baba dice,
“Aquel que no tiene fe en sí mismo no tiene fe en Dios”. Si, en ese sentido
tienes razón – ¡siempre y cuando el amarte a ti mismo se refiere a tu Yo
superior, a tu Ser superior, y no al yo egoísta!
T.H.
Cierto – pero para entender a ese Ser
superior, a ese Yo superior en nosotros, hemos de romper la barrera de nuestro
yo más bajo…
Prof. G.V.
¡Por
supuesto! Es un proceso, una evolución. De hecho Swami
dice que el nacimiento humano se nos ha dado para romper esa especie de barrera
del sonido, la barrera que es la mente egoísta (se rie)! Bien, regresemos a los
Estados Unidos, a donde vas a regresar en pocos días, ¿cierto?
T.H.
Si, así es.
Prof. G.V.
América es uno de aquellos fenómenos tan
extraños y paradójicos. Pero supongo que para eso habrá razones tanto
históricas como divinas. Es la mayor economía del mundo. Es el almacén del
conocimiento mundano, del conocimiento científico. Tiene el mayor poder militar
que uno se pueda imaginar. Y de muchas maneras es un lugar innovativo, sea en
la ciencia y tecnología, o sea al darle poder a la gente. Quiero decir, la
democracia cobró vida en los Estados Unidos, a pesar de que en Francia la gente
gritaba en las calles y en Inglaterra la gente atacaba a sus reyes – ¡a veces
incluso los decapitaba! Pero fue en América donde realmente vimos nacer la
democracia. Hay algo que es único en los Estados Unidos, es algo que muchos
sentimos así. Recibimos una determinada percepción de América basada en los
medios de comunicación, comenzando con las películas de Hollywood de antaño, y
hoy día por supuesto, tenemos la televisión y el Internet...
T.H.
¡No te creas todo lo que veas!
Prof. G.V.
¡Lo se! Yo también he vivido allí. Lo he visto
yo mismo. Y continúo oyendo, incluso hoy día, en la radio, la voz de la gente
simple de América, y hablan de cosas que me dejan absolutamente asombrado.
Déjame darte uno o dos ejemplos. Oí a un tipo que se supone que era muy obeso, y
que anda diciéndole a la gente cómo no engordar demasiado. Y ha identificado a
las cinco ciudades de América con el mayor numero de personas obesas. Y
apareció en una de esas charlas televisivas y dijo, “Un día me di cuenta de que
el cuerpo es el primer regalo que Dios me dio”. Y describió el cuerpo como el
templo de Dios. Yo estaba maravillado – esto es una de las cosas que oímos casi
a diario, y aquí hay un tipo que nunca ha oído hablar de Baba pero que se
expresa en esas mismas palabras. Y hay muchos ejemplos de esto. En breve, lo
que estoy tratando de decir es lo siguiente: parece ser que hay toda esa gente,
millones de ellos, que tienen a Dios en su corazón, a quienes Dios les habla
mediante la voz de la conciencia, y en el lenguaje del amor, y quienes tal vez
no conocen el nombre de Sai Baba. ¿Cómo podemos llegarles a estas personas?
Parece que a veces se sienten inseguros, a veces se sienten solos, a veces
tienen miedo. Buscan algo, y ese algo está aquí. ¿Cómo les decimos que ese algo
está aquí? En su propio idioma…
T.H.
Es una pregunta difícil. Yo creo que en los
Estados Unidos estamos en mitad de una revolución espiritual. Pero no es una
revolución fácil – ninguna revolución lo es. Las masas, que están sintiendo que
sus devociones de toda la vida, tal y como les fueron enseñadas, les limitan
demasiado, no saben a dónde dirigirse como próximo. Hará unos quince años yo
atendía a un circulo de estudios, nos reuníamos en la sala de lectura de la Iglesia Episcopal, y ...
Prof. G.V.
¿Era un circulo de estudios católico?
T.H.
Meditábamos, leíamos el Curso de Milagros –
era un circulo de estudios espiritual. Y Sai Baba finalmente llegó a nuestro
circulo de estudios. Estábamos buscando, indagando, y aprendimos muchísimo -
simplemente porque éramos buscadores dispuestos a aprender. Un día un hombre,
15 años mayor que yo, me dijo, “Ted, pareces sorprendido de que yo comenzara a
atender a este circulo de estudios, y de que ahora venga cada sábado”. Durante
10 años, cada sábado por la mañana nos reuníamos durante tres horas, buscando a
Dios de maneras no convencionales. Y yo le dije, “Si, porque yo pensaba que
eras muy conservativo, que estabas muy limitado a la Iglesia Episcopal, y no
creí que duraras más de un mes en nuestro circulo de estudios”. Y él me respondió,
“Ted, al otro lado del edificio está el santuario principal de esta hermosa
iglesia en Shaker Heights, Ohio. Y a las 11 de la mañana cada domingo, cuando
se celebra la misa Episcopal, la misa principal - ¿sabes lo que es, en
realidad? Es el kindergarten de la espiritualidad. Y sin embargo, para la mayor
parte de la gente que viene a la misa, es el principio y el final de su
práctica espiritual, una hora a la semana, los domingos por la mañana, una
lección de 15 minutos y luego la liturgia. No lo estoy criticando. Estoy
diciendo que esto es todo lo que hay para tantísima gente en los Estados
Unidos, sus devociones del domingo por la mañana, si es que atienden a ellas.”
Hoy día hay gente, tal y como tú has sugerido
cuando mencionaste la charla de ese hombre por la radio, que de una manera u
otra se han enterado o han aprendido que la vida es algo más. En los Estados
Unidos, cuando cumples los 13 años y llevas a cabo el Bat Mitzvah si eres
judío, o la Confirmación si eres un cristiano o católico, es un diploma que se
te da, que sugiere que ya no necesitas estudiar más a Dios. Así que vas a la
misa de los domingos por la mañana, o atiendes el Sabbath el sábado por la
mañana, escuchas al rabí o al cura – y eso es todo de lo que consiste tu
obligación, ya no tienes que ir a la escuela. ¡Pero eso es erróneo! Ha de ser
una tentativa de por vida, parte de cada día de tu vida, y como Baba sugiere,
de cada hora de cada día.
Prof. G.V.
¿Que pasó con la historia del buen Samaritano?
T.H.
Bueno – quedó diluida durante el camino. En
los Estados Unidos, con la sociedad impulsada por una economía tan grande...
Prof. G.V.
De alguna manera resulta extraño, y también
doloroso. Porque parece que la gente americana en el fondo de su corazón son
gente muy generosa, muy amable – a veces
mucho más que gente en muchos otros lugares del mundo, a pesar de todas
las reservas que yo tengo acerca del sistema de vida americano, a nivel
económico y a otros niveles también. Y es algo que visto personalmente cuando
viví allí, si en algún lugar hay alguna
tragedia, van corriendo a ayudar. Lo he visto muchas, muchas veces. Hace muchos
años, cuando yo vivía en Michigan, justo hubo un enorme terremoto en Méjico,
fue un verdadero desastre natural, y la manera cómo los americanos se apresuraron
a ayudar, con sus equipos de construcción …
T.H.
¡Yo cubrí ese terremoto, en las noticias! Fue
en Méjico ciudad, un 6. 7 en la escala de Richter’s…
Prof. G.V.
Yo estaba simplemente asombrado. Así que hay
algo realmente maravilloso en los americanos, les gusta hacer servicio, ayudar.
Y sin embargo, parece que en su servicio se quedan al nivel de ayudar,
solamente – pero si dieran un pequeño paso más, se darían cuenta de que es algo
que les ha acercado a Dios …
T.H.
¡Pero hablas en griego! Tú vienes del mundo
del encantamiento espiritual, de aspiraciones místicas que están siendo
realizadas por seres humanos del aquí y ahora, pero que para mí, cuando niño,
eran totalmente desconocidas …
Prof. G.V.
¡Allí quiero objetar (se rie)! Te recuerdo a
tus antepasados, los puritanos. Te recuerdo a George Washington y a Thomas
Jefferson. Te recuerdo a Abraham Lincoln, a quien Swami cita una y otra vez. Yo
más bien creo que se trata de una enfermedad reciente. Yo no pienso que América
fue así siempre, en absoluto...
T.H.
No, pero tú me has preguntado acerca de los
Estados Unidos de hoy día, y aquellas lecciones, desafortunadamente, han
quedado relegadas a los libros de Historia...
Prof. G.V.
¿No es algo lamentable? ¿Cuándo van los
Estados Unidos a descubrir sus raíces? Porque el día en que los Estados Unidos
descubran sus raíces, creo que se darán cuenta de quien es Swami, quien es Sai
Baba. ¿Tu crees que esto llegará a suceder?
T.H.
Me gustaría ser más optimista. Baba me dice
que no tema. Pero yo temo. El temor es la mayor parte de mi mismo, todavía hoy
en día. Mi esfuerzo es sobreponerme al temor mediante el amor. Y es el trabajo
más difícil que jamás he tenido, y trabajo en ello todo el tiempo. Y la mayoría
de la gente con la que me asocio, que son buena personas, y personas amorosas,
no tienen interés en seguir el camino que yo sigo.
Prof. G.V.
Me gustaría sugerirte algo. Creo que aquí
podrías aprender algo de nuestra tradición. En nuestra tradición nos entregamos
a Dios, le decimos “Me entrego a Ti. Haz Tú que suceda. A Tu manera”. ¿Y sabes
lo que sucede? El lo hace suceder. A Su manera, no necesariamente a la nuestra.
Hablo de mi propia experiencia. Yo solía planear cosas, y luego no me iban
bien. Entonces yo pensaba, “Tal vez tengo todavía carga pendiente, por eso no
las cosas no me están yendo bien”. Entonces cambié de estrategia, comencé a
hacer cosas que yo creía que eran servicio. Las cosas me fallaban una y otra
vez, así que le dije a Dios, “Muéstrame ¿qué es lo que estoy haciendo mal?
Estoy tratando de hacer servicio, yo no me beneficio de ello de ninguna
manera”. Me llevó muchos, muchos años darme cuenta de qué es lo que estaba
haciendo mal. Yo comencé tantas cosas que debieran haber beneficiado a tanta
gente, y no sucedía nada, todas fallaban. Entonces me di cuenta de que yo
sentía que “yo” las estaba haciendo, que yo era el hacedor. El día en que me di
cuenta de ello, le dije a Dios, “De acuerdo, Jefe, ahora entiendo cómo funciona
el juego. Voy a hacer las cosas. Si se dan, significa que Tú así lo querías. Si
no funcionan, eso significa que Tu quisiste que sucediera otra cosa. De una
manera o de la otra lo aceptaré”. Y sabes, te lo creas o no, después de esto,
las cosas empezaron a darse por si mismas, empezaron a suceder a su propia
manera, y yo empecé a obtener mucha satisfacción, me empecé a sentir muy bien.
Así que mi sugerencia es que no debiéramos dejar de actuar, no debiéramos
desistir por lo que creemos ser miedo. Si nos entregamos, ¿porqué debiéramos
temer? El nos dice, “¿Porqué temer, si Yo estoy aquí?” Eso es lo que nos dice.
Tu ocupas una posición muy cardinal en la Prensa, así que yo creo que debieras
pensártelo dos veces, tal vez El te mostrará un camino.
Hablando acerca de los Medios de Comunicación,
me pregunto si son tan objetivos como dicen. Porque encuentro que últimamente
hay casi un eclipse de lo que se pudieran llamar buenas noticias. Buenas
noticias han dejado de ser noticias. ¿Es esto algo bueno?
T.H.
Desde mi perspectiva yo te puedo decir que
para mí es una gran experiencia, que la Prensa en los Estados Unidos, hasta el
punto en que yo he estado conectado a ese mundo, es totalmente objetiva. Pero
tenemos una mentalidad de competitividad ciega, así que cuando hay algo que
captura el capricho de la gente americana, a pesar de que somos objetivos
dentro de las historias que publicamos, gravitamos hacia lo que parece ser la
historia llamativa del mes o de la semana. Eso crea la ilusión de que no somos
objetivos, porque elegimos esa historia por encima de otras. A lo que me refiero
es que el trato que le damos a la historia es siempre objetivo. ¿Pero qué es lo
que excluimos? Excluimos tanto que hoy día debiera ser cubierto por la Prensa.
Excluimos historias que tienen un gran significado en el mundo, historias de
crecimiento espiritual, historias de desarrollo humano, historias de amor. La
Prensa nunca ha dado mucho espacio para esto...
Prof. G.V.
No, hay una pregunta mucho más fundamental.
Sabes, Swami plantea dos cuestiones. Derechos de cara a responsabilidades. Hoy
día la gente siempre habla acerca de sus derechos. ¿Y qué sucede con las
responsabilidades? La gente dice que la Prensa sólo informa. Yo no creo que sea
tan simple. Hay un efecto no linear que es conocido en la Física, transparencia
autoinducida y cosas así que tenemos en la óptica no linear. Por la misma
naturaleza del informe, la Prensa puede influenciar y cambiar el curso de los
sucesos. Tiene la capacidad de hacerlo. En breve, lo que quiero decir es que
cuando hacemos algo, nos hemos de preguntar a nosotros mismos, ¿es realmente
necesario hacer esto, en términos de sus consecuencias? ¿Cuáles son mis
responsabilidades frente a mis derechos? Y hay ciertas situaciones donde la
responsabilidad debe estar por encima de los así llamados derechos, en el
interés del bienestar mayor de la gente. Y lo digo por la excesiva obsesión con
la violencia, la representación de la violencia, por ejemplo. ¿Qué me dices a
eso?
T.H.
Es muy inquietante. Los Estados Unidos no se
parecen a ninguna otra nación del mundo. Hace poco vi esta maravillosa película
que ha causado tanta controversia, “¨Bowling for Columbine”, que sugiere que en
Japón cada año hay 86 homicidios, en el Reino Unido son 112 y en países como la
India son docenas. En los Estados Unidos durante el año pasado tuvimos 11.850 homicidios, con armas de mano.
Gente, niños y adultos, que usan pistolas para desahogarse de su ira. Nadie
parece tener una explicación satisfactoria para esto. Yo podría decir que la
Prensa es responsable, por la representación de la violencia en los medios de comunicación. Pero
Canadá tienen proporcionalmente la misma representación de violencia en la
Prensa, y su numero de homicidios es proporcionalmente mucho más bajo. Y otros
países occidentales, países europeos – la proporción de violencia que tienen es
mucho más baja. No sé cual es la explicación para ello.
Prof. G.V.
Bien, ¿qué tal con probar la enseñanza de
valores en las escuelas, para comenzar?
T.H.
A mi se me enseñaron valores en la escuela, a
ti se te enseñaron valores en la escuela. Nuestras culturas son diferentes,
nuestros idiomas son diferentes, quizá, pero ...
Prof. G.V.
¿Pero se enseñan valores, hoy día?
Esa es la cuestión. Hago esta pregunta en concreto porque hace poco oí a un profesor de Escuela
Administrativa decir, “¿Qué es lo que ha sucedido con los valores que solíamos
impartir en las escuelas administrativas antiguamente?” Así que, ¿estamos de
camino a una crisis moral?
T.H.
Yo creo que ya
estamos en ella. Es por ello que soy tan pesimista, y me gustaría ser
optimista. Yo creo que ya estamos allí.
Prof. G.V.
¡No, no, no! Si ya estáis allí, ¡entonces solo
podéis ir a mejor!
T.H.
Miro a mi alrededor y veo lo que está
sucediendo en mi ciudad, en mi estado, en la parte del país donde vivo – no hay confianza. ¿Qué ha sucedido con la
confianza en la gente? No hay sinceridad. Y la participación en la Iglesia, por
ejemplo, es muy baja...
Prof. G.V.
¿No crees que la hora más oscura es justo
antes del amanecer?
T.H.
Bueno, internamente soy un optimista, y yo
estoy convencido de que Baba y Jesús y Moisés y todos prevalecerán – pero lo
que no sé es por lo que tendremos que pasar para llegar allí. Tal vez ahora
estemos pasando por el momento más oscuro, pero tal vez aún tengamos una década
de ello por delante ...
Prof. G.V.
Yo creo que hemos que pensar, “Esta es la
oportunidad dorada que Dios me ha dado para participar en encender una luz” …
T.H.
¿Puedo hacer un comentario final a todo esto?
Cuando mi esposa Jodi me introdujo al concepto de Baba, yo pensé en ello sólo
desde la mente. Era incapaz de partir de ningún otro lugar que desde mi mente.
Y estaba intrigado. Estaba interesado. A ella no le hizo falta traerme a la
India, no le hizo falta animarme a que viajara a la India a ver a Baba por mi
mismo, para que yo viera, por mi mismo, que hay una nueva manera de sentir ahí
mismo en América. Todo lo que ella tuvo que hacer fue introducirme a la
comunidad de devotos de Baba en mi propia ciudad: 400 personas, algunos de
ellos occidentales, la mayoría americanos de origen Indio, algunos de otras
nacionalidades, todos ellos devotos de Baba. Es una diferencia como del día a
la noche. Yo nunca antes había experimentado algo así, y ahí está. Y por ello
tengo una gran esperanza, de que a medida que esa llama interna, esa luz, se
vaya expandiendo, la decadencia moral se irá erradicando de este mundo.
Comenzando quizá en nuestra propia ciudad. Yo he visto cómo ha cambiado mi
propia vida - no nos interesa mirar hacia atrás, a la clase de vida que
llevábamos antes. Nuestros amigos son diferentes, nuestros hábitos son
diferentes, la manera cómo elegimos pasar nuestro tiempo es diferente, y todo
esto debido a este concepto del Amor que yo nunca antes había visto en los
Estados Unidos.
Prof. G.V.
Se eclipsó. Yo creo que lo único que ha de
suceder es que el eclipse desaparezca, eso es todo. Porque la gente no se da
cuenta de una cosa acerca del amor - como dice Swami, sin amor el mundo no
sobreviviría. Yo he reflexionado mucho acerca de esto. Primero me parecía un
cliché. Entonces entendí qué quería decir. Mira, si tomas a un recién nacido -
y todos nosotros lo hemos sido en algún momento del tiempo, pero nos hemos
olvidado de ello. Ese bebé está totalmente indefenso, a no ser que la madre se
ocupe de él. Y Baba dice, “Dios ha puesto un poco de Su amor en la madre. Y eso
es lo que hace que ella se ocupe del bebé. Si no, ese bebé moriría. Y Dios no
lo ha puesto solamente en la madre humana, sino también en la madre tigresa, en
la madre elefante, incluso en la gata madre. No hay ninguna especie que no tenga
el amor de madre. La vida perdura debido al amor de madre”. Esto para mi fue
una gran revelación. Otra cosa que dijo en otro discurso, y esto se lo he oído
decir también a algunos médicos, es acerca de la leche materna que toman los
bebes. Incidentalmente, un medico me dijo que la leche materna es la mejor
protección contra infecciones. Aparentemente las vacunas no hacen nada, pero
durante los seis meses que el niño toma la leche materna, incluso en los
pueblos, sabes, donde hay tantas posibilidades de infecciones, el bebé está
bien protegido. Pero después de ello es que comienzan los problemas. Swami dice
que no hay leche en la madre, es su sangre la que se convierte en leche, debido
al Amor de Dios.
Nosotros no nos acordamos de todo esto, no nos
damos cuenta que el amor está presente todo el tiempo. Y Swami también dice, el
amor puro es distorsionado, transformado, contaminado, enviciado, y se
manifiesta de muchas otras formas, como apego, como atracción a cosas mundanas,
etc. etc. El dice, vuestro “querer”, incluso el deseo es una forma corrupta del
amor. Así que lo has de depurar, y entonces regresas al origen. No es que no
haya amor en el mundo. Eso es uno de los puntos.
Y el otro punto es que, tal y como dijo
Aurobindo, cuando desarrollas la mente, si se hace excesiva es algo terrible,
pero es parte del proceso de evolución. La sociedad de manera natural
descubrirá un paso correctivo y dará un paso atrás, corrigiéndolo, y así
regresará al nivel del corazón. Y eso es lo que sucede en una sociedad tecnológicamente
muy avanzada. Mira la capacidad intelectual en los Estados Unidos. Yo no creo
que todo esté tan mal, la sociedad se ha de recuperar, ha de dar un paso atrás.
Ha de darse cuenta de que ha dado un paso en la dirección equivocada – ha de
dar un paso hacia un lado en vez de hacia el otro. Y ese día llegará.
T.H.
Ya está sucediendo. Hace diez años, cuando
llegué a Baba, mis padres todavía estaban en vida. Y un día estaban viendo una
discusión por la tele, en un programa televisivo que les enseñó una valiosa
lección, y decidieron llamarme. Yo acabo de trabajar sobre las 11 de la noche,
después de que comience la emisión de las noticias, y llegué a casa sobre la
medianoche. Sonó el teléfono, eran mis padres, que estaban en sus ochenta, y me
querían decir algo importante. Y yo pensé que estaban enfermos, o que había
pasado algo, algún accidente. Y me dijeron, “No, solo te llamamos porque hemos
visto este debate en la tele, y en este debate dijeron que muchos Americanos,
como nosotros mismos, crecieron durante una era en la cual nunca se mencionó la
palabra amor. Y nosotros sabemos que nosotros nunca se lo dijimos a ninguno de
nuestros 6 hijo, nunca. Y queríamos que supieras, por si tenías dudas, que te
amamos”. Así que si esto fue capaz de suceder en medio de los Estados Unidos en
los años 90, hay una gran esperanza para la cultura americana y la cultura
mundial - si la gente aprende a regresar al concepto, y a la palabra, y a las
acciones del amor.
Prof. G.V.
De hecho, hablando de este tema, justo ayer oí
un debate en la radio, en la BBC, acerca de la palabra “malo, malvado” - ¿qué
significa esta expresión? ¿Qué es lo que dice el diccionario de Oxford?, etc.
etc. Y entonces alguien habló acerca de la antítesis del mal, que es el bien, y
de cómo es representada la bondad, lo bueno, etc. etc. Y en algún momento
mencionó la palabra “perdón”. Y dijo, “una de las cosas muy grandes en América
es que la gente de color de América ha perdonado a la gente blanca de América
por todas las terribles cosas que sucedieron durante el tiempo de la
esclavitud”. Y dijo que esto muestra la fuerza de esta nación. Normalmente no
asociamos estas cosas con la espiritualidad, con pasar a planos más elevados.
Pero sin que nos hayamos dado cuenta, ha sucedido. No hay un odio residual en
20 millones de personas. Es decir, aquí y allá lo hay, hay altos y bajos, pero
son aberraciones menores. Pero lo dicho, ha sucedido. Y parece que hasta un
cierto punto está sucediendo en África del Sur. La reconciliación de Nelson
Mandela es una de esas cosas remarcables.
Así que yo pienso que hay una especie de señal
que está apareciendo por todo el mundo. Por ejemplo también en la
reconciliación que parece estar teniendo lugar en Sri Lanka. Vemos todas estas
cosas como independientes las unas de las otras, pero tal vez haya una
corriente Divina como base sobre la cual suceden, y que conecte todas estas
cosas entre si.
T.H.
Creo que te conozco mejor – que a estas
alturas ya no tienes dudas acerca de ese punto, y tampoco las tengo yo. ¡Es
algo que está sucediendo!
Prof. G.V.
Está sucediendo. Gracias por estar con
nosotros este rato, ¡espero que lo hayas disfrutado!
SAIRAM
Cortesía de Radio
Sai Armonía Global
(paginas web: radiosai.org y h2hsai.org)
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