LA COMUNIDAD DE JESÚS: "LOS ESENIOS"

POR AMILIUS

Cuando se revelaron en 1945 los “Rollos del Mar Muerto” se supo de la conexión entre el Nazareno y “los Esenios del Monte Carmelo”, la historia escrita en éstos rollos dicen que Jesús recibió su preparación final para la labor que realizó en su vida. La filosofía de los Esenios era prácticamente idéntica a la que enseñó Jesús durante su ministerio. Los esenios juraban mantener su doctrina secreta respecto de los profanos, y no comunicarla a nadie fuera de su hermandad, solo se les permitía escribir en símbolos secretos. Eran cuidadosos con el uso de la palabra, por considerarla conductora de energías. No cultivaban nada que no reflejase la verdad.
En el pasado, seres y entidades reunieron sus energías a fin de preparar el aura etérica del planeta para recibir un mayor potencial de la esencia Crística. Los Esenios no nacieron de la evolución natural de una raza o de un pueblo conocidos, aún cuando históricamente conste que eran Judíos. Eran de origen intraterreno, lo que explica su misteriosa aparición y desaparición.
Los Esenios rendían homenaje en forma de devociones de naturaleza secretísima al “Christos” dentro de ellos mismos como parte del creador, que conocemos como “Dios”, a éste ser lo adoraban a punto tal que habían despertado al “Christos” introduciéndolo en la consciencia de su divinidad, y bien podría decirse de ellos: “tal como Dios lo hizo a través del mensajero nazareno, ahora los hijos de los hombres, introduciendo al “Christos” en el Cristianismo se convirtieron en hijos de Dios”.
Los Esenios eran ascetas, la admisión en sus filas era permitida solamente tras un noviciado, durante el cual el novicio pasaba por dos grados de desarrollo que cubrían un período de tres años. El período de probación del primer grado duraba dos años. Al final del período de probación de un año, el novicio pasaba al segundo grado, el de Aproximador, y permanecía durante un año, tiempo en el que tenía que ponerse a prueba. Entonces se le permitía participar en las purificaciones, pero no tenía otros privilegios. Completada la segunda etapa de la preparación o grado de crecimiento, se le admitía como asociado y entonces estaba facultado para todos los privilegios de la hermandad. Había otro grado, el tercero, el de Discípulo o Compañero. De allí en adelante, prestaba juramento solemne de amar a Dios, de ser justo con todos los hombres, de practicar la caridad, de mantener la verdad y mantener inviolados todos los secretos de la comunidad Esenia y de todo lo que se revelara durante sus devociones, los miembros propiamente dicho evitaban al matrimonio no por que desaprobaran la vida matrimonial, si no por que el casamiento (En razón de celo natural de las parejas) los estorbaba en el desempeño de sus oficios y les impedía prestar un servicio libre e imparcial a todos los hombres y mujeres por igual. A la riqueza se le asignaba poco valor, salvo en cuanto al bien que podría efectuarse poseyéndola, todos los artículos de primera necesidad se tenían y disfrutaban en común.
Los Esenios tenían un centro de estudios y preparación junto al mar muerto en Egipto, Asia y Siria. Los miembros se mezclaban con la población general, actuando en la doble función de consejeros espirituales del alma y médicos del cuerpo, desempeñando así el oficio completo de sumos sacerdotes de Dios. Su régimen diario era sencillo. Se levantaban al amanecer y se bañaban, luego seguían los rezos para la preservación e iluminación durante el día, después de lo cual, bajo la guía de un miembro selecto, procedían a trabajar hasta las once en los departamentos en los que estaban especializados. Después se bañaban de nuevo en agua fría, vestían ropas blancas y se dirigían al refectorio, donde se le presentaban platos sencillos. La oración precedía y seguía al almuerzo, después del cual volvían a sus trabajos, reuniéndose de nuevo al anochecer.
Dentro de los Esenios se encontraban los terapeutas, algunos afirman que fueron un organismo separado y distinto, de hombres cuya filosofía era una combinación de las escuelas Órficas, Pitagóricas, y kabalísticas, mientras que otros dicen que eran parte de la comunidad Esenia, consagraban todo su tiempo a la curación y al ejercicio de la medicina, se le permitía casarse, pertenecían a un grupo externo, exotérico, y no se les consentía que participasen activamente como sacerdotes en las devociones.