La luna
y la mente
Prashanti Nilayam, 7/2/1959
Mahashivaratri
En los Shastras, se citan muchas historias
diferentes para explicar el origen del festival de Shivaratri (el festival de la noche de Shiva). Algunas de ellas fueron contadas ahora por las personas que
les hablaron. Otro cuento es acerca del día en el cual Shiva bailó Su Thandava (nombre
de Su danza cósmica) en Su éxtasis, con todos los Dioses y sabios tomando parte
en ese evento cósmico. Cuando tomó el veneno Halahala que emanaba del Océano de leche en respuesta a las
oraciones de los mundos que éste amenazaba destruir, el calor de los vapores
era casi insoportable, aun para Él. Así, se dice, el Ganges fue vertido ininterrumpidamente sobre Sus enredados bucles
(ésta es la explicación del baño ceremonial [Abhisheka]
que se ofrece en todos los templos de Shiva
durante horas, y en algunos lugares sin interrupción) pero Shiva fue aliviado sólo parcialmente. Entonces se le colocó sobre
la cabeza a la fría luna: esto le dio algún alivio. Luego, el Ganges le fue puesto sobre los cabellos
enredados. Eso fue de gran ayuda. Después de esto, Shiva bailó la famosa danza Thandava con todos los dioses. Esa es la
historia, pero todo esto no ocurrió en un día particular; así es que no se
puede decir que Shivaratri conmemora
ese día. Algunos dicen que Shiva
nació ese día ¡como si Shiva tuviera
nacimiento y muerte como cualquier mortal! La historia de que un cazador se
sentó en una mata de bilva para acechar animales que matar, y que sin querer
hacer ninguna adoración, sin saberlo, hizo caer las hojas del árbol de bilva
sobre un lingam que estaba debajo y
así alcanzó la salvación, sólo explica la importancia de este día, no explica
su origen. Además, no tenemos sólo un Mahashivaratri;
cada mes tenemos un Shivaratri dedicado
a la adoración de ¿Cuál es, pues, el significado de ratri, la noche?
La noche está
dominada por la luna. La luna tiene 16 kalas
o fracciones; y cada día cuando mengua se reduce en una fracción, hasta que es
aniquilada en la noche de la luna Nueva. Después de ello, cada día se añade una
fracción, hasta que se complete en la noche de luna llena. La luna es la deidad
que preside la mente; "Chandrama
manaso jathah". De la mente del Purusha,
del hombre celeste, nació la luna. Hay una estrecha afinidad entre el manas o mente y la Luna; ambas están
sujetas a declinación y progreso. El menguante de la luna es el símbolo de la
mengua de la mente; pues la mente debe ser controlada, sometida y finalmente
destruida. Toda práctica espiritual está dirigida a este fin; la mente ha de
ser destruida para que la ilusión (maya)
pueda ser desgarrada y revelada la realidad. Cada día, durante la mitad oscura
del mes, la luna, y simbólicamente su equivalente en el hombre, la mente (manas), mengua, se reduce en una
fracción, su poder declina..., y finalmente, en la decimocuarta noche, queda
sólo un pedacito, es todo. Si ese día el practicante hace un pequeño esfuerzo
adicional, hasta ese pedacito puede ser eliminado y se completa la subyugación
de la mente (manonigraha). La decimocuarta
noche de la mitad oscura se llama, por lo tanto, Shivaratri, pues esa noche debería dedicarse al japa o repetición del nombre y a la
meditación (dhyana) sobre Shiva, sin ningún otro pensamiento de
comida o sueño. Entonces es cuando estará asegurado el éxito. Y una vez al año,
en la noche de Mahashivaratri, la
gran noche de Shiva, se recomienda un
esfuerzo especial de actividad espiritual, para que lo que está muerto (shavam) se vuelva Shivam, o sea, auspicioso por la remoción de esa escoria llamada
mente.
Este es el propósito
de Shivaratri; por ello es tonto y
hasta un engaño nocivo el imaginar que "el
mantenerse despierto" es la cosa esencial en su observancia. La gente
trata de no dormir esa noche jugando a las cartas, asistiendo a programas de
cine o teatro continuados. Esa no es la práctica espiritual que debe
intensificarse en Shivaratri. Es una
parodia del voto de no dormir. Los vulgariza a ustedes y alienta el mal y la
pereza, la malicia y la hipocresía.
En Shivaratri, la mente debe desintegrarse (laya), reducirse a nada. Lingam significa aquello en lo cual este
universo (jagat) alcanza el punto de
fusión con el infinito (laya, liyathe),
aquello adonde este universo va. Examinen el lingam; los tres gunas
están representados por el pedestal (pitha)
de tres ringlas; el lingam que está
encima simboliza la meta de la vida. El lingam
significa "un símbolo", el símbolo de la creación, el resultado de la
actividad de los tres gunas y del Brahman que la penetra y le da
significado y valor. Cuando adoran al lingam,
deben hacerlo con fe en ese significado simbólico.
Cada palabra, cada
forma usada en los Shastras tiene un
significado simbólico, que le da valor. La palabra "prapancha" que
ustedes usan tanto para indicar este mundo creado significa "aquello que está compuesto de los
panchabbuthas o cinco elementos o aquello que consiste de tierra, fuego, agua,
aire y éter". Tomen la palabra "hridayam"
usada para el corazón. Significa hridi (en
el corazón), ayam (Él). O sea que
significa no el órgano que bombea sangre a todas las partes del cuerpo, sino el
asiento de Dios, el altar donde Shiva está
instalado, el nicho donde está encendida la lámpara de Jñana, del conocimiento. Por otra parte, Shiva no monta un animal llamado en lenguaje humano un toro. El toro
es solamente un símbolo del Dharma
(justicia eterna) de pie en las cuatro patas de la verdad (sathya), del deber (dharma),
de la paz (Shanti) y del amor (prema). Los tres ojos de Shiva son los ojos que revelan el
pasado, el presente y el futuro. Sólo Shiva
tiene los tres. La piel de elefante que forma su manto es sólo un símbolo de
los rasgos elementales bestiales que Su gracia destruye; Él los hace impotentes
e inofensivos; de hecho, los hace pedazos, los despelleja, si se puede decir, y
se vuelven inefectivos. Sus cuatro caras simbolizan la ecuanimidad (shantham), la destrucción (rudram), la auspiciosidad (mangalam) y la actividad (uthsaham). De esta manera, dense
cuenta, mientras adoran al lingam,
del sentido interno de los muchos atributos de Shiva. Mediten así sobre Shiva
en este día para que puedan librarse de los vestigios de engaño restantes.
Del mismo modo que el
Om es el símbolo verbal de Dios, el lingam es la forma simbólica de la
divinidad. Es sólo una forma. Todo es ilusión (maya) y para aprehenderlo, ustedes deben jugar con la maya. De otro modo no se podrán dar
cuenta del poder de la misma. Dios es inmanente al universo lo mismo que la
vida es inmanente al huevo. El pollito está en cada parte del huevo; así
también, Dios está en todas partes del mundo. Prefiero la descripción del
motivador interno (sarvantharyami) a
la del yo interno de todos los seres (sarvabhuthantharatma).
Todos están en esta sala, la sala no está en cada uno de ustedes, ¿no es así?
De la misma manera, todos están en Él; lo que es mejor que decir Él está en
todos. Es la ilusión (maya) que ata y
limita al hombre; todas las prácticas espirituales son para conquistar a la
ilusión. Un pedazo de hierro se hundirá en el agua, pero si es batido y
ahuecado, flotará. Por eso, batan a la mente y háganla hueca. Entonces flotará
en el mar de nacimientos y muertes (samsara).
Por encima de todo, tengan discernimiento (viveka)
y no se dejen llevar a dar pasos en falso. No necesitan perder tiempo
tratando de descubrirme a mí y a mi naturaleza. Entiendan lo que les enseño, no
quién es el maestro, pues estoy más allá de su intelecto y de su poder. Sólo me
entenderán a través de mi obra. Es por esto por lo que a fin de revelar quién
soy yo, yo mismo les muestro mi tarjeta de visita, algo que ustedes llaman un
milagro. Conozcan al misterio (marma)
y lleven a cabo el karma o deber que
yo les asigno.
En los próximos
quince años, muchos jóvenes que ahora están creciendo brillarán como devotos
aspirantes en el campo espiritual; saben que cada uno de ellos es permanente (nithyam) y veraz (sathyam) y puro (pavitram);
también, que son hijos de la inmortalidad (amrithaputras).
Están creciendo en discernimiento (viveka)
y desprendimiento (vairagya) y se
están purificando con la recordación del nombre (namasmarana). Pero sus mayores se están burlando de estos
muchachos porque han tomado el camino santo. Quizá se sentirían más felices si
vagaran por las calles en grupos, fumando y blasfemando y mirando anuncios. Los
mayores deberían sentirse felices de que sus hijos se encuentren en el camino
real hacia la verdadera felicidad y contento, y de que así se servirán a sí
mismos y al mundo mucho mejor. Ustedes no sabrán cómo hacer un adorno de oro,
por eso lo dan a un joyero. ¿Por qué han de preocuparse si él lo funde y lo
bate y lo perfora y lo estira en un alambre y lo tuerce y corta? Dejen que
aquel que conoce el arte le dé forma al niño a fin de que éste se convierta en
un ornamento de la sociedad; no se preocupen por él.
Ustedes deben crecer
día a día, no sólo físicamente sino en la vida espiritual también. ¿Cuánto
tiempo se van a quedar en la escuela primaria, escribiendo las letras del
alfabeto? ¡Levántense, exijan que los examinen, sean aprobados y sigan el
siguiente grado!
Ahora están sentados
en la planta baja de esta sala; traten de conseguir los medios para ver también
los pisos superiores. Progresen. Salgan adelante. Entonces este Shivaratri será un Mangalaratri (una noche auspiciosa) para ustedes. De otro modo no
será sino una noche perdida.
Muchos son los que
pueden desanimarlos y decirles que la meditación y la adoración deben
emprenderse después de haber llegado a edad avanzada: ¡Como si las
prerrogativas o castigos fueran especiales de los viejos! Disfrutar del mundo
mientras puedan, luego pensarán en el próximo; esa parece ser su actitud. El
niño da sus primeros pasos en la relativa seguridad de su hogar; titubea hasta
que su andar se vuelve firme, hasta que su equilibrio es perfecto, hasta que
puede correr solo y sin miedo. Entonces es cuando se aventura afuera en las
calles y en el ancho mundo que está más allá. Así también, el jiva o alma individual debe dominar al
mundo interno primero; debe volverse impermeable a las tentaciones. Debe
aprender a no caer cuando los sentidos le ponen la zancadilla; debe aprender el
equilibrio de la mente que hará que no se incline más de un lado que del otro;
y entonces, después de dominar este discernimiento (viveka) podrán salir al mundo externo sin miedo a los accidentes a
su personalidad. Por esto se insiste en esa vigilia o vigilancia. No pueden
pretender ser educados o adultos hasta en tanto no hayan dominado la ciencia
del autocontrol y destruido la causa del engaño. No es sólo esta noche la que
deben ustedes pasar pensando en Shiva; todos los días de su existencia deben
ser vividos en la constante presencia del Señor.
No me digan que no
les importa toda esta beatitud, que están satisfechos con el engaño y no están
dispuestos a sufrir los rigores de la vigilia. La naturaleza básica de ustedes,
créanme, odia esta aburrida y pesada rutina del comer, del vivir y del dormir.
Busca la liberación de las ataduras a lo trivial y lo temporal. Cada uno ansía
por ello en el fuero de su corazón. Y esto se adquiere en una sola tienda: la
que tiene por rótulo contemplación del ser superior, la base de toda esta apariencia.
No importa lo alto
que un pájaro se eleve, tarde o temprano debe posarse en un árbol para
disfrutar la tranquilidad. Así también, vendrá un día en el cual aún los más
altaneros, los más voluntariosos, los más incrédulos y hasta aquellos que
aseguran que no hay ninguna felicidad o paz en la contemplación del ser superior,
tendrán que rogar: "Dios, dame paz;
dame consuelo, fuerza y felicidad".
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