Les presentamos ahora una conversación entre
el Prof. Anantharaman, Profesor de Administración y también Presidente de Junta
de una empresa en Nueva York, y el Profesor Venkataraman, previo Vice Canciller de la
Universidad Sri Sathya Sai.
Prof. G.V.
Bienvenido a los estudios de grabación de
Radio Sai. Quisiera que nos contaras algo acerca de ti mismo, tu trasfondo,
dónde trabajas, cómo llegaste a ello, etc, y luego pasaremos a la pregunta más
interesante y tal vez más pertinente de cómo llegaste a Swami...
P. A.
Básicamente me podrías llamar un co-peregrino,
utilizando esta palabra en su sentido más amplio...
Prof. G.V.
¡De hecho todos lo somos! ¡Sólo que algunos de
nosotros lo sabemos, mientras la mayoría no se da cuenta!
P. A.
¡Cierto! Bien, soy un Presidente de Junta y
Ejecutivo Jefe de un Multi Conglomerado Internacional de empresas, el cual
opera desde Suiza. Paralelamente también doy clases en Escuelas de
Administración.
Prof. G.V.
¿Dónde estás basado?
P. A.
En Nueva York. La Oficina Central de este
Conglomerado de empresas está en Suiza, yo atiendo básicamente a sus
operaciones en los Estados Unidos. Pero durante estos últimos años me he
extendido más y más hacia el área educacional, y poco a poco me estoy apartando
de las responsabilidades empresariales, sobre todo después de todo lo que ha
está sucediendo en los Estados Unidos en los últimos años – obviamente no es un
lugar tranquilo y seguro, así que estoy tratando de escapar al área académica...
Prof. G.V.
¿En qué escuela das clases?
P. A.
Soy Profesor adjunto en tres Universidades
diferentes, en la Universidad de Nueva York, en la Escuela de Negocios de
Harvard, y también en la Universidad de Pace. Elijo los semestres de acuerdo a
mi disponibilidad. Durante los últimos 4 o 5 años, cada vez que he venido a
Puttaparthi, he aprovechado la oportunidad para pasar algún tiempo en la
Universidad Sri Sathya Sai, en el departamento de Administración y
Contabilidad. Hasta ahora he dado algunas clases de vez en cuando, pero esta
vez quiero quedarme más tiempo. Swami en una entrevista me dijo, “¿Porqué no
extiendes tu actividad de aquí?” Así que, con ello en mente, esta vez he venido
a pasar un semestre entero, enseñando dos materias. Con Su Gracia, mi intención
es gradualmente expandir mi actividad aquí en el Instituto, y tal vez pasar
menos tiempo en los Estados Unidos. Me he deshecho de la mayor parte de mis
responsabilidades en la Corporación, ahora soy únicamente Presidente de Junta,
no tengo responsabilidades operativas.
Prof. G.V.
Dices que vienes frecuentemente a Puttaparthi
a dar algunas sesiones en la Universidad. ¿Cuándo y cómo llegaste a Swami?
¿Hubo algún suceso fuera de lo normal, o fue que gradualmente te fuiste
implicando más y más?
P. A.
Bien - ¡Swami tiene Sus maneras de atraerte
cuando estás listo! Creo que llegué a Swami hará unos 25 años. Básicamente,
como todos los demás, lo que me trajo a Swami fue el famoso libro de Howard
Murphet, “Sai Baba, el hombre milagroso”.
Prof. G.V.
Aquí he de corregirte, ¡a pesar de que seas un
Profesor! No todos llegan a Swami vía Howard Murphet (se rie). Mucha gente
llega vía Sufrimiento. Cuando la gente tiene problemas, busca a Dios. ¡Es una
estrategia muy antigua de Swami! Como dijo Kabir, (Poeta Místico del siglo 15),
es sólo cuando estamos afligidos que buscamos a Dios.
P. A.
De hecho también yo llegué a Swami a través de
una especie de aflicción – debiera haber dicho que mi introducción
a Swami fue a través de Howard Murphet.
Prof. G.V.
De acuerdo – ¡aceptamos tu clarificación
legal! (se rie) Cuando supiste de Swami, ¿estabas en la India o en los Estados
Unidos?
P. A.
Estaba en la India. En aquel tiempo estaba
trabajando en Madrás. Básicamente lo que sucedió fue que una vez que tenía que
tomar el tren de Madrás a Bangalore, no tenía nada para leer. Mi madre me dio
este libro “Sai Baba, el hombre milagroso”. Lo acabé de leer durante ese mismo
viaje a Bangalore, pero aún entonces no estaba convencido. Tenía una gran
aversión por hombres de Dios en general, y por éste en particular. Así que más
que nada leí este libro porque no tenía ninguna otra cosa para leer.
Como bien has dicho, es a través de ciertos
eventos que llegamos a Swami. El evento que me llevó a mí a Swami fue el
siguiente: En aquellos tiempos, cada vez que yo estaba en Bangalore, mi madre
me pedía que la llevara a Whitefield, al ashram de Swami. Porque mi madre es
una persona muy piadosa. No es exactamente devota de Swami, ella respeta a todo
el que lleve ropa de color azafrán, es ese tipo de persona. Así que ella me
solía pedir que la llevara a Whitefield, y yo la dejaba allí, regresaba a
Bangalore, y al cabo de dos horas volvía a buscarla.
Prof. G.V.
¡La gasolina debe de haber sido menos costosa
en aquellos días!
P. A.
Yo creía que el hacer 20 millas para
satisfacer el deseo de una madre era suficiente satisfacción del deber filial,
es decir, que no hacía falta el que también yo entrara al recinto del ashram.
Un día en particular, después de dejar a mi madre en el ashram, en el camino de
regreso a la ciudad nos detuvimos en el Club de Bangalore. Mi esposa y mi hijo
estaban conmigo. Decidimos quedarnos a comer ahí y pasar un rato en la piscina
del Club. Mi hijo estaba jugando al lado de la piscina, y de repente, durante 15
minutos, desapareció. No sabíamos dónde estaba, lo buscamos por todas partes.
De repente, mi hermano, que también estaba presente, vio unas ropas rojas
flotando al final de la piscina y de inmediato saltó dentro – era mi hijo,
flotando en el agua durante esos 15 minutos. Estaba ya muy ido, pero aplicamos
los primeros auxilios y logramos traerlo de nuevo. Al día siguiente, cuando
llevaba a mi madre a Whitefield, sentí cierta curiosidad por esta Persona a la
cual todo el mundo iba a ver. Así que entré, y me quedé en algún lugar al
margen de la gente. Tan pronto como mi hijo vió a Swami en la distancia, me
dijo, “¡Papá, este es el señor que vino ayer y me sostuvo por encima del agua!”
En aquel momento pensé que esto era algún tipo
de influencia en el niño por parte de mi madre, así que no dije nada. Pero
después de un rato, Swami comenzó a caminar hacia él. Vino directamente hacia
nosotros, y mirando a mi hijo con complicidad, le dio unas palmaditas en la
espalda y le dijo, “¿Ya te cambiaste de ropa, te quitaste la ropa mojada?”, y
se fue. Y en ese momento me emocioné profundamente, sentí que allí había algo
más, y este suceso fue probablemente el comienzo de esta larga jornada
espiritual en la que se ha convertido mi vida, jornada que todavía continúa.
Prof. G.V.
¡Es una historia fascinante, aunque no es la
única! Pero muestra de que maneras Swami actúa. Ayer mismo estaba hablando con
Sunil Gavaskar, la Celebridad del Cricket, y él me estaba explicando cómo llegó
a Swami, a través de su madre. Pero hablaremos de ello en otra ocasión. Bien,
¿qué es lo que Swami significa para ti?
P. A.
¿Qué es lo que Swami significa para mí? Creo
que Swami lo significa todo para mí. Para mí
Swami significa la Creación, Swami significa Divinidad, Swami significa
todo lo que quiero entender – no lo puedo poner en palabras, no es un
sentimiento lógico, analítico, es un sentimiento totalmente emocional...
Prof. G.V.
Te entiendo perfectamente – es obvio que Swami
ha entrado en tu corazón, y el corazón está más allá del ámbito de la lógica,
creo que esto es lo que estás tratando de expresar. Pero yo te quisiera hacer
la siguiente pregunta, que creo que sí se puede responder. ¿Cómo piensas que Swami ha influenciado tu
vida? Lo hace invariablemente de una manera u otra, y el impacto es diferente
en diferentes personas, dependiendo de su coloración mental, su personalidad –
sus gunas o cualidades, en lenguaje espiritual. En tu caso, ¿qué tipo de
impacto ha hecho Bhagaván en tu vida?
P. A.
Creo que lo que me ha impresionado mucho es Su
filosofía básica de que todas las religiones son diferentes caminos que llevan
al mismo Dios…
Prof. G.V.
Pero eso significa que tú no eras realmente un
agnóstico, ¿aceptabas la religión, aceptabas la existencia de Dios, antes de
ver a Swami?
P. A.
Se me educó de manera bastante espiritual.
Vengo de una familia conservativa del sur de la India, ahí no puedes escaparlo.
Pero en algún momento, al crecer, empecé a hacer ver ante mí mismo que no creía
en Dios. Creo que muchos hemos pasado por esa fase…
Prof. G.V.
Y supongo que es también un tipo de arrogancia
espiritual, sabes, “Soy un intelectual, puedo pensar por mí mismo, no necesito
que me laven el cerebro”, ese tipo de sentimiento …
P. A.
Y además era un estudiante de Ciencias, como
tú. Así que crees que tienes cierto
conocimiento, te olvidas de lo que Sir Isaac Newton dijo, que somos cómo
niños pequeños jugando con las piedrecillas a la orilla del océano. Nos
olvidamos de esto, y afirmamos que hay una lógica en todas partes. Pasas por
una fase de pensamiento confuso, de lógica confusa. También yo pasé por esa
fase...
Prof. G.V.
Ya que me mencionas y me incluyes en el
cuadro, tengo que decir, para el archivo, que yo tenía una personalidad
curiosamente dividida. Yo siempre he aceptado la existencia de Dios no sólo
debido a las circunstancias familiares en las que crecí, sino también debido a
Gandhi, que tuvo una gran influencia sobre mí. Y por supuesto, en lo que a la
Ciencia se refiere, me absorbía por completo. No había necesidad alguna de
entrar en debates filosóficos, así que podía cómodamente mantener estas dos
facetas separadas. ¡Por lo menos durante un tiempo! Continúa, por favor…
P. A.
Bien, en lo profundo de mi ser, creo que yo
quería aceptar a Dios, quería aceptar la Divinidad, excepto que por un tiempo
me aparté hacia una especie de agnosticismo. Creo que Swami me trajo de vuelta
a lo que yo esencialmente creía, proveyó el vínculo hacia ello. Y lo hizo
mediante una serie de circunstancias, este suceso que te acabo de contar fue el
comienzo una serie de cosas que empezaron a pasar. Y cuando empezaron a suceder
este tipo de cosas…
Prof. G.V.
¿Qué cosas pasaron? ¿Nos puedes hablar de
alguna de ellas?
P. A.
Una vez estaba en Singapur en un viaje de
negocios, y en el aeropuerto me di cuenta de que había perdido todos mis
papeles, todos. Desaparecieron. Imagínate, estaba en un aeropuerto extraño, no
tenía pasaporte, no tenía visado, no puedes ni entrar ni salir, no tienes
dinero, lo has perdido todo – es una situación muy extraña, estás en una
especie de tierra de nadie. Así que yo estaba en esa situación. Aún así, cuando
anunciaron mi vuelo, pensé, “Déjame ir, a ver qué pasa”. Quería probar a ver si
me dejaban pasar. Así que fui para la puerta de embarque, y justo cuando
llegaba se me acercó alguien y me dio un paquete, y me dijo, “Mire, creo que
estos son sus papeles de viaje” , y después
desapareció misteriosamente. Era un aeropuerto muy grande, y yo traté de
buscar por dónde se había ido esa persona –
pero había desparecido completamente, lo cual de hecho no era posible en
ese lugar. Esto es otro de los puntos.
Prof. G.V.
Incidentalmente esto me recuerda la
experiencia de un devoto que ahora vive aquí. Estaba viajando de Australia a
Canadá, y en aquel momento estaba de paso en Los Angeles. Allí debía tomar un
vuelo a Toronto, Canadá.
Y ahí estaba, en LA., viajando en autobús. En
aquellos días todavía se usaban aquellas carteras más grandes, y dejó la suya
sobre el asiento contiguo. Su cartera era del mismo color que los asientos de
ese autobús, y cuando se bajó, se olvidó su cartera. Salió del autobús y pensó,
“Aún me quedan un par de horas, déjame ir a relajarme un rato a un parque.” Y
allí en el parque se dio cuenta, horrorizado, de que estaba en esa misma
situación que acabas de describir: no tenía dinero, no tenía su pasaje de
vuelo, no tenía pasaporte. Y de repente se le acercó un taxi con un conductor
mejicano y le dijo, “Creo que ha perdido algo…” Miró dentro del coche y allí
estaba su cartera, y abrió la puerta y se sentó dentro. El taxista le dijo,
“¿Parece que quiere usted ir a algún sitio?”, y él respondió, “¡Si, lléveme al
área de partida de los vuelos transcanadienses!” Y más tarde, cuando vino a
Puttaparthi, lo primero que Swami le dijo fue, “¡Tienes que ir con más cuidado!
¡No andes dejando tus cosas en los autobuses!”. Así que esta es otra de esas
maravillosas historias.
Pero regresemos a ti. ¿En qué año te fuiste de
la India a los Estados Unidos? Porque la primera vez que viste a Swami fue
después del episodio de la piscina, cuando estabas en la India, pero luego te
fuiste a los Estados Unidos.
P. A.
Salí de la India en 1982. Primero fui a
Nigeria, donde trabajé para este mismo Grupo Multinacional Suizo. También ahí
hubo varios milagros mayores de Swami. Y luego, después de estar en África
durante unos cuatro años, viví en Suiza otro par de años, trabajando para la
Sede Central de esta misma Multinacional. Fue en 1989 que me mudé a los Estados
Unidos, donde he vivido durante los últimos 14 años. Así que he estado fuera de
la India desde hace unos 25 años. Y durante estos 25 años, una y otra vez han
habido casos de curación, o de recuperar el pasaporte de la manera que te he
explicado, o también cosas mucho más básicas que han ido sucediendo...
Prof. G.V.
Bien, eso son cosas que te ayudan a recordar a
Swami. Pero la pregunta que te quiero hacer ahora es la siguiente. Durante este
cuarto de siglo que has estado fuera de la India, durante este tiempo que has
estado en una cultura y un medio ambiente que es substancialmente diferente del
nuestro – ¿qué impacto ha tenido Swami en tu vida? Porque la vida en Occidente
es diferente, la manera de pensar en diferente. Y es un hecho el que hay gente
que se olvida de Swami incluso en el momento en que cruzan la puerta de Ghanesa
y salen a la calle, es una experiencia común. Así que, ¿cómo hiciste para
recordar a Swami y mantener tu relación de corazón a corazón con El?
P. A.
Creo que en la mayoría de las personas que
viven en el extranjero, el mero hecho de que viven en una sociedad, en un medio
ambiente, donde el sistema de valores es diferente, esto mismo les hace ver la
importancia del sistema de valores que Swami enseña. Y creo que ellos piensan
mucho más en Swami. De hecho, en cuanto a devotos se refiere, los devotos de
fuera de la India son intensamente concientes de la enseñanza de Swami,
precisamente debido a la sociedad en la que viven, pues creen que éste es el
sistema de valores que la sociedad necesita, los valores básicos de la verdad,
la rectitud - la conducta correcta - la no violencia, la paz, etc. Tal vez si
hubiese vivido en la India no le habría prestado mucha atención a todo esto. Es
debido a que he vivido en el extranjero que realmente veo la relevancia de este
sistema de valores...
Prof. G.V.
Los devotos de allá, ¿cómo encuentran la vida?
Tú eres un ejemplo representativo, así que te puedo poner a ti esta pregunta:
Vives en un sistema que aparentemente niega estos valores que tu aprecias, y tú
por una razón u otra vives ahí, el destino te ha llevado ahí. ¿Cómo vives esta
situación? ¿Acaso no es una situación algo contradictoria? ¿Cómo se enfrenta
uno a este conflicto, a esta contradicción?
P. A.
Bien, hay un conflicto constante entre lo que
quieres hacer y aquello que estás forzado a hacer. Y es por ello que en estas
situaciones de conflicto que surgen, una y otra vez piensas en el énfasis que Swami le da al
dharma, a la conducta correcta. Cuando vives ahí, constantemente te estás
cuestionando acerca de qué es la conducta correcta, sobre todo dentro del área
profesional. Es ahí donde yo por ejemplo siempre recuerdo la historia que
cuenta Swami de cuando Rama se fue al exilio, obedeciendo las órdenes de su
padre, Dasharata, el Rey, que le seguía con su carruaje, llorando. Dasharata le
ordenó a Sunanda, el conductor del carruaje de Rama, “¡Detén el carruaje!” Rama
le dijo a Sunanda, “No te detengas, y si más tarde Dasharata te pregunta, dile
que no le oíste”. Cuando Sunanda le preguntó, “¿Cómo puedo decir una mentira?”,
Rama respondió, “Tu deber no es escuchar los lamentos de Dasharata el padre,
sino obedecer las órdenes que te dio Dasharata, tu Rey. Fue el Rey el que te
mandó marchar”.
Swami, con esta simple parábola, nos enseña
qué es el dharma, cual es la conducta correcta a observar en diferentes
ocasiones. Cada vez que te encuentras en una posición conflictiva, te vienen a
la mente este tipo de parábolas. Particularmente, para los que vivimos en el
extranjero, aquellos de nosotros que estamos en el mundo profesional
constantemente nos encontramos con este tipo de conflictos, y las enseñanzas de
Swami continuamente vienen en nuestra ayuda.
Prof. G.V.
¿De qué manera? Porque las expectativas en un
tipo de sociedad como en la de los Estados Unidos puede que sean diferentes de
la manera como tú quisieras actuar de acuerdo a los dictados de tu conciencia y
de acuerdo a las enseñanzas de Swami.
P. A.
Yo creo que es aquí donde Swami hace todos
esos lilas y milagros, que creo que Howard Murphet llama “parábolas en acción”.
Yo pienso que es aquí donde Swami continuamente nos ayuda. En mi vida
profesional han habido bastantes situaciones profesionales en las que ha habido
un conflicto, en las que no sabía cómo actuar – sabía qué hacer, pero había un
conflicto entre el valor que yo quería afirmar y la manera según la cual funcionaba
la sociedad. En esas situaciones, esencialmente lo que sucedió fue que Swami
hizo algo de manera que fuera posible para mi el cumplir con los valores que se
supone que sigo en mi vida.
Prof. G.V.
Pero, ¿podrías decir que esto es algo que le
pasa a todo el mundo? No hablo del hecho de escuchar la voz de la conciencia,
la voz de la conciencia siempre está ahí. Hablo de este tipo de así llamadas
experiencias milagrosas que te ayudan a mantener la dirección correcta. Porque
yo no puedo alardear de ninguna de esas experiencias espectaculares que tantas
personas tienen. Hay personas que las tienen, hay personas que no las tienen.
Entonces, ¿qué pasa con aquellos que son devotos de Swami, pero que no tienen
este tipo de experiencias?
P. A.
Pienso que aún así pueden escuchar la voz
interna y así encontrar la solución. Probablemente estas experiencias
milagrosas les suceden a aquellos que las necesitan. Yo creo que aunque no
tengas este tipo de experiencias, si buscas en tu interior, si realmente quieres,
yo creo que puedes encontrar una solución. Tal vez estas experiencias nos
vienen a los que no somos capaz de profundizar en la búsqueda de una solución o
respuesta. Probablemente por eso este tipo de experiencias no te suceden a ti.
Algunos de nosotros probablemente las necesitamos...
Prof. G.V.
Bien, creo que esa es una buena respuesta a la
pregunta de porqué algunas personas tienen experiencias milagrosas y otras no.
Esta cuestión nos lleva a un punto central.
Sabes, hace algunos años tuvimos aquí a una
persona de los Estados Unidos, un experto en Administración, que iba a dar una
conferencia a nuestros estudiantes. Y nos quedamos horrorizados cuando le oímos
comenzar diciendo, “Esto es el Instituto, aquello es el Mandir – olvidaros de
todo lo que hayáis aprendido allá. El mundo de los negocios es muy duro y
funciona con normas diferentes”. Por supuesto, nos aseguramos de que este señor
no volviese a dar conferencias en nuestro Instituto.
Pero el hecho es que existe esta doble
actitud. No digo que sea una característica particular de la gente que vive en
un cierto país o continente. Cada país tiene este problema. De hecho, si
alguien lo pusiera en términos generales, tal y como dijo un erudito una vez –
en el Oriente la gente cree en la moralidad personal más que en la moralidad
social, o la ética social. Y en países Occidentales, se le da una gran
importancia a la ética social, pero abandonan la moralidad personal, y esto es
algo que ha ido en aumento. Ambas reflejan una especie de actitud dividida. Y
tal y cómo dijo Gandhi, la Verdad es
una, no se puede fragmentar en compartimentos. ¿Cómo es que la gente parece
estar cómoda con este tipo de actitud, “El mundo de los negocios es diferente,
allí se siguen normas diferentes”?
P. A.
Hay muchos que sienten este conflicto, que
tienen este dilema en su interior, incluso muchos que no son devotos de Swami…
Prof. G.V.
En muchos aspectos, los Estados Unidos tiene
una posición única, no solo en términos de potencia militar, sino poder
económico, competencia tecnológica, excelencia científica etc. Esa sociedad
está en una etapa donde es fácil que se vaya en una dirección errónea – si es
que no lo ha hecho ya. Y si se va por el mal camino puede ser muy peligroso.
Pero si se desarrolla en la dirección correcta, puede ser de enorme beneficio
al mundo entero, porque lo que América hace hoy, el mundo lo hará mañana. Así
que la pregunta en breve es: ¿Crees que las enseñanzas de Swami harán algún
impacto en esa sociedad? Lo necesitaría desesperadamente, y yo creo que está
lista para ello – ¿pero estará lista para recibirlo? ¿Cuál es tu pronóstico?
P. A.
Yo creo que sí lo estaría, pero el problema es
la logística y la estrategia de cómo lo recibirán. Tomemos por ejemplo cómo
Swami lo está haciendo, mediante Sus establecimientos educacionales...
También nosotros tuvimos el mismo problema del
cual hablábamos, particularmente durante los últimos años, con el sector
comercial siendo lo que es en los Estados Unidos. En una de las discusiones que
tuvimos en el Instituto de Negocios de Harvard, le preguntamos al decano la
siguiente pregunta. Tres de los mayores casos que fueron expuestos tras tener
lugar una revisión de los libros eran graduados de Harvard, así que le
preguntamos, “Si la Escuela de Negocios de Harvard está produciendo graduados
que se convierten en Ejecutivos Jefes que resultan no tener ética en sus
negocios - ¿qué es lo que está pasando en esta Escuela?” La respuesta inmediata
fue, “Tal vez debiéramos introducir un curso de Ética en el currículo del
Master en Administración, etc.” ¡Pero así no funciona!
Prof. G.V.
Que bueno que menciones esto, porque dentro de
unos meses va a tener lugar aquí una conferencia de Vice Cancilleres (de
Universidades), y yo tengo que hablar en ella, se me dio esta noticia hace un
par de días. Y el tema de mi charla será que manejar este tema poniendo
“parches” no lo va a solucionar. La moralidad es algo íntegro, hay una Ley
Moral en el Universo, uno no puede ser moral aquí e inmoral allá. Y si lo
enseñas como un curso más, los estudiantes estudiarán para tener buenas notas,
y después continuarán felizmente cometiendo crímenes blancos, tal vez con
incluso mayor destreza. Yo no creo que eso dé buenos resultados. Lo que hay que
hacer es cambiar la actitud. ¿Lo ha reconocido o aceptado esa sociedad?
P. A.
Yo creo que si, pero el problema es que no hay
manera aparente de cómo la sociedad pueda conseguir este tipo de cambio…
Prof. G.V.
Bien, en ese caso, déjame que te haga una
pregunta muy fundamental. Se la he puesto a muchas personas, ¡veamos cual es tu
respuesta a ella! Como dije antes, América es el Número Uno en muchos aspectos,
lo cual significa que es una sociedad con mucha gente muy inteligente, con
gente creativa, gente capaz y educada, mucha gente con talento, etc. Si hay tanta
gente tan inteligente, ¿cómo es que están ciegos a algo que es tan obvio a
gente de menor inteligencia como yo mismo por ejemplo?
P. A.
Creo que es la misma batalla de siempre a la
cual nos enfrentamos en todas partes del mundo. Como dijo el filósofo griego
Plato, a no ser que tengas un filósofo como Cabeza de Estado, de alguna manera
el sistema de valores...
Prof. G.V.
No, a lo que me refiero es que en los Estados
Unidos son muy buenos en el análisis, tienen todos esos estudios de casos... No
hace falta mucho para darse cuenta de que la inmoralidad no va a dar ningún
buen resultado, y sin embargo, lo están aprendiendo a base de golpes. ¿Porqué
tienen que pasar por todo ello? ¡Está ahí a la vista de todos desde el
principio!
P. A.
Sabes, básicamente lo que ha hecho que la
sociedad Americana prospere es su deseo de tener éxito, de que tienen que ser
un ganador, que uno tiene que ser mejor que los otros...
Prof. G.V.
Bien, todo eso lo aceptamos, pero con toda su
inteligencia, ¿cómo es que tienen este punto ciego?
P. A.
El problema es que con este tipo de actitud no
es posible desarrollar otra clase de valores. Sabes, a esta actitud la acompaña
también una cuestión de codicia, de querer amasar riqueza material…
Prof. G.V.
¿Quieres decir que cuando desarrollas esta
actitud mental quedas ciego a otras cosas?
P. A.
Te conviertes en un “ganador”, tienes que
triunfar a toda costa. De alguna manera esta actitud se mete dentro de ti...
Prof. G.V.
La razón por la cual menciono este punto es
que en el segundo capítulo del Bhagavad Gita, Krishna lo deja muy claro, y
Swami lo ha amplificado de manera muy bella. Krishna explica como del Deseo
pasas a la Ira, que finalmente te destruye el intelecto y te lleva a la ruina.
Una vez que tu buddhi, tu intelecto, está destruido, ya no puedes discernir con
claridad. Y Swami lo explica en un idioma más moderno. Dice que la inteligencia
humana se desarrolla de dos diferentes maneras. Una es con relación a la
perspectiva mundana, a esta inteligencia Swami la llama medha shakti, y es la
que te hace triunfar en el mundo, te conviertes en un gran científico o un gran
hombre de negocios, por ejemplo. Eres muy audaz. Te conviertes en el Numero Uno
del Instituto de Negocios Harvard o del Departamento de Física de Harvard,
siguiendo el mismo ejemplo – pero al nivel del corazón eres un cero. Buddhi, el
intelecto, es justo lo contrario, te da muy buena capacidad analítica en
relación a las cuestiones espirituales, y eres capaz de tomar las decisiones
correctas.
Y Swami dijo, medha sakthi es necesaria pero
no es suficiente. Buddhi es suficiente aunque no tengas inteligencia mundana. Y
pone el ejemplo de Sri Ramakrishna Paramahamsa, que apenas tuvo estudios, pero
aun así era capaz de tomar las decisiones correctas y guiar a gente que supuestamente
era mucho más estudiada que él en términos mundanos, y que se congregaba a su
alrededor.
Así que esto es lo que Swami dice, y lo que tú
acabas de explicar es un ejemplo de ello. De hecho, es algo que puedes ver en
la dimensión del comercio, de la política, de la estrategia militar, etc. De
alguna manera es muy triste ver que se gasta tanto dinero en cosas retorcidas.
El pensamiento mismo se vuelve retorcido. ¿Acaso no es cierto?
P. A.
Absolutamente. Es por ello que lo que Swami
está haciendo mediante la educación en Sus Institutos, la educación en valores
humanos, hace que los niños aprendan un sistema de valores integrados. Como
Swami mismo ha dicho, los Padres, los Maestros y la Sociedad, estos tres son
los que guían a los niños a un sistema de valores. Si no tienes a estos tres
factores guiando a los niños a un sistema de valores correcto…
Prof. G.V.
Bien -
¿Qué le sucede a una sociedad así, que está tan bien dotada, pero cuyo curso la
está llevando a estrellarse? ¿Ves alguna solución? ¿Qué sucede con los padres,
no ven lo que está sucediendo? ¿Y los maestros?
P. A.
Si, creo que si hay conciencia de ello, pero
nadie parece ser capaz de entenderlo y de hacer algo al respecto…
Prof. G.V.
¿Crees que la India le puede ayudar a América?
P. A.
Yo creo que sí - en los Estados Unidos
definitivamente hay una creciente conciencia del sistema de valores de la
India, basados en la espiritualidad.
Prof. G.V.
¿Crees que el americano común siente interés
por el movimiento nacido de la enseñanza de Swami?
P. A.
Por el movimiento nacido de la enseñanza de
Swami, y el Vedanta. Por ejemplo hoy día en los Estados Unidos, si vas a una
buena conferencia de cualquier tema religioso, en cualquier lugar en el que
alguien esté dando clases de los Upanishads, verás que las clases están llenas,
y te encontrarás con que al menos un 50% de la gente son americanos locales.
Hay definitivamente una conciencia que está despertando, una toma de conciencia
de valores.Y yo creo que la India tiene mucho que ofrecer.
Prof. G.V.
¿Estas conferencias, cambian en algo sus
vidas?
P. A.
Si. Pero de una manera mínima, pues
lamentablemente los que van son los pocos intelectuales, y la enseñanza
espiritual no le llega al resto. Pero yo creo que hay algo que está comenzando,
hay algo que definitivamente está sucediendo, y gente como la asociación
Bharatiya Vidya Bhavan están haciendo mucha labor en esa área.
Prof. G.V.
En cuanto al Instituto de Negocios de Harvard,
por ejemplo, ¿son por lo menos concientes de que hay este tipo de facetas que
debieran inspeccionar, como mínimo?
P. A.
De hecho, han habido ciertas discusiones
extensas precisamente acerca de todo esto. En estos momentos, la discusión se
centra en el área del currículo. De hecho, Harvard, después de las discusiones
iniciales que tuvieron lugar hace algún tiempo, se ha dado cuenta de que en el
campo de los negocios un sistema de valores es muy, muy importante. Y han
estado trabajando mucho este tema….
Prof. G.V.
Pero déjame que te pregunte – la definición de
ética está basada en las normas sociales. Yo veo una diferencia entre ética y
moralidad. La moralidad está basada en Dharma, la rectitud, es algo que no
cambia con el paso del tiempo, es invariable, mientras que la ética se basa en
las normas sociales vigentes. La moralidad viene de dentro, la ética de afuera.
La moralidad no es flexible, sabes, es rectitud, no es algo que cambie según el
momento. La ética es adaptable y cambia, cómo por ejemplo en el caso de la
censura. Así que en estas circunstancias, ¿no crees que se necesita algo más
que ética? ¿Ha entendido esto la sociedad Americana?
P. A.
No creo, la mayoría de la gente común en
América no lo ha entendido, lo están empezando a entender a nivel
intelectual...
Prof. G.V.
Por ejemplo en el mundo de los negocios. Si
miras el comercio y los negocios, creo que habría que llegar a un nivel en que
los negocios se entiendan no como una empresa a través de la cual derivar el
máximo beneficio para los accionistas, sino como una actividad social llevada a
cabo por un grupo de gente que se consideran el dinero del que disponen, a
pesar de que se lo hayan dado los accionistas, como dinero que Dios les ha dado
en fidel comisión – sabes, el concepto
de fideicomisario que Gandhi tanto promovió: Cada hombre de negocios es un fideicomisario
de Dios. Cada intelectual es un fideicomisario de Dios, en tanto que Dios le ha
dado la riqueza del conocimiento. Cada hombre físicamente capaz es un
fideicomisario de Dios, en tanto que Dios le ha dado la riqueza de la salud. Y
esto es un tema central en el Bhagavad Gita.
Es decir, hemos de llegar a un punto en que
aceptemos que todos somos fideicomisarios de Dios, que Dios nos ha dado algo
apropiado a nuestra personalidad para usarlo para y en nombre de Dios, al igual
que haces en el Servicio Público. En la India cada persona que tiene una
posición de sirviente público, una posición de sirviente civil, se supone que
sirve para y en nombre del Presidente de la India. De la misma manera, si
actuamos así en nuestra vida, con esta actitud – lo cual es la esencia del
segundo y tercer capítulo del Bhagavad Gita – eso mismo puede llevar a un
inmenso logro. Y aparte, puede ser una
experiencia sumamente agradable. ¿Tú que crees?
P. A.
Estoy de acuerdo contigo, absolutamente. De
hecho, con los escándalos empresariales que han habido en los Estados Unidos
durante los últimos años, creo que hoy día hay una mayor conciencia de que hay
algo que es más importante que el poseer el control en los negocios – el
concepto del que acabas de hablar, de que lo que tenemos es en fidel comisión.
Un ejemplo muy simple es que los Directores de Junta poco a poco están
entendiendo que lo que hacen es en nombre de los Accionistas. Así que creo que
lentamente este concepto está llegándole a la gente.
Prof. G.V.
Sabes, es muy interesante - escuchando los
discursos de Swami, me he dado cuenta de que en los últimos años Swami ha
cambiado una cosa. Antes solía decir, “Dios está en tu interior”. Ahora, desde
hace unos años, de repente ha comenzado a decir, “Dios no está dentro de ti, tú
estás en Dios”. Al darme cuenta de esto me pregunté, “¿Qué es lo que está
sucediendo?” No se puede decir que esto es verdad o lo otro es verdad. Esto es
verdad y lo otro también. Antes solía enfatizar un aspecto debido a una razón
diferente, hoy día enfatiza que “Tu estás en Dios”. Una y otra vez dice, “La
sociedad es Dios”. Así que me puse a mi mismo esta pregunta, “¿Porqué Swami
dice que la sociedad es Dios?”
Y llegué a la siguiente conclusión, y les he
estado hablado de ello a mis estudiantes. Hoy día vivimos en un medio ambiente
altamente interconectado. Hace mil años la populación del mundo era muy
pequeña, y la gente vivía en comunidades aisladas, entre las cuales apenas
había ninguna interconexión. Como resultado de la conectividad de hoy día, una
acción llevada a cabo en un lugar del mundo fácilmente afecta las acciones en
otra parte del mundo. Por ejemplo el virus desarrollado en un lugar afecta a
todos los computadores del mundo. O por ejemplo, si la Junta de Reserva Federal
de América cambia los intereses, afectará a la Bolsa en el mundo entero...
Así que en esta sociedad altamente
interconectada hemos de funcionar de una manera socialmente responsable. Yo no
puedo renunciar a mis responsabilidades sociales, son prioridad número uno. Y para enfatizar este
punto, Swami dice “La sociedad es Dios”. A no ser que yo considere la sociedad
como Dios y lleve a cabo mi deber hacia la sociedad, sin “pero”s,
incondicionalmente, va a haber problemas. ¿Está la gente dispuesta a poner el
bienestar de la sociedad ante todo lo demás? Yo creo que las ONGs
(Organizaciones No Gubernamentales) ya están comenzando a pensar de esta
manera, los Verdes ya están comenzando a pensar así, por lo menos hasta cierto
punto. Pero también las empresas multinacionales deben llegar a ello.
P. A.
Yo creo que las multinacionales se están
empezando a dar cuenta de la importancia, de la necesidad de la ética social,
creo que ya por razones compulsivas están forzados a mirar hacia esa área...
Prof. G.V.
¿Viste estas noticias recientes acerca del
relajamiento de las leyes patentes para producir formas genéricas de
medicamentos para los países pobres? ¿Sería esto un buen ejemplo de esta nueva
manera de pensar?
P. A.
Ciertamente es un ejemplo de una actitud
nueva, diferente. La Conciencia colectiva de la América empresarial aún no ha
despertado, pero definitivamente hay voces que se oyen, “voces en la
oscuridad”, que básicamente hablan de todo esto. Hay una mayor conciencia, lo
que ha estado sucediendo durante los últimos años la ha creado, y yo creo que
este movimiento hacia la responsabilidad social, hacia la ética social
ciertamente irá en aumento. ¿Pero - igualarías este aumento o toma de
conciencia de la moralidad social con la moralidad personal del individuo? Yo
creo que esto aun llevará un tiempo. Y es allí donde pienso que la enseñanza
espiritual de la India, que las enseñanzas de Swami, tendrían un impacto
tremendo en los Estados Unidos...
Prof. G.V.
Tienen que volver a descubrir a Dios.
P. A.
Yo creo que tienen que volver a descubrirse a
si mismos…
Prof. G.V.
Bien, ¡una cosa lleva
a la otra!
P. A.
Exactamente. El concepto de que “ Somos parte
de la Divinidad y la Divinidad es parte de nosotros”, yo creo que en algún
momento tenemos que entender esto...
Prof. G.V.
Ahora quisiera
cambiar por completo de dirección. Quisiera que nos hables de tu experiencia en
Japón, donde estuviste hace algunos meses, participando del Foro Mundial del
Agua. ¿Cómo sucedió que participaras? ¿De qué se trataba, exactamente, en esta conferencia? Creo que la conferencia
principal tuvo lugar en Kyoto y que luego hubo un encuentro satélite en
Osaka...
P. A.
Me enviaron una invitación, preguntándome si
podría participar en una mesa redonda de Kyoto. El Forum Mundial del Agua
estaba organizado por UN–HABITAT y el EDB (Junta de Desarrollo Económico). Era
la tercera conferencia de la ONU con respecto a “Ciudades y Agua”, y se trataba
de cómo proveemos de agua a las ciudades, acerca del funcionamiento de los
proyectos para llevar agua a las ciudades, y el cómo hacerlo – la
infraestructura, los costes, la logística, todo eso. Estaban presentes
representantes de varios Gobiernos. Había una mesa redonda de expertos para la
parte de la financiación de los proyectos, y era en este grupo en el que se me
había pedido que participara y presentara el Proyecto de Agua de Anantapur, que
hablara de su financiación. La invitación vino de UN-HABITAT, y aunque primero
tenía muchas dudas acerca de si debía participar o no, finalmente decidí
aceptar y fui. Fue una Conferencia de tres días.
Prof. G.V.
¿Qué les dijiste, y cómo lo recibieron?
P. A.
Bien, al principio dudé mucho en ir, porque al
fin y al cabo, la parte esencial del éxito del Proyecto de Agua de Anantapur no
esta en la financiación, sabes, así que hablar sólo de la financiación de este
Proyecto como la base de su éxito es confundir al árbol con el bosque. Pero ya
que recibí una invitación, fui, aunque con muchos nervios. Al principio incluso
me sentí adverso a ir, pero entonces le mandé una nota al Sr. Chakravarthi,
secretario del Consejo Central Sri Sathya Sai, preguntándole, “Mire, he
recibido esta invitación. ¿Debiera ir?” Y el Sr. Chakravarti me respondió con
una nota diciendo que ciertamente podía ir y hacer la presentación. Así que
finalmente fui. Pero desde el primer momento había estado preocupado: “¿Es el
forum correcto? ¿De qué voy a hablar? Es especialmente de la parte financiera
de las cosas de lo que yo puedo hablar”.
Pero en el primer día mismo, durante la
Conferencia Inaugural, hubo una bellísima presentación musical, un ballet, en
el que se trataba básicamente del agua como un recurso que viene del tiempo y
del espacio verdaderos.
Prof. G.V.
¿Quien hizo esta presentación?
P. A.
El ballet fue presentado por niños escolares
del Japón. El ballet mostraba cómo el agua llegó a través del tiempo y del
espacio, y cómo, al pasar por el tiempo y el espacio, desarrolló su propia
identidad, y junto con su identidad desarrolló su propio sentido de los
valores. Y cuando hablaron de valores hablaron de la verdad, la paz, la
conducta correcta, la no violencia – y cuando comenzaron a hablar de estos
valores, empecé a prestar aun más atención, me dije, “¿Qué es lo que está
sucediendo aquí?”, y entonces el ballet finalizó y anunciaron que este ballet
había sido presentado por los niños de la Escuela Sathya Sai de Japón. Habían
unos 1.500 delegados presentes, que se pusieron en pie, dando un aplauso
inmenso. En el momento en que vi esto al inicio mismo de la Conferencia, de
inmediato sentí que tal vez la Presencia de Swami ya estaba allí, así que tal
vez la conciencia de la gente allí ya era más elevada, y que por ello podía
expresarme con mayor claridad durante mi presentación.
La mesa redonda tuvo lugar al día siguiente.
Yo era el cuarto orador en un cuadro de seis. Los oradores que hablaron antes
de mi presentaron modelos de financiamiento, métodos de devolución, costos de
la recuperación, etc. La mayoría de las exposiciones trataban básicamente de
estas cosas. Yo había venido preparado con un CD, con una presentación visual -
pero de alguna manera, justo antes de hablar, pensé, “No tiene sentido mostrar
esta presentación aquí, porque de hecho en el Proyecto Sathya Sai de Agua no
hay ninguna propuesta de financiación concreta, en ese sentido no es algo que
pueda causar un impacto espectacular a las Naciones Unidas...”. Así que en el
ultimo minuto decidí no mostrar esta presentación visual, sino que en vez de
eso, comencé mi charla diciendo, “Yo no soy un experto en Agua, de hecho no sé
muy bien porque estoy aquí, pues no les voy a hablar de la financiación en este
Proyecto de Agua. De lo que les voy a hablar es de un estudio de caso, también
de una historia de amor. No una historia de amor cualquiera, es una historia de
Compasión. Es la historia de cómo una Persona sintió que era necesario
llevarles agua a unas tierras resecas y satisfacer la sed de un millón de
personas. Así que es ésta es una historia de amor y compasión”.
En el momento en que dije esto, la gente
empezó a prestar aún mayor atención, y la presentación fue muy bien. Después de
ello, hubo mucho interés en saber detalles del este Proyecto de Agua, de qué se
trataba, qué es lo que Swami dice - un interés tremendo.
Prof. G.V.
¿Han habido algún tipo de secuelas a tu
presentación?
P. A.
En Osaka la prensa de inmediato quiso saber de
que se trata este Proyecto, quién es Sai Baba, qué es lo que esta sucediendo
aquí... Hubo muchas preguntas, y también una invitación de la Unión de
Estudiantes de Osaka, que me pidieron que fuera a hablarles acerca de este
Proyecto de Agua. Todo esto sucedió inmediatamente después de mi presentación.
También estaba presente un ministro de la China – había una delegación entera
de la China – que quería hablar conmigo acerca de “¿Qué es esta compasión de la
que hablabas, de qué se trata?”
Prof. G.V.
¡Qué
interesante!
P. A.
También querían saber más acerca del Proyecto
de Agua en si mismo, así que ciertamente despertó muchísimo interés.
Prof. G.V.
Eso me recuerda algo que sucedió cierto tiempo
atrás, en Delhi, en otra Conferencia organizada por el UN-HABITAT, una vez más
con el tema de “Agua e Higiene”. En ella tuvo lugar una presentación en nombre
del Consejo Central Sri Sathya Sai, que había sido invitado para hacer una
exposición acerca de este mismo Proyecto de Agua de Anantapur. Al final de esta
presentación había un espacio para preguntas, y una pregunta era acerca del
rendimiento de las inversiones: “Así que ustedes dicen que Sai Baba construyó
este Proyecto con un coste de 300 millones de rupias, y simplemente lo donó.
¿Cómo pudo hacer algo así? Uno tiene que recibir algo a cambio del dinero que
invierte”.
Y la respuesta que recibió fue, “Los
financieros piensan en el dinero, dicen, “Financiamos, ¿qué es lo que recibimos
a cambio? Investimos, ¿qué es lo que ganamos con ello?” Baba no invierte
dinero, da Amor. Ni siquiera invierte Amor, simplemente lo da, y no espera nada
a cambio. Y cuando no esperas nada a cambio, recibes mucho más de lo que das,
ése es el milagro del Amor. Y si esto fuese aceptado y el trabajo que se hace
fuese hecho con Amor, y los proyectos fuesen hechos con Amor, podrían recibir
mucho más por el dinero que invierten, de lo que obtienen de otra manera”.
Yo no se cuán convencidos estaban estas
personas, pero me llevé la impresión de que están comenzando a mirar hacia esta
dimensión, al igual que los cursos empresariales están empezando a ver la ética
como una necesidad. Hay otras dimensiones a los proyectos y a la manera cómo
uno usa el dinero.
Así que, ¿que
sucedió en Osaka con respecto a esta presentación del Proyecto de Agua? Creo
que es la primera vez que este proyecto de Swami ha sido expuesto a nivel
global sin que ninguno de nosotros tuviéramos nada que ver con ello...
P. A.
Absolutamente. El Consejo Central no estaba
involucrado, nadie de aquí estaba implicado.
Prof. G.V.
Esas son las maneras cómo Swami hace que
sucedan las cosas, “¡No tengo ninguna necesidad de ninguno de vosotros!” (rie)
¡Nos hace redundantes, sabes!
P. A.
Si. Incluso en la Conferencia, finalmente
dijimos, “Hablar acerca de la financiación de este proyecto en particular como
la base de su éxito, es confundir al árbol con el bosque, hay algo más allá
tras todo esto, algo más que la financiación. La compasión y el amor fue lo que
básicamente creó este proyecto y lo que hizo que se cumpliese con éxito”. Creo
que este fue el mensaje que transmití, y creo que les llegó a todos.
Prof. G.V.
Eso es algo muy importante, porque en ese
mundo del dinero la gente a menudo se olvida de los beneficiarios de este tipo
de proyectos. A menudo se hacen cosas que no benefician a los supuestos
beneficiarios. Por ejemplo tomemos el caso de prensas de agua, una y otra vez
surge el problema de la gente desplazada, nadie se preocupa por ellos, y parece
que este es un problema que tienen todos los así llamados países
subdesarrollados. Así que en todo esto hay un elemento que hay que tener en
cuenta, un elemento que va mas allá del dinero, y la palabra “compasión” que tú
has utilizado enfatiza lo que realmente está faltando en tantos de los
proyectos calculados fríamente.
P. A.
Yo creo que en todo el mundo hay un deseo
básico de ayudar. Yo creo que Swami
activó este deseo en el fondo del corazón de cada persona, de querer
ayudar. El fue capaz de hacer surgir este deseo básico en el fondo del ser de
cada persona y hacer que se manifestase. De otra manera, ¿cómo puede un
proyecto así culminar en éxito? ¿Cómo es que tanta gente permitieron que
abrieran sus tierras de cultivo y colocaran cañerías? ¿Cómo es que estuvieron
dispuestos a asumir la posibilidad de daños en la cosecha si esas tuberías se
rompiesen? ¿Cómo es que no hubo pleito alguno durante todo el proyecto? No hubo
arbitraje, nada. ¿Cómo pudo suceder todo esto?
Prof. G.V.
Y otro punto interesante dentro de este
Proyecto es que la persona a cargo de los obreros dijo que trabajaron como
nunca lo hacen en ningún otro proyecto. La presencia de Swami se vio a todos
los niveles. Y sabes, visité algunos de estos pueblos cuatro o cinco años
después de que se completara el proyecto. Fue asombroso ver la gratitud que le
tienen a Swami. Se relacionan con Swami como si fuera uno de ellos, ese es un
punto muy importante. Swami no es para ellos una entidad desconocida en algún
lugar lejano y misterioso. Eso fue algo muy bonito de ver. ¿Cómo es que saben
acerca de Swami? Por los Hospitales construidos por ejemplo, y por el servicio
que se lleva cabo en Su nombre en los pueblos de la India rural, fue algo
realmente maravilloso de ver.
¿Ves alguna diferencia entre cómo Swami ha
realizado este Proyecto y la manera cómo funcionan las ONGs? Pues las ONGs
están trabajando en Afganistán, en África, etc, y estoy seguro que en muchos
otros lugares...
P. A.
Es totalmente diferente. Porque en cada
organización, en cada actividad humana, hay un medio ambiente interno y un
medio ambiente externo. El medio ambiente interno básicamente provee de y
maneja todos los factores tales como la estructura, el personal, las
habilidades etc. Todo eso esta muy bien, y probablemente consigue resultados
eficientes en metas normales. Pero para un cambio se necesita
de mucho más que metas normales, se necesita algo que haga que des un salto
para adelante. Para ello se necesitan fuerzas que transformen, las cuales
serian por ejemplo misión, liderazgo - llámalo como quieras. Y yo creo que
Swami fue capaz de proveer esta fuerza transformativa, que esta totalmente
ausente en la mayoría de los otros proyectos.
Prof. G.V.
Te contaré algo bien interesante que no mucha
gente sabe. Cuando visité uno de esos pueblos, parte del Proyecto de Agua,
llamado Pedda Ahobilam – allí hay un pequeño embalse, donde el agua es
almacenada, y para convertirla después en agua potable, es llevada mediante un
sistema de cañerías a una Planta Procesadora de Agua. Y desde allí, mediante
dos cañerías, proveen de agua a un área de unos 120 Km., que no es poca cosa,
el agua les llega a un número muy grande de pueblos y aldeas. Así que cuando
fuimos allí, sacamos fotos y lo documentamos con un video. Yo estaba hablando
con esas personas. Están bastante aislados, y cuando les pregunté, “¿Como
manejáis la vida aquí, qué sistemas de comunicación tenéis con el exterior?”,
me dijeron,“Teníamos un transmisor de radio, pero las autoridades lo
confiscaron, debido a la amenaza del terrorismo. En esta zona hay muchas actividades
terroristas, y si consiguieran hacerse con el transmisor no seria muy bueno”.
“¿Entonces de qué dependéis? ¿Del teléfono? ¡Porque el teléfono a menudo no
funciona!” “Así es”, dijeron. Así que
tienen este problema, y aparte las autoridades les dijeron, “Tened cuidado, hay
muchos terroristas por los alrededores. No salgáis después que se haga oscuro”
etc.
Y un día aparecieron unos terroristas a plena
luz del día, y les dijeron, “¿Qué es lo que estáis haciendo aquí?” Sospechaban
de este Proyecto de Agua, lo veían como un símbolo del Establecimiento. En esta
Planta de Agua hay un gran mapa que muestra todos los lugares a los que el agua
llega, y ellos se miraron el mapa y dijeron, “¿Queréis decir que el agua que
sale de aquí llega a todos esos 125 pueblos?”, “Si, así es”. Los terroristas se
apuntaron los nombres de algunos de esos pueblos, y fueron a esos lugares y les
preguntaron, “¿Recibís agua? ¿Lo recibís de manera regular? ¿Estáis
satisfechos?” Los campesinos están muy contentos. Así que estos terroristas
regresaron a donde la Planta de Agua y les dijeron, “Bien, a partir de ahora
estáis exentos de nuestros actos de terrorismo, pero tened cuidado y no salgáis
de noche. Porque de noche disparamos a todo aquello que se mueva. De día podéis
salir afuera”.
Lo que quiero decir es que aquí estaban estos
terroristas, personas confusas, mal guiadas, que también estaban preocupados
por las injusticias sociales. Y cuando vieron que Swami estaba haciendo algo
por los pobres, cuya causa tratan de representar, se sintieron satisfechos:
”Esto es lo que queremos, alguien está haciendo algo, eso está muy bien, así
que nos os vamos a molestar mas”. ¡Esto fue realmente un efecto inesperado y
sorprendente! Algunos oficiales de allí me dijeron, “No creo que sus jefes
sepan de todo esto”. Yo estaba simplemente asombrado por cómo este Proyecto de
Agua ha impactado a tantos niveles, ¡es fantástico!
Bien Profesor, ha sido muy agradable tenerte
aquí con nosotros, y me gustaría finalizar nuestra charla con la nota de compasión
que has mencionado. Quisiera finalizar citando a un hombre muy culto, Victor
Weisskopf, un científico brillante que escapó de Austria, de los Nazis, en los
años 30. Fue a América, donde falleció recientemente a la avanzada edad de 94
años. Una vez, hablando ante la Asociación América para el Avance de la
Ciencia, dijo, “El conocimiento sin compasión es inhumano, y la compasión sin
conocimiento es inefectiva”. Por supuesto, él estaba hablando de conocimiento
científico y material. Conocimiento mundano, no conocimiento espiritual. Pero
es una frase que a mi me impresionó profundamente: “Conocimiento sin compasión
es inhumano”. Es lo que dice Swami, sabes, el conocimiento mundano, medha
shakti, puede convertirte en una persona demoníaca (dañina, desalmada), en un
Ravana. Y la compasión sin conocimiento no es eficiente.
Así que necesitamos compasión, necesitamos
conocimiento, y necesitamos combinarlos, y yo pienso que ésta es la respuesta a
lo que decías acerca de los establecimientos educativos, y esto es lo que
estamos tratando de hacer en nuestro Instituto.
Espero que puedas llevar este mensaje de Swami
y de nuestro Instituto a vuestras Universidades y Escuelas de allá, y permíteme
que te desee mucha suerte. ¡Y la próxima vez que vengas, deberás decirnos
cuantos Institutos han adoptado el Sistema Sathya Sai de Educación! ¡Gracias y
espero tenerte pronto otra vez por aquí.!
SAIRAM
Cortesía de Radio
Sai Armonía Global
(paginas web: radiosai.org y h2hsai.org)
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