USTEDES NO SON habitantes de un país cualquiera; Bharat es, en efecto, una tierra saturada desde hace edades de devoción y dedicación a Dios; el sendero hacia Dios fue buscado incluso por la gente común. La disciplina espiritual penetraba todas las actividades y cada detalle de la vida cotidiana. Son ustedes los herederos de una gran cultura que ha sobrevivido a las invasiones de países extranjeros y a la opresión política.
Esta cultura ha enarbolado la fortaleza mental y la pureza de pensamiento, que se traducen en decisiones y deseos benéficos, como requisitos esenciales de un ser humano evolucionado. El misterio y esplendor de Dios pueden ser comprendidos sólo por una mente pura y una visión clara. Por eso, el Señor otorgó a Arjuna un nuevo ojo para que no se confundiera al ver Su gloria. Una resolución adoptada por la mente es como una piedra arrojada a un lago. Produce ondulaciones que afectan a toda la superficie y perturban el equilibrio. Un buen propósito activa una serie de pensamientos afines, y cada uno de ellos contribuye al proceso de purificación y fortalecimiento. La cultura bharatiya insiste en la pureza de propósito porque, como una flor fragante en la mano, esparcirá su influencia benéfica sobre otros y, a través de otros, en la sociedad y en la comunidad donde opera el individuo. Un mal pensamiento profana al individuo tanto como a la comunidad. La aflicción también es contagiosa; su impureza también puede contaminar. Cuando la mente actúa en subordinación al intelecto razón con discernimiento , ayudará a la realización de la verdad interna. Cuando cede al llamado de los sentidos, apretará aún más las ataduras.
Las buenas ideas deben ser aceptadas y las malas, rechazadas. Cada idea debe juzgarse en la suprema corte del intelecto. Y el veredicto debe ser inapelable. Es en este contexto que debemos recordar la oración de Gandhi: Sabko sanmathi de Bhagavan (Oh Dios, concede recto entendimiento a todos).
Nuevamente, el individuo nacido en el lago de la sociedad debe nadar y flotar en las aguas calmas, y al unirse al río del progreso, fundirse en el océano de la gracia. El hombre debe transitar del estancamiento del yo a la posición del NOSOTROS. Pero hoy en día sólo vemos la danza salvaje de individuos egoístas que odian a la sociedad y se comportan en la forma más perjudicial para ella.
El agua fluye desde un nivel alto a los niveles más bajos. Así es también la gracia de Dios. Fluye hacia aquellos que se entregan con humildad. Por eso, desechen el ego, sobrepónganse a los celos y cultiven amor. ¿Cómo puede el hombre estar verdaderamente en paz consigo mismo y con los demás, si no busca ganar la gracia de Dios? Mientras luchan por obtener el mejor de los dones de la naturaleza, deben primero dotarse de humildad y sencillez; de otra manera, sólo serán arrastrados a la ruina a causa de sus muchos deseos insatisfechos. Ravana deseaba a la naturaleza (Janaki, quien fue encontrada cuando niña en un surco de tierra arada), pero no fue purificado por el esfuerzo de ganarse la gracia de Dios, y así, enfrentó su ruina. El deseo, cuando se ve frustrado, conduce a la ira, y la ira debilita al cuerpo, perjudica al sistema digestivo y lo precipita en la vejez.
Recuerden, cuando el amor es instalado en el corazón, los celos, el odio y la falsedad no encontrarán lugar allí. Vivan en amor, vivan con amor, anden con amor, hablen, piensen y actúen con amor. Éste es el mejor y más fructífero sadhana. No pidan amor a los demás si ustedes no son capaces de darlo. El amor debe circular en ambos sentidos.
El amor por todos debe fluir espontáneamente de sus corazones y endulzar todas sus palabras.
Esta cultura ha enarbolado la fortaleza mental y la pureza de pensamiento, que se traducen en decisiones y deseos benéficos, como requisitos esenciales de un ser humano evolucionado. El misterio y esplendor de Dios pueden ser comprendidos sólo por una mente pura y una visión clara. Por eso, el Señor otorgó a Arjuna un nuevo ojo para que no se confundiera al ver Su gloria. Una resolución adoptada por la mente es como una piedra arrojada a un lago. Produce ondulaciones que afectan a toda la superficie y perturban el equilibrio. Un buen propósito activa una serie de pensamientos afines, y cada uno de ellos contribuye al proceso de purificación y fortalecimiento. La cultura bharatiya insiste en la pureza de propósito porque, como una flor fragante en la mano, esparcirá su influencia benéfica sobre otros y, a través de otros, en la sociedad y en la comunidad donde opera el individuo. Un mal pensamiento profana al individuo tanto como a la comunidad. La aflicción también es contagiosa; su impureza también puede contaminar. Cuando la mente actúa en subordinación al intelecto razón con discernimiento , ayudará a la realización de la verdad interna. Cuando cede al llamado de los sentidos, apretará aún más las ataduras.
Las buenas ideas deben ser aceptadas y las malas, rechazadas. Cada idea debe juzgarse en la suprema corte del intelecto. Y el veredicto debe ser inapelable. Es en este contexto que debemos recordar la oración de Gandhi: Sabko sanmathi de Bhagavan (Oh Dios, concede recto entendimiento a todos).
Nuevamente, el individuo nacido en el lago de la sociedad debe nadar y flotar en las aguas calmas, y al unirse al río del progreso, fundirse en el océano de la gracia. El hombre debe transitar del estancamiento del yo a la posición del NOSOTROS. Pero hoy en día sólo vemos la danza salvaje de individuos egoístas que odian a la sociedad y se comportan en la forma más perjudicial para ella.
El agua fluye desde un nivel alto a los niveles más bajos. Así es también la gracia de Dios. Fluye hacia aquellos que se entregan con humildad. Por eso, desechen el ego, sobrepónganse a los celos y cultiven amor. ¿Cómo puede el hombre estar verdaderamente en paz consigo mismo y con los demás, si no busca ganar la gracia de Dios? Mientras luchan por obtener el mejor de los dones de la naturaleza, deben primero dotarse de humildad y sencillez; de otra manera, sólo serán arrastrados a la ruina a causa de sus muchos deseos insatisfechos. Ravana deseaba a la naturaleza (Janaki, quien fue encontrada cuando niña en un surco de tierra arada), pero no fue purificado por el esfuerzo de ganarse la gracia de Dios, y así, enfrentó su ruina. El deseo, cuando se ve frustrado, conduce a la ira, y la ira debilita al cuerpo, perjudica al sistema digestivo y lo precipita en la vejez.
Recuerden, cuando el amor es instalado en el corazón, los celos, el odio y la falsedad no encontrarán lugar allí. Vivan en amor, vivan con amor, anden con amor, hablen, piensen y actúen con amor. Éste es el mejor y más fructífero sadhana. No pidan amor a los demás si ustedes no son capaces de darlo. El amor debe circular en ambos sentidos.
El amor por todos debe fluir espontáneamente de sus corazones y endulzar todas sus palabras.
SAI BABA
Chembur
30 III 73
30 III 73
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